Otonari No Tenshi (NL)

Volumen 3

Capitulo 9: Saliendo Con Tenshi-sama

Parte 1

— Buenos días Amane-kun.

Para las personas normales una salida comenzaría desde que se encuentran en algún punto de reunión, pero en el caso de Mahiru todo comenzó en el momento en que llegó a su casa. Debido a que viven uno al lado de otro no hace falta tener ningún punto de reunión, con esa lógica llegó a la casa de Amane. La Mahiru de hoy después de todo era diferente a la Mahiru de siempre.

— Buenos días… ¿hoy te levantaste el cabello cierto?

— Si vamos a jugar con los neko-chan me estorbaría, ¿cómo me veo?

Normalmente lo tenía suelto solo con la parte de abajo amarrada, pero hoy lo tenía amarrado en la parte superior de su cabeza haciendo forma de dango, era parecido a cuando cocinaba aunque parecía que le llevó más tiempo para arreglar los detalles.

— Se te ve bien.

— Entonces está bien pero… este… si quieres reírte puedes hacerlo.

— ¿Qué sucede tan de pronto?

—… ¿Pensaste que lo tendría suelto verdad?

Mahiru presionó su pecho levantándolo levemente, con su apariencia actual mostraba más piel de lo habitual. Diciéndolo de ese modo podría parecer que se estaba exhibiendo, sin embargo el cuello era extenso con cortes que hacían ver ligeramente la piel blanca de sus hombros. Era una blusa de mangas largas, y gracias a los cortes de la blusa sobre sus brazos parecía que fuese ligera. De alguna manera daba un atractivo inocente. Parece que estaba pensado tomando en cuenta que irían a jugar con los gatos, pero aun así le quedaba bien haciendo que las líneas de sus piernas se mostraran.

En la muñeca tenía la pulsera con la rosa que Amane le había regalado la ocasión anterior, recordó que dijo que lo usaría y cuidaría como algo preciado, de pronto comenzó a sentir una calidez en su pecho.

— No lo pensaba, creo que eres linda como siempre.

—… Es un regalo de tus padres el que puedas decirlo tan directamente.

— Bueno, papá me dijo que elogiara a las mujeres cuando se ven bien… por supuesto, no es solo cortesía.

—… Te creeré.

Su rostro estaba ligeramente rojo, mientras se rendía abrazando su bolso, Amane sonrió con amargura y estaba por acariciarle la cabeza pero se detuvo. Se acababa de arreglar el cabello, no había manera que se lo desordenara desde el inicio. Mahiru tenía una mirada que parecía que quería que la acariciaran y a la vez no, pero entendió que estaba siendocuidadosocon su peinadoy sonriócon amargura. Se le quedó viendo a su mano derecha como si le faltase algo.

—… Amane-kun, ¿Estabas por acariciarme la cabeza?

— Si no te agrada dejaré de hacerlo, no es como si pudiera tocarte descuidadamente después de todo.

— La verdad no me importa pero por hoy no, me puse algo de gel.

Estaba porsalircon Mahiru así que se había vestido con la forma del otro hombre, pero aun diciendo eso no es como si le hubiese costado tanto tiempo como a Mahiru, también la ropa, tenía unos tenis, jeans negros, camisa blanca con cuelo en V y una chaqueta, un atuendo casual, por lo que no era como si se hubiera vestido demasiado elegante. Al caminara lado de Mahiru parecía degradarse, pero era solo un problema dentro de su cabeza, por lo que no había nada que hacerle.

—… ¿Quieres hacerlo?

— Está bien, después de todo hoy iremos con los gatos, me aguantaré.

— Pero no es como si quisiera que lo hicieras… eh… quieres hacerlo…

No es como si a Mahiru le detestara que le tocaran el cabello, mejor dicho, lo sentía bastante bien, no podía negarlo, pero cuando Amane vio su rostro de satisfacción le dieron más ganas de hacerlo. Al principio Mahiru estaba temerosa pero por fin estaba sonriendo.

—… Entonces, por hoy acariciemos mucho a los gatitos.

— Si.

— Nos vamos.

— Nn.

Le daban algo de cosquillas el solo pensar que saldría a alguna parte con Mahiru, así que siguiendo su petición, salieron de casa.

Al caminar a un lado de ella pareció recordar algo y le tendió la mano.

— Aquí tienes mi mano.

Lo dijo en un tono de voz más elegante intentando engañarla, y Mahiru con sus mejillas levemente sonrojadas tomó su mano con una sonrisa.

Cuando menos había investigado algo, pero la verdad es que cuando entró el interior era más amplio de lo que pensaba. Terminaron de lavarse las manos en la recepción y usar anti bacterial con alcohol, y ambos entraron en la cafetería donde pudieron ver a los mininos caminando por todos lados entreteniendo a los invitados.

— Ohh… es bastante grande… y limpio.

Si tuviera que hablar de un lugar designado para comer era de lo más evidente, pero parecía estar más pulcro de lo que imaginaba, casi no se sentía el olor de los animales, prácticamente no olía a nada. En internet vio a muchos que hablan mal de ello pero parece que incluso los gatos estaban cuidados con higiene. Parecía ser un Neko café famoso ya que quedaban muy pocos asientos vacíos. Tenían preparada una casa escondida para los gatos, más que para tocarlos, parecía ser un lugar preparado para compartir el mismo ambiente. Este café es por tiempo limitado, entre más tiempo se esté en el lugar más caro es, pero era un ambiente bastante limpio y tranquilo como para no pensar que era una lástima pagar por ello.

— Fuaa… gatos…. Amane-kun, mira, son lindos.

Lo dijo en voz baja debido a que había más clientes en la tienda, pero parecía estar bastante emocionada mientras jalaba a Amane por la manga de la camisa. Había toda clase de gatos, y sus ojos estaban brillando viendo por todos lados. Realmente no habían hablado mucho acerca de animales, pero parecía que Mahiru le gustaban mucho los gatos, estaba emocionada y Amane comenzó a sonreír sin pensarlo.

— Es cierto, son lindos.

— Si, a, parece que esta pequeña se llama Shilk-chan.

Mahiru que no podía comprender por qué eran tan lindos, se quedaba viendo a los perfiles con los nombres y fotografías que le había dado la trabajadora de la tienda El rostro, la cola y las patas del gato eran negras, mientras que el pelaje de su torso era blanco. Tenía unos ojos azules, y por su forma parecía que fuese un gato elegante. Mahiru quería tocarlo, estaba inquieta mientras que el gato la observaba y estiró la mano tocando su pequeña nariz que se movía mientras la olía. Solo con eso dejó salir un “qué lindo” parecía que en verdad le gustaban los gatos. Pero Shilk después de oler a Mahiru comenzó a alejarse con un elegante caminar. Mahiru claramente se había desanimado.

— No es como si te odiara, creo que simplemente terminó de saludar.

—… ¿Es asi?…

— Bueno, basta con que se acostumbren un a poco, por ahora vayamos a tomar asiento.

Tomó la mano de Mahiru que se encontraba de pie y se sentaron en los cojines que estaban disponibles. Una vez allí por fin lograron ver toda la habitación lentamente, después de todo había toda clase de Staff. El gato de antes era uno que tenía un cascabel, pero además habían gatos americanos de pelo corto, egipcios, Russian blue, belga, habían toda clase de gatos. En un asiento alejado el gato Americano de pelocortose había subidoa la mesa yhechobolita, las mujeres que estaban sentadas allí comenzaron a acariciarlo.

— Que lindo…

Estaba viendo a las otras clientas con una mirada sin esconder sus deseos, y Amane sonrió con amargura mientras veía el menú. Parece que todas las bebidas y alimentos en el lugar estaban bien valoradas. La recomendación era un latte que tenía un gato hecho de leche sobre él. Parece que había una trabajadora que lograba hacerlos inusualmente bien, se solian subir muchas fotografías en las redes sociales de ello.

Dejó de lado por el momento a Mahiru que observaba a un gato que andaba vagando por allí y llamó a la empleada para pedir el latte.

— ¿Puedo tomarme la libertad de pedir lo mismo para ti?

— ¿He? Ah, sí, está bien.

Después de todo su atención estaba siendo robada por los gatos que ni siquiera se había dado cuenta. Mahiru era de las personas que estaban bien sin importar si fuese té o café, y ya que estaban en el lugar pensó en ordenarle una pequeña sorpresa así que lo dejo en secreto.

Pasó poco tiempo cuando regresó la mesera con una sonrisa, después de bajar lentamente los latte en la mesa procurando no destruir la forma dio una ligera reverencia para después retirarse y Mahiru clavó la mirada sobre su latte.

— ¿No te gusta algo como esto?

— ¿He? A, no, es muy lindo…

— Que bueno.

El latte que había ordenado y que se encontraba frente a Mahiru tenía la forma de un pequeño gatito durmiendo, estaba dibujado haciendo uso de la cocoa, mientras que para Amane era un gatito que parecía estar saliendo por la orilla. Tenían formas muy definidas y eran lindos, era de esperarse que fueran famosos.

Mahiru estaba impresionada sacando el celular y tomando fotografías, pero por algún motivo parecía algo aturdida.

— Es tan lindo que no puedo beberlo…

Susurró como si fuese algo grave, y sin sonrió sin querer.

— No te rías.

— Solo pensé que te preocupabas por cosas lindas.

— Es que… es un desperdicio destruir este lindo gatito…

— Aunque creo que sería un desperdicio como bebida.

— Uu…

Bueno, no era como si no comprendiera los sentimientos de Mahiru, pero si lo dejara solo eventualmente se desmoronaría, así que creyó que la creadora seria más feliz que lo bebieran ahora que estaba caliente que a cuando se enfriara y la figura se desmoronara. Amane después de disfrutar la vista un momento, bebió de su Latte sin contenerse.

Soportó sonreír cuando escuchó un gemido de lastima “Haaa…” a un lado suyo, pero continuó tomando lentamente de su latte. Mahiru por su parte estaba un poco desanimada pero bebió procurando no destruir la figura, y después de todo sabía bien, era un café con un sabor ligero por el chocolate. Realmente no era muy dulce, pero no era como si Amane pudiese tomar un café negro.

— Nn, es delicioso.

Dejó salir un suspiro mientras que Mahiru llevaba la copa a su boca lentamente. Su figura tomando del latte de manera tan precavida para no destruir la figura era linda y divertida, sin querer sonría cada vez más.

—… Creo que se están burlando de mí…

— Es tu imaginación, ¿esta delicioso?

— Si, por supuesto.

Al ver a Mahiru que había alejado la copa de su boca para dejarla en la mesa… no pudo resistirlo y sus hombros comenzaron a temblar.

— ¿De qué te ríes?

— Ah, no, es que tienes un bigote blanco.

Sería que estaba tan concentrada en no romper la figura que no se percató de las demás formas con leche, y ahora Mahiru tenía un bigote blanco como Santa-san. Era tan linda que sin pensarlo sacó su celular para tomarle una fotografía.

— ¿He? ¿Acabas de tomar una foto?

— Perdón… ¿tengo que eliminarla?

— ¿Quieres dejar esa expresión lamentable?

— Eras tan linda, fue sin querer.

Al decir eso Mahiru junto sus labios y se enrojeció, solo dijo en voz baja.

—… Pero solo una he.

Aun diciendo eso tenía el bigote blanco, y mientras soportaba la risa asintió con su pecho llenándose de calidez.

—… Ah

Cuando estaba terminando de beber el latte, uno de los gatos saltó sobre las piernas de Amane, se trataba del gato americano de pelo corto de hace poco. Según su perfil se llamaba Kakao (hembra). No sabía bien acerca de que tan acostumbrada estaba a las personas, y Amane no sabía qué hacer cuando de pronto saltó a sus piernas. La había aceptado, pero había sido tan repentino que no podía tranquilizarse. Comenzaba a acurrucarse sobre sus piernas, como si estuviera diciendo que ese era su lugar mientras se hacía bolita.

— Parece que está muy acostumbrada a las personas.

Mahiru lo veía con envidia mientras que la gatita olfateaba el aroma de las manos de Amane. Cuando terminó de olfatear comenzó a restregarse contra la palma de su mano, como queriendo que la acariciaran, y al igual que como lo había practicado con Mahiru, llevó la mano a su barbilla y comenzó a acariciarla. Solo con tocarla podía sentir como ronroneaba.

Estaba acariciándola mientras susurraba para sí mismo “Que linda” mientras que Mahiru a su lado se le quedaba viendo con envidia, no pudo evitar reír.

— Mahiru,.. Tu mano.

— ¿He? A, sí.

Le entregó su mano honestamente, así que Amane alejó su mano de Kokoa, y en cambio dejo la mano de Mahiru sobre su cabeza. Posiblemente el gato estaba bastante acostumbrado a las personas, con saludarun poco se dejó tocar. Cuando acercó su mano la olio un poco para después soltar un quedo maullido y apoyar por completo su cabeza contra su mano, los ojos de Mahiru estaban brillando.

— Amane-kun, me dejó acariciarla.

Mientras que Mahiru sonreía, Amane comenzó a acariciar su pelaje. Era bastante suave, no tenía ningún mal aroma, le hacía pensar que los empleados los cuidaban muy bien. Todos los gatos tenían un buen color y bonito pelaje, no había ningún gato demasiadogordonidemasiadodelgado,también tenían la libertadde caminar por donde quisieran, parecían bastante saludables.

—… Que lindos

— En verdad… te tengo envidia Amane-kun…

— ¿Qué te parece si le pides permiso a Kokoa? Puede que te deje que la subas en sus piernas.

Mahiru intentó golpearse ligeramente sobre las piernas mientras la llamaba, y Kokoa, después de un maullido saltó a sus piernas. En ese entonces la expresión de Mahiru era de una felicidad que no había visto antes.

— ¡Mira! ¡Se subió!

— Que bueno, vamos, parece que quiere que la acaricies.

Parecía que le gustaba más las piernas suaves de Mahiru que las duras piernas de Amane, maulló más fuerte que antes mientras llevaba su cabeza a la mano de Mahiru. Amane sacó el celular y le tomó a una fotografía con su gran sonrisa de felicidad mientras sonreía con amargura.

— ¿Esta bien?

—… Digamos que sí.

Después de decir eso Mahiru sonrió mientras acariciaba a Kokoa, y Amane se puso de pie. En una repisa cerca del muro habían varias clases de revistasy mangas, así que pensó en llevar algo a la mesa. El Neko-café no era solamente para divertirse con los gatos, tenía como objetivo tener un lugar para relajarse en un ambiente compartido con los gatos.

Mientras que Mahiru estaba entretenida acariciando a Kokoa, comenzó a hojear los libros para ver cuál llevaba cuandose percató que a sus pieshabía llegadoShilk, la primer gatita que había saludado Mahiru. Intentó acercarle un dedo, y después de todo lo olfateo a modo de saludo. Ese gesto era tan lindo que terminó sonriendo sin querer, y después de terminar de olfatearlo levantó las patas delanteras para saltar a su pecho. Emitió un maullido más fuerte que el que había hecho Kokoa y Amane terminó sentándose en el suelo. También estaba acostumbrado a las personas y se dejó acariciar, mientras ponía una expresión de satisfacción.

En la casa de Itsuki también había un gato, por lo que conocía la manera de tocarlos, ¿de qué manera haría al gato sentirse mejor? Comenzó a moversu mano viendo sus reacciones para comprenderla mejor.

(Qué linda)

Sintió como ronroneaba mientras la acariciaba y sus labios dibujaron un arco, al principio tenía una actitud alejada, pero desde que le permitió tocarla dejo que le diera cariños.

(Me parecía que me recordaba a alguien, ¿Mahiru?)

Mahiru también en un principio emitía un ambiente que no le permitía acercarse, pero una vez se lo permitió y le tuvo confianza se descuidaba y se dejaba recibir cariños. Ya había pensado que se le parecía en ese aspecto, pero ahora que los comparaba de verdad se parecia mucho a una gatita.

Amane en el fondo de su corazón le puso a Shilk el nombre de Tenshi-sama No.2 y mientras sonreía acariciándola escuchó el sonido de una cámara. Levantó la cabeza y enalgún momento Mahiru se había acercado y tenía el celularen posición.

— Pensé que estabas tardando… ¿En que momento te llevaste bien con Shilk-chan?

— No sé por qué pero vino a que la acariciara.

— Eres injusto… yo también quiero tocarla…

— ¿Y Kokoa?

— ¿Los gatos son seres bastante libres verdad?…

Parece que se había ido a alguna parte. Al voltear a ver alrededor del café, Kokoa se encontraba echa bolita en el segundo piso de una torre para gatos, hace poco se había dejado tocar por Mahiru, pero debió de haber sido solo por capricho.

— Amane-kun, ¿Shilk-chan te agradó más?

— No, no es como si ya hubiera tocado a todos… es solo que… pensaba que se parecia un poco a ti.

— ¿Se parece a mí?

— Al principio no se dejaba tocar, pero dio la vuelta y cuando regresó una vez acostumbrada realmente se deja recibir cariños.

Solo que al regresar con confianza termina pareciendo un poco a un cachorrito, al final no podía descartar que era más bien como un hibrido entre perro y gato-Podría ser que para ella haya sido algo inconsciente, pero para Amane era una sensación un poco embarazosa y de felicidad.

—… No soy una gatita, además, no es como si me acercara a cualquiera.

— Bueno, siempre estás muy alerta después de todo.

—… ¿No me estarás tratando como un gato?

— No estoy haciendo eso.

En algún momento Amane había dejado de acariciar a Shilk por conversar con Mahiru, y le preguntó con un “¿Naa?” preguntandole si estaba de acuerdo con él. Shilk por su parte parece que leyó el ambiente ya que maulló en respuesta con un “Naa” y Mahiru no continuó con el tema. Solo se quedó viéndola hacia abajo insatisfecha, y Amane, usando la mano izquierda con la que no estaba acariciando al gato acarició la cabeza de Mahiru.

—… Después de todo me tratas como un gato…

— Bueno, bueno, vamos, juguemos con Shilk, parece que si se lo pedimos en recepción nos prestaran juguetes.

— ¿No me vas a engañar?

— ¿No quieres jugar con nosotros?

Le preguntó mientras jugaba con Shilk, y Mahiru inclinó los labios diciendo “Amane-kun, eres injusto” dirigiéndose a la recepción para pedir algún juguete. Amane abrió grande los ojos ya que quería ser el que fuera por el juguete cambiándole el lugar.

— ¿Qué es injusto?

Se le quedo viendo a Shilk preguntándose a que se refirió y Shilk Maulló como si quisiera decir “como si supiera” levantando su frente y acariciándose contra la mano de Amane.

Al final no supo porque fue que Mahiru se molestó, pero mientras jugaban con los gatos parece que volvió a estar de buen humor mostrándole una sonrisa. En mitad de aquello el gato se centraba más en Amane mientras que Mahiru los veía con una sonrisa amarga. Algunos gatos por algún motivo comenzaron a subirse a las piernas de Amane. Pero al ver que Mahiru se ponía así, Shilk, como diciendo que no había remedio, se subió a las piernas de Mahiru.

Parece que era agradada por los gatos, a pesar de que no les estaba dando de comer otros gatos se acercaron a ella, cuando de pronto les anunciaron que su tiempo en el Neko café había terminado.

Ambos se dirigieron al lavamanos para quitarse los pocos pelos que pudieran haberles quedado de los gatos mientras que Mahiru parecía algo insatisfecha.

— ¿Qué pasa con esa cara?

— No necesitas ser tan cuidadoso conmigo.

— No fue eso, es solo auto satisfacción así que no necesitas preocuparte.

Había pagado por su cuenta, así que no hacía falta que se preocupara.

— Mejor dicho, desde mi punto de vista esté es un lugar al que había querido venir pero no podía entrar solo, así que es como un agradecimiento, ¿Si?

—… Pero…

— En este tipo de situaciones deberías dejarte consentir, Si no estás conforme… cierto… la próxima vez que vengamos juntos será sin boleto.

—… ¿Pero no estoy solamente ganando?

No había problema, solo sonrió y volvió a entregarle la mano.

Terminaron de almorzar en un restaurante que habían elegido por adelantado y se dirigieron a realizar las compras. Por cierto, el restaurante era bien valorado y su comida fue deliciosa, pero si tuviera que decir algo diferente a sus gustos, es que después de todo perdían contra la de Mahiru, haciéndole recordar que la cocina que ella preparaba era la mejor.

Había muchas personas si se le comparaba con un día normal tomando en cuenta que se encontraban en la Golden Week, así que sostuvo firmemente la mano de Mahiru acercándose al muro para decidir lo que harían a continuación.

— Por cierto, ¿A que venimos al centro comercial? Dijiste que querías comprar algo, ¿pero qué quieres comprar?

— Este, no te lo había dicho pero, pensé que sería divertido dar vueltas mientras veíamos las cosas… ¿no se puede?

— No, está bien, estoy bien con las compras de mostrador.

Había muchas ocasiones en las que su mamá lo llevaba dando vueltas, por lo que tenía cierta resistencia a comparación con muchos hombres a quienes les parecía difícil. Además, tampoco era mala idea ver lo que quería Mahiru.

— ¿Qué te gustaría ir a ver? Hay artículos diversos, ropa, interiores…

Se trataba de un centro comercial grande en el que tenía una incontable cantidad de tiendas de ropa, comida, entre otras cosas, era tan grande que no terminarían de ver todo en un día. Sería imposible ir a verlas todas, así que podrían concentrarse hasta cierto punto en las tiendas que querían ir a ver.

— Entonces… ¿Qué tal la ropa?

— Está bien, ¿quieres comprar ropa nueva?

— Si hay algo bueno entonces lo compraré, este año hay que sacar las cosas de primavera, por lo que pensaba en comprar algo nuevo.

— Primavera… el tiempo pasa rápido.

Después de todo se acercaba una estación en la que terminaría sudando, pero aun así le parecía que habían cambiado rápido las estaciones. Después de todo no tenía una sensación de que fuera primavera.

— La primavera de este año… ah… este… ¿vendrías conmigo… a mi casa?

— ¿He? Ah, sí, Aunque sí solo a Amane y a Shihoko no les importa.

Anteriormente habían hablado de ir a casa junto con Mahiru, y parecía que aún lo recordaba.

— Después de eso le pregunté una vez a mamá y dijo que “por favor”… mejor dicho, casi me pedía a la fuerza que te llevara.

Aunque no se lo pidiera ya era seguro que se lo permitiría, pero quería corroborar para preparar la habitación respondiendo “Es más que bienvenida” así que se decidió que en el verano Mahiru fuera a la casa de Amane. Si no la llevaba Shihoko lo cremaría, así que era de agradecer que Mahiru tuviera intenciones de ir.

— Bueno, el lugar en el que creci no es la gran cosa que digamos, aunque puede haber muchas instalaciones de ocio.

— ¿En serio?

— Mamá ya se dio una vuelta antes para que no haya ningún problema, lugares como centros comerciales como este, parques tontamente grandes, y una inútilmente gran piscina con toboganes.