Kono Subarashii Sekai ni Shukufuku wo!

Volumen 5: Explosión Kouma, LET’S GO!

Capítulo 5: ¡Lanzando una Explosión de Fuego con este Maldito Artefacto!

Parte 1

—Eh, oye, despierta.

Me desperté súbitamente cuando alguien empezó a sacudir mi cuerpo con violencia. Parecía que había tenido una pesadilla, y soñé que un travestido me estaba acosando…

—…¡Guaaaaah! ¡Para ya, Silvia, no te acerques más a mí! ¡¡Si no te mataré!!

—Eh, tranquilízate. No te preocupes, no te voy a hacer nada raro. El clan de la Magia Carmesí se ha retirado, así que ahora te voy a dejar marchar. Después de todo tú me dejaste escapar en una ocasión.

Aún seguía un poco preocupado después de escuchar lo que dijo, pero me las arreglé para mantenerme sereno. En ese momento me di cuenta de que no había nadie a mí alrededor.

Ahora que lo pienso, creo que ya he estado aquí antes…

—Esta es la entrada al almacén subterráneo del Hogar de la Magia Carmesí, el lugar donde sellaron el arma que podría destruir el mundo.

Silvia me dio una breve explicación mientras sacaba una especie de objeto mágico.

—…¿Qué es?

—Tú eres un tipo listo, deberías ser capaz de adivinarlo, ¿no? Destructor de Barreras. Si te doy esta pista seguro que podrás averiguarlo.

Lo que significa…

—Tu grupo insistió en infiltrarse en esta aldea para robar el arma, ¿verdad?

—Correcto. En el interior de este almacén se encuentra un objeto mágico muy poderoso. Según los rumores, se trata del némesis para los habitantes de esta aldea.

¿Pero, pero qué hay aquí dentro?

—Ya, pero oí que el sello era muy especial y nadie puede abrirlo. Además nadie comprende el funcionamiento de esa arma.

—¿Umm? No hay problema. El objeto mágico que he traído conmigo es un eliminador de barreras extremadamente efectivo del reino de los demonios. Incluso puede destruir los sellos de los dioses… ¿Eh? Qué, qué raro…

Silvia se agachó delante de la puerta del almacén con su objeto mágico en la mano, y entonces dijo algo con un tono más alto de lo normal.

—¡El objeto no está reaccionando en absoluto! ¡Esta barrera no tiene naturaleza mágica, ¿pero qué…?! ¿Qué, qué debería hacer…?

Apretó el objeto entre sus manos y se quedó callada durante un tiempo. Miré el cierre de la puerta desde un lado. En él había una pantalla táctil mostrando un teclado con el alfabeto completo, números y flechas, y vi algo que me sonaba mucho escrito en la pantalla.

—¿“Código Konami”…? ¿Qué significa esto, que tengo que escribir el código de Konami?

—¡¿Tú, tú puedes leer la lengua antigua?!

Silvia se quedó atónita.

¿Lengua antigua? No sé de qué estás hablando. ¿Pero no está escrito en japonés? El código Konami es sencillamente el código Konami. No es más que algo que pertenece a la famosa productora de videojuegos, Konami.

—No, esta lengua es de mi país de origen. El código Konami es un truco para hacer trampas que conoce todo el mundo, y me está pidiendo que introduzca el código aquí…

Me di cuenta de lo que estaba diciendo y traté de taparme la boca en medio de la frase, pero Silvia me agarró el brazo.

—Realmente eres un hombre por encima de mis expectativas. Y pensar que tú podrías deshacer el sello que ni siquiera yo misma o el clan de la Magia Carmesí hemos sido capaces de romper…

—Yo, yo soy un aventurero, así que no pienses que me voy a someter tan fácilmente al ejército del Rey Demonio. Ya viste antes a esa arcipreste; puede usar Resurrección, así que amenazarme con acabar con mi vida no te servirá de nada…

—La violencia no es la única forma de hacer cantar a alguien todo lo que sabe, ¿verdad? Jeje, mis habilidades pueden compararse con las de las súcubos, me pregunto cuánto serás capaz de aguantar en ese éxtasis.

Escribí el código Konami en la pantalla sin dudarlo antes incluso de que Silvia hubiese terminado la frase. La pesada puerta se abrió acompañada de un sonido mecánico.

—…En serio, ¿acaso te haces llamar hombre? Aah, no importa, el tiempo es oro. Aquí está muy oscuro, no sé ni lo que tengo delante.

Silvia comenzó a mirar en el interior en busca de algo que pudiera servir como antorcha. En esos instantes me encontraba justo detrás de su espalda desprotegida.

…Puede que yo no tenga ningún arma, pero hacer eso no deja de ser demasiado imprudente por su parte. Bueno, de todos modos mi única forma de atacar desarmado es con el Toque Drenador.

—¿Umm? ¿Apagaron las luces cuando salieron de aquí? Qué le vamos a hacer, aunque mi visión nocturna no es muy buena en la oscuridad total…

En ese momento me di cuenta de que no hacía falta luchar en una situación como esa. Me acerqué sigilosamente a Silvia por detrás.

—Eh, ¿tú tienes algo que podamos utilizar como fuente de luz…?

Y desde allí…

Pum

—¿Eh?

Empujé a Silvia hacia la oscuridad del almacén subterráneo.