Lazy Dungeon Master (NL)

Volumen 7

Extra 4: ¡¿Por Qué No Regresa Keima?!

Había pasado casi una semana desde que Keima se fue a Tsia. Rokuko se estaba enojando dentro de la habitación como dueña en la Posada Muñeca de Baile, con Ichika cerca.

“¡¿Por qué Keima no ha vuelto?!” Rokuko pisoteó el suelo, todavía sentada en su silla.

“Chica, tiene las manos atadas en la búsqueda, nada que pueda hacer al respecto”. Ichika por otro lado estaba tranquilo. Sirvió un vaso de té y lo colocó frente a Rokuko. Como aventurera, sabía que era normal que las misiones de guardaespaldas duraran varios días. No sabía qué búsqueda exacta había realizado Keima, pero podía imaginar que era algo así.

“… ¿Pero por qué no regresará? ¡Estoy empezando a sentirme solo!” Rokuko golpeó sus dedos contra su escritorio con impaciencia.

“Debe ser una búsqueda un poco importante. El Archiduque hizo todo lo posible para llamar al Maestro por eso, así que.”

“… Grrr”. “¿Calmada?”

“Uh huh. Oye, Ichika, ve a ver cómo está.”

“Amigo, sería mucho más rápido si solo usas tu menú o lo que sea para hacer eso”.

“Oh, claro, olvidé que podía hacer eso”. Rokuko usó su menú para abrir el mapa. El punto verde que representa a Keima se mostró junto al punto verde que representa a Niku. Sin embargo, no podía verlos en el monitor como podría hacerlo en la mazmorra.

“No es bueno. Parece que solo puedo ver de cerca cuando están en el calabozo. ¿O tal vez es solo porque están demasiado lejos? ”

“Sí, cifras. Oh. ¿Pero eso no significa que viste dónde estaba? ”

“Uh-huh”. Podía ver que él estaba en Tsia, al menos. Ella echó un vistazo más de cerca. “Espera… Está un poco fuera de Tsia. ¿Lo echaron?”

“No, definitivamente no lo echaron después de llamarlo para una búsqueda. ¿Dónde afuera está él? ¿Qué dirección?”

“Aquí, haré visible el mapa. ¿Ves? Hacia el sur”. La posición de Keima se mostraba en un mapa relativamente detallado de Tsia. Ichika lo miró.

“Ummm, estoy bastante seguro de que los barrios bajos están al sur de Tsia. Amigo, me voy a reír si le dicen que destruya todos los barrios marginales”.

“Ichika, ve a verlo”.

“Simplemente me interpondría en su camino, niña. Probablemente deberías contactarlo a través del calabozo o algo así.”

“Está demasiado lejos para eso. Sin embargo, podría haberlo hecho si estuviera en el Dungeon o en una Dungeon Battle”.

“Dang. Aun así, voy a decir que no quiere que nos metamos con él mientras está trabajando”.

“Ngggh, bien.” Si Keima teóricamente tuviera algún plan que se arruinaría por la aparición de Ichika, enviarla solo retrasaría aún más su regreso. Rokuko sabía que estaba siendo egoísta y por eso dejó el tema allí.

“Ichika. Solo hay una cosa que podemos hacer ahora. ¿Cómo se dice?

¿’Todas las cosas son para los que duermen’? ¡Supongo que tenemos que dormir, entonces!”

“Oooh, ese es uno de esos dichos de Beddisto. Me parece bien, tal vez te despiertes con una carta de él o algo así”.

“¡Correcto! ¡Vamos a la habitación de Keima! ¡Sé mi dakimakura!” Rokuko se levantó de su silla.

“Uhhh, no, gracias. Tengo un trabajo que hacer”.

“¡Haz que alguien más lo haga! Contrata a Roppe nuevamente si es necesario.” Ichika pensó que era una pérdida de dinero extrema contratar a un empleado de medio tiempo para tomar una siesta durante el día. Pero todos los que trabajaban para la [Cueva de la avaricia] básicamente habían sido reunidos por Keima para hacer su trabajo mientras dormía. Con eso en mente, quizás no fue una pérdida de dinero después de todo.

“… Bueno, okie dokie. No me importa tener que dormir temprano”. “¡Ok, date prisa! ¡Te voy a dejar atrás! ”

“Whoa! ¡Espera, Rokukooo!” Rokuko corrió hacia la habitación de Keima tan rápido que Ichika tuvo que correr tras ella.

Una vez allí, Rokuko se acostó con Ichika como su dakimakura. En la habitación de Keima.

“Ahhh… ya sabes, Rokuko, hueles muy bien por alguna razón”.

“Es difícil saber cómo es tu propio olor. Hueles a curry, Ichika… Mmnn, ahora tengo hambre”.

Mientras dormían en la cama y esperaban, llegó una carta de Keima hablando de un compromiso. Eso finalmente empujó a Rokuko más allá de los límites de su moderación.

“¡Mira esto, Ichika! Parece que Keima se ha metido en una situación realmente extraña, ¡y no me gusta! ”

“Woah, ¿en serio? Veamos aquí… Oooh, la Almohada Divina, ¿eh? Supongo que eso es lo que Maestro busca”. Keima actualmente quería las piezas de la ropa de cama divina más que cualquier otra cosa. Con eso como cebo, incluso Keima se pondría a trabajar.

“De todos modos, parece que está en Tsia en este momento. La carta lo hizo sonar como si hubiera terminado la primera parte de su trabajo, más o menos, ¡así que vamos a ver cómo está!”

“Bien, bien. Pero volveremos a casa si está ocupado, capisce?”

“Yo sé eso. Keima tardará más en regresar si nos interponemos en su trabajo”. Ahora estás seguro de todo sobre Keima, ¿eh? pensó Ichika, pero se las arregló para guardarlo para sí misma.