Uchi no Musume no Tame naraba, Ore wa Moshikashitara Maou mo Taoseru kamo Shirenai

Volumen 5

Capitulo 5: El Joven y la Masacre

Parte 7

「Vaya, esto es ciertamente increíble, ¿Verdad?」

Se giró en torno a los elegantes anteojos de ópera en una mano. Incluso sin ellos, ella era capaz de observar los eventos que se estaban desarrollando y ver hasta los detalles más pequeños, pero había tomado el gusto por el hermoso dispositivo y lo tenía a mano. La oportunidad de usarla sólo rara vez surgió, y finalmente tuvo una ‘actuación’ adecuada ante ella para apreciar, por lo que miró a través de las gafas, pareciendo complacida.

「El actor principal es ese espadachín, supongo. Yo le daría una nota de aprobación tanto en términos de habilidades como de apariencia. El escenario le sienta bien」

La chica rubia se rió y se inclinó hacia adelante. Vestida con un vestido lujoso, estaba en un lugar parecido a un palco en un teatro. Se instaló de manera que se podía ver hacia abajo, por lo que sólo se amueblaba con una mesa y un sofá. La mesa estaba preparada para el té de la tarde, con un juego de té y pequeños y elaborados pasteles de té.

Si la chica hubiera estado viendo un romance trágico, la vista no habría estado ni un poco fuera de lugar. Pero el ‘juego’ que tanto disfrutaba la chica era una batalla a muerte entre los intrusos y sus propios subordinados.

Cada fuerza sólo tenía un guerrero en la vanguardia. El espadachín de cabello negro que guiaba a los intrusos tenía un corte por encima. Su oponente, su propio familiar, era un guerrero lo suficientemente hábil como para mantener una importante posición de guardia en su antiguo hogar, pero ahora estaba a la defensiva y estaba siendo acorralado. Aún no había sido derrotado, gracias a una mujer que lo apoyaba con magia.

Esos dos, que la odiaban más que nadie, estaban llevando a cabo desesperadamente su misión de protegerla. La chica sonrió y se dio cuenta de que era más agradable de lo que podría ser cualquier comedia.

[Los usuarios mágicos del otro lado no son malos, pero carecen de coordinación. Pero mira eso… A este paso, terminarás muerto.]

Los intrusos atacaron con magia a la mujer demonio que era la piedra angular de la defensa. Sin embargo, los demonios habían anticipado eso. Aquellos que no podían luchar en el frente a pesar de sus heridas se lanzaron delante de ella, usando sus propios cuerpos como escudos. Todos los demonios eran capaces de usar magia. Si lanzan varias capas de simples barreras mágicas, eso sería suficiente para hacer una pared que no se rompería fácilmente.

Aun así, su propio equipo estaba en desventaja en este choque entre los dos guerreros que estaban en primera línea. Habiendo perdido un ojo, la visión del hombre demonio era limitada, lo que lo puso en una gran desventaja.

「Oh, Dios. Si tan sólo no te hubiera lastimado así…」

Dijo la chica, lamentando la desgracia de su subordinado.

Mientras observaba el rocío de sangre, esparció una mermelada adecuada sobre una galleta que parecía un pastel de comida para pájaros. Su lengua se asomó entre sus rojos labios, y seductoramente colocó el postre en su boca. Luego lavó el sabor con su té negro favorito.

Al oír la puerta abierta, la chica rubia se dio la vuelta. Reconoció la presencia tras la puerta, y la sorpresa que pronto se convirtió en odio cruzó sobre su adorable cara.

「¡Muévete…!」

A diferencia de lo que ocurría con sus otros familiares, la Señora Demonio en forma de niña sólo había puesto las mínimas restricciones posibles a Mov. Eso había sido para darle espacio a su traición.

Las restricciones que un Señor Demonio imponía a sus familiares eran absolutas. Sin embargo, no había habido ninguna fuerza vinculante en el contrato entre Mov y la Segunda Señora Demonio; no había sido más que un voto. La Segunda Señora Demonio y Mov tenían un acuerdo: mientras Mov no la traicionara, la Señora Demonio no le pondría una mano encima a la hija de la mujer.

Por eso la Señora Demonio le había concedido libertad a Mov: para que la traicionara. Si Mov suplicara estar libre de sus grilletes, estaría permitiendo que la Señora Demonio matara a su amada hija.

Si fuera a matarla, la Señora Demonio podría hacerlo en cualquier momento. Pero sería un desperdicio para ella no encontrar la manera de disfrutar más de su juguete favorito para poder evitar el aburrimiento durante más tiempo de su larga vida. Con reglas para restringirse a sí misma, hizo que el juego fuera mucho más emocionante.

Sin embargo, eso había salido mal.

Pero lo que más enfureció a la Señora Demonio fue que ella entendió lo que eso significaba.

「¿Te atreves a subestimarme…?」

Mov, una sacerdotisa de alto rango de Banafsaj, la traicionó y la entregó a este hombre. No era posible que nadie más que ella lo hubiera enviado aquí, y eso significaba que Mov lo había hecho porque estaba segura de que eso no significaría perder a quien quería proteger.

En otras palabras, Mov había profetizado que este hombre, este héroe, era capaz de matar a la Segunda Señora Demonio.

La chica pateo el suelo. Su vestido estaba hecho de incontables volantes y encajes y llevaba zapatos de esmalte, pero con una velocidad que era difícil de imaginar por su apariencia, la Segunda Señora Demonio interceptó al intruso. En el momento en que se puso de pie, ya estaba agarrando dagas con ambas manos. Ni siquiera Dale había sido capaz de captar el momento en que las balanceo. Era una acción demasiado natural, una que ella conocía tan bien que casi parecía respirar.

La Segunda Señora Demonio tenía una constitución pequeña y favorecía las armas cortas y fáciles de manejar. Le gustaba la forma en que le hacían sentir la sensación de que la piel y los huesos se cortaban y rasgaban.

A pesar de su físico superior, ella se dirigió a matar al hombre adulto que tenía ante ella. Incluso cuando su oponente era un héroe, su antítesis determinada por los dioses de los siete colores, ella estaba segura de que podía matarlo.

Ella bajo sus dagas de un solo golpe. Apuntando precisamente a sus signos vitales, atacó con ambas manos, con ligeras variaciones de velocidad.

La Señora Demonio pensó en un rincón de su mente que sería un desperdicio matarlo de inmediato. Pero pronto cambió de opinión. Tenía que hacer un uso adecuado de su tiempo para poder mostrarle a Mov las cabezas cortadas de este hombre y de su amada hija.

Su largo cabello rubio dibujaba un arco en el aire, y luego volvía a revolotear hacia abajo con la gravedad.

Los pensamientos de la Señora Demonio fueron cortados repentinamente por un sonido metálico agudo. En un instante, se dio cuenta de que el guante de la mano izquierda del hombre había detenido su golpe y que no había perdido el equilibrio en lo más mínimo.

No había miedo ni pánico en la mirada del héroe. Esa mirada penetrante que la observaba directamente a ella hizo temblar un poco a la Señora Demonio.

Sin embargo, pronto negó esa parte de sí misma. Desde que se convirtió en una Señora Demonio, todos los demás eran débiles y le temían, y ella era fuerte y absoluta. Incluso si su enemigo era un héroe, era imposible que la derrotaran.

Con sus brazos tan entrenados que sólo podía concentrarse en ese resplandor plateado, la Señora Demonio en forma de niña blandió su espada con la intención de segar la vida del héroe. Como si tratara de animarse, la Señora Demonio se negó absolutamente a reconocer su reacción anterior.

Un brillo plateado corría libremente de izquierda a derecha.

Dale estaba tan concentrado en la hoja que ni siquiera tenía margen para respirar. No le engañó la joven apariencia de la Segunda Señora Demonio, pero aun así se sentía fuera de su elemento, luchando contra alguien de constitución tan pequeña. Convirtió su corto alcance en una ventaja más que en una desventaja, aprovechando la velocidad a la que podía retroceder. Además, todos y cada uno de los golpes eran tan espantosamente fuertes que era imposible imaginarlos saliendo de su esbelto cuerpo.

La Señora Demonio había pulido su técnica al satisfacer su deseo de masacre durante mucho, mucho tiempo. Sus habilidades habían florecido hasta un grado espantoso como resultado de su experimento minucioso con el acto de asesinato.

Pero… Puedo verlo.

Dale claramente podía identificar la hoja en medio de ese brillo plateado. No lo dejó en manos de su intuición, sino que se ocupó de forma completa y precisa del ataque de su enemigo, reaccionando a todo. El poder que había obtenido al convertirse en demonio le permitió ver los ataques de la Señora Demonio y le había dado el cuerpo necesario para reaccionar ante ellos. El equipo proporcionado por su pueblo natal también pudo soportar los golpes de la Señora Demonio. Sin embargo, eso también era una prueba de la habilidad de Dale para desviar hábilmente el ataque de su oponente en lugar de recibirlo.

La daga de la Señora Demonio que había sido desviada por el guante de Dale bailaba en el aire. Algo parecía un poco fuera de lugar en ese movimiento, haciendo sonar las alarmas en la mente de Dale. Inmediatamente después, la mano izquierda de la Señora Demonio, ahora libre, lanzó tres cuchillos delgados, apuntando a los ojos de Dale. Una vez que la mano terminó su lanzamiento, la daga que debería haber estado volando por el aire aterrizó naturalmente en sus manos.

La Señor Demonio volvió a atacar con ambas dagas, solo para que sus ojos se abrieran de par en par cuando sus propios cuchillos volaron hacia ella; Dale los había cogido con su mano derecha y los había lanzado de vuelta.

Nunca se había imaginado que las armas destinadas a desestabilizar a su oponente se usarían para hacer lo mismo con ella. Se apresuró a evadir, pero Dale dio un golpe de guantelete en el indefenso abdomen de la Señora Demonio.

「Gah…!」

Todo el aire de su cuerpo escapó por la boca.

「Ah…」

Con ese único golpe, sus piernas empezaron a temblar. Cayó de rodillas, y sus dagas favoritas que tenía en sus manos cayeron al suelo mientras miraba aturdida.

Durante mucho tiempo, la Señora Demonio había sido un ser absoluto.

Ella había reunido los requisitos para convertirse en la Segunda Señora Demonio y había renacido. Hasta entonces y para siempre, la Señora Demonio había pasado su tiempo sin sentir dolor. Pero como alguien absoluto, su ego no aceptaría arrodillarse ante alguien y ser despreciada. Y así, volvió a tomar sus dagas en sus manos y saltó sobre el héroe. Se había enfurecido tanto precisamente porque se dio cuenta de que había pasado por alto un hueco tan obvio en sus defensas.

Balanceó, balanceó y balanceó sus dagas. Y, sin embargo, todos sus balanceos fueron desviados con un sonido metálico apagado. Ni siquiera las puntas de sus dagas llegaron al héroe. A pesar de que cualquiera de esos golpes fue más que suficiente para matar a alguien, ninguno de ellos alcanzó su objetivo. Aun así, ella no quería reconocer ese hecho.

NOVA: Hay un error en esta ilustración, eso es porque en todo este combate Dale no usa su espada… ¿Como lo sabemos? Porque lo menciona lineas mas abajo. Al parecer el ilustrador asumió (como todos nosotros) que Dale luchaba con su espada y no desarmado.

Para Dale, esos ataques de la Segunda Señora Demonio se sentían como la rabieta de un niño. Sus músculos afilados y su crueldad no se ajustaban a su joven apariencia. Sin embargo, Dale sintió que su mente todavía tenía algo de juventud. Ella era terriblemente hábil, pero él no se sentía tan entusiasmado como lo había estado durante su pelea cara a cara con el Sexto Señor Demonio. Aunque estaba luchando contra alguien que orgullosamente se deleitaba en su propia fuerza, no había nada que encontrar allí.

Su cabello rubio estaba despeinado, su adorable cara sonrojada y sus ojos azules llorando, pero su apariencia no hacía que Dale sintiera nada. La miró con frialdad y la observó. Fue esa mirada la que hirió tan profundamente el orgullo de la Señora Demonio.

Desde que recibió ese golpe de Dale, sus movimientos se habían apagado claramente. Y a su vez, Dale fue tras ella sin piedad. Si fuera un demonio normal, ese ataque habría roto numerosos huesos, empezando por las costillas. Desafortunadamente, sus huesos no se habían roto, así que la Señora Demonio se levantó innumerables veces, sólo para volver a caer al suelo.

Como ese dolor que destrozaba su cuerpo había sido causado sin que él ni siquiera hubiese desenvainado la espada en su cadera, la Señora Demonio miró al héroe con odio en sus ojos. Como si sintiera los pensamientos de la Señora Demonio, Dale le lanzó un ataque diferente. Una patada vino volando a la cara de la Señora Demonio colapsada. Se cayó a varios pasos, y luego se acostó en ese lugar, sin poder ni siquiera gritar.

Cualquiera que viera esta visión sin conocer las circunstancias, indudablemente le echaría la culpa a Dale. La chica a la que atormentaba era así de encantadora, y él no mostró ni una pizca de piedad. Y, sobre todo, se trataba de pura violencia unilateral, ya que no tenía ninguna posibilidad de hacer nada en represalia.

Mientras la Señora Demonio yacía desplomada, sin poder siquiera intentar levantarse, Dale finalmente habló.

「¿Eso es todo?」

Un escalofrío la afectó. La única manera de describir su voz era que carecía completamente de calidez. Su expresión no mostraba más que un claro desdén. Era difícil decir cuál de ellos era más apropiado para el título de ‘Señor Demonio’.

Fue entonces cuando Dale desenvainó su espada, deliberada y lentamente. Había un claro pánico en los ojos azules de la joven. No quería admitirlo, pero se sentía estúpida por no haberse dado cuenta de que su propia muerte se acercaba.

La Señora Demonio era consciente de que su propia apariencia era encantadora. Había usado eso para conseguir que su presa defraudase a sus guardias incontables veces en el pasado, solo para matarlos. Encontrando la necesidad de revertir la situación actual más importante que su orgullo, miró a Dale con ojos llorosos y usó intencionalmente una voz destinada a invitar a la compasión.

「Perdona—」

Ni siquiera le permitió llegar al final de esa súplica. La pequeña cabeza de la niña fue empujada al suelo por la suela de su zapato. Oyó crujir su cráneo.

Después de infligir más humillación a la Señora Demonio, Dale hizo su declaración final; en otras palabras, dictó su sentencia de muerte.

「Bueno, entonces, terminemos aquí」

Ni siquiera se le dio la oportunidad de luchar en vano, la conciencia de la joven conocida como calamidad se hundió en la oscuridad.

La sangre roja fresca goteaba de la espada desenvainada de Dale. Incluso cuando uno se convertía en un Señora Demonio, seguía sangrando igual que los demás.

Estaba tranquilo y sereno. Sin embargo, se dio cuenta de que su ira era definitivamente la razón por la que había atormentado a su oponente más de lo necesario.

Después de pensar en sus acciones, Dale suspiró. Le dio una patada al cuerpo inmóvil de la joven. Eso fue tanto por su propio resentimiento como para confirmar que estaba muerta.

La mujer de cabello púrpura… no se pudo haber hecho nada para salvarla. Aun así, no pudo evitar acercarse a ella. Nunca podría perdonar a la Señora Demonio que la había llevado a ese rincón.

Dale fue al lugar parecido a un balcón, donde la Señora Demonio había estado primero. Mirando hacia abajo por encima de la barandilla metálica, encontró a Gregor mirándolo desde abajo. La habitación estaba en ruinas, las cicatrices de la batalla dejando su marca. El humo seguía saliendo de la alfombra quemada, y un número de personas que parecían demonios se habían derrumbado de una manera terriblemente antinatural. Era un espectáculo extraño, como si el tiempo se hubiera cortado en medio de la acción. Sin embargo, Dale estaba al tanto de lo que había pasado abajo, y Gregor también tenía una vaga sensación de ello.

「¿Se acabó?」

Preguntó Gregor, mirando a Dale.

「Sí」

Con ese breve intercambio, Gregor había confirmado mucho de lo que quería saber. Envainó con gracia su brillante espada larga roja, señalando el final de la batalla con la Segunda Señora Demonio. A diferencia del Cuarto, el cadáver de la Segunda Señora Demonio sería presentado al rey como prueba. Todo lo que había en esta mansión servía como evidencia de la derrota de la Señora Demonio y requeriría una investigación adecuada.

Con la derrota de su Señora, los familiares con los que Gregor y los otros habían estado peleando se habían derrumbado y habían perdido la vida. Tal como había dicho Mov, los que servían a la Segunda Señora Demonio habían sido sacrificados cuando su amo falleció. Y, sin embargo, aunque se habían visto obligados a seguir a su maestro en la muerte, sus expresiones eran increíblemente tranquilas.

Cuando Dale dejó la mansión, un viento con olor a rosas sopló contra él. Con una respiración profunda, la desagradable sensación que había penetrado hasta sus pulmones fue lavada. Sin embargo, no parecía que se aclararía tan fácilmente.

Hagel estaba esperando afuera. No había sido parte del equipo de asalto, pero poseía unos sentidos que superaban con creces los de las razas humanas, por lo que él solo era más que suficiente para servir de vigía. Esa había sido una gran ayuda, permitiéndoles moverse como una pequeña unidad y no tener que preocuparse por emboscadas o refuerzos.

Habiendo vigilado la entrada de esa manera, Hagel miró al cielo mientras se inundaba a la luz de una pálida puesta de sol. Movió la cola con un ritmo relajado y constante. Dale había llegado a entender que ese hábito suyo significaba que estaba pensando.

「¿Qué pasa?」 Gritó Dale.

「No es nada…」

Parecía estar perdido, lo que era inusual para Hagel. Miró a Dale, y sintiendo el olor a sangre que había en el hombre, parecía aún más preocupado cuando refunfuñaba:

「La joven…」

Con esas palabras, la expresión de la cara de Dale cambió.

「El olor de la joven dama… ha aparecido en una tierra lejana」

「¿Dónde…!? ¿Dónde está Latina!?」

Dale dejó que sus emociones intensas se mostraran claramente, haciendo que Hagel apartara un poco su mirada, sintiéndose un poco preocupado.

「…Mi hijo es más hábil que yo en la búsqueda de olores en lugares lejanos. No puedo determinar esas cosas con precisión」

「¿Pero Vint podría…?」

「Cálmate, Dale」

Dijo Gregor con voz tranquila y silenciosa. Había salido de la mansión después de Dale, sólo para encontrarlo con una mirada desagradable en su cara.

「¿Cómo podría, con cosas como—?」

Dale sintió que sus emociones estaban a punto de desbordarse, pero de alguna manera se las arregló para controlarlas. Eso fue porque con la mirada tranquila de Gregor, pudo mirarse a sí mismo objetivamente, sólo un poco.

「También he recibido información que me ha estado preocupando. Todavía no lo he confirmado con seguridad, así que me he quedado callado, pero…」

Comenzó Gregor.

「¿Qué pasa?」

「Actualmente, Laband ha recibido una proclamación de Vassilios de que están abriendo sus fronteras, y nuestra nación ha comenzado los preparativos para entrar oficialmente en relaciones diplomáticas con ellos.]

Dale no podía ocultar lo que parecía impaciencia y odio en su cara. Inquebrantable, Gregor continuó:

「Aparentemente, el líder de Vassilios es llamado el Rey Dorado. Ese rey… supuestamente favorece a una bella mujer conocida como la Princesa de Platino」

No hubo agitación en la voz de Gregor, pero en comparación, Dale fue incapaz de contener sus emociones violentas. Si fuera él mismo, se habría dado cuenta de que tanto Gregor como Hagel tenían la misma expresión de incomodidad.

Sin decir ni una palabra a Gregor y a los demás, Dale desapareció. Aunque ocurrió tarde en la noche, Gregor se dio cuenta de lo que había hecho. Había filtrado la información sabiendo que esto ocurriría y que incluso si intentaba detener a Dale, no sería capaz de hacerlo con la forma en que el hombre estaba ahora. A pesar de que había decidido dejar ir a Dale sin tratar de interferir, todavía tenía que soltar un suspiro.

Esta extraña sincronización… ¿Debería ver a Dale siendo llamado intencionadamente…?

La luna brillando en los cielos no dio respuesta, pero, aun así, Gregor murmuró una oración a Ahmar mientras miraba al cielo.