Kumo Desu Ga Nani Ka?

Volumen 15

Interludio: Yuri

“¿Señorita Phelmina?”

Volviendo a mi habitación, me giro hacia la joven que me había seguido hasta el interior.

Me he encontrado con la Señorita Phelmina en algunas ocasiones desde que me lavaron el cerebro.

Ahora bien, sabía que pertenecía a una organización bastante separada del ejército imperial, ¿pero quién iba a imaginarse que era el ejército demonio?

Supongo que cuando a uno le lavan el cerebro, se vuelve completamente ajeno a ese tipo de cosas.

¡Por lo tanto, debo aprender de mis errores observando todo desde todos los ángulos!

“¿Todo lo que dijo Shun antes es verdad?”

Miro a los ojos de la Señorita Phelmina mientras pregunto.

Ella se inclina un poco hacia atrás como para evitarme, pero acerco mi cara mucho más.

“… Emm, estás un poco… demasiado cerca.”

“Contéstame.”

“Te voy a contestar. Solo, ¿podrías dar un paso atrás primero?”

La Señorita Phelmina rompe nuestro concurso de miradas apartando la cara.

Confiando en el hecho de que me responderá, retrocedo un paso.

Después de todo, es muy importante ser confiado y fiel.

“… Solo para que lo sepas de antemano, tan solo puedo decirte lo que escuché de la Maestra y el Señor Demonio y tal. No puedo confirmar si todo eso es cierto.”

Phelmina suspira y se acomoda antes de continuar.

“No tenemos manera de probar si el estado actual de este mundo, el sistema y los eventos del pasado están todos conectados.”

“Por supuesto.”

Cuando lo pone de esa manera, me doy cuenta de que tiene razón. Ninguno de nosotros puede probar si los que nos han contado los otros es cierto.

En nuestro mundo anterior, había mucha información en Internet, pero gran parte de ella también tenía una precisión cuestionable.

De hecho, no tenemos forma de saber ni siquiera si la información que nos contaban en la escuela era toda verdad.

No es como si hubiésemos sido testigos de esos eventos históricos por nosotros mismos, ni hemos visto personalmente los átomos que nos enseñaron en química.

Estoy empezando a sentir que saber qué es verdad y qué creer es, de hecho, bastante importante.

“Pero si te parece bien, estaré feliz de compartir contigo lo que me han dicho, si quieres.”

“Por favor, hazlo.”

“Muy bien.”

Con eso, la Señorita Phelmina me dijo todo lo que sabía.

Parece ser bastante buena explicando: Los puntos principales eran fáciles de seguir y se abstiene de expresar sus propias opiniones o emociones mientras habla.

Por lo tanto, puedo aceptar fácilmente todo lo que dice.

“Eso es todo lo que sé.”

“Ya veo. Gracias.”

Una vez que acaba, inclino mi cabeza hacia el cielo.

Ah, mi mente es un mareo de información, no tengo ni idea de qué hacer con nada de eso.

En momentos como este…

“¿Eh? ¿Q-qué estás haciendo?”

La Señorita Phelmina exclama en estado de shock, pero este tipo de cosas realmente me calman.

Básicamente, me corté con mi uña.

Sí, en la muñeca.

“¡Tenemos que parar la hemorragia! ¡No, espera! ¡Magia Sanadora!”

La Señorita Phelmina cierra rápidamente la herida, pero el hilo de sangre y el recuerdo del dolor aún persisten.

El frío cuando mi uña rompió la piel me ayuda a recuperar la compostura.

Entonces el dolor y el calor que se extienden de la herida me tranquilizan.

No lo había hecho en mucho tiempo, pero lo hacía muy a menudo en el pasado.

Como en este mundo hay Magia Sanadora, un siquiera necesitaba dejar una cicatriz.

<El dominio ha alcanzado el nivel requerido. La habilidad [Mitigar Dolor LV8] se ha convertido en [Mitigar Dolor LV9].>

“Ahh…”

Puedo oír una voz.

¡La Palabra de Dios!

“Es cierto. No importa cual sea la verdad, ¡Dios todavía nos habla! ¡Puedo escuchar la voz de Dios!”

Me dirijo hacia el cielo.

Todo lo que puedo ver es el techo, ¡pero me dirijo hacia lo que hay más allá!

“¡Mi fe está aquí! ¡Dios! ¡Oh Dios!”

Dios es real.

Puedo oír la voz de Dios.

¡No sé lo que es o no es verdad, pero este es un hecho del que nunca dudaré!

¡Aunque la iglesia de la Palabra de Dios fuera construida sobre la ostentación y la mentira, la fe de mi corazón es más real que nunca!

¡No tenía por qué haber dudado de nada!

¡Desde el principio, ya tenía mi respuesta, y mi fe nunca vaciló!

“¡Recemos! ¡Regocijémonos! ¡Oh Dios! ¡En nombre de Dios! ¡Lady Sariel! ¡Ahh, Lady Sariel!”

¡Ahh! ¡Es tan emocionante poder pronunciar ese bendito nombre!

¡Cómo deseo compartir esta alegría con otros!

“¡Señorita Phelmina! ¡Por favor, únase a mí!”

“¡¿Eh?! Em, yo, n-no gracias…”

Ohhhh…