Kono Subarashii Sekai ni Shukufuku wo!

Volumen 7: La Novia mas Cara de la Historia

Capítulo 4: ¡Pasando una Última Noche con esta Señorita!

Parte 8

―¡Uguuuu…! ¡Aqua! ¡¡Aqua!! ¡Cúrame! ¡¡Cúrame rápido!!

Conseguí llegar a casa y fui directamente en busca de Aqua. La encontré dormida en el sofá del salón con su huevo entre los brazos. Darkness probablemente pensó que no sería adecuado encontrarse con Aqua y Megumin, así que no me persiguió.

―…¿Umm? ¡Eh, ¿qué te ha pasado, Kazuma?! ¡Tienes heridas por todas partes! ¿Has conseguido ver a Darkness? ¿Por qué estás tan herido? ¿Has vuelto a decir algo estúpido?

Aqua me lanzó una batería de preguntas sin pausa mientras me curaba con su magia.

¿Se puede saber por qué estás tan contenta al verme herido?

Megumin se encontraba durmiendo en el mismo sofá y se despertó al escuchar el jaleo.

―Kazuma, por fin has vuelto. ¿Qué ha pasado? ¿Te ha vuelto a perder la boca? ¿Has convencido a Darkness?

Ahora sé cómo ven estas dos.

Me sentí molesto a pesar de que Aqua me estaba curando las heridas. No fui capaz de eliminar ese sentimiento de mi cabeza y me dirigí solo hacia mi habitación, en la segunda planta.

―¡No vuelvan a relacionarse con esa chica! ¡Dejen que haga lo que quiera! ¡A menos que venga llorando para pedir ayuda, dejenla a su aire! ¡Ya no quiero seguir sufriendo, ocúpense ustedes del resto!

Aqua y Megumin se miraron entre sí cuando les hablé con una actitud de resignación.

―Eh… pero si Darkness prometió construir una pequeña caseta para mascotas cuando este pequeño saliera del huevo…

Aqua, decepcionada, bajó la mirada con el huevo en sus brazos. En cuanto a Megumin…

―¡Kazuma, no sé qué ha ocurrido, pero este no es el momento para tener una rabieta! ¡¿Y se puede saber por qué Darkness está obligada a casarse?!

Me preguntó mirando a mi espalda; yo ya había empezado a subir por las escaleras, pero me detuve al oír eso.

―¡Debe dinero! ¡Su familia debe una gran cantidad de dinero al terrateniente! ¡Me ha contado que está dispuesto a perdonársela si se casa con él!

―Ugh… una deuda, eh… No sé cuánto habrá pedido prestado, pero yo acabo de enviar dinero a casa y ya no me queda mucho encima…

Megumin puso esa excusa mientras buscaba en su monedero lleno de tarjetas de puntos para regalos y cupones. La cerró y suspiró.

―Qué le vamos a hacer, si realmente necesita dinero tendré que romper mi alcancía con forma de tigre.

Aqua propuso una idea insuficiente con su sempiterno huevo en brazos. No conocía la cantidad exacta, pero era lo suficientemente grande como para que una miembro de la alta nobleza como Darkness se viera obligada a venderse. La calderilla de Aqua y Megumin no sería más que una gota en el océano. Continué caminando hacia mi cuarto sin mirarlas.

―¡Ya ha tomado una decisión! ¡Déjenla en paz! ¡Si no vuelve llorando y se disculpa no pienso hacer nada al respecto!

Megumin me gritó en respuesta.

―¡Kazuma, ¿crees que es el momento de hacer una rabieta?! ¡¡Darkness se va a casar por la fuerza!! ¡¿Te parece bien eso?!

¡Eso díselo a la cabezota de Darkness!