C³ – Cube x Cursed x Curious

Volumen 1

Capítulo 2: Haz Algo, Para Algo, En Algún Lugar / “Cuando el Contenido del Cubo es Expuesto”

Parte 7

Jojo. Jojojo. Fear rió.

Las gotas de lluvia, finalmente comenzaron a caer. De pie bajo la lluvia, ella se veía muy alegre.

“Fear… ¿Esa es realmente…Fear?”

Haruaki estaba confundido, pero nadie podía responder a su pregunta. La sangre brotó al instante desde la herida de Peavey por perder el brazo, Konoha perdió el conocimiento.

Fear robando galletas de arroz para comer, Fear haciendo un berrinche en casa, medio asistiendo a la escuela con alegría. Esas expresiones faciales comparadas con el usual rostro sonriente de Fear— claramente eran los mismos rostros, pero diferentes al mismo tiempo.

“Ahhhhh… Ahhhhhhhhhh…”

Con residuales gritos lastimosos, la colapsada Peavey comenzó a moverse. Murmurando “¡Maldita sea! ¡Maldita sea!” mientras enderezaba su cuerpo, se arrodilló mientras intentaba colocarse de pie, de repente una gran cantidad de sangre brotó de su hombro cercenado, lo que la hizo perder el equilibrio, drenando su fuerza. Agitando su brazo restante, el enorme puño golpeo el suelo, creó nuevos orificios, mientras trataba de sostener su cuerpo que estaba derribado adelante.

Apoyándose en sí misma como una bestia de tres patas, Peavey levantó la cabeza. Su cabello rubio oscureció sus ojos y prácticamente toda su expresión facial. Sin embargo, Haruaki todavía podía ver sus labios sin sangre en movimiento. En lugar de gritar furiosamente —

Ella sonrió.

“Cómo te atreves… ¿Cómo te atreves a abusar de mí y humillarme?”

Una voz escalofriante sonaba muy tranquila. Demasiado tranquila. El tono burlesco que ella llevaba hasta este punto ya no estaba presente en su risa.

Simplemente… Risa pura.

Precisamente por eso, se sintió aún más aterrador.

Ella había abandonado algo decisivamente— eso era lo que sentía Haruaki. Este era el límite de esta mujer.

De repente, aunque la sonrisa desapareció de la cara de Peavey dejándola completamente inexpresiva. Ella comenzó a moverse de nuevo, retirando su mano del suelo, escupiendo sangre mientras se levantaba.

“Horrible… lo peor… humillada por… basura…Absolutamente horroroso…”

Sólo silenciosos murmuras vinieron continuamente de sus labios. Estas palabras no tenían ninguna emoción. Tampoco esos ojos oscurecidos ni su pálido rostro mostraban ninguna expresión.

Tal vez debido a la dificultad de equilibrarse con un brazo o los efectos de la confusión interior, ella se tambaleó con gran inestabilidad. El fantasma pálido con sangre brotando de su hombro, o más, bien, el ‘Juguete de Equilibrio’.

Incluso sus murmullos temblaban vacilantes, sin parar.

“…Voy a matarte, te destruiré, y luego te violare. Felizmente te torturaré hasta la muerte… Eres sólo una herramienta… Oxidada…”

¡Clack!— El sonido de los tacones altos. Sin expresión, el juguete de equilibrio comenzó a caminar. A pasos inestables. Aun así, esa existencia anormal se acercaba al grupo de Haruaki paso a paso, murmurando para sí misma. La vista te recuerda a una pobre película de terror, presentando una escena increíble y aterradora.

Pero justo mientras Peavey avanzaba un par de pasos—

Una banda larga y delgada de tela, parecida a un vendaje, se extendía desde debajo del edificio de la escuela sobre el techo.

Debido a su gran longitud, sólo la parte delantera estaba a la vista. El origen era probablemente en la planta baja o sobre el suelo. La banda de tela se movía como si estuviera viva, envolviéndose alrededor de la cintura de Peavey, de inmediato levantó su cuerpo en el aire. Sorprendida, Peavey intentó resistirse, pero debido a sus heridas ella sólo podía agitar inútilmente sus piernas.

“¡—!”

Entonces a Peavey se la llevó la banda de tela, desapareciendo por el costado— desapareciendo en la incesante lluvia.

Sólo el silencio se mantuvo. Silencio sinónimo del sonido de la lluvia. El despertar de la destrucción era de color granate, como si representara una acuarela.

Mirando aturdido por unos segundos, Haruaki finalmente registró los elementos que lo rodean como la paz.

El enemigo se había ido.

“¿Qu…Qué?”

No hubo respuesta. Ni las grietas en el techo, ni la barandilla torcida dieron ninguna respuesta. Totalmente incomprensible.

(Como sea… Al menos el enemigo fue repelido…)

Él relajó sus hombros. Los músculos de todo su cuerpo se habían tensado severamente debido a la precipitación en la batalla sin ejercicios de calentamiento.

La lluvia aumentaba gradualmente.

Su uniforme empapado se estaba volviendo pesado, la tela se aferraba a sus brazos. Sólo en ese momento se acordó de su dolorosa herida. En el último momento, Konoha había cambiado su cuerpo, logrando así evitar el daño a los huesos o a los nervios. Sin embargo, una herida es una herida.

Con la esperanza de que el agua de lluvia quite las manchas de sangre, Haruaki suspiró.

Sin embargo— él escuchó una voz increíble en este momento.

“…Mecanismo N°8 tipo destructor, forma circular: «Breaking Wheel of France»— ¡’Curse Calling’!”

Él instintivamente se estremeció y sujetó a Muramasa delante de él sin pensar. Gracias a sus naturales reflejos, la espada bloqueó el ataque con éxito.

Se ha bloqueado el ataque que hizo Fear contra Haruaki.

La rueda y la espada resistieron entre sí. Fear apareció ante Haruaki con los ojos vacíos, sosteniendo el borde de la herramienta de tortura. Risitas se escaparon de su boca mientras su suave exhalación alcanzó los labios de Haruaki.

“Gritos… Quiero oír gritos. Yo… fui creada para este fin. Yo…que…”

“¡Regresa a tus sentidos! Se acabó, ¡el enemigo ha escapado! ¡Fear!”

¡Qué asombrosa fuerza! Empujando la rueda dura, ella gradualmente se acercó girando. Haruaki resistió desesperadamente. Esto causó que un dolor agudo brotara de la lesión de su brazo, haciéndole perder fuerza. ¡Voy a ser aplastado! Mientras él temblaba al pensar—

“… ¡Tú! ¿Qué demonios estás haciendo?”

Un rugido aterrador vino de la espada mientras se despojó del control de los brazos de Haruaki. Al mismo tiempo que desviaba la rueda, la espada negra de Konoha golpeó a Fear y la hizo volar.

Tendida en el concreto, completamente empapada por la lluvia, Fear se quedó inmóvil durante un buen rato. Después de que unos pocos segundos pasaron, la cadena de cubos que se extendían desde su mano desapareció mientras que la herramienta de tortura conectada a la cadena volvió a su forma original como un cubo Rubik.

“Ajá… Jajajaja…”

Su risa sonaba un poco perturbadora, pero Haruaki sabía. Fear había regresado.

Poco a poco se levantó. Conteniéndose tranquilamente, tenía el cabello empapado pegado a sus mejillas mientras permanecía de pie en el mismo lugar con una expresión en blanco. De pronto, levantó su brazo:

“… ¿Lluvia? Esta es la primera vez. Realmente… Así que, resulta ser tan frío. Jaja, con esto, mi cuerpo—también mi cara, ¿no está todo mojado ahora…?”

Como siempre, ella parecía estar intentando ocultar algo y salir del paso. Pero ella no podía salir del paso en esta ocasión. Haruaki estaba a punto de darle un discurso en su irritación cuando ella habló primero:

“… ¿Lo entiendes ahora? Querías conocer mi verdadera naturaleza, así que esta es”.

Su espalda se volvió hacia Haruaki, su voz sonaba bastante delicada y triste.

“Haruaki. ¿Cómo me tratarás ahora? Esta mujer está completamente en lo cierto. He asesinado a cientos, y yo fui creada con el propósito de matar de esta manera. Debido a ello, estas manos y ese yo están maldecidos. Maldecida repetidamente. Pero irónicamente, finalmente conseguí la conciencia humana como resultado de mis interminables maldiciones, sólo para darme cuenta del concepto de culpa”.

“…Algo común”.

“¿Algo común? Ja, ¿realmente? Soy consciente de mi misma. Hablando de culpa, siento que soy la peor y más abismal herramienta. Ah sí, claro, Haruaki, me quedé muy aliviada al aprender sobre tu naturaleza. Inmunidad a las maldiciones de las herramientas malditas— ese había sido mi mayor miedo antes de venir aquí. Lo mencioné, ¿verdad? Mi maldición es simplemente “algo común”… Esto provoca que el propietario se vuelva loco, obligado a utilizarme sin autocontrol. No importa cuán virtuoso o noble, siempre y cuando entro en su posesión, todos ellos han de ser como mi primer propietario… Al igual que ese maníaco homicida del señor del castillo. Utilizándome para buscar placer, interrogando y torturando a otros… Una existencia de ese tipo, ¿cómo más podrías llamarlos aparte de irremediablemente pecadores?”

“Por lo tanto— Dije, ¡no hay problema! Esto no importa, ¿verdad? ¡Porque no me afecta! Ya que se trata de una cuestión de naturaleza, que no va a cambiar el futuro, ¡por lo que puedes estar tranquilo!”

Haruaki trató de sonar lo más alegre posible, pero Fear sacudió su cabeza en desacuerdo.

“No. Recordando el pasado, recordando que esa todavía soy yo— Me he dado cuenta del problema más fundamental. Me esforcé para perseguir esperanzas y sueños, pero nunca se me había ocurrido lo estúpido que era. Traté de olvidar, pretender que las cosas nunca ocurrieron. ¡Pero está claro que es imposible!”

“Fear, ¡cálmate! ¿De qué estás hablando?”

En respuesta a esta pregunta, más preguntas fueron planteadas en rápida sucesión:

“Soy culpable. Culpable de asesinar a mucha gente. Ese es por qué estoy maldita con la culpa. Entonces, ¿qué hay del castigo? ¿Cuál debería ser el castigo?”

Todo el mundo se quedó en silencio por un momento. Sólo el golpeteo de la lluvia se podía oír, cantando una ruidosa canción.

Fear en silencio volteó su cabeza, orientando su cara mojada que goteaba hacia Haruaki— pidiendo con voz temblorosa:

“Hey… Para mí, ¿es posible encontrar la absolución? La maldición que este cuerpo sufre… ¿Podré olvidarla?”

Haruaki se quedó en silencio. Debido a que no había necesidad de responder, no tenía obligación de responder, él no quería responder, y, además era una pregunta que no tenía respuesta. Sabía que era deshonesto de él hacer esto, pero aun así ofreció una sonrisa como respuesta.

“Vamos a casa, hace mucho frío aquí”.

El motivo basado en algo deshonesto no alcanzó su corazón. Porque ella era demasiado astuta.

Mirando muy feliz, pero también muy solitaria— Fear también devolvió una sonrisa.

“Esta respuesta es tan gentil… Demasiado gentil, pero es la peor”.

Una vez más, se dio la vuelta y dio un paso hacia adelante, murmurando muy tranquila como para sí misma:

“Yo estaba muy feliz. Las galletas de arroz eran muy sabrosas. Por cierto, esta escuela, esta casa, todos me trataron amablemente… Pero, al final, yo no pertenezco a este lugar”.

“Espera… ¡Fear! Espera un minuto, ¡tú—!”

Haruaki extendió su mano hacia la mano que no podía ser alcanzada, pero aun así ella no miró hacia atrás.

“… ¿Qué pasó ahora mismo que templó mi determinación? A estas alturas, casi agregué otro crimen imperdonable a mi repertorio. Más bien que tener las cosas de esta manera— es mejor para mí dormir sola de la forma que era hasta hace poco tiempo. Así que debo irme. Siento todos los problemas que te he causado”.

El empapado cabello plateado se elevó de un salto.

Fear se fue por encima de la barandilla, desapareciendo en la lluvia.