Kono Subarashii Sekai ni Shukufuku wo!

Volumen 7: La Novia mas Cara de la Historia

Capítulo 4: ¡Pasando una Última Noche con esta Señorita!

Parte 7

Me llamo Kazuma. Soy un aventurero que viene de Japón. Mi sueño era disfrutar de una vida despreocupada y caprichosa sin tener necesidad de ganar dinero. Con un sueño y un deseo de tener una vida tan sencilla, yo…

―¡¿Aún no lo han encontrado?! ¡No está escondido por aquí! ¡Ese hombre tiene la habilidad Ocultarse, no pasen por alto los lugares que parezcan estar vacíos! ¡No dejen que escape! ¡La reputación de la Casa de los Dustiness está en juego, quiero que capturen a ese individuo y lo traigan ante mí!

―¡Sí, señorita!

…Me vi obligado a pensar en cómo esconderme de mis perseguidores al servicio de la furiosa Darkness.

―¡Kazuma! ¡¿Dónde estás?! ¡Si sales ahora te perdonaré después de darte diez puñetazos con todas mis fuerzas! ¡Pero si esperas a que yo te atrape no te dejaré escapar de ésta tan fácilmente!

Darkness rugió enfadada justo detrás de mi escondite. Me arrastré mientras escuchaba sus bramidos hasta llegar al pasillo sin ser visto.

Ahora mismo Darkness está completamente fuera de sí por la rabia. No podré hablar con ella en ese estado, así que lo dejaré por el momento. Si lo intentase ahora me asesinaría en cuanto me viera. Después de todo sabe que Aqua puede usar el conjuro de Resurrección.

Traté de entrar en una habitación cercana para poder escapar de la mansión. Por surte la puerta no estaba cerrada con llave.

Perfecto, tan solo tengo que salir por la ventana.

Me acerqué a la ventana mientras pensaba eso… De repente escuché una voz débil en el centro de la estancia, en el lugar donde se encontraba la cama.

―…¿Hay alguien… ahí…?

Era el padre de Darkness. Aunque la habitación se encontraba a oscuras, su rostro pálido y envejecido era perfectamente reconocible.

―Aaah, eres tú… ¿Qué estás haciendo aquí en medio de la noche…? Ya veo, mi hija está rodeada de unos camaradas muy buenos…

Mostró una pequeña sonrisa al decir eso. Parecía haber deducido mi objetivo al verme en su casa a esas horas, aunque era de esperar teniendo en cuenta que se trataba del noble conocido como la espada predilecta del reino. Sin embargo no parecía tener la misma energía y jovialidad que cuando lo conocí. El padre de Darkness, que se mostró tan animado en aquel entonces, ahora tenía una sonrisa muy débil.

¿Qué clase de enfermedad ha podido hacer tantos estragos en este hombre y además en tan poco tiempo?

Se oyó el ruido de personas corriendo por el pasillo.

―Señor, perdóneme por hacerle una visita cuando no se encuentra bien, pero su hija está causando el caos por toda la casa ahora mismo. ¿Cree que podría tranquilizarla?

El hombre puso una sonrisa de alegría al escucharme bajo sus sábanas.

―Ya veo. Es curioso que después de haber estado tan deprimida en los últimos días se haya puesto así de furiosa.

Viejo, esto no es para reírse. …Oh, es verdad.

―Señor, he oído que tiene una deuda considerable con ese terrateniente, pero no creo que alguien como usted pidiera dinero prestado sin una buena razón. Además, esta Casa no parece tener problemas de dinero. ¿Por qué contrajo una deuda entonces…?

Le expresé mis dudas sobre lo que me había contado Darkness. No era correcto hacerle esa clase de preguntas ahora que se encontraba enfermo, pero Darkness no quiso contarme los detalles; esta era la única forma de saber la verdad.

―…Sí, Kazuma-kun, eres una persona realmente brillante. Me gustaría concederte a mi hija. Perdona que te pida esto, pero ¿podrías fugarte con ella…?

¿Pero qué está intentando decirme? Le he preguntado acerca de sus deudas, ¿por qué está hablando de fugarme con su hija?

―No, me niego, de ninguna manera. Además, ahora mismo su hija me está buscando por toda la casa y tiene sed de sangre. Permítame serle sincero, su hija es muy refinada.

―Jaja, tienes razón, es una chica amable y decente. Pura, tímida y odia causar problemas a los demás.

Quise responder “¡¿de quién demonios me estás hablando?!”, pero decidí contener mis impulsos. Aceptó sin problemas mi comentario sarcástico y empezó a elogiar a su hija.

No sé qué enfermedad tiene, pero probablemente le haya afectado al cerebro.

El hombre continuó hablándome con una mirada firme a pesar de estar sufriendo por su enfermedad.

―Por favor, no te preocupes por los pequeños detalles. Sencillamente mi hija debe dinero por lo que hizo… Pero no importa, una vez te hayas fugado con ella podré vender la casa. Seguro que conseguiré una gran suma de dinero por ella, aunque también estoy pensando en otra forma de cancelar la deuda.

Cancelar la deuda… ¿pero no es una deuda injustificada? Es igual, seguro que a este padre tan competente se le ocurrirá alguna otra forma.

―Sin embargo, mi hija quiso resolver el problema a través del matrimonio. Estoy dispuesto a dar cualquier cosa por detenerla… Kazuma-kun, te lo dicen estos ojos de padre, a mi hija le gustas mucho. Puede que sea un poco descarado por mi parte intentar ponerla por las nubes, pero… realmente es una buena mujer… ¿Qué me dices? ¿Tomarías su mano…?

―¿Me pregunta qué le digo…? Su hija ha dicho que quiere convertirme en picadillo hace un momento…

Además, ahora lo más importante es…

―Ah, es verdad, señor, ¿dónde le duele? Tengo una buena… eh, una arcipreste en mi equipo a la que sólo se le da bien usar la magia, incluso es capaz de usar Resurrección. No sé qué le ocurre, pero si la traigo aquí seguro que podrá ayudarle.

Esa holgazana podía ser de ayuda en un caso excepcional como este. Apenas sonrió al escuchar mi ofrecimiento.

―…No, sería inútil. La magia curativa tampoco puede ayudarme. Y la resurrección no funcionará si muero de enfermedad, ya que cuenta como una forma natural de morir. Los que tienen una muerte natural no pueden ser despertados del milagro impuesto por los dioses. No importa cuál sea la causa de la muerte, aquellos a quien les ha llegado la hora deberían regresar a los cielos, es algo de lo que tenemos que alegrarnos… Así que no pongas esa cara tan triste.

Al parecer mis emociones se habían trasladado a la expresión de mi cara sin darme cuenta.

―¿Al menos podría dejar que la arcipreste de mi equipo diagnostique su enfermedad? La verdad, haber caído enfermo en un momento como este es un poco…

―Es como si hubiese sido envenenado por el terrateniente, ¿verdad?

El viejo dijo en voz alta lo que yo tenía en mente.

…Sí… Con lo obsesionado que está el gobernador con Darkness, probablemente sería capaz de hacer cualquier cosa para poner sus manos en ella. Pero…

―Ya lo he investigado. Es la primera posibilidad que comprobé, pero no, no he sido envenenado.

Cierto, el padre de Darkness es un noble muy competente. Sin duda ha sido capaz de llegar más lejos que yo investigando.

―¡¿Que no está?! ¡¿Todavía no lo han encontrado?! ¡Sal de donde estés, Kazuma! ¡Explica al servicio cómo imitaste mi voz y deshaz este malentendido!

La voz de Darkness vino del pasillo y el viejo puso una sonrisa irónica.

―Escucha… dejo a mi hija a cargo de ti.

E-Esto es malo…

―¿No podrías discutir el asunto de la deuda con el rey o alguien parecido? Usted es uno de los nobles más importantes del reino, ¿no? Si el terrateniente le obliga a pagar una deuda por medios despreciables…

Cerró los ojos y negó lentamente con la cabeza.

―Aunque hiciera eso, mi hija se casaría igualmente. Es realmente testaruda, me pregunto de quién aprendió esa forma de ser… Aunque le pidiera ayuda al mismísimo rey, ella diría que no podemos utilizar el dinero de los ciudadanos para algo como esto y no dudaría en sacrificarse… Aah, ¿por qué mi hija es tan tonta?

Tiene razón. Tiene toda la razón. Como su padre, debió haber hecho algo con la tozudez de su hija…

En ese momento, la puerta se abrió de golpe. Darkness, fuera de la habitación, me miró jadeando con odio en sus ojos.

―Jejeje… ¡Así que estabas aquí, Kazuma, jajaja! Veamos cómo escapas ahora de…

―Eh, hay una persona enferma aquí, la próxima vez no hagas tanto ruido al abrir la puerta. ¡Tranquilízate, solo he venido como representante de todos los que están preocupados por ti…!

Darkness ignoró mi excusa por culpa de su enfado.

―¡Cállate! ¡Y pensar que serías capaz de destruir la reputación de la persona por la que supuestamente estás tan preocupado en tan solo unos minutos…! ¡Esto es un asunto entre nobles, un vulgar aventurero como tú no debería interferir! ¡Vuelve a la mansión y dedícate a cultivar hortalizas, campesino!

¡Esta mujer!

―¡Olvida la deuda y escapemos juntos! ¡Empezaremos de nuevo en otro lugar! ¡Sabes perfectamente que si vuelvo con las manos vacías, esas dos me…! ¡Sobre todo Megumin, sin duda hará algo imprudente! ¡Como por ejemplo hacer volar por los aires el lugar de tu boda o algo!

―¡Hazlo si tienes lo que hay que tener! ¡Pienso hacer que te arresten por todos los delitos que ellas hagan! ¡Si no quieres ir a la cárcel será mejor que las controles! ¡No voy a escapar! ¡Y aunque lo hiciera, otras personas se verían implicadas! …Para empezar…

Darkness se lanzó a por mí al decir eso.

¿Quiere que peleemos por última vez antes de casarse? ¡Oh no, voy a morir!

Me di la vuelta y corrí con todas mis fuerzas hacia la ventana.

―¡Eres una mujer testaruda y necia! ¡Ya vale, haz lo que quieras! ¡Si te casas y al final te arrepientes podrás llorar todo lo que quieras, a mí no me importará!

¡Solté esa frase y acto seguido salté en dirección a la ventana con una pierna por delante…!

―¡Pero si quieres mi ayuda, siempre puedes disculparte en cualquier momento! ¡Solo di “siento haberos hecho preocupar a todos, necesito la ayuda de Kazuma-sama…”! ¡Uguah!

El cristal de la ventana era más duro de lo que me imaginé. No conseguí romperlo con mi patada voladora y me di un golpe catastrófico contra ella. En vez de atravesarla, el marco entero de la ventana se desprendió a causa del choque y al caí sobre los cristales rotos. Aunque la caída solo fue desde un segundo piso, sin nada que pudiera amortiguarla terminé rodando por el suelo sintiendo un dolor horrible. Darkness se asomó al hueco de la ventana y miró hacia abajo para buscarme…

―¡¿E-Estás bien, Kazuma-sama?! ¡Si dices “lo siento, Darkness-sama, por favor ayúdame” no me importaría bajar ahí a darte primeros auxilios!

Sus hombros temblaron al decir eso mientras trataba de contener la risa. ¡Escalé la valla de hierro exprimiendo mi cuerpo dolorido y escapé de los guardias que vinieron corriendo por el ruido…!

―M-Maldita sea… ¡Darkness! ¡No pienso ayudarte aunque vengas llorando! …¡No se atrevan a acercarse! ¡Crear Agua! ¡Congelar!

Tras mostrarle mi desprecio a Darkness por verme sufrir con aire animado, lancé una serie de conjuros a los guardias que me perseguían y escapé de vuelta a la mansión.