Kono Subarashii Sekai ni Shukufuku wo!

Volumen 10: La Mejor Apuesta del Mundo

Capítulo 3: ¡Dándole su Merecido a este Prometido Insolente!

Parte 7

En principio esta reunión se pensó como una estrategia diplomática. No estaba muy seguro de por qué, pero las provocaciones del príncipe probablemente tenían como objetivo que nos enfadásemos y que tuviésemos una mala impresión de él, sin embargo, quien fuera que hubiese ideado este plan cometió un pequeño error en sus cálculos…

―¡Te equivocas! ¡El príncipe Levi no conoce su país y tampoco sabe nada sobre la existencia del Clan de la Magia Carmesí del que hablas! ¡No estábamos intentando provocarlos ni menospreciarlos…!

―¡Príncipe, mírelos bien! ¡Esa es una miembro del Clan de la Magia Carmesí! Son un grupo de gente problemática al que incluso el Rey Demonio se ha visto obligado a reconocer como una amenaza. ¡Ninguno de ellos es capaz de entender una broma, así que por favor, a partir de ahora tenga más cuidado con lo que dice!

―¡E-Entiendo, perdóname! ¡Ha sido fallo mío, así que deja de invocar tu magia, te lo ruego!

El príncipe pasó de tener una expresión de superioridad a una de terror cuando vio el cambio de actitud que habían dado sus sirvientes, y se disculpó inmediatamente con Megumin cuando comenzó a realizar su conjuro de explosión.

―Lo pasaré por alto esta vez, pero te aviso que no habrá una segunda oportunidad, ¿ha quedado claro? Mi nombre es Megumin, aquella que controla la magia de explosión y que ha dejado bajo tierra a innumerables jefes del ejército del Rey Demonio. Será mejor que no me hagas enfadar.

―Entendido, Megumin-dono. ¡Haremos todo lo posible para asegurarnos de que esto no vuelva a ocurrir nunca más!

Cuando uno de los sirvientes de palacio se disculpó con la máxima humildad posible, el príncipe mostró una expresión de cierto desagrado. A nuestro lado, Darkness se había llevado las manos a la cabeza y se la estaba apretando con fuerza; parecía encontrarse a punto de llorar.

―En realidad no comprendo lo que está pasando, pero la voluntad de disculparse es una buena señal. Cuando dijiste lo de que no somos nada del otro mundo me entraron ganas de hacerte probar mi puño sagrado, pero te perdonaré por esta vez.

Justo cuando por fin parecía que la situación se había tranquilizado, a Aqua se le ocurrió decir algo totalmente innecesario y en respuesta el príncipe le miró con unos ojos llenos de furia.

―Cómo te atreves, imbécil, no eres más que una simple sacerdotisa. Si vuelves a…

―Príncipe, príncipe, perdónela, por favor, ella pertenece al Culto de Axis. ¡Además de eso, teniendo en cuenta que su pelo es de color azul y la forma en que está vestida, sin duda debe de ser una seguidora muy ferviente! Se dice que los miembros del Culto de Axis dan más problemas que las chicas de la tranquilidad y son más tercos que los no muertos.

Levi, cuyo objetivo donde volcar su rabia había cambiado a Aqua, fue advertido astutamente por uno de sus sirvientes. Al escucharlo dejó salir un pequeño grito de temor.

―¡Oye, me agradaría bastante que dejaras de poner a los seguidores del Culto de Axis en el mismo saco que las chicas de la tranquilidad y los no muertos! ¡Discúlpate! ¡Discúlpate ahora mismo por haber colocado a mis hijos al mismo nivel que unos monstruos!

Al príncipe se le veía claramente atemorizado por Aqua, que se estaba comportando como un monstruo egocéntrico [8], y entonces nos miró a Darkness y a mí como si no se hubiera terminado de creer que estuviésemos aliados con alguien así. Se acercó a uno de los sirvientes que había a su lado y le susurró.

―Eh, si ese es el caso, entonces apostaría a que la caballera rubia tampoco es una persona normal. ¿Estoy en lo cierto?

―Príncipe, esa mujer de ahí es Dustiness. Pertenece a una familia aristocrática que es conocida como el escudo de la realeza de Belzerg, y en cada una de sus generaciones nacen caballeros muy poderosos. Le desaconsejaría firmemente que la convierta en su enemiga…

Puede que los dos estuviesen hablando entre sí en susurros, pero como no se habían tapado la boca, pude descifrar cada palabra que estaban diciendo. Entonces, como podría haberse esperado, el príncipe dirigió su mirada hacia mí, el último que quedaba del grupo…

―Eso significa que ese hombre de aspecto ordinario de ahí también es un…

―No, nunca lo había visto u oído hablar de él. Probablemente sea una mula para llevar el equipaje o algo.

Me aseguraré de que te encargues de llevar mi equipaje.

En ese momento, mientras todos estábamos buscando una forma de resolver esta situación…

―¿A qué se debe todo este jaleo?

Aunque su aspecto era bastante normal, me di cuenta inmediatamente de que se trataba de una de las autoridades con mayor poder de ese país. Concretamente, aquel hombre llevaba un traje hecho a la medida. Su presencia parecía superar incluso a la del propio príncipe, y al salir del palacio se dirigió caminando hacia nosotros con un aire de serenidad.

―¡Primer Ministro! No, lo que ocurre es que…

Gracias a aquella expresión de sorpresa que se le escapó uno de los sirvientes, pude hacerme una idea de cuál era la identidad de ese hombre. Se trataba del primer ministro que había oído mencionar durante una conversación en el restaurante donde fui a cenar el día anterior. Por los rumores que circulaban sobre él, al parecer estaba gobernando el país con mano de hierro. De repente todo el mundo se volvió sumiso y obediente, pero Iris se recompuso para poder saludar de una forma correcta al primer ministro de Elroad.

―Es un placer conocerle. Soy la primera princesa de Belzerg, Iris. Es un honor contar con su presencia en esta reunión de bienvenida.

―Vaya, vaya, por los rumores que me habían contado sobre la familia de los Belzerg, jamás me habría imaginado que pudiesen tener una princesa tan adorable como usted. Yo soy el primer ministro de esta nación, Ragcraft. Mucho gusto en conocerla.

El primer ministro zanjó los problemas que estábamos teniendo con el príncipe en un solo instante, llevó a cabo un saludo cortés y con los modales que se habrían podido esperar de alguien de su categoría, y se dio la vuelta para adentrarse en el palacio. Todos los sirvientes soltaron un suspiro de exasperación y lo siguieron.

―Bueno, acompáñeme, Iris-sama. Ya he preparado un cálido recibimiento para usted, de modo que…

Pero Aqua, que siguió al primer ministro tan solo durante unos momentos, se bajó la bolsa de su equipaje y comenzó a rebuscar en ella.

―¿Q-Qué es eso, sacerdotisa? ¿Se trata de algo para mí?

Aqua inclinó la cabeza confundida como reacción a la pregunta instintiva del primer ministro.

―No entiendo a qué te refieres, pero no puedo evitar sentir que hay algo extraño en ti. Lo que me tiene despistada es que no apestas como lo haría un demonio ni tampoco tienes el aura de un no muerto, mira tú por dónde… Oye, ¿no será que eres amigo de un demonio o algo? ¿O acaso tienes a un no muerto como mascota?

―¡Mis disculpas, Ragcraft-dono! ¡Esta chica es muy famosa por tener un comportamiento extraño incluso dentro de los propios seguidores del Culto de Axis!

Aqua empezó a decir una serie de cosas altamente irrespetuosas sin motivo aparente, pero Darkness la apartó rápidamente de la presencia del ministro y agachó la cabeza varias veces en señal de disculpa. Cuando escuchó lo que dijo Darkness para justificar sus acciones, Aqua se puso a dar manotazos y a intentar quitarse de encima el brazo que la había agarrado por el cuello.

―No, si se trata de una sacerdotisa del Culto de Axis, entonces no tiene remedio. Ah, por favor, no es necesario que se disculpe, en realidad no me importa, así que…

El primer ministro, a quien Aqua había tocado con el dedo índice cuando le lanzó aquellas acusaciones, puso una expresión terriblemente rígida.

[8] モンスータクレーマー (Monster claimer) es el término inglés que utilizan los japoneses para referirse a aquellos clientes de los comercios que abusan de la filosofía de “el cliente siempre tiene la razón” o incluso “el cliente es dios”. En este sentido, Kazuma lo utiliza para decir que Aqua no se encontraba en una posición donde hacer demandas. N. del T. en inglés.