I Reincarnated For Nothing

Capítulo 91: Durmiendo con el Enemigo (Parte 4)

“¡Idiota! ¡Cómo puedes ser tan tonto!”

El duque de Tiata se puso de pie mientras gritaba sus palabras Había sido testigo de que alguien despreciaba la alianza con otra nación a favor de un individuo. Pero cuando se volvió a mirar, el rey de Daitan tenía una expresión extremadamente pacífica en su rostro.

“¿Qué tiene de tonto? Estoy tratando de guiar a nuestro bando a la victoria en esta guerra prolongada. Hice todo lo que pude para excluir toda subjetividad al tomar esta decisión”.

“¿Realmente crees sus palabras?”

“¿Le creo? Ni siquiera nuestra alianza se basaba en la confianza absoluta. ¿No es eso correcto? Creo que se equivoca sobre algo importante, señor Eritard.”

La fuerza entró en los puños cerrados del rey de Daitan. Se había mantenido en calma cuando Artpe entró en el cuartel. Mantuvo la calma mientras Artpe enviaba al general a volar. Sin embargo, ahora había un ligero calor en su voz.

“Sólo creo en una cosa. Creo en el poder absoluto. Si me veo obligado a elegir un bando, por supuesto, elegiré al mago. ¿No es una elección obvia incluso desde tu punto de vista?”

“¡Él es de Aedia!”

“Sí. Desde que sacaste el tema de si creo en sus palabras o no, aún no se te ha ocurrido una excusa. ¿Qué quieres del Bosque de la Eternidad? Ya hemos llegado hasta aquí, así que espero que no des una respuesta tonta como si no supieras nada al respecto”.

El duque de Tiata golpeó la mesa al refutar las palabras del rey.

“¡Te dije que no tengo conexiones con el Bosque de la Eternidad! No negaré el hecho de que hay hostilidades entre los elfos y nuestro pueblo. Pero eso es un tema aparte! Realmente estamos tratando de luchar por nuestra propia independencia….!”

“Si eso es cierto, ¿por qué intentabas descartar a este mago? Lo acusaste de ser el mago de Aedia y no dejaste de criticarlo sin razón alguna. Si Aedia poseyera un mago tan fuerte como él, no habría manera de que fuera desconocido para nosotros”.

En realidad, había un mago que encajaba con la descripción exacta fuera del cuartel. Sin embargo, Artpe se lo guardó para sí mismo. Parecía que el Duque de Tiata tenía el mismo pensamiento que él, pero si pronunciaba esas palabras en voz alta, estaría admitiendo su lealtad a Aedia. Estaba atrapado entre la espada y la pared.

“Eso es——– Eso es…….”

El duque de Tiata estaba a punto de abrir la boca, pero decidió mantenerla cerrada. Sería genial si pudiera pasar esto con una excusa probable, pero antes se habían revelado demasiadas cosas. La brecha en su historia no haría más que aumentar cuanto más hablaba. Los lobos lo mordían de ambos lados, pero lo único que podía hacer era escupir sangre.

Por eso se fue con la opción que le quedaba. Tuvo que enfatizar el hecho de que el rey de Daitan lo necesitaba. Su expresión se volvió fría mientras hablaba.

“Por favor, piénsalo… Sería difícil mantener las fronteras de Daitan si los soldados de Tiata no dan apoyo! ¿A quién le importa si uno tiene el arma más poderosa si no tiene un escudo?”

“Ja. Un escudo….”

Parecía que las palabras del Duque de Tiata habían disparado una mina. El rey de Daitan había estado tratando de mantener la calma hasta el final, pero esta enorme mina le quitó toda la paciencia que le quedaba.

“No podemos mantener el status quo. Ya hemos resistido demasiado tiempo. En los últimos cinco meses, nuestro progreso se ha estancado. Estamos yendo y viniendo en un bucle interminable de retroceso y carga. Como el camino hacia el océano está bloqueado por la Lunatic Wave el plan era encerrar a Aedia de nuestro lado, y del lado de Tiata. Se suponía que debíamos debilitar a Aedia atacándolos durante el otoño y el invierno. Se suponía que íbamos a hacer que usaran todos sus recursos, pero eso no ha sucedido. Aedia parece no haber sentido ningún efecto negativo. En cambio, mi país está sufriendo! No tengo más remedio que usar contramedidas especiales”.

El ataque a la ciudad portuaria de Belata fue parte de sus contramedidas especiales. Daitan había llegado a su límite. Por eso violaron el derecho internacional al enviar sus tropas de élite contra Belata. Fue el último intento de inclinar la balanza de la guerra a su favor.

Incluso si eran capaces de asegurar la ventaja en la guerra, era como si todos sus problemas se hubieran resuelto. Daitan ya era visto como el invasor, y ahora su país habría causado la muerte de civiles. El futuro de Daitan sería oscuro aunque hubieran ganado la guerra.

A pesar de ello, el rey de Daitan había seguido este curso de acción. Era la prueba de que Daitain estaba realmente en un mal estado.

Artpe le hizo una pregunta.

“¿A quién se le ocurrió este plan en primer lugar? ¿A quién se le ocurrió este plan de presionar a Aedia para que fuera una guerra de desgaste?”

“Sir Eritard sugirió el plan, y yo le seguí la corriente. Al final, resultó así”.

El rey de Daitan se estremeció al expresar libremente su ira y su sensación de impotencia. Cuando escuchó esas palabras, Artpe no pudo evitar sonreír.

¿Faltaba la inteligencia del rey en comparación con el fuerte poder que poseía? O confió en el honor entre los hombres para establecer la alianza? No importaba lo que hubiera pasado. Cualquiera de las dos opciones había sido infinitamente tonta.

“Vamos a pensarlo bien. El océano no es transitable en este momento. La frontera norte y la frontera oeste estaban cerradas. No hay recursos que puedan entrar en Aedia, así que ¿cómo pueden resistir tan bien? ¿Usaron su increíble poder mágico para transportar suministros?”

“Estás hablando de transportar suministros para alimentar a un enorme ejército…… ¿Es posible?”

“Si tienen cientos de magos como yo, es posible. Pero, si fueran capaces de hacer tal hazaña, habrían acabado con la capital de Daitan. Básicamente, no hay forma de que pudieran haber recibido suministros de una fuente externa”.

Era una de las habilidades que había necesitado como uno de los Cuatro Reyes Celestiales. Era la habilidad de jugar de un lado contra el otro! Las palabras salieron de Artpe como el agua mientras hacía un argumento persuasivo Los ojos del rey de Daitan se volvieron más agudos cuando miró hacia el Duque de Tiata. Como no había manera posible de que Aedia pudiera recibir suministros de una fuente externa, sólo quedaba el Ducado de Tiata. ¡Se suponía que el Duque era su aliado!

” ¡Tonterías! ¡Tú y yo ideamos ese plan en colaboración!”

La mirada del rey de Daitan era tan intensa que sentía un hormigueo por todo su cuerpo. El duque de Tiata se enderezó mientras gritaba. El rey de Daitan asintió.

“Estuve de acuerdo con tu plan. Pero han pasado cinco meses, y este es el resultado de ese plan. En tu opinión, ¿cómo crees que nuestros enemigos reabastecieron sus suministros? Por favor, convénceme una vez más como antes.”

“¡Sir Zard…!”

Este fue el final. Había sospechas, pero no pruebas. Sin embargo, el estado de ánimo había cambiado decididamente en su contra. No sería capaz de revocar esto.

Las palabras pronunciadas por el rey de Daitan fueron el factor decisivo. La lógica no era importante ahora mismo. Fue el poder. No importaba si el rey creía que el Ducado de Tiata no estaba conectado a Aedia. El rey de Daitan había tomado una decisión, y no se movía de ella.

El duque de Tiata rechinó los dientes.

“¿Realmente vas a despreciar a mi Ducado de esta manera? ¡¿Estás seguro de que no te arrepentirás de esto más tarde?!”

“Ya me estoy arrepintiendo. He llegado a la realeza a través de una rebelión.Tenía miedo de los disturbios públicos, así que me apresuré a entrar en guerra con otra nación. Ahora mi nación está al borde de la ruina, así que lamento mis decisiones todos los días”.

El rey de Daitan blandía sus palabras como una espada. En ese momento, su expresión se volvió fría como una tormenta de nieve, y el tono de su voz cambió.

“No podía soltar la única cuerda disponible, así que me aferré a una cuerda podrida. No podía salir de este barco que se hundía, así que jugué esta abominable jugada varias veces. Seguí repasando la obra en tres actos para llegar a una resolución. Esperé a que llegara. Pero el barco se hundió y yo estaba en un barco fantasma. No me importa si la cuerda está cubierta de mierda. Me quedaré con él si es nuevo. No he vivido tanto tiempo tomando repetidamente decisiones tontas. ¡Haré lo que siempre he hecho!”

“Muy bien. ¡Te mostraré que hay más cosas de las que arrepentirse en esta vida! Incluso si te das cuenta demasiado tarde de que tomaste la decisión equivocada, no serás capaz de retractarte”.

“¡Te atreverías!”

El rey de Daitan bajó un Maná infundido hacia el Duque de Tiata. Era simplemente un gesto simbólico que tenía por objeto cortar la relación entre las dos naciones!

“Definitivamente te pagaré por lo que has hecho hoy…. ¿”Uht!?”

“Eh-eet.”

Artpe estaba orgulloso de que su habilidad para jugar de un lado contra el otro no se había alejado de sus días como Rey de los Cuatro Cielos. Extendió su mano hacia el Duque de Tiata, que estaba tomando una línea de la “Lectura obligatoria para villanos sobre cómo salir con estilo”.

Un artefacto de teletransporte estaba siendo activado alrededor del Duque de Tiata después de que el Duque cumpliera una condición específica. Artpe extendió varias docenas de cuerdas de maná de la punta de sus dedos, y la enrolló alrededor del Duque. Impidió que el artefacto fuera usado, y tiró con su mano.

“¿Qué?”

“Huht!”

El duque de Tiata se sorprendió, y el rey de Daitan, que había dado su palabra, también se sorprendió. Había pronunciado sus palabras con ira, pero nunca esperó que un líder de una nación no esquivase el golpe. Inesperadamente, la espada del rey cortó al Duque de Tiata por la mitad.

“Muy bien. Con esto ya está bien Tiata”.

“······.”

Había matado a su antiguo aliado, así que el rey de Daitan tenía una expresión increíblemente incómoda en su cara. Guardó su espada mientras se volvía hacia Artpe. Artpe estaba recuperando el artefacto del cadáver. Tenía una mirada encantada en su cara.

“Este es un artefacto usado para una salida de emergencia. Sólo se puede utilizar una vez. Es mi día de suerte”.

“Realmente eres——– Soy muy consciente del hecho de que posees habilidades abrumadoras como mago…. Hoo. Así que por eso…”

El rey de Daitan presionó para obtener una respuesta de Artpe, que era su “único” aliado.

“Quiero escuchar sobre tu plan general. No niego el hecho de que posees un poder enorme, pero ¿cómo puedes terminar una guerra tú solo?”

“Realmente no sabes mucho de lo que son capaces los magos. Tuviste mucha suerte al poder acabar con tu antiguo aliado”.

“Desafortunadamente, nuestro país no tiene ningún mago sobresaliente. Además, no me había gustado en primer lugar.”

Básicamente, estaba diciendo que una buena excusa había aparecido, así que había tomado la iniciativa. Artpe estaba un poco aturdido por su respuesta. Él contestó.

“Sólo ten en cuenta que tengo un gran hechizo mágico que puede poner de rodillas a la capital de Aedia. No hay necesidad de causar un baño de sangre atacando la periferia de Aedia. Será muy molesto. Si vamos a conquistar Aedia, tendremos que preocuparnos por la población civil. No es como si Daitan tuviera un número ilimitado de tropas. No quiero que se derrame mucha sangre”.

Eran palabras que no deberían salir de la boca de un antiguo rey celestial. No obstante, había dejado completamente atrás su antiguo yo en su vida actual!

Esto no significaba que fuera a correr por ahí persiguiendo la paz como un héroe. Pero el rey de Daitan no se centró en sus palabras. Todavía estaba ocupado tratando de medir el poder de la energía mágica y los hechizos de Artpe.

“Un gran hechizo mágico que puede garantizar la caída de la capital…. No tengo más remedio que confiar en ti. Muy bien.”

Parecía que había terminado sus cálculos. Levantó la cabeza para fijar los ojos con Artpe. Había un brillo en sus ojos.

“Vayamos a la capital a toda velocidad. ¿Qué hay de tu grupo?”

“Probablemente ya estén aullando. Vendrán a buscarme pronto. Volvamos a reunirnos aquí después de tres horas. Quiero que reúnas a un par de docenas de tus tropas principales”.

“Un par de docenas suena muy poco….”

“Será fácil. Derribaré a Aedia con mi poder. Pero depende de ti y de tu pueblo apoderarse de la capital. ”

El rey de Daitan se preguntó si había sido sabio al contratar a Artpe. Pero la leche ya había sido derramada. Se limpió el sabor amargo de su boca mientras hacía una pregunta.

“Todavía no he oído el componente más importante de esta incursión. ¿Cuál es su petición?”

“Ah. Así es. Aún no te lo he dicho”.

Había estado tan agitado que se le había olvidado transmitir esa información. Artpe soltó una amarga sonrisa mientras hablaba.

“Se trata del Bosque de la Eternidad. Quiero que dejes ese lugar en paz”.

El rey esperó un rato, pero Artpe ya no dijo nada. Cuando se dio cuenta de que esa era toda la petición de Artpe, el rey preguntó de una manera desconcertante.

“——– ¿era eso realmente?”

“No será una petición fácil. La gente no se detendrá sólo porque tú lo digas. Por eso, esta es sólo una visión general de mi petición. Cuando la guerra termine, quiero que absorbas a Aedia y Tiata en tu reino. Entonces quiero que hagas una nueva ley. Quiero que lo hagas para que la gente no le haga daño al Bosque de la Eternidad”.

Fue como Artpe había dicho. No sería una petición fácil. El dinero y los artefactos eran pagos únicos. Por otro lado, esta petición tuvo que ser aceptada mientras existiera el reino de Daitan. Aún así, la ayuda de Artpe permitiría a Daitan conquistar Aedia y Tiata. No había forma de que el rey se resistiera a este precio.

“——¿Acaso eres descendiente de los elfos?”

El rey había sido preparado para regalar partes de Aedia o Tiata. No pudo ocultar su consternación al hacer la pregunta.

Artpe le respondió.

“No. Esto es sólo una misión para mí”.