Uchi no Musume no Tame naraba, Ore wa Moshikashitara Maou mo Taoseru kamo Shirenai

Volumen 5

Capitulo 5: El Joven y la Masacre

Parte 4

El número de unidades de dragones voladores en posesión de Laband no era ciertamente escaso. La mayoría de ellos están siendo utilizados actualmente en la guerra contra el Séptimo Señor Demonio que tiene lugar en una tierra lejana. Los dragones voladores eran bestias mágicas de la variedad de dragones, pero si miramos sólo el poder de ataque en bruto, no destacaban. No era fácil matar a uno, pero tampoco tenían la fuerza suficiente para cambiar la marea de una batalla.

El papel más importante de las unidades de dragón volador era el transporte de personal y mercancías. El número de seres que podían viajar a través de los cielos era limitado, y no podían ser fácilmente reemplazados. Debido a que no habría reemplazos para ellos si fueran enviados al frente de batalla y murieran, se les encomendó principalmente la tarea de prestarles apoyo logístico. Enviarlos a la batalla a la ligera conllevaría un gran riesgo.

Uno de estos dragones voladores al servicio de Laband, un gran macho, extendía sus alas con indiferencia. Un jinete estaba encima del brillante equipo rojo en su espalda, cuyo color indicaba la nación a la que servían. Además, había un objeto en forma de caja colgando debajo de su cuerpo… o parecía ser una caja de un vistazo, pero también se parecía a un bote. Estaba destinado al transporte de personas e incluso contenía una cabina de pasajeros.

Delante del dragón volador que llevaba el ‘bote’ había un dragón más pequeño que guiaba el camino. Era una escolta para proteger a los pasajeros que se transportaban.

「¿En qué está pensando Su Excelencia?」

Rose, que cabalgaba en el ‘bote’ que llevaba el dragón volador, pensó en voz alta mientras inclinaba la cabeza. Durante su tiempo personal, se refería informalmente al Duque Eldstedt como ‘Tío’, pero considerando su posición, necesitaba seguir siendo profesional por ahora.

「No nos dijo nada. Su Excelencia sólo nos ordenó que la protegiéramos, Lady Rose」

「Ya veo…」

Los que servían al lado de Rose eran aventureros con contratos personales con el duque. Al igual que Dale, se enfrentaron a los Señores Demonio y a sus demonios, por lo que eran dignos de confianza tanto en términos de capacidad como de conducta. A Rose ni siquiera se le había permitido traer a un chambelán, sólo a estos guardias, debido a la ocupación limitada del ‘bote’.

Fue un viaje lo suficientemente inconveniente como para que no fuera inusual que un joven noble ordinario se negara rotundamente a hacerlo, pero como alguien que venía de una familia de menor rango para empezar y que también estaba acostumbrado a viajar, Rose ni siquiera pestañeaba.

Sin excepción, todos los aventureros que servían a Rose eran mujeres. Este número inusualmente alto de mujeres se había reunido por consideración a la que estaban cuidando, Rose, una mujer joven.

¿En qué estás pensando en un momento como éste, tío…?

Gracias a las cicatrices dejadas por el Cuarto Señor Demonio, el templo de Neeley al que pertenecía Rose estaba actualmente increíblemente ocupado. Ella no podía entender la razón por la que ella, una sacerdotisa de alto rango, estaba siendo llevada hasta ahora en un dragón volador en ese momento. Sin embargo, fue una orden del propio Duque Eldstedt, así que Rose no estaba en posición de negarse. Conocía bien lo prudente que era el duque, pero no tenía ni la menor idea de lo que él estaba pensando ahora, lo que no hacía más que aumentar su ansiedad.

¿Está bien Lord Gregor?

La expresión de Rose se nubló al pensar en Gregor parado en el campo de batalla y dirigiendo tropas. No podía evitar sentirse frustrada sabiendo que todo lo que podía hacer era rezar para que él estuviera bien.

A través de la ventana, podía ver el cielo azul con un viento que soplaba suavemente, pero el hermoso paisaje no era suficiente para despejar las nubes en el corazón de Rose.

Los dragones voladores no eran aptos para volar de noche. No tenían visión nocturna, así que lo que podían ver estaba muy restringido cuando oscurecía. Y sus jinetes eran humanos, que no eran mejores en ese aspecto. Mientras pudieran hacerlo, aterrizaron y utilizaron las horas nocturnas para descansar.

Para que un dragón volador aterrizara, necesitaban espacio suficiente para hacerlo. Para cuando encontraron un lugar adecuado, el sol ya se había puesto completamente.

Utilizando magia de iluminación para ver, los soldados y aventureros se prepararon para acampar.

Debido a que era tratada como alguien de alto estatus dentro del grupo, Rose no pudo ayudar. Sacó materiales de escritura y comenzó a escribir un breve informe dirigido al duque.

Fue entonces cuando ocurrió.

No era como si se hubiera distanciado tanto de los aventureros que la protegían. Y no importa cuánto se haya concentrado Rose en escribir el informe, no era del tipo de persona que descuidadamente permanecía con la guardia baja.

「He esperado a que llegue este momento」

A pesar de todo eso, cuando esa voz habló repentinamente desde la oscuridad, Rose estaba completamente sola. Fue entonces cuando finalmente se dio cuenta de que había salido sola.

Rose perdió la calma de siempre por una razón además de estar sorprendida por la repentina voz: la reconoció. De hecho, no había forma de que pudiera olvidarla.

「¡Tú eres…!」

Dijo Rose, mirando a la oscuridad. Sintiendo que esa vaga presencia empezaba a moverse, ella instintivamente se adentró en las sombras para seguirla.

El sendero en el bosque era aún peor de lo que Rose había pensado. Sabía que actuaba a espaldas de sus compañeros de viaje, así que siguió la presencia sin usar magia de iluminación.

Su sentido de la distancia se estaba volviendo loco al avanzar con tan poca visibilidad. Sentía que había ido bastante lejos, pero al mismo tiempo también tenía la sensación de que no estaba tan lejos del campamento.

Después de avanzar un poco hacia el bosque, la presencia se detuvo. Encendió una pequeña y suave luz mágica sobre la palma de su mano, iluminando su rostro.

「Así que eres tú…」

Rose dijo. Ahora que estaba segura de quién era, su voz estaba llena de emociones conflictivas. Era una cara hermosa y bien caracterizada. Sus cuernos dorados emitían un pálido reflejo de la luz. Y, sobre todo, Rose nunca podría olvidar ese largo y glamoroso cabello morado. Esta fue la mujer demonio que una vez salvó a Rose de la Segunda Señora Demonio.

「He esperado a que llegue este momento. Por el momento en que te encontraría en este lugar, oh doncella de color rosa」

Rose sabía que la mujer que la precedía era una sacerdotisa de alto rango de Banafsaj, el dios que les dio su protección divina en forma de premoniciones. Y así, Rose naturalmente entendió el significado detrás de las palabras de la mujer demonio.

「Tú… sabías que me encontrarías ahora, ¿verdad…?」

Por eso, durante su encuentro casual con la Segunda Señora Demonio, esta mujer ‘sabía’ que Rose sobreviviría. Habiendo visto el futuro que había más allá de eso, esa creencia era natural.

「No hay garantía de que las cosas se desarrollarán de acuerdo con las predicciones que me dieron los dioses. Pero el encuentro con ustedes en ‘este momento’ ocurrió a lo largo del camino hacia el ‘futuro’ que he esperado… y finalmente… He llegado a este momento…」

La voz de la mujer de cabello púrpura titubeó un poco, pero con calma miró directamente a Rose.

「El Héroe de Platino derrotará al Séptimo Señor Demonio」

Le informó la profeta, su voz vacilando tan poco que fue casi aterradora.

「En ese momento, el futuro se decidirá. La Segunda Señora Demonio vendrá a este lugar」

Dijo, entregando a Rose un simple mapa de líneas desfiladas en un pedazo de papel, indicando la geografía en las afueras de Laband.

「La Segunda Señora Demonio se comporta como le plazca, y es imposible adivinar cómo actuará. Su paradero nunca es estable. Aunque el Héroe de Platino la busque, será difícil encontrarla con métodos normales… Por eso he esperado este momento. Entregándote este mapa, oh doncella de color de rosa, ese futuro llegará para el Héroe de Platino… y con esto, mi papel terminará」

Aunque Rose también era una sacerdotisa con protección divina, no sabía cómo se manifestaba la protección divina de Banafsaj. Aun así, las palabras de la mujer la hicieron sentir incómoda. Había una determinación detrás de ellas que era tan fuerte que era casi dolorosa.

「… Me dijiste algo antes: que un seguidor demonio cede su derecho a la vida y a la muerte a su señor… Si la Segunda Señora Demonio es destruida, ¿Serás salvada…?」

「En cierto modo」

Respondió tranquilamente la mujer.

「Si mi señora es destruida, entonces seré sacrificada junto a ella」

A Rose le quitaron el aliento, pero la mujer simplemente sonrió y siguió adelante.

「Firmé este contrato con mi señora consciente de ese hecho. Estoy totalmente preparada para todo lo que conlleva」

Dijo sus emociones inquebrantables. Ella se había resuelto a este destino hace mucho tiempo y parecía casi filosófica al respecto.

「Si dejo pasar esta oportunidad, entonces mi señora seguramente matará a mucha más gente. Mi patria también ha sufrido mucho por las manos de mi señora」

Dijo.

Se mantuvo resuelta, como si sólo estuviera hablando de su propio trabajo. Fue casi hermoso verla tan tranquila.

「¿Qué harías si supieras que alguien a quien tanto quieres proteger y por quien tanto quieres morir podría salvarse si ofrecieras tu propia vida?」

Preguntó la mujer demonio, y luego continuó sin esperar a que Rose respondiera.

「Seguramente, tú harías la misma elección, ¿Me equivoco?」

Habiendo dicho lo que necesitaba, cesó su magia de iluminación y le dio la espalda a Rose, y luego caminó hacia las sombras del bosque. Durante un tiempo, Rose siguió mirando en la dirección en la que había desaparecido.

Entonces Rose se dio la vuelta, viendo la brillante luz del campamento, que estaba iluminado por magia. Todavía demasiado lejos de ese lugar resplandeciente, Rose se quedó inmóvil por unos instantes.

「Si… Confío esto a Lord Dale…」

La Segunda Señora Demonio era un monstruo escurridizo que se deleitaba en la matanza y cuyo paradero nunca se supo, y las posibilidades de derrotarla eran extremadamente escasas. Dale seguramente saldría a eliminarla, pero al mismo tiempo, eso también significaría la muerte de esa mujer, que había salvado la vida de Rose.

Rose miró el trozo de papel que tenía en las manos, luego cerró los ojos y pensó durante un rato.

Si yo estuviera en su lugar…

Si ella estuviera ofreciendo su propia vida para crear la mayor oportunidad posible, no desearía que se desperdiciara por simple simpatía. La mujer probablemente había vivido todo este tiempo por esta razón. Gracias a las propias creencias de Rose, ella no podía mancillar el orgullo de esa mujer, que estaba tratando de llevar a cabo su tarea. Si Rose tuviera que tomar la misma decisión, eso es lo que haría.

Rose abrió los ojos y comenzó a regresar al campamento. Mientras caminaba, sus dudas ya se habían disipado.

Alrededor del tiempo en que Rose tuvo esta reunión inesperada, en las tierras del norte, la guerra con el Séptimo Señor Demonio estaba entrando en su fase final.

Con el Héroe de Platino de su lado, que poseía una habilidad de primera clase a pesar de servir también como símbolo, las fuerzas aliadas habían seguido avanzando. Toda la tierra por la que pasaron a lo largo del camino estaba trágicamente en ruinas. Viendo esto y no queriendo que el mismo desastre le ocurriera a su propio país, las fuerzas aliadas permanecieron firmemente unidas. El mantra bajo el cual marcharon, ‘derrotar al Señor Demonio’, permaneció totalmente inmaculado.

Y por eso, la guerra con el Séptimo Demonio terminó en victoria para las fuerzas aliadas.

Los estragos de la guerra fueron tallados en el territorio que había servido como campo de batalla, y no volvió la vitalidad a esa tierra ya pisoteada. Pero, aun así, fue sin duda una victoria, y la idea de no tener que enfrentar más agresiones o invasiones trajo esperanza a los corazones de la gente.

Incluso en el frente, todas las fuerzas aliadas estaban entusiasmadas con la victoria.

En comparación con una guerra entre naciones, en una batalla con un Señor Demonio como éste, la victoria estaba mucho más claramente definida. La cabeza del Séptimo Señor Demonio fue cortada y presentada a los reyes de las naciones; mientras tanto, los demonios que habían servido como sus comandantes perecieron junto a su señor.

Los restos de las fuerzas derrotadas se habían convertido en una turba rebelde, por lo que en el futuro podría haber necesidad de cazarlos, pero por el momento no representaban una gran amenaza.

En medio de todo esto, Dale recibió una carta del Duque Eldstedt.

「¿Descubrieron el paradero de la Segunda Señora Demonio…?」

El mensaje había sido entregado en secreto por uno de los soldados personales del duque. Lo que Rose había reportado al duque Eldstedt estaba escrito allí, y los resultados de su cuidadosa investigación que le siguió también fueron incluidos.

Dale había usado la red de información de su pueblo natal para buscar a la Segunda Señora Demonio, pero, aunque Tislow tenía conexiones en todo el mundo, no habían conseguido reunir ninguna información concreta, y Dale tenía la sensación de estar un poco perturbado por ello.

Ese hecho llevó a Dale a pensar que el duque debía tener su propia red de información personal.

Los únicos Señores Demonio que quedaban eran el Primero y la Segunda. El Primer Señor Demonio era el líder de Vassilios y por lo tanto tenía una ubicación fija. En ese caso, tenía sentido dar prioridad a la Segunda Señora Demonio. Además, el hecho de que la Segunda Señora Demonio se hubiera colado por las fronteras de Laband lo convirtió en una situación digna de una preocupación significativa para el país.

Aunque incontables soldados lucharan con todas sus fuerzas contra ella, si la Segunda Señora Demonio mostrara sus colmillos a la gente de una nación que carecía de un héroe, nunca serían capaces de dar un golpe decisivo. Incluso si los daños se mantuvieran al mínimo, seguirían siendo enormes.

Pero más que eso, la amenaza más grande que la Segunda Señora Demonio presentó fue el miedo que ella inspiró en los corazones de los hombres. En términos de daño físico, el Séptimo Señor Demonio, que lo había invadido todo con su ejército, o el Cuarto Señor Demonio, que había propagado enfermedades invisibles en forma de elementos mágicos, era mayor.

Sin embargo, en gran parte debido a su disposición, la Segunda Señora Demonio no era menos temida que otros. Además de ser escurridiza, era una asesina cruel y brutal. Era difícil predecir lo que haría la Señora Demonio que mataba por placer. Nunca se sabía cuándo podría aparecer, y cuando lo hizo, bañaría el lugar con cadáveres y el olor de la sangre. Era un ser que inspiraba terror absoluto.

Incluso Dale aún no se había enfrentado directamente con la Segunda Señora Demonio. Solo tenía experiencia en la lucha contra sus familiares, y todos ellos eran seres que inspiraban lastima incluso en Dale, su enemigo. Incluso llamarlos ‘subordinados’ era demasiado, ya que sólo eran patéticos ‘seres’ a los que se les había fortalecido el cuerpo.

No se romperían, ni morirían, pero claramente podían sentir dolor. Incluso cuando la agonía pasó el punto de lo que podían soportar, no se les permitió romperse, porque el derecho a morir les había sido arrebatado.

Y, aun así, Dale los mató. No murieron fácilmente, pero él siguió moviendo su espada y lanzando su magia hasta que perecieron.

Cuando estaban a punto de morir, la expresión en sus rostros era siempre de alivio, pero para Dale, matarlos seguía siendo totalmente insoportable.

Habiendo estado absorto en tales pensamientos, Dale miró a la presencia que tenía ante él. Gregor lo miraba fijamente con una expresión de fatiga en la cara. Era la primera vez que Gregor tomaba el mando de una fuerza tan grande. A pesar de que el asesor proporcionado por el Duque era excelente, Dale sentía sinceramente que él mismo no podría manejar esa hazaña. Si se trataba de tomar el mando de una pequeña unidad de comando en primera línea, pensó que podía arreglárselas, pero algo así requería la persona adecuada en el lugar adecuado.

「¿Vas a ir, Dale?」

A pesar de que era en parte sólo de nombre, Dale actualmente caía bajo el mando de Gregor. Así fue como Gregor también se enteró de la orden que el Duque Eldstedt le había dado a Dale.

「Sí… Su Excelencia me ordenó que me dirigiera allí inmediatamente」

Cuando oyó la respuesta de Dale, Gregor pareció pensar en algo. Y entonces, su amigo le propuso algo que Dale nunca había esperado.

「Te acompañaré」

「Tienes que tomar el mando para el viaje de regreso también, ¿Verdad?」

「Si es sólo el regreso a casa, entonces puedo dejárselo a un apoderado. Por otro lado, no hay mucha gente que pueda salir a tratar con la Segunda Señora Demonio. Y si vamos a viajar en un dragón volador, tendrás que limitarte a un pequeño grupo de élite」

「…Es verdad」

Dale aceptó las palabras de Gregor con sus ojos sorprendentemente tranquilos. Como estaba ahora, pensó que sería capaz de seguir el ritmo de la Segunda Señora Demonio. No había descartado la posibilidad de hacerlo solo. Sin embargo, no podía explicárselo a Gregor y al Duque Eldstedt, que no sabían que se había convertido en un demonio.

Gregor era muy consciente de que pedía lo imposible. La responsabilidad que se le asignó ahora no era algo que pudiera ser fácilmente transferida a otra persona, pero intuitivamente sintió que no debía dejar que Dale se fuera por su cuenta.

Ahora que el Séptimo Señor Demonio había sido derrotado, no debería haber más amenazas aquí. En su cabeza, Gregor estaba pensando bien las cosas, tratando de decidir la mejor manera de transferir el derecho de mando a su asesor para el viaje de regreso.

No tenía que ser él, pero era difícil encontrar gente lo suficientemente hábil como para enfrentarse a la Segunda Señora Demonio. Por lo tanto, si había que hacerlo de repente, pensó que debía ir.

Como miembro de la familia ducal de Laband y como amigo, no quería perder a este héroe. No podía dejar que Dale se enfrentara solo a la Segunda Señora Demonio, especialmente en su inestable estado actual.

No podía reemplazar a esa persona que era preciosa para Dale, ni tenía la intención de hacerlo. Pero todavía sentía la necesidad de apoyar a su amigo.

「… Yo también tengo mi propio papel」

「Ya veo… Entonces no te detendré」

Respondió Dale brevemente y se levantó, la bestia gris mítica con armadura de platino ahora frente a él. Al ver algo parecido a lo que estaba sintiendo en los ojos de la bestia, Gregor emitió un breve suspiro.

Gregor confió apresuradamente el derecho de mando a su asesor, y luego formó la pequeña unidad para la batalla con la Segunda Señora Demonio. Entre la confusión que se produjo tras la guerra con el Séptimo Señor Demonio, Dale y Gregor, así como unos pocos usuarios de magia de élite expertos en proporcionar apoyo desde la retaguardia, partieron en secreto sobre un número de dragones voladores.

Incluso yendo lo más rápido posible utilizando dragones voladores, se necesitaron varios días para regresar a Laband desde su posición actual en el noreste del continente. Aun así, su velocidad era ahora mucho más rápida que la de las fuerzas que avanzaban sobre tierra. Sin embargo, Hagel siguió el ritmo de los dragones voladores, que se especializaron en volar por el cielo. La armadura parcial que Tislow había proporcionado a Hagel estaba equipada con una silla de montar, que ayudaba a sostener a Dale incluso cuando volaban en posiciones más incómodas.

Este viaje no fue una carga para Dale, ya que ahora podía balancear una espada durante muchos días sin descansar, pero no podía forzar a los que lo rodeaban a hacer lo mismo.

Contuvo sus emociones de ansiedad y se mezcló con los demás alrededor del campamento por la noche.

Gregor miró numerosas cartas en medio de la luz parpadeante de la fogata. A pesar de que el Duque escribía en circunstancias tan inestables, que se ajustaban a su personalidad, la escritura era metódica y constante. El papel había sido envuelto herméticamente, colocado en un cilindro destinado a tal fin y sellado con cera derretida.

Debido a que Gregor se dedicaba a cuidar de la limpieza de la posguerra, había estado constantemente enviando correspondencia de ida y vuelta con el continente a través de aves mensajeras mientras viajaban. Después de revisar el contenido de la carta sin sellar en numerosas ocasiones, Gregor frunció un poco el ceño.

「¿Qué pasa?」

Dale gritó, preguntándose por qué su amigo estaba tan perdido en sus pensamientos.

「No es nada」

「Ya veo」

Considerando la posición de Gregor, no podía chismorrear sobre la información de la patria, ni siquiera con su amigo. Dale era consciente de ello, así que no lo presionó; simplemente lo dejó pasar y miró hacia la crepitante hoguera.

Al ver a Dale así por el rabillo del ojo, Gregor una vez más se perdió en sus pensamientos. Era el tipo de documento que necesitaba ser destruido después de leerlo, así que lo arrojó al fuego ante él. El fino trozo de papel se quemó y desapareció entre las llamas en un instante.

Laband estaba abriendo oficialmente relaciones diplomáticas con Vassilios, el país de los demonios.

Fue este informe de mi país, entregado en el momento oportuno, lo que dejó perplejo a Gregor.

Vassilios ha sido una nación cerrada, que nunca ha buscado el intercambio intencional con otros países durante mucho tiempo. Pero el líder de Vassilios, el Primer Señor Demonio, había enviado formalmente un mensajero a Laband, transmitiendo el deseo de formar una relación diplomática.

El Primer Señor Demonio, líder de la raza demoníaca, estaba preocupado por los actos de agresión de los Señores Demonio de la Calamidad hacia los humanos. La voluntad de los demonios y la de los Señores Demonio de la Calamidad no se superponían. Pero era un hecho que el prejuicio se había extendido entre los humanos en el largo tiempo que los demonios se habían negado a interactuar con las otras razas, y ahora la creencia de que los demonios y los Señores Demonio compartían los mismos sentimientos era común.

A este Señor Demonio le preocupaba que este miedo y este malentendido sin rumbo condujera a una confrontación total entre los demonios y humanos, por lo que el rey había enviado un mensajero a Laband, la nación que había liderado la carga en esta gran guerra.

A puertas cerradas, Laband se preparaba para responder a la petición de Vassilios.

Los pensamientos de Gregor se aceleraron en cuanto a por qué su padre, ‘Duque Eldstedt, Primer Ministro de Laband’, le estaba enviando esta información sobre tales asuntos diplomáticos ahora.