Date A Live (NL)

Volumen 19

Capítulo 3: Un Campo de Batalla que Debería ser Llamado Imposible

Parte 7

— ¡…! ¡Shidou-san!

— ¡Esto es…!

Todos los Espíritus dejaron escapar voces temblorosas rebosantes de miedo.

Shidou sintió que el mismo miedo se apoderaba de su corazón. De repente, perdió el control de su respiración por un momento.

Sin embargo, todavía había una diferencia decisiva entre Shidou y los Espíritus. Shidou ya había experimentado este fenómeno una vez antes.

— ¡Mio…!

Shidou había sacado ese nombre de su garganta.

Es correcto. No había ninguna duda al respecto; esta era la autoridad del segundo ángel de Mio.

—… Un. Lo siento, Shin.

La voz de dicha persona hizo eco en el aire como si respondiera a la llamada de Shidou. Abriendo los ojos y mirando hacia allí, Mio había aparecido en el espacio vacío que no tenía nada de antemano.

No, eso no fue todo. Sobre su cabeza había un capullo de flor que rodeaba a una chica en el centro y detrás de ella había un gran árbol con una chica atada al tronco, flotando en el aire mientras sus ramas y raíces comenzaban a expandirse hacia afuera.

El ángel de la muerte que quitaba la vida, <Ain Soph Aur>.

Y los Ángeles de leyes capaces de reescribir la razón misma, <Ain Soph>.

Ambas eran las alas más fuertes de Mio: apóstoles de la ruina con un poder muy superior a la norma.

—No esperaba ser atrapado en tal finta. Pero es bueno que todo funcionara. Gracias por proteger a Shin por mí, Kurumi.

—… Ara, ara.

En las palabras de gratitud de Mio, no se sentía sentimiento alguno… no, tal vez porque no se podía sentir, Kurumi distorsionó su rostro con desagrado.

— ¡Shidou!

En línea con la voz de Tohka, los Espíritus se alinearon para proteger a Shidou. Nadie se atrevio a apartar la mirada de Mio mientras sostenían a sus Ángeles.

—El objetivo de Mio es Shidou. Huye mientras compramos algo de tiempo.

—Escuchando lo que dijiste, Mana no debería haber sido asesinada. Déjame la carga a mí.

Origami y Mana, ambas de pie frente a Shidou, hablaron sin apartar la vista de Mio.

—…

Sin embargo, Shidou apretó su puño, colocando sus manos sobre sus hombros mientras avanzaba.

— ¡¿Shidou?!

—Detente. ¿Qué estás haciendo?, es demasiado peligroso.

Los Espíritus comenzaron a moverse para detenerlo. Sin embargo, Shidou progresó constantemente hacia adelante.

Por su experiencia personal, era imposible escapar cuando estaba preso en este espacio, pero más que nada, para salvar a Mio no podía escapar.

Sí. Shidou finalmente se había dado cuenta.

Descubrió la fuente del dolor de cabeza que ocurrió intermitentemente después de intercambiar un beso con Reine.

Notó qué memoria había sido invocada esporádicamente en ese momento.

…Y también la verdad que apuntaba.

—… Mio.

—…Shin.

Cuando Shidou gritó su nombre, Mio parecía feliz de responderle.

Los movimientos y la expresión de Mio hicieron que Shidou sintiera que su corazón se aceleraría con fuerza. Sin embargo, Shidou empujó a través del dolor y avanzó.

—… Finalmente, entiendo. Esa memoria era… Mio, ¿era tuya?

Shidou se tocó la frente mientras miraba a los ojos de Mio.

De hecho, la estrategia para Reine había fracasado. Aunque el camino se había establecido, el sellado del reiryoku no se había realizado. Y a través del camino, los recuerdos de Shidou del futuro habían sido expuestos. Era exactamente el peor de los casos que podría haberse dado.

Sin embargo, también mostró otro incidente.

Al igual que los recuerdos de Shidou se compartieron con Reine a través del camino, los recuerdos de Reine… de Mio, también se mostraron a Shidou.

La desesperación de perder a Shinji, el dolor, todas estas emociones negativas fluyeron en un solo suspiro hacia Shidou, quien sufrió un doloroso dolor de cabeza.

Sin embargo, en la desesperación de Mio solo había un destello de esperanza. Y esa era exactamente la propia existencia de Shidou.

Sin embargo…

—… No pude sellar tu reiryoku. Seguramente, fue porque simplemente no era lo suficientemente fuerte. Tú eres el Espíritu del Origen. Por otro lado, ni siquiera he terminado de recolectar todos los Cristales Sephira —pero Shidou continuó—: Eso no es todo. El fracaso anterior… no fue solo por eso. La razón era muy simple. Lo he escuchado de Kotori innumerables veces ya. …Para sellar el reiryoku de un Espíritu, tengo que abrir el corazón del Espíritu y luego besarla. ¡Pero Mio todavía no me ha abierto su corazón…!

—… ¿Shin?

Mio dejó escapar una voz confusa al escuchar el comentario de Shidou. Por detrás, también se escuchó la voz de Kotori en sospecha.

— ¿Que está pasando? Seguramente, en ese momento, los valores de su relación alcanzaron el rango sellable…

—No, es diferente. A quien Mio ama no es Shidou sino Shinji.

Shidou contuvo las lágrimas mientras soltaba esas palabras de su garganta obstruida.

—Y Shinji ya… no existe…

—…

Mio se quedó sin habla mientras abría los ojos.

Un escalofrío llegó a la espina de Shidou. Desconocía si esto se debió a la sensación de las palabras que él mismo emitió o debido a que Ain Soph respondió grandemente al corazón de Mio, pero la temperatura ambiente circundante se había reducido significativamente.

De sus labios ligeramente crispados, Mio derramó sus palabras.

— ¿De qué estás hablando, Shin? Reconstruí a Shin y le di el poder de los Espíritus para que nunca volvieras a morir…

—… Ah, tu poder es realmente increíble. Pero supongamos que colecciono todos los Cristales Sephira y mis recuerdos como “Itsuka Shidou” se borran…

Shidou dejó de hablar por un momento.

Ya que estas palabras pueden aplastar el corazón de Mio. Los recuerdos de Shinji que amaban a Mio y también los sentimientos de consideración de Shidou por Reine, se negaron a dejarlo hablar.

Pero… tenía que decir esto. Shidou habló mientras apretaba su puño con tanta fuerza hasta el punto en que su mano casi comenzó a sangrar.

— ¿Ese es realmente Shinji?

—…

Entonces.

Las palabras destructivas y la posibilidad a la que llegó al ver los recuerdos de Mio.

En lo profundo de la mente de Mio, ella había tratado de ocultarlo. A pesar de que ella podría haberlo considerado, podría ayudar a tratar de ignorarlo.

Shidou lo excavó intencionalmente de nuevo a la superficie.

—Una persona que tiene tanto la memoria como la forma de Shinji. Pero eso no es realmente Shinji. El alma de Shinji no existe….Debes haberlo sabido ya. Pero incluso entonces, mientras sabías, ¡tenías que confiar en eso! Pero, ¿puedes hacer que Shinji llene tu corazón, Mio?

—…

Al escuchar lo que Shidou había dicho, Mio se quedó en silencio por un rato, pero al fin abrió la boca con tristeza.

— ¿… Por qué dices tal cosa, Shin?

Entonces, como si coincidiera con el estado de Mio, el espacio que rodeaba a Shidou y los demás comenzó a temblar.

—Sólo tengo a Shin. He vivido tanto solo para ver a Shin una vez más.

— ¡…No tengas miedo!

Involuntariamente, Shidou comenzó a gritar.

Sorprendidos por esto, los espíritus a su alrededor comenzaron a temblar.

— ¿Sólo Shin…? ¡No seas estúpida! ¡Yo! ¡Los Espíritus! ¿No tienes eso todavía? ¿Es el tiempo que pasamos juntos tan inferior a Shin…?

—…

Contra la apelación de Shidou, Mio no mostró una respuesta significativa. Como si dijera que ella ya había llegado a la misma conclusión hacía mucho tiempo.

En cambio, mientras lloraba lágrimas, Mio murmuró un pequeño “¿Es así?”.

—Porque no eres Shin puedes decir esto. Debo devolverte rápidamente a Shin pronto… Gracias por todo hasta ahora, Shidou. Pero, adiós.

… En ese momento.

El aire comenzó a vibrar, se formaron ondas cuando el enorme árbol flotante detrás de Mio extendió sus ‘ramas’ y ‘raíces’ tanto al cielo como a la tierra.

El tentáculo retorcido voló hacia Shidou a una velocidad más rápida de lo que el ojo podía seguir.

—Qué…

— ¡Ku…!

— ¡Peligroso…!

Tohka y Kaguya usaron <Sandalphon> y <Raphael> para cortar y arrancar las raíces que se acercaban a Shidou.

—Lo siento, y gracias por salvarme.

— ¡No te preocupes por eso! ¡¿Pero qué vamos a hacer ahora?! —gritó Tohka mientras levantaba <Sandalphon>.

Sin dejar de mirar hacia Mio, Shidou hizo un pequeño asentimiento hacia adelante.

Después de todo, era imposible escapar. Y, como se dio cuenta de eso, todavía había algo que debía hacerse.

—Una vez más…, besaré a Mio.

— ¿Qué…?

— ¡¿Ha…?! ¿No fuiste el que dijo que el valor de la relación era insuficiente? — gritó Kotori ante lo dicho por Shidou, en un tono marcado por la completa incomprensión.

Eso era verdad. Pero… no, por eso Shidou tenía que ir.

—Pero esta vez no como Shinji. Ella debe elegirme como Itsuka Shidou. Si no, Mio…

Las palabras de Shidou fueron cortadas a medio camino. Las ‘raíces’ de abajo y las ‘ramas’ del cielo se extendieron para capturar el cuerpo de Shidou.

— ¡Shidou!

—Ku…

No, no fue solo eso esta vez. Bandas de luz del Vestido Astral de Mio se extendían hacia los Espíritus.

La memoria del mundo futuro volvió una vez más. Esto era diferente de las ‘ramas’y ‘raíces’usadas con el propósito de capturar a Shidou. Era un solo ataque para atravesar a los Espíritus para recuperar sus Cristales Sephira residuales.

— ¡Evítenlo, todos! ¡No pueden recibir este ataque!

— ¡…!

En respuesta a la voz de Shidou, los Espíritus patearon contra el exterior de la nave para repeler el ataque. Pero en la brecha momentánea resultante, innumerables ‘raíces’se apiñaron en Shidou.

— ¡Ku…!

— ¡Nushi-sama!

— ¡Darling!

Los gritos de los Espíritus sacudieron sus tímpanos.

Sin embargo, justo cuando las ‘raíces’estaban a punto de alcanzarlo, una fuerza tiró de su cuerpo cuando fue vencido por una extraña sensación de flotar.

Después de un momento, entendió la situación… Había sido ayudado por Kurumi, quien apareció sobre su cabeza.

— ¡Kurumi!

—Ufufu, ese era un lugar peligroso.

Kurumi arrastró a Shidou como si se tratase de una princesa mientras que evitaba ligeramente las ‘raíces’y las ‘ramas’.

—… Esta posición es un poco vergonzosa.

—Ahora no es el momento de decir eso. De todos modos… —con los innumerables clones de Kurumi defendiéndolos, Kurumi dirigió su atención a Shidou—. Escuché algo muy interesante. Besar a Mio-san una vez más.

—… Ah, voy a intentarlo.

Cuando Shidou respondió, Kurumi parecía sorprendida pero también entrecerró los ojos con interés.

—Sin embargo, Shidou-san ya ha fallado en el sellado una vez. ¿Hay alguna posibilidad de ganar?

—… Eso…

Después de dudar por un momento, Shidou le contó la revelación que descubrió al ver los recuerdos de Mio.

… Esa otra posibilidad.

—…

Al escuchar eso por primera vez, Kurumi rodeó sus ojos.

—…Ara, ara.

Ella entrecerró los ojos como si estuviera irritada y triste.

—… Entonces, ¿ese es el verdadero deseo de Mio-san? Me reiría, pensar que el egoísmo llegaba hasta ese punto. ¿Nos convertimos en Espíritus para esa meta?

Kurumi resopló con su nariz con desdén, pero después de un breve suspiro, se giró para enfrentar a Shidou de nuevo.

—… Shidou-san.

— ¿Qu…?!

Las palabras de Shidou fueron cortadas a la mitad.

No, para ser más precisos, fueron detenidas por la fuerza.

… Por los suaves labios de Kurumi.

Sí. Mientras todavía lo sostenía en un abrazo, Kurumi había besado a Shidou.

— ¿…?

Siendo demasiado repentino, su cabeza se sentía confusa. Pero cuando el sentimiento cálido y familiar que fluía de los labios entró en su cuerpo, Shidou pronto comprendió la situación.

… Kurumi. El Peor Espíritu había confiado su reiryoku a Shidou.

—… Por favor, no lo malinterpretes, Shidou-san.

Como si leyera sus pensamientos, Kurumi levantó la cara y se giró hacia un lado.

— ¿No hay posibilidad de escapar después de ser capturado en este espacio? Y como Mio-san tiene información sobre el futuro, existe una gran posibilidad de que incluso el viaje en el tiempo a través de <Zafkiel> se detenga… En ese caso, ¿no sería más inteligente apostar por una posibilidad con una tasa de supervivencia más alta?

El Vestido Astral de Kurumi se derritió y se desvaneció en el aire. Pero Kurumi continuó sin sentirse avergonzada.

—He hecho lo que puedo. Por favor, termina bien.

Kurumi se giró para mirar a Shidou, mirándolo directamente a los ojos. La pieza del reloj en su ojo izquierdo había cambiado de nuevo a una pupila normal.

—… Ah. Gracias, Kurumi.

Shidou asintió, besando a Kurumi una vez más antes de saltar al aire.

—… Ara, ara —mientras miraba la espalda de Shidou, Kurumi acarició sus labios con sus dedos—. Realmente te has vuelto muy capaz, Shidou-san — Kurumi se rió entre dientes antes de dejar escapar un suave suspiro—… De todos modos, fue quitado maravillosamente. Pero el resto de reiryoku debería ser suficiente para un vestido.

Las palabras dichas antes seguían rumiando en su mente… Las condiciones para sellar un reiryoku de un Espíritu. Abrir el corazón de ese Espíritu y luego darle un beso.

Entonces, ya que el reiryoku de Kurumi había sido hermosamente sellado…

—…Verdaderamente, también soy una persona con problemas.

Kurumi aflojó su rostro, asumiendo su Vestido Astral Limitado al igual que los otros Espíritus cuando regresó a la batalla.

—…

Su cuerpo rebosaba fuerza.

El Cristal Sephira de Kurumi y el Cristal Sephira de Nia. Junto con los Cristales Sephira de todos los demás sellados hasta ahora, los diez poderes habían sido absorbidos por el cuerpo de Shidou; sintió un sentimiento cercano a la omnipotencia.

Su cuerpo se sentía ligero. No había dolor. Su fatiga se dispersó a medida que la vitalidad enriquecía todo su cuerpo hasta la punta de sus dedos.

Un reiryoku sobrenatural que era claramente diferente del pasado. De esta manera, funcionará.

— ¡<Raphael>!

Shidou apretó su puño; su cuerpo entero cubierto por el viento mientras se lanzaba al cielo.

Los movimientos de las ‘raíces’y ‘ramas’ que él apenas podía evitar antes de ahora parecían tan lentos como si el tiempo se hubiera detenido. Fácilmente evitó los ataques que se acercaban cuando se acercó a Mio.

No…, pudo no haber sido debido a que Shidou había obtenido todos los Cristales Sephira.

Al esquivar las ‘raíces’y las ‘ramas’ que crecían como espinas, Shidou captó algo extraño al borde de su visión.

Las estatuas de las chicas en el tronco de <Ain Soph> y el centro de <Ain Soph Aur>.

Hubo una sutil diferencia que no habría notado sin sus nuevos súper sentidos. Parecía como si la estatua de esas dos chicas lo mirara a los ojos, sonriendo tristemente. Como si le pidieran que cuidara de Mio.

—Déjamelo a mí.

Cuando Shidou murmuró para sí mismo, se impulsó hacia el cielo, llegando a la ubicación de Mio en un abrir y cerrar de ojos.

— ¡…! ¡Shin!

Mio abrió los ojos con sorpresa.

Sin decir nada, Shidou la abrazó.

—Um…

—…

Y presionó sus labios contra los de ella.