Assassins Pride (NL)

Volumen 2

Lección 04: Un Hermoso Canto y Un Recipiente Que Se Rompe

Parte 3

Mientras se llenaban de numerosas dudas, el tiempo fluyó en un parpadeo, y tres días pasaron. Finalmente, llegó el comienzo de la batalla de selección y el momento en que las cuatro candidatas afrontarían la primera prueba.

En la azotea del <Palacio Mundo de Cristal>, una gran piscina que superaba los 50 metros de ancho estaba instalada. Naturalmente, estaba completamente hecha de cristal. Desde el fondo de la mística piscina ascendía una luz azul, creando una escena como si la propia agua estuviese brillando.

Desde los alrededores de la piscina, agudas aclamaciones se escuchaban. Las estudiantes en traje de baño que superaban las trescientas, estaban nadando y haciendo carreras por los alrededores.

Una instalación de natación que necesitaba grandes cantidades de agua, era uno de los más lujosos entretenimientos. Gritos de “¡Viva la batalla de selección!” parecían poder escucharse desde las chicas.

–¡Chicas! ¡Se les permite entrar a la piscina, pero tengan cuidado para que no estorben la prueba o queden envueltas en esta y terminen heridas!

La directora Bramanger vistiendo su túnica justo como siempre, estaba caminando por el borde de la piscina y lanzando advertencias. Ante la mención de la palabra “Heridas”, la expresión de las estudiantes que estaban flotando se tensó ligeramente.

Un pedestal circular estaba en el centro de la piscina y allí una única muñeca de cristal estaba recostada. La parte superior de su cuerpo tenía la forma de una hermosa mujer, pero la parte inferior era la de un pez.
Además, en su espalda había un par de alas de ave… esa era la <Mascota de Cristal>, <Sirena>, considerada la diosa guardiana de la piscina.

Como si rodearan a esa <Sirena>, cuatro góndolas zarparon desde el borde de la piscina. Ni siquiera era necesario decirlo, en cada una de esas góndolas estaban las figuras de las candidatas. Sus trajes de baño hechos especialmente para esta prueba eran iluminados por la luz azul y sus delgados velos revoloteaban por el viento.

En la primera prueba no tendrían la ayuda de su pareja o los miembros de su Unidad. Solas, las candidatas debían afrontar las dificultades con su propia fuerza.

Melida con un semblante tenso, Elise con su inexpresividad de siempre, la representante de D´Autriche, Salacha quien estaba apretando sus hombros y el <Príncipe> Kira quien era la única que mostraba una sonrisa con holgura. Mirando equitativamente a las cuatro candidatas, la directora levantó su voz como para que resonara hacia toda la piscina.

–Entonces, nuevamente revisaremos el resumen de la prueba. El objetivo de la primera prueba, <Brindis>, es tomar una de las alas de la espalda de la <Sirena> las cuales son la fuente de su poder. Si sacársela es difícil, incluso destruirla está bien, pero—de cualquier manera, la <Sirena> es una mujer caprichosa. El mostrar belleza y talento apropiado para una candidata a <Luna Lumière>, probablemente se vuelva la razón de un ataque.

Kufa y Rosetti quienes no entraron al agua y estaban parados al lado de la piscina escucharon esa voz relajada como un violín. Rosetti estaba vistiendo un traje de baño que le fue prestado por la academia, pero Kufa como era usual, estaba usando pantalones y desnudo de la cintura hacia arriba.

Desde la góndola que flotaba a la distancia, las miradas de Melida y Elise se dirigieron en su dirección. Kufa les hizo una seña tocando su cadera. Cada una de ellas comprobó nuevamente los nudos de sus trajes de baño y le devolvieron un asentimiento firmemente.

Antes de la prueba, Kufa tambien los había comprobado, pero esta vez, al parecer no había ningún truco en los trajes de baño. Dicho eso, no debían ser descuidados. En algún lugar de la Academia—o, mejor dicho, dentro de esta piscina, sin ningún error alguien estaba intentando sabotear la batalla de selección, eso era algo seguro después de todo.

–Como esperaba, me pregunto si es el trabajo de esa Black Madia.

A su lado, Rosetti le susurró acercando sus labios. Kufa sin poder dar una respuesta definitiva sacudió su cabeza.

–No lo sé. En primer lugar, ¿El hacer participar en la batalla de selección a Melida Ojou-sama y Elise-sama, tiene algún mérito para esa chica? Y entonces, ¿Con qué objetivo está intentando interferir…?

–Siendo así, ¿Esta prueba no te parece un poco extraña?

Mientras pegaba aún más su cuerpo, Rosetti señaló la muñeca de cristal que seguía recostada.

–Eso, es una <Sirena>, ¿No? Sin embargo, no tiene una imagen de <Reconocer la belleza de otros>.

–… Ya que parece que las Ojou-samas no lo han notado, no lo menciones. Mientras dudaba un poco, Kufa también abrió su boca.

–En primer lugar, si es un método de captura como encantarla con belleza lo que enamore a la <Sirena>, de alguna manera la imagen no encaja con lo de “Arrebatarle” un ala que estaba en el resumen de la prueba… Sin embargo, sería bueno que solo sea simple retórica.

Contrario a ellos, en quienes aumentaban los presentimientos desagradables, la directora Bramanger finalmente, moviendo su mirada por toda la piscina, declaró con una voz fuerte.

–¡Ahora, vamos a comenzar con la prueba! Todas las espectadoras acérquense más a la orilla de la piscina y si no quieren hacer recuerdos terroríficos, salgan del agua—Chanson-san, estás demasiado adelante. Asi, no debes interferir con las candidatas—Entonces, ya prepararon sus corazones, ¿¡No es asi!?

La cuatro que estaban arriba de las góndolas, le devolvieron un asentimiento. La directora elevó uno de sus dedos.

–¡Muy bien! ¡¡Entonces la primera prueba <Brindis>, da inicio!!

Una campana de cristal tocó una clara melodía. El sonido angelical resonó por el cielo de la piscina, y las más de 300 estudiantes que vigilaban la prueba desde el exterior, soltaron ovaciones.

Al mismo tiempo, la <Mascota de Cristal> <Sirena> abrió sus parpados pareciendo irritada. Levantando la parte superior de su cuerpo, miró fijamente las cuatro góndolas que se acercaban desde las cuatro direcciones.

Manteniendo una distancia adecuada de la <Sirena>, cada una de las góndolas detuvo su avance. Las estudiantes que miraban dieron un giro completo, conteniendo la respiración, vigilaban el desarrollo de todo. En la piscina tensa con un ambiente mortalmente silencioso, solo el sonido del agua salpicando resonaba.

El hecho de que Melida y Elise no intentaran moverse, era por instrucción de Kufa y Rosetti. Más allá de no saber si el criminal estaba maquinando algo, primero observarían la actitud de las otras candidatas. Y entonces, una de las estudiantes de D’Autriche, Salacha, vieran como la vieran, no era del tipo que tomaría la iniciativa de salir adelante primero.

La última candidata, Kira, rió por la nariz hacia las estudiantes de primer año que no estaban intentando nada.

–Vaya, ¿Acaso están asustadas? Si es así, el primero será mi turno.

Moviendo los remos con fuerza, comenzó a avanzar hacia enfrente de la <Sirena>. Mientras era bañada por su mirada transparente e incolora, Kira dejó el remo a sus pies y sacó un abanico bordado.

Al parecer su actuación sería una <Danza>. Rosetti, quien estaba familiarizada con ese estilo de combate, inclinó su cuerpo hacia adelante. Kufa también cruzó sus brazos preguntándose qué iba a hacer.

La expresión desapareció del rostro de Kira quien estaba llena de confianza. Volviéndose como una detallada decoración, levantó su brazo como si estuviese siendo controlada por hilos.

Mirando sus ojos decorados por largas pestañas y frente a su excesiva belleza, su espalda se congeló.

Las muñecas de Kira giraron y su danza comenzó sobre la góndola.

Sus movimientos eran como olas. Y al mismo tiempo, sus refinados gestos se asemejaban a una briza. Una serie de movimientos que no te dejaban ni pestañear. Ella los estaba realizando con todo su cuerpo.

No estaba atada por el estrecho espacio o mejor dicho, ese espacio encerrado en el agua estaba haciendo ver aún mejor su danza. En el instante en que Kira extendió su brazo hacia el espacio inalcanzable desde el borde de la góndola, las estudiantes en el publico… filtraron un suspiro sofocado al unísono. Algunas se derrumbaron en el lado de la piscina, perdiendo la conciencia por la felicidad.

¿Esto será aprobado sin ninguna queja?

Kufa movió su mirada hacia la <Sirena>.

Su cuerpo que debería estar formado por cristal azul, desde lo profundo de su pecho, había comenzado a hervir de un rojo intenso.

–¿H-Huh?

Rosetti quien estaba viendo lo mismo tensó sus mejillas, justo después—

*¡Zunh…!*

Toda la piscina se sacudió pesadamente.

Una gigantesca onda se extendió por la superficie del agua. La danza de Kira se vió interrumpida sobre la góndola que se sacudía. Las estudiantes comenzaron a alborotarse sin saber que pasaba. El temblor a sus pies, gradualmente fue haciéndose más grande y violento.

La <Sirena> ahora estaba mostrando una expresión de ira. La piscina sonaba y se sacudía con ella en el centro y las ondas concéntricas estaban empujando hacia afuera las cuatro góndolas.

–T-Tenía un mal presentimiento, pero—

Mientras extendía sus pies para no caer, Rosetti gritó.

–¿¡Podría ser que esa <Sirena> no permita que algo sea más hermoso que ella misma!?

Justo después, la superficie del agua explotó y junto con un estruendo, un dragón salió volando.

Para ser precisos, era un torrente de agua. El torrente que tenía 2 metros de ancho convergió, se arremolinó, y luego de extenderse hacia el cielo, cayó. Convirtiéndose en una muy gruesa lanza, atacó la góndola de Kira.

–¿¡Kuh—!?

Justo después de que Kira saltara, el violento torrente que la golpeó destrozó la góndola. Un gigantesco remolino se creó en la piscina y nuevamente, desde el fondo del agua se produjo una enorme explosión.

Salpicaduras tremendas se elevaron y las gotas de agua que no llegaron al techo cayeron como lluvia. Las estudiantes finalmente dejaron escapar gritos de terror y comenzaron a escapar de la piscina. Mientras comprobaban que no hubiera heridos, Kufa y Rosetti se acercaron al borde de la piscina.

Kira quien sacó su rostro fuera del agua, miró a la <Sirena> desquiciada y gritó.

–¿¡No es completamente diferente de lo que nos dijeron!? ¿¡Que pasa con esa cosa…!? ¡Mierda!

Cuando puso un poco de espíritu, de todo su cuerpo brotaron llamas de <Mana>. Pateando el agua con fuerza bruta se elevó por el aire y asi mismo comenzó a correr sobre el agua. Era una hazaña que solo un Usuario de <Mana> que poseía habilidades físicas entrenadas podría realizar.

Acelerando por la piscina como una piedra cortando a través del agua, Kira saltó directamente hacia la <Sirena>. Sin embargo, justo después de eso, la <Sirena> sacudió casualmente su brazo de cristal. Como si estuviese siendo manipulado por un poder divino, un flujo de agua se elevó repentinamente como una cortina tragándose a Kira.

–¡Gua…!

Su grito se desvaneció y luego de volar por diez metros, Kira se estrelló contra la superficie del agua.

Si ni siquiera el <Príncipe> de D’Autriche, había podido ganársela, y el empuje forzoso tampoco tenía sentido, el que las otras candidatas comenzando por Melida dudaran era natural. En ese momento, Rosetti quien estaba buscando la figura de su discípula jaló el brazo de Kufa con prisa.

–¡Hey, mira eso! ¿¡No es extraña la condición de Elise-sama!?

Sin embargo, no había tiempo libre para estar comprobando su sensación de incongruencia. Sin darles tiempo para nada, la furiosa <Sirena> invocó una nueva calamidad. Como si estuviese recogiendo toda la fuerza de su cuerpo sus brazos temblaron y a continuación, dirigiéndolos hacia el cielo, la liberó.

Al mismo tiempo, diez lugares explotaron, y un gran tsunami final se tragó la piscina. El feroz torrente de agua gimió, y una ola con una altura desesperanzadora azotó la superficie del agua instantáneamente. La góndola de Melida perdió su balance por poco pero las góndolas de Elise y Salacha se volcaron sin contemplaciones, y las figuras de ambas fueron arrastradas entre las olas.

–¡¡Elise-sama!!

Kufa, con sentimientos amargos, sujetó el hombro de Rosetti quien estaba por saltar sin pensarlo.

La directora, incluso ahora estaba vigilando la piscina sin mover una ceja. La prueba aún continuaba.

En ese momento desde el lado de la piscina, una estudiante de tercer año de Frideswide, inclinó su cuerpo hacia adelante exasperada.

–Aa, mou, ¿¡Que pasa con esa demostración tan horrible!? Si fuera yo podría hacerlo mucho mejor…

–¡Presidenta Christa, es peligroso! ¡Por favor retírate!

La persona que, sin escuchar la advertencia de su compañera se inclinaba aún más hacia la piscina, era la candidata original de Frideswide, la presidenta del consejo estudiantil Christa Chanson. Desde antes le habían estado llamado la atención repetidamente, pero ella ansiosamente se había colocado en una posición mucho más cercana al borde de la piscina que las otras estudiantes.

Esa impaciencia, se volvió su enemigo con la peor sincronización posible.

La <Sirena> agitó sus dos brazos con ira una segunda y tercera vez más. La superficie el agua se agitó y mientras las salpicaduras brotaban, explotó. Varias corrientes de agua saltaron libremente por los alrededores, y uno de esos golpeó fuertemente el borde de la piscina desde el cielo.

–¡¡Presidenta, arriba!!

–¿Eh…?

Solo un segundo más rápido que su respuesta, el flujo de agua la golpeó, mandándola a volar. Christa, quién parecía haber perdido la conciencia por ese impacto, fue arrojada hacia la piscina y siendo tragada por las violentas olas, fue arrastrada hasta el fondo en un instante.

–“ “ “¡¡Presidenta Christa!!” ” ”

Entre las estudiantes que gritaban una sombra negra corrió. Era Kufa. Sin ninguna duda pateó el borde de la piscina y saltó al agua, abriéndose paso a través de las violentas olas, se zambulló hacia el fondo de la piscina.

Las estudiantes restantes solo pudieron quedarse nerviosas y perplejas en sus trajes de baño.

–¡Hasta Kufa-sama! Aaa, ¿¡Que hacemos!? ¿¡Qué hacemos…!?

–¡La única que está a salvo es solo Melida-sama!

Incluso mientras reunía las miradas de dependencia desde el borde de la piscina, Melida solo podía estar desconcertada sin saber qué hacer. Dentro de esa gran tormenta, el que su góndola aún no se volcara podría considerarse un milagro. La propia Melida, estaba dando todo de sí para aferrarse al borde de esta.

–¿Q-Que hago…? ¿¡Que debería hacer…!?

En ese momento, una mano se extendió desde la superficie del agua y agarró el brazo de Melida. Melida dejó escapar un “¿¡Kyaa!?” e inmediatamente después una chica en traje de baño se arrastró hacia la góndola.

Una de las candidatas de D’Autriche, Salacha. Sus labios firmemente apretados, traicionaron enormemente su imagen hasta ahora. Y con una fiera mirada en sus ojos, Salacha dijo.

–¡Por favor… coopera conmigo! ¡No puedo hacerlo sola! ¡Tenemos que unir fuerzas!

–¡E-Entiendo! ¿¡Pero que podemos hacer!?

Sobre la góndola que se sacudía enormemente, Salacha extendió su brazo y señalo a la <Sirena>, apelando mientras se apoyaba con gestos.

–¡Llamaré su atención desde el frente y tú ve por la espalda! ¡Si es como dijo la Directora, si hacemos algo con sus alas debería detenerse!

–¡Entiendo! ¡Déjamelo a mí!

Regresándole un asentimiento, Melida tomó en su mano una de los dos remos y saltó al agua. Salacha quien se posicionó sobre la góndola como su remplazo, corrigió su respiración.

—Y cantó.

Extendiendo sus brazos de manera afectuosa, Salacha hizo resonar su canto sereno. Dentro del retumbante flujo del agua, su canción era milagrosamente clara y teñía el mundo de manera sublime.

El corazón antagonista de la <Sirena>, se hinchó en un instante. Redirigiéndose justo de frente hacia la góndola, también tomó una postura de canto nuevamente. El canto de ese ser inhumano que parecía cepillar el alma de quien lo escuchara, se extendió como olas supersónicas.

Con Salacha y la <Sirena> en el centro, el viento sopló violentamente. Se podría decir que era un choque entre cantos. Las diferentes melodías se estrellaron desde el frente, aumentando su intensidad como para repintar la emoción de su oponente, las olas de sonido que ascendieron hacia una zona que ya no era de este mundo, llamaron a una tormenta como ninguna otra en la piscina.

Los flujos de agua que se elevaron desde la superficie del agua, se dirigieron a la góndola como lanzas. Las estudiantes al lado de la piscina contuvieron el aliento y justo después de eso, la punta del flujo de agua, explotó magníficamente en frente de la góndola.

Quien aterrizó en la góndola mientras era bañada por las gotas que volaban, era Elise Angel meciendo su cabello plateado. Girando por sobre su cabeza el remo que tenía en su mano, lo empujó en dirección a la <Sirena>. Al mismo tiempo, las llamas puras de su <Mana> brotaron desde todo su cuerpo, haciendo brillar el remo.

–¡Elise-sama!

Elise aplastó los numerosos torrentes de agua que la atacaron sin contemplación desde la izquierda y la derecha agitando nuevamente su remo. Salacha con sus ojos cerrados no detuvo su canto. La <Sirena> creó aún más olas frenéticamente. El intercambio entre el agua, el sonido, y las llamas, resplandeció sobre el agua con variados colores.

Las estudiantes al lado de la piscina le enviaban palabras de aliento con sus ojos brillantes.

–¡¡Elise-sama—!! ¡¡No te rindas—!!

–¡Es maravillosa! ¡¡Como se esperaba de ella~~~!!

–¡Ya me decidí! ¡¡Le daré todas mis piedras de cristal restantes a Elise-sama!!

–¡¡—!!

En ese instante.

Como si se hubiera congelado, por alguna razón el cuerpo de Elise se puso rígido. Y como para aprovechar esa apertura, un látigo de agua atacó, arrojándola desde la góndola.

–“ “ “ “¡Aah!” ” ” ”

Superponiéndose al grito de las estudiantes, un torrente más llegó desde la dirección opuesta. Deslizándose por el fondo de la piscina como si buceara, levantó la superficie del agua y volcó la góndola desde abajo. El canto de Salacha se interrumpió y ella, sin poder hacer nada, fué arrojada hacia la piscina.

Un pilar de agua se creó y la última góndola fue arrastrada hacia el agua.

Eliminado a todas las hermosas chicas desde su propio terreno sagrado, la <Sirena> mostró una sonrisa en todo su rostro. El color rojo que hervía en su pecho lentamente fue cediendo hacia su interior y al mismo tiempo, la descontrolada superficie del agua también comenzó a retomar su tranquilidad.

Todos los que estaban al lado de la piscina tragaron ruidosamente por la tensión, justo después—

Detrás de la <Sirena>, la superficie del agua estalló. Una silueta dorada salto hacia el cielo y mientras llamas brotaban desde todo su cuerpo, apretó su remo.

— —¡¡Haaah!!

Ante esa sombra que se acercaba volando vigorosamente, la <Sirena> instantáneamente se dió la vuelta—

En un parpadeo. La estrella fugaz que pasó volando por detrás, trazó una línea en la espalda de la <Sirena>. Melida quien había balanceado su remo, sin poder mantenerse firme, “¡Awah, awa, kyawaa!”, fué cayendo hacia la piscina junto con unos lastimosos gritos.

Y entonces, desde la espalda de la <Sirena>—

El par de alas se rompió en pedazos, produciendo un tono agudo hasta el punto en que pondría la piel de gallina. La diosa guardiana de la piscina, como una muñeca cuyas cuerdas habían sido cortadas, se derrumbó sobre el pedestal.
Mientras todas se quedaban viendo fijamente olvidándose incluso de respirar, la voz de la directora Bramanger resonó fuertemente.

–¡¡La primera prueba, terminó!! ¡Espléndido! ¡Fué espléndido!

Estimulados por eso, una tremenda ovación envolvió la azotea. Las estudiantes de D’Autriche y las estudiantes de Frideswide que superaban las trecientas personas, con una sola voz alabaron a las candidatas.

–¡Todas salgan de la piscina! ¡Vamos, rápido!

La directora envió una señal y el escuadrón docente que estaba a la espera saltó hacia la piscina. El conjunto de primer año formado por Salacha, Elise y Melida quien regresó por su propia fuerza, fueron acogidas en el borde de la piscina por estruendosos aplausos.

Mientras colocaban una toalla sobre sus hombros, Melida levantó su rostro.

–¡¡Cierto, la presidenta Christa…!!

Como si respondiera a esa voz, la superficie del agua chapoteó. Kufa abrazando a una estudiante de tercer año en traje de baño sacó su rostro y trepó hacia el lado de la piscina vigorosamente.

–Sana y salva.

Justo como él dijo, incluso aunque Christa tosía violentamente, parecía que su vida no estaba en peligro. El haber perdido la conciencia rápidamente y así terminar sin tragar agua al parecer fue una fortuna. Sus compañeras de clase rápidamente se acercaron corriendo hacia ella y le colocaron una toalla de baño.

–*¡Cough, cough!* D-Duele, ¿Que pasó…?

–¡Melida-san y las demás detuvieron a la <Sirena>! Tú, parece que fuiste salvada por ellas.

Quien la disuadió así fue Shenfa. El rostro de Christa, en ese instante se tiñó de rojo profundo.

Movió su mirada y descubrió la figura de Melida y las demás quienes veían la situación desde un lugar un poco distante. El rostro de Christa se sonrojó hasta la punta de sus orejas, nerviosamente acercó la toalla y con un “¡Funh!” se marchó de ese lugar.

Melida quien vió eso con sorpresa, intercambió miradas con Elise a su lado y ambas sonrieron.

–Es bueno que este sana y salva, ¿No? Ante las palabras de Melida, Elise asintió.

–¡Por favor esperen un momento! ¡Esto es absurdo!

En ese momento, una voz andrógina cortó la atmósfera festiva.

El <Príncipe> de D’Autriche quien tomó una toalla violentamente, Kira Espada. Mientras dividía la pared de estudiantes, se acercó hacia la directora con voz fuerte.

–¿¡Que fue toda esa prueba de ahora!? A pesar de que “quien controle a la <Sirena>” debería ser la ganadora, es imposible acercarse sin cooperar con las otras candidatas, ¿¡Que es todo eso!? ¡No debería resolverse con un método como este! ¡No, en primer lugar, como prueba no es practica!

–Eso no es así, Kira-san. Por favor recuerda bien el significado de esta batalla de selección. La directora con una voz calmada, se dirigió hacia ella como para instruirla.

–Esta batalla no es un <torneo>, es una <selección>. Se establecieron condiciones de victoria, pero no es algo en lo que se compita solo con la victoria y la derrota absoluta. Por ejemplo, incluso aunque derrotaras a tu oponente, si las estudiantes que vigilan la prueba juzgan que “no eres adecuada para ser la <Luna Lumiere>”, terminará significando que esa persona no posee las cualidades de una <dama ejemplar>. En esta primera prueba, el objetivo era que ustedes las candidatas entendieran ese hecho.

–…

Mordiendo sus labios, Kira guardó silencio.

La directora giró hacia las tres estudiantes de primer año y les mostró una sonrisa como si estuviera feliz desde el fondo de su corazón.

–Melida-san, Salacha-san, y Elise-san. Dentro de esa situación extrema, decidieron elegir no pisotear a otros sino la posibilidad de <unir sus manos>. La belleza femenina no es solo exterior, se desborda desde el interior de su corazón. Sin duda puedo decir que mostraron una <belleza y talento> adecuado como candidatas a <Luna Lumière>. ¡¡Fue espléndido!!

La directora Bramanger aclamó, y nuevamente, aplausos estallaron desde las estudiantes de D’Autriche y Frideswide en conjunto. Melida y las demás que estaban en el centro del circulo sonrieron avergonzadas, Kira torció sus labios pareciendo insatisfecha y sin que nadie se diera cuenta, se dió la vuelta.

–¡Lo hicimos, Salacha-san!

Melida súper emocionada, conectó sus manos con la estudiante de D’Autriche a su lado. Ella quien agarró sus dedos en respuesta, sonreía como la princesa de un país de flores.

–¡Lo hicimos, Melida-san!

Compartiendo su felicidad, las chicas florecieron con sonrisas completas.

Sin embargo, pareciendo que ocurrió algo, Salacha, como si volviera en sí, endureció su expresión y separando sus manos en aparente disculpa, le dió la espalda.

–Y-Yo… Lo siento.

Diciendo eso, también se fué corriendo hacia el otro lado de la pared de personas. Sin saber por qué se disculpaba o porque escapaba, Melida inclinó la cabeza.

La directora, dirigiéndose hacia las estudiantes cuya emoción no se enfriaba, levantó su voz.

–¡Con esto termina la primera prueba! Entonces, todas regresen al edificio escolar, y sequen sus cuerpos para que no pesquen un resfriado—¿O aún hay estudiantes que no han tenido suficiente de jugar con la <Sirena>?

–Err, directora. Lo siento, yo, rompí el ala de la <Sirena>…

Melida, pareciendo recordarlo, dijo y bajó sus hombros en tono de disculpa. Al hacerlo, la directora respondió con una actitud despreocupada.

–No te preocupes, señorita Angel. Ya que las <Mascotas de Cristal> tienen un sistema de auto-regeneración, incluso si todo su cuerpo se rompiera, con el tiempo—en otras palabras, si la dejamos sola se recuperará.

Melida dudó de sus oídos y sin pensarlo dirigió su mirada hacia la <Sirena> en el centro de la Piscina.

La <Sirena> que debería haber perdido sus alas, estaba durmiendo pacífica y despreocupadamente recostada en el pedestal.