No Game No Life (NL)

Volumen 4: Los Hermanos Gamers han Huido de un Juego de Romance Realista

Capítulo 4: Comodín/El Tonto

Parte 5

Sora y Shiro regresaron tranquilamente luego de limpiarse las manos.

Lo que se encontraron fue a Miko que estaba volviendo a casa y una atmosfera solemne.

Y la mirada de Steph los perforaba como una aguja.

— “Ah… ¿Qué sucede con esta atmósfera?”

— “En esencia hablando de que escogiste escapar ¿No es así?”

— “¿Qué?”

— “”Lo entiendo, quieren sacrificar solamente a Ino-san para derrotar dos razas, eso es solo una amenaza… ¡Los sobreestimé! ¡¡¿Cómo tienen las agallas para decir que quieren unificar todas las razas después de que utilizaron esta clase de método?!!”

Enfrentando las duras palabras de Steph y su expresión, Sora rascó su cabeza y miró a Shiro confundido.

— “Eh, um, Shiro, ¿Por qué estoy siendo regañado?”

— “… Porque… ¿Tardaste demasiado…?”

— “¡¡Por supuesto que no me demoré, solo fui a orinar!! O-olvídalo, realmente no lo entiendo pero mi vejiga está vacía ahora.”

Con un gruñido, Sora aclaró su garganta y dijo:

— “Volvamos al tema original.”—

— “Así que comencemos de nuevo, para despertar a la Emperatriz, vamos yendo.”

— … ¿Huh?

Todos estaban sin palabras, mientras Sora continuaba tranquilamente:

— “Sin la magia de Plum, siempre que despertemos realmente a la Emperatriz, los Dhampiros y las Seirens no se extinguirán; y podemos utilizar eso como una condición para liberar a Ino también, lo cual resolverá la situación completa, hablando de ello, simplemente interrumpimos el juego, rendirse, está en contra de mi política personal, así que vamos a intentarlo nuevamente—”

Ignorando a las masas impresionadas, Sora tomó su barbilla y habló, Sora miró agudamente a Plum:

— “Solo puedo suponer… nadie sabe la condición… ¿No es así?”

— “… S-sí…”

— “¿Huh? Dijiste que nadie sabe… ¿Cómo así?”

Steph le dio un vistazo a Izuna.

Izuna que estaba llorando desde antes levantó la cabeza con atención, aparentemente paralizada por las palabras de Sora.

Ella observó de cerca las reaciones de Plum y luego asintió indicando que no estaba mintiendo.

Sin embargo Sora asintió, como si hubiera esperado eso.

— “Las Seirens no pueden utilizar magia mientras que los Dhmpiros pueden, si alguien supiera el plan, habría fallado hace mucho tiempo, y solo Amira lo sabe, ‘No es un juego para hacer que la Emperatriz se enamore’.”

— “… ¿Cómo puedes estar seguro?” Preguntó Steph.

— “La Emperatriz entro en hibernación antes de que se volviera la Emperatriz… pero desde su punto de vista se habría convertido en Emperatriz tarde o temprano… si alguien así dijera que te daría todos sus derecho… ¿Qué hubieras hecho?”

Plum suspiró y habló, originalmente pensando que había encontrado la condición real.

Sora y Shiro asintieron y continuaron:

— “Si tan peligrosa verdad fuera mencionada a alguien como Amira en la vecindad, ella definitivamente lo ocultaría, ¿Y cuál es el mejor método para hacerlo?”

— “… Si nadie sabe la verdad… entonces… nadie se va a enterar…”

Exactamente, lo cual quiere decir.

Para ganar en el juego de la Emperatriz…

Uno tenía que buscar la condición de victoria que nadie sabía exceptuando a la Emperatriz misma.

Era un juego llamado ‘Condición de Victoria’.

Sería casi imposible de ganar, y podría ser descrito como extremadamente difícil.

Pero—

— “¡Siempre que no sea un juego de romance realista, Kuuhaku 『     』no perderá!”

— “… ¡Mm…!”

Los dos pronunciaron poderosamente su máxima que era tanto confiable como vergonzosa.

Pero al ver las acciones de los hermanos, Steph preguntó nerviosamente:

— “… A-acerca de eso… Sora, ¿No querías sacrificar a Ino-san?”

— “¿Huh~? ¿De qué estás hablando? Eres tan Steph.”

Escuchando las palabras de Sora, ellos tenían una negación inconfundible.

A ella no le importa que su propio nombre fuera utilizado como un insulto.

— “Es imposible que permita que un artefacto cultural viviente como Izuna se deprima, e Ino, ese hombre verdadero entre los hombres, ¿Cómo podría abandonarlo?… ¡Steph, es imposible no cansarse, pero necesitas despertar antes de hablar tonterías como esta!”

… Sora habló como si el valor de Ino para él hubiera levantado muchos pliegues como una compañía rentable en la bolsa de valores, y no parecía que estuviera fingiendo.

— “Además dije que volvería, ¿No es así? Amira no puede poner una mano en Ino ya que es la única manera en que puede hacer que volvamos al juego, y si lo hacen solo pueden volverse esclavas.”

Steph habló una vez más:

— “P-pero sobre Ino-san, Miko-san dijo, ‘No haremos nada’.”

— “Por supuesto, Miko-san nos dejó utilizar a Ino como ‘prueba’, mientras el resto es trabajo nuestro.”

Escuchando la respuesta tranquila y franca de Sora, los ojos de Steph se abrieron incluso más.

Sí, Miko no necesitaba hacer nada.

Porque después de esto, Sora y los demás harían todo.

— “Miko-san continuamente utilizó la Devastación de Sangre que podría costarle la vida, incluso ofreciendo un importante subordinado de ella a nosotros, ahora es nuestro turno de hacer lo mejor, exactamente como suena, necesitamos poner nuestras vidas al límite.”

Sora anunció lleno de ánimo, mientras Shiro asentía en acuerdo.

Sin embargo, el proceso de hacer una revelación estremecedora y sus siguientes palabras causaron que Steph inhalara ligeramente.

— “Esto se llama trabajo en equipo, ¿No es así?”

Una pequeña sombra pasó al lado de Steph.

Izuna levantó la cabeza con sus ojos rojos e hinchados hacia Sora y Shiro algo intranquila.

— “¿Planean salvar al Abuelo, desu?”

Sora y Shiro no sabían por qué estaba llorando.

Pero Sora colocó su mano en la cabeza de Izuna, la acarició con algo de fuerza, y luego habló con una risa:

— “Por supuesto, definitivamente traeré al anciano de vuelta, haré esa promesa contigo.”

La mirada intranquila se giró hacia Shiro, y lo que la recibió fue una confirmación.

— “… Izuna-tan… cree en Nii…”

Era inevitable que Izuna no supiera.

Era… algo que solo Shiro sabía.

Cuando Nii, Sora, decía la palabra ‘Promesa’.

Incluso los Diez Juramentos desfallecerían ante el poder de ella, ya que esa palabra significaba un juramento absoluto.

Pero—

— “… Nii absolutamente… no se retractará…”

Escuchando la confirmación de Shiro, Izuna la miró nuevamente.

La mano que estaba acariciando su cabeza, Izuna la olió.

Y entonces, se limpió sus ojos húmedos y dijo:

— “… Mm, te creo, desu.”

— “Muy bien, alguien me cree, desu.”

Sora habló burlonamente, mientras Steph lo miraba a lo lejos.

Jibril se paró a su lado.

— “Lo siento, Sora-chan, fui muy lejos.”

— “… ¿Qué?”

— “Estaba curiosa de cómo reaccionarías, así que no me pude resistir… pero Dora- chan tiene razón.”

Su expresión parecía como si fuera a salírsele la lengua, mientras la persona en exceso curiosa hablaba.

Y mientras Steph la miraba, Jibril continuó solemnemente:

— “Los Maestros seguramente cambiarán este mundo.”

Pero el método… Jibril continuó:

— “Ya que ningún método conocido lo permita.”

— “…”

Así que con respecto a la forma real de despertar a la Emperatriz—

Steph solo estaba medio escuchando las siguientes palabras de Sora.

… En ese momento, Escuchando las palabras de Jibril y Miko, ella sintió que algo no estaba bien.

Mientras estaba buscando el motivo por el que se sentía así, finalmente se percató del por qué mientras miraba a las dos figuras paradas frente a ella.

Sora… Shiro… ellos…

Ellos no utilizarían ningún método legítimo.

Ellos resoplaban y se reían ante cosas como ‘la razón’.

Ellos partían e ignoraban cosas como el ‘Sentido común.

Los dos dijeron que querían gobernar a todas las razas sin ninguna muerte ni derramamiento de sangre.

Era como un sueño, una meta completamente irreal, imposible de alcanzar a través de la razón y el sentido común.

Pero sus sombras le decían a la gente que podían hacerlo.

En aquel día, el día de su coronación, Steph pudo haberla visto.

Pudo haber visto la misma cosa que Jibril quien estaba parada a su lado vio—

Mientras comenzaba a entender el futuro que había predicho para este mundo, comenzó a sentirse emocional.

— “Ah~ cierto, Steph, dijiste algo que no puedo ignorar.”

— “¿Huh?”

Steph despertó de su postura congelada al escuchar las palabras de Sora.

— “Sacrificar a Ino para derrotar dos razas… primero, sacrificar a Ino está mal, y—”

Una vez más ella escuchó algo que la hizo congelar.

— “No son dos razas, son tres ♪”

…

— “… ¿Huh?”