Uchi no Musume no Tame naraba, Ore wa Moshikashitara Maou mo Taoseru kamo Shirenai

Volumen 7

Capítulo 1: Secuela, La Doncella de Cabello Platino y el Delicioso Desayuno

Parte 5

Mientras corría hacia la cocina, Latina pensó en su amigo en Kreuz y lloró.

“¡Gracias, Marcel… gracias…!”

Había igualado por completo la textura de la harina elegida de antemano. Ni siquiera tenía un tamiz, por lo que primero tenía que buscar algo que pudiera servir como sustituto, pero tenía mucho tiempo.

“Primero, tengo que mezclar esto con la harina… luego tengo que hacer la levadura… pero si sale bien…”

Latina estaba realmente agradecida de haber podido recibir orientación exhaustiva de un profesional en el campo, incluso si había sido por poco tiempo. Esa cuidadosa dirección le había permitido hacer su propio pan.

“¡Puedo comer pan…!”

Toda esta cadena de eventos extraños estaba realmente vinculada a su apetito, como Dale había esperado.

Si bien fue solo por un corto período de tiempo, Latina había trabajado una vez en la panadería que era el hogar de su amigo de la infancia. En lugar de pagar, había pedido aprender a hacer pan. Eso no incluía solo los procesos más llamativos de moldear y hornear, sino también cómo crear la masa de pan, a partir de la levadura, que era la base del pan. Su maestro Kenneth se había asegurado de impresionarla sobre lo absolutamente cruciales que eran los preparativos iniciales para el proceso.

Era relativamente fácil crear levadura a partir de fruta y agua. Como resultado, el padre de su amigo, el dueño de la panadería, le había dado a Latina la oportunidad de hacer algo ella misma. Latina no había podido hacer pan desde entonces, por lo que no tenía mucha confianza. Sin embargo, su experiencia de primera mano fue de gran ayuda, ya que le permitió seguir el proceso de memoria y crear algo adecuado.

Por encima de todo, ella lograría recrear esa comida básica. Ese era el deseo más querido de Latina en este momento.

Combinó la levadura de fruta con la harina, y luego esperó a que fermentara más.

Esto podría llevar varios días dependiendo de cómo fueran las cosas, pero no podía arriesgarse a arruinar las cosas apresurando el proceso.

“Espero que vaya bien…”

Como Latina se destacó en el delicado control de maná, usar magia para mantener cuidadosamente la temperatura no fue difícil para ella. Aun así, ella permaneció bastante tensa y estaba completamente absorta en el proceso.

Se había dedicado por completo al proceso, sintiéndose presionada para lidiar con la situación alimentaria. Y también, había muy poco que hacer todos los días, lo que le resultaba agotador.

Cuando vio cómo la levadura se había expandido después de varios días, Latina bailó un baile de alegría. Como siempre, ella todavía no tenía sentido del ritmo.

Ella sintió que su capacidad de fermentar parecía más débil que la de la levadura que había hecho en Kreuz. En Vassilios, era imposible echar un vistazo a los tipos de frutas que fácilmente podría obtener en Kreuz. Tampoco era posible tener en tus manos harina de trigo en el país de los demonios. Tener que sustituir ingredientes redujo en gran medida la tasa de éxito de la cocción.

“Aun así, se expandió correctamente… Está fermentando, así que esto debería funcionar”, murmuró para sí misma mientras mezclaba la harina y la levadura. Para fortalecer la débil fermentación, agregó miel y luego un poco de sal al recordar la receta.

” Hmm, hmm ♪ Hmmm ♪ “ tarareó mientras mezclaba.

Latina encontró agradable la sensación de que los ingredientes pegajosos se asentaban juntos, así que comenzó a tararear sin siquiera pensarlo.

Amasó la masa mezclada suavemente en una forma redonda para evitar que el gas del proceso de fermentación se escape. Mientras seguía cuidadosamente las instrucciones que había recibido una vez, colocó un paño húmedo sobre la masa para que no se secara. La temperatura era naturalmente alta en Vassilios, y eso también se aplicaba a la temperatura ambiente, por lo que Latina decidió vigilarla.

Mientras tanto, sacó una olla gruesa en la que había puesto los ojos para pulirla. Por las caras que estaban haciendo, los sirvientes que trabajaban en la cocina no sabían cómo lidiar con las acciones de Latina, pero la niña continuó, actuando como si ni siquiera se hubiera dado cuenta.

“Supongo que no sería posible hacer un horno primero…”

Latina hablaba consigo misma con bastante frecuencia, porque las sirvientas y los sirvientes la trataban como a una princesa, nunca le hablaban de manera informal. Sus viejas amigas Sylvia y Rose estaban ocupadas, por lo que no podía pasar el rato con ellas las veinticuatro horas del día para evitar su aburrimiento. El número de compañeros de conversación que Latina tenía en la actualidad era bastante limitado.

Si realmente fuera necesario un horno, entonces no hubiera sido imposible construir uno si ella le preguntara a Dale, ya que él tampoco tenía el trabajo adecuado en este momento. Pero desafortunadamente, Latina no conocía los detalles del diseño de un horno.

Como resultado, tomó la masa que había crecido espléndidamente, gracias a la fermentación, y la dividió en varias partes iguales sin ningún molde complejo, en lugar de simplemente redondear cada una. Luego los colocó en una olla, espaciados por igual.

“Pongo la tapa… y luego tengo que dejar que se hornee con cuidado…” Latina murmuró para sí misma, frunciendo el ceño mientras lo hacía.

Las cocinas de Vassilios diferían bastante de las de Labandese con las que Latina estaba familiarizada. No solo carecía de los dispositivos mágicos que eran comunes en Laband, sino que ni siquiera tenía una estufa adecuada.

En cuanto a la preparación de alimentos en Vassilios, aquellos con afinidad por el fuego calentarían las cosas para cocinarlos, mientras que aquellos con afinidad por el agua llenarían las jarras hasta el borde, dividiendo el trabajo en función de las afinidades mágicas. Es decir, las personas no fueron asignadas principalmente aquí a la cocina debido a su habilidad para cocinar, sino más bien porque poseían afinidad de fuego.

La gente del pueblo de Vassilios no cocinaba en sus propios hogares, con la costumbre de comer alimentos que se producían con anticipación. Eso también fue influenciado por el medio ambiente de la tierra. No había bosques o bosques cercanos, por lo que les faltaba el tipo de leña que empleaba la raza humana. La fuente de combustible más simple y estable en Vassilios era el maná.

A falta de afinidad por el fuego, Latina no pudo comenzar a cocinar con calor.

“Hmm…” Latina pensó para sí misma. El otro día, cuando hizo los pseudo- crepes, había agarrado a un sirviente, sin dejarles espacio para discutir. Pero esta vez, quería hervir a fuego lento con cuidado. Sería demasiado amarrar a un extraño durante un período de tiempo tan largo.

“En ese caso… sí”.

Sin embargo, Latina no se rendiría tan fácilmente hoy.

Con sus pasos dando golpes, salió de la cocina en busca de ese fiel cachorro. Como raza, las bestias míticas conocidas como lobos voladores poseían las tres afinidades de la magia Sagrada, Viento y Fuego.

De vuelta en el Dancing Ocelot, Latina había mantenido firmemente la postura de que a Vint no se le permitía jugar en la cocina, pero ya no le preocupaba mantener las apariencias.

“Vint, ¿puedes hacerlo?”, Preguntó Latina al fiel cachorro en la cocina.

“Hmm…” Vint respondió, carente de su confianza habitual.

“Mi hijo no es especialmente hábil para manipular magia de fuego”, intervino Hagel, ofreciendo un bote salvavidas al cachorro inusualmente vacilante.

“¿Es eso así?”

“Si la magia del viento, estaría bien”.

“No tiene tales problemas cuando se trata de magia de viento, pero tiene dificultades con un control fino cuando se trata de magia de fuego”.

“Se puede hacer boom”.

“Eso sería malo…”, dijo Latina con una mirada preocupada en su rostro.

“¿Puedo emprender la tarea?” Hagel ofreció despreocupadamente. Las colas de padre e hijo se movían todo el tiempo.

“Gracias.”

Al ver la sonrisa de Latina, esperaban que los acariciaran mucho, lo que haría que el movimiento se hiciera aún más pronunciado. No importa cómo vieran a Hagel, parecía un perro esperando ser alabado. No mostró nada de la dignidad que uno esperaría de un ser con el raro poder requerido para enfrentarse a dragones legendarios.

Y así, aunque era muy inusual, una bestia mítica terminó horneando el pan cuidadosamente preparado de Latina.

Al abrir la tapa, Latina vio el pan bien cocido y dio un suspiro de alivio. Un momento después, el vapor cálido y el aroma fragante la alcanzaron. Se sentía impaciente, pero movió la cara un poco hacia atrás.

Como no había usado trigo, el aroma era diferente de lo que esperaba. Pero aun así, parecía haber ido incluso mejor de lo planeado.

“Bueno, por ahora necesito hacer una prueba de sabor…”

Sacó el pan caliente, cuidando de no quemarse. Era un poco difícil abrirlo con la mano, así que cortó una sola rebanada con un cuchillo y luego se la llevó a la boca.

“Hmm…”

Ella masticó.

Era un pan aún más pastoso y pesado de lo que ella esperaba. Tampoco podía oler el aroma de la levadura, que se sentía un poco extraño.

A continuación, untó la mantequilla que recibió de Sylvia, yendo un poco pesada. Se derritió en un instante sobre el pan caliente, y luego fue absorbido.

Al morderlo nuevamente, descubrió que la dulzura ligera del pan había sido mejorada por el sabor y la salinidad de la mantequilla. Teniendo en cuenta que ella había improvisado la receta con lo que tenía a mano, le dio a su propio trabajo marcas de aprobación.

“¡Es… pan…!”

Las lágrimas comenzaron a fluir. Ella sintió profundamente la importancia de los alimentos básicos.

“Pero la harina que usé fue diferente… por lo que puede ser que si se enfría, se endurecerá y no será comestible”.

Una vez que tuvo ese pensamiento, Latina ya no pudo simplemente quedarse quieta. Sosteniendo el pan recién horneado, corrió hacia Dale. Al mismo tiempo, envió al fiel cachorro a su amiga para que la llamara.

Esa cadena de acciones de Latina no podría haberse llamado de otra manera que excéntrica desde el punto de vista de los sirvientes.

Esto es una digresión, pero luego, una tendencia a tararear una melodía extraña se hizo común entre los sirvientes demonios, quienes se refirieron a ella como “cultura humana”. La fuente de esto era obvia. Pero cuando Dale escuchó la melodía, su primer pensamiento fue: ¿Entonces no hay problema con Latina…? ¿los demonios tienen un extraño sentido del ritmo…? Fue un malentendido increíblemente grosero, y ya se había olvidado por completo del músico demonio que habían conocido en una ciudad portuaria.

El pan que llenaba la olla desapareció aún más rápido de lo esperado.

Todos se perdieron al sentir esa sensación nostálgica, ya que la ocurrencia diaria de masticar ese alimento básico había dejado de ser un hecho.

“Esto es increíble, Latina… realmente lo lograste…”

“El pan es tan delicioso…”

“Realmente ha pasado un tiempo, ¿no es así, comiendo algo como esto…?”

“¿Qué tal hacer sándwiches?”

“No hay nada… para poner en ellos…”

“Tengo la sensación de que hubiera sido más fácil para mí cazar algo para poder comer algo decente…”

Con solo mantequilla y miel, fue más que una comida lo suficientemente adecuada. No fue exagerado decir que le hizo recordar sus comidas diarias.

Debido a que estaba tan aturdida, Latina no se dio cuenta en este momento del gran error que había cometido. Sin embargo, una vez que su barriga se llenó, su atención finalmente se volvió hacia ese asunto.

“¡Usé toda la levadura!”

La levadura había desaparecido igualmente.

Para volver a hacer pan, necesitaría repetir el mismo proceso desde el principio. Incluso si hubiera ido bien una vez, no había garantía de que iría de la misma manera cuando reiniciara.

Efectivamente, eso fue suficiente para que incluso el ánimo de Latina cayera visiblemente. Incluso en el mejor de los casos, pasarían varios días antes de que pudiera volver a comer pan.

“… volvamos a Kreuz…”

Ese fue el momento en que Latina primero expresó seriamente su deseo de irse a casa.

***

Kenneth miró a Latina con una expresión incómoda, después de haber escuchado esa historia.

Estaba una vez más absorta en untar mermelada sobre el pan. Verla tan obsesionada con la mermelada le trajo a la mente más una pena desgarradora que una simple simpatía por el hecho de que una golosa como Latina había sido cortada a la fuerza de la dulzura. La razón por la que Latina se había ganado un gusto tan dulce en primer lugar fue porque Kenneth había intentado seguir creando postres creativos y originales todos los días, viendo cuánto habían deleitado a la joven.

Kenneth fue amable con la chica en términos de todo menos el trabajo, por lo que temporalmente les dio la espalda a los dos, preparó un plato a toda prisa y luego lo colocó delante de Latina.

“¡Wooooow!” Latina gritó aún más alegre de lo que esperaba.

Tales tortillas, hechas con huevos frescos, leche y mucha mantequilla para hacerlas suaves y esponjosas, eran sus favoritas.

“Es bueno… los huevos son tan sabrosos…”

“Me alegro.”

Dale tenía una expresión de gran satisfacción en su rostro mientras veía a Latina felizmente rellenar sus mejillas con la tortilla. Fue una vista verdaderamente conmovedora y tranquila.

Pero en realidad, estos dos eran la hermana del gobernante de un país extranjero (aunque eso puede no haber sido ampliamente conocido aún) y un héroe de renombre mundial.

La comida en la mesa que esos dos comieron alegremente era increíblemente ordinaria. No había delicias raras de las montañas o del mar, ya que solo era comida de un bar en las afueras de la ciudad.

Kenneth estaba tan conmovido al ver que la comida que había creado traía tanta alegría a los demás que sintió lágrimas en sus ojos.

Como un poco de consideración por parte de Kenneth, desde ese día en adelante, seguramente habría un plato favorito de Latina y Dale en la mesa del Ocelot.