Uchi no Musume no Tame naraba, Ore wa Moshikashitara Maou mo Taoseru kamo Shirenai

Volumen 3

Bonus 2: El Idiota Cariñoso y la Chica Visitan el Festival de la Cosecha de Quirmizi

Ahmar era el dios principal de Laband.

Pero no era como si los otros dioses no fueran adorados. Para la gente que vivía cerca de un templo de Quirmizi, el festival de la cosecha era un acontecimiento bien conocido.

“Así que, ya estamos cerca del festival de la cosecha.”

“¿Ya es esa época?”

Así es como Kenneth y Dale comenzaron su conversación en el Ocelote Bailarín.

“Me preguntaron si Latina podría ser una florista para el festival.”

“Ya veo.”

Kenneth asintió satisfecho, sabiendo que las floristas que realizaban la ceremonia de ofrenda durante el festival de la cosecha eran elegidas por el pueblo sin preocuparse de si tenían o no protección divina, a diferencia de con otros rituales. Ya que todos los ojos estarían puestos en las floristas en el escenario, siempre se elegían chicas guapas.

Latina tenía sólo diez años, pero si se parara en el escenario de la ofrenda con ropa del festival, seguramente cautivaría a un gran número de personas. Kenneth pensó con seguridad que el idiota cariñoso de Dale estaría orgulloso de esa petición, pero llevaba una sonrisa acongojada y agitó la cabeza.

“Los rechacé”.

Ah, así que eso fue lo que pasó. Era precisamente porque era un idiota tan cariñoso que no quería que ella recibiera esa atención innecesaria. Habiendo llegado a esa conclusión, Kenneth miró a Dale con una expresión de disgusto.

“Sé lo que estás pensando. Si Latina se convirtiera en una florista, ¡definitivamente sería linda! ¡Y terminaría sintiéndome mal por todas las otras chicas en el escenario junto a ella!”

Esa declaración hizo que Kenneth quisiera exigirle a Dale que se disculpara con las otras niñas.

“Aun así… Simplemente no funcionaría”.

“¿Qué quieres decir?”

“La ofrenda que las floristas ofrecen es un baile.”

Kenneth se quedó en silencio en respuesta. Ambos podían escuchar a Latina, que estaba barriendo el Ocelote, tarareando una melodía. Su ritmo era extremadamente desfasado, como siempre. Esas cosas estaban totalmente fuera de sus competencias.

“Eso sería difícil para ella…”

“¿Verdad?”

Dale era ciegamente cariñoso con Latina, pero su juicio sobre este asunto resultó ser sorprendentemente sensato.