Otome Game no Hametsu Flag shika nai Akuyaku Reijou ni Tensei shite shimatta… (NL)

Volumen 2

Capítulo 1: ¡Se Acerca mi Primer Día en la Academia!

Parte 3

“… ¿Lady Sophia? Lady Sophia…”

Alguien me estaba llamando. Lentamente, abrí los ojos, era una de las criadas de mi familia, mirándome a la cara con expresión de preocupación. Su voz era… la que llamaba.

“… ¿Sí? ¿Qué ocurre?” Pregunté, todavía sintiéndome un poco malhumorada.

“… Bueno, parecía estar gritando mientras dormías… ¿Está bien, mi Lady?”

“… ¿Gritando? ¿Mientras… dormía?” Fue solo después de mi confusa respuesta a la criada que noté que mis mejillas estaban húmedas.

Ah… ¿Estaba llorando? De alguna manera se siente como… Si supiese la razón. “… Tuve… un sueño muy triste. Supongo que por eso… estaba hablando dormida.”

“¿Un sueño, Lady Sophia?”

“Sí… fue un sueño muy, muy triste… pero parece que al despertar… me he olvidado de todo.”

Sí. Aunque no podía recordar los detalles, la tristeza en mi corazón era inconfundible. Fue un sueño muy… triste.

“Probablemente estaba… recordando. Recordando el pasado…”

“… Ya veo. El pasado…” La expresión de la criada pareció congelarse en respuesta a mis murmullos. Su respuesta también fue anormalmente vaga.

Hasta hace solo unos años, me consideraban extraña… tal vez incluso anormal. Fui rodeada de chismes y discriminada, y en respuesta, me encerré en mi habitación. Probablemente la criada supuso que estaba pensando en eso.

“… Um. No se trataba del tiempo que no salía de mi habitación… hablo del sueño. Fue… de un pasado aún más distante. Un sueño de hace mucho, mucho tiempo…”

La expresión de la criada cambió a una de perplejidad. Pero supongo que eso sería natural… A sus ojos seguía siendo una niña. ¿Cómo podría tener recuerdos de hace mucho tiempo…?

Honestamente, incluso yo no podía recordar… todo lo que sabía era lo triste que fue. Un sueño triste y lacrimógeno que no podía recordar…

Pero aun así, tenía la seguridad, de que alguna manera… eso sucedió hace mucho tiempo. Sí, hace mucho, mucho tiempo… Aunque no podía recordar los detalles de mi sueño, sentí una profunda sensación de pena y dolor que me corroía el corazón.

Como si sintiera mi depresión, mi criada intentó animarme, hablando en un tono más optimista que antes.

“Lady Sophia, ¡hoy visitarás la mansión Claes!”

Al escuchar esas palabras, la tristeza en mi pecho aflojó su control sobre mí, aunque solo fuera un poco. Eso es correcto. Hoy visitare a Katarina. Seleccioné algunos libros geniales para recomendarle. Me pregunto si le gustarán. Podía sentir el resto de mi pena desvanecerse lentamente mientras continuaba pensando en Katarina.

Pronto me vestí y desayuné, realizando todos los preparativos necesarios. Luego, como de costumbre, me dirigí a la mansión Claes, acompañada de mi hermano Nicol.

Al llegar a la mansión Claes, vi a Katarina en los jardines, como ya era costumbre. Ella estaba con su hermano adoptivo, Keith.

“¡Keith! ¡Definitivamente, este es un hongo comestible!”

“No, Hermana Mayor. No tenemos un conocimiento detallado de los hongos que brotan de estos árboles. Estos hongos misteriosos definitivamente no son comestibles…”

“¡No, no! ¿De qué estás hablando? Definitivamente son comestibles. Después de todo, ¡huelen igual que los hongos shiitake! Esta es definitivamente una variante del shiitake. ¡Solo lo sé!”

“¿Q-Qué es eso de ‘shiitake’… Hermana Mayor? En cualquier caso, por favor deja ese hongo misterioso. ¡Por ningún motivo puedes comerlo! ¡Podría causarte un terrible dolor de estómago!”

“Ah, no, no. ¡Keith, eso no lo sabrás hasta haberlo comido! ¡Ah…! ¡Sophia!”

Parece que Katarina y Keith estaban entablando una conversación entusiasta. Cuando Katarina se volvió para mirarme había una gran sonrisa en su rostro. Podía sentir los últimos vestigios de tristeza despegarse de mi dolorido corazón. Fue realmente afortunado que hace tantos años asistiese a esa fiesta de té real… y que me encontrase con Katarina Claes ese mismo día.

“Lady Katarina… H-He traído algunas recomendaciones nuevas… son los libros más interesantes que…”

“¿¡DE VERDAD!? ¡Muchas gracias, Sophia!” Katarina estaba saltando de alegría cuando le tendí los libros que llevaba.

Los días que pasé con Katarina están llenos de alegría vibrante. Me siento muy afortunada de haberme hecho su amiga.

Antes de darme cuenta… ya no había rastros de la tristeza que había sentido hace unos momentos. Casi como si nada esta sensación… se había ido.