Shokei Shoujo no Virgin Road (LN)

Volumen 2

Capítulo 2: Nadie Sabe A Donde Lleva La Neblina

Parte 2

Fuerza     Guía:      Auto-Conexión      (Condiciones Cumplidas)—Acercamiento Impropio, Pureza Conceptual [Tiempo]—Liberar [Retroceso: Memorias, Alma, Espíritu]

Cuando Akari abrió sus ojos, todo lo que pudo divisar fue blanco. Y cuando intento incorporarse, el movimiento hizo temblar toda la superficie. Tal parece que estaba recostada sobre un pequeño bote.

—Aaah…

Bostezando de una forma muy poco femenina, estiró sus brazos y piernas. Luego miro sus alrededores, pero no pudo distinguir algo. El aire rodeándola era tan denso que no dejaba espacio para nada que no fuera blanco. Sin embargo, definitivamente no debía de ser ese el caso, ya que detrás de la neblina cegadora resonaban sonidos espeluznantes.

Si había despertado así, eso significaba que se habían cumplido ‘ciertas condiciones’.

Totalmente despierta por primera vez en las últimas dos semanas, Akari puso en orden sus pensamientos.

Su actitud de ahora contrastaba con la chica ingenua que conocía Menou. Tenía claro que se encontraba en una situación extraña, pero no mostró señales de estar nerviosa. Dada su actitud tranquila, cualquiera diría que tenía el control de la situación.

Y en efecto; esta Akari verdaderamente comprendía lo que estaba sucediendo.

—¿Tan pronto llegamos a Libelle?

El pequeño bote que la transportaba chocó con algo y se detuvo.

Era difícil de distinguir por la neblina, pero sobre lo que estaba flotando no era del todo un océano, sino una acumulación sumamente extensa de sangre y carne putrefacta. No cabía duda de que se trataba de un lugar horrible. Si fuese la primera vez, seguro estaría hiperventilándose en posición fetal. Pero ahora comprendía el hecho de que no poder ver era una bendición.

Porque se hallaba en medio del Pandemónium.

El aroma masivo de la sangre y la muerte nunca dejaría de ser un asco, pero había transitado tantas veces por este paramo que pudo mantener la compostura.

—Si estoy aquí ahora, eso significa que las cosas van de acuerdo al plan.

Sabiendo exactamente dónde estaba y lo que estaba sucediendo, hizo girar la tela en su cintillo mientras hablaba consigo misma.

—Así que llegamos a Libelle. Eso es un alivio. Ahora sólo tengo que–¡¡¡¿WAHHHHHHHHHH?!!!

Ese último grito fue porque de repente el bote salió disparado hacia arriba.

Un instante después, Akari se encontró suspendida en el aire. Algo emergió del océano de pesadilla. Fue un monstruo gigante, tan inmenso que la chica apenas pudo divisar una parte de él. Sería imposible calcular el tamaño de su boca; ni hablar del resto de su cuerpo.

—Hrmm. Perdóname, Menou…

Al ver cómo cerraba sus fauces, Akari sostuvo el cintillo en su pecho para asegurarse de no perderlo y se encogió de hombros.

Si estaba en la neblina, eso significaba que el viaje estaba prosiguiendo tal y como ella lo había previsto.

Y dado que estaba prosiguiendo tal y como ella lo había previsto, este no podía ser el final.

—Pero tampoco puedo morir aquí.

El cuerpo de Akari fue consumido por el abismo.

***

Manteniendo el equilibrio, Menou observó la neblina.

Se encontraba de pie sobre la proa de un pequeño barco cuyo motor funcionaba con Fuerza Guía. Cuando hizo la petición a Silicia para que le facilitara una embarcación, Menou se sorprendió por la facilidad con la que está accedió.

Una masa de neblina estaba posicionada sobre la superficie del mar azul, tan densa que daba la ilusión de que una nube cumulonimbos se había asentado encima del océano. Los navegantes a menudo recomendaban a los pescadores novatos no mirarla por demasiado tiempo, dado que comúnmente perdían el sentido de la distancia y acaban siendo engullidos por la misma.

Eso es el Pandemónium.

Una neblina gigantesca que consume y consumirá por completo todo lo que se encuentre dentro de las coordenadas donde alguna vez existió la Alianza de las Islas del Sur. A simple vista, aparenta ser el más tranquilo de los vestigios dejados por los Cuatro Mayores Errores Humanos.

Pero eso era así solo cuando se miraba el exterior.

La prosapia de los monstruos. El dominio de los demonios. Un reino gobernado por el amo de los avernos que buscó devorar toda la faz mientras cabalgaba una criatura abominable—

Lo cierto que todas estas leyendas sobre una existencia impía fueron el resultado de las descontroladas fantasías de una niña Errante materializadas por una terrible Pureza Conceptual.

Fue una niñita, alguna vez inocente, quien trajo el Concepto del Pecado Original a este mundo. Y dicha niña fue sellada y a día de hoy mora dentro de aquella neblina.

Los únicos registros que sobrevivieron sirvieron como revoltijo para incontables leyendas y mitos folclóricos, pero la mayoría coincidió en que incluso un monstruo lo suficientemente grande como para devorar islas enteras le obedecía como su siervo mientras causaron estragos por el mundo. La barrera de la neblina era la única forma de mantener a raya los enjambres de monstruos.

Y Menou acababa de enviar a Akari a ese infierno de pesadilla.

No le tomo mucho tiempo hacerlo luego de que arribaran del puerto. Menou le dio a Akari un fuerte somnífero (bajo el pretexto de que era para evitar el mareo), y pronto cayó profundamente dormida. Entonces acercó el barco lo más que pudo al Pandemónium y recostó a Akari en un bote salvavidas para luego arrojarla a la deriva en la neblina.

—Ahora… vamos a ver qué pasa… —Murmuró Menou para sí misma.

Se decía que una vez que alguien se adentraba en la neblina, nunca podría escapar. Era bastante sencillo entrar desde el exterior, pero la barrera impedía la salida. Por eso, Menou planteó la hipótesis de que ni siquiera Akari, que tenía el poder de retroceder en el tiempo y volver de la muerte, podría escapar si estaba sellada dentro.

Sin embargo…

Una voz en el fondo de su mente objetó.

¿Y si Akari de verdad viene del futuro?

—……

Era una teoría que había empezado a formar después del incidente en Garm: ¿Qué pasaría si en algún futuro próximo Menou hubiera fallado en la ejecución de Akari, resultando en que ella conjurara un encantamiento de clase mundial para retroceder el tiempo de todo el mundo?

Si iban a dirigirse a la tierra sagrada, era inevitable que pasaran por Libelle. Y una vez que estuvieran en Libelle, era imposible que a Menou no se le ocurriera sellar a Akari dentro de la neblina. La idea de deshacerse de Akari por medio del Pandemónium era algo que no pasaría por alto. Pero si este método de matarla realmente funcionaba, entonces no debería haber forma de que Akari utilizara luego su Retroceso para volver al pasado.

Se había preguntado si ocurriría algo inesperado justo antes de enviar a Akari a la neblina.

Es por eso que cuando la Luz Guía de la nave parpadeó, Menou no se sorprendió demasiado.

Fuerza Guía: Conectar—NT?i?KC, Pureza Conceptual [Tiempo]—Conjurar [Retroceso]

La luz centelleó en el aire y bailó para dibujar la figura de un reloj. Menou ya había visto este fenómeno antes. Luego la luz se dispersó y una chica apareció por arte de magia.

Y lo primero que hizo la chica luego de violar la ley de conservación de la masa fue golpearse la cabezota contra el suelo.

—¡¿Ow?! —Dejó escapar un quejido sorprendente.

Mirando a la chica que apareció de la nada en cuestión de segundos, Menou soltó un suspiro.

—¿Ah? ¿No estaba durmiendo en el camarote?

—Te levantaste medio dormida y te golpeaste la cabeza. Ciertamente das pena, y lo digo en serio.

—O-oh, vale. —Mirando a su alrededor y parpadeando, Akari no cuestiono su explicación. — Ahhh. Debí haber dormido como un bebé.

—Nunca había visto a nadie dormir durante tanto tiempo sólo por un medicamento para el mareo.

Una vez más, Akari no parecía pensar que Menou hubiera intentado matarla. Tal vez había muerto en la neblina sin siquiera despertar.

Menou terminó la conversación y la guio de vuelta a su camarote. Era dudoso que Akari se diera cuenta, pero en el caso de que preguntara por el desaparecido bote salvavidas, sería molesto tener que inventar una excusa.

—Será mejor que volvamos al puerto. El viento salado es malo para el cabello.

—Sipi. No me gustaría que tus hermosos risos se secarán, Menou.

Pandemónium.

Había imaginado que sería un método de ejecución bastante eficaz, pero Akari volvió de entre los muertos. La naturaleza abstracta del Retroceso fue capaz de asegurar que ella reviviera en un lugar seguro con su cuerpo sano y salvo.

Un lugar seguro…

Lo que significa que ahora mismo, Akari consideraba que junto a Menou era el lugar más seguro donde podía estar.

—……

Menou había estado temiendo el crecimiento de los poderes de Akari.

Las Purezas Conceptuales devoraban gradualmente a sus usuarios. Al ser la Fuerza Guía más cercana a la verdad pura en este mundo, cambiaban incluso a la persona que las utilizaba para que esta se acercarse a su concepto. Los que se convirtieron en Errores Humanos perdieron por completo sus personalidades y actuaron de acuerdo a sus respectivos Conceptos, con resultados desastrosos.

La forma más obvia de compensación eran los recuerdos.

Cuando los Errantes como Akari utilizaban la Fuerza Guía, perdían sus recuerdos. Mediante la Fuerza Guía se podía extraer poder del alma y controlarlo mediante el espíritu. Normalmente, el poder de un alma pertenecía al usuario, por lo que no se perdía nada. A lo mucho, las personas que nacían con demasiada Fuerza Guía tendían correr el peligro de que sus espíritus se desequilibraran, pero eso se regulaba fácilmente con el entrenamiento. Momo era un ejemplo de ello.

Pero las Purezas Conceptuales que se acoplaban a las almas de los Errantes no eran algo que naciera de ellos; o al menos no en principio.

Como resultado, el uso de la Fuerza Guía por medio de una Pureza Conceptual implicaba inevitablemente la expulsión de los recuerdos y la personalidad del alma como si fueran un lastre. La pureza del poder aumentaría cada vez más, hasta que finalmente, las reglas no escritas de la Pureza Conceptual dentro del alma de esa persona se convertían en su única guía y motivación.

Mientras Menou miraba la espalda de Akari, murmuró para sí misma.

—…está bien. Por ahora, estoy segura.

¿Su temor era que la Pureza Conceptual creciera en poder? ¿O temía a algo más?

—¿Hmm? ¿Estás bien, Menou?

—Me ha preocupado desde que te vi en el baño, pero… acabo de comprobarlo, y aún no te has puesto gorda. Estarás bien por ahora.

—¡¿Perdón?! ¡¿Qué quieres decir con “por ahora”?!

La propia Menou todavía no era consciente de su discordia.

Lo que sentía era algo más que la decepción de no haber conseguido ejecutar a Akari. Cuando la Fuerza Guía iluminó la nave, hubo un poco de alivio mezclado en su frustración. Y, en primer lugar, el dolor que sintió en el pecho cuando echó a Akari al mar empezaba a ser algo más que simple culpa.

Era una emoción mucho más complicada, aunque de cierto modo más sencilla y completamente natural.

No quiero hacer esto.

En el fondo, Menou estaba experimentando el mismo sentimiento que una vez había percibido en las otras niñas del monasterio.

***

Partieron de regreso al puerto.

Cuando se trataba de Motores Guía, Menou era bastante capaz. Después de todo, los fundamentos de manejo para los transportes de ese tipo eran una de las muchas cosas que le habían enseñado en el monasterio.

Sin embargo, una particularidad de aquellos motores era que dejaban pequeños rastros brillantes de Luz Guía. No contaminaban ni nada, y al cabo de un tiempo desaparecerían de la superficie del océano…

pero Akari no dejaba de inclinarse sobre la borda para mirar las lucecitas, para desdicha de Menou y sus nervios.

—¡Ah! ¡Ya puedo ver el puerto!

—Sí, ya sé. Deja de inclinarte por la borda. Me recuerda a la vez que casi me ahogo de niña. ¡Me pone los pelos de punta!

—¿Eh? ¿Te caíste de un barco, Menou?

—…digamos que sí. Sucedió cuando visité esta ciudad por primera vez.

Arrastrando a Akari a un lado, Menou volvió a dirigir su mirada hacia el puerto.

Casi un centenar de barcos de todas las formas y tamaños estaban atracados allí. La mayoría eran barcos de pesca. La razón por la que los tamaños tendían hacia el extremo más pequeño era probablemente porque no podían navegar hacia el océano abierto debido al Pandemónium.

¡Pero lo importante fue que consiguieron arribar al puerto sin que la japonesa se ahogara!

—¡La tierra es tan estable! —Gritó Akari.

Incluso sin los gritos de Akari, Menou sintió como múltiples pares de ojos se posaron sobre ellas en el instante que pusieron un pie en tierra. Comprobó discretamente su entorno, sin mover la cabeza.

Algo extraño se movía entre la multitud.

No debían ser caballeros; sus miradas eran demasiado descaradas. Un verdadero caballero tendría un poco más de tacto a la hora de vigilar a un sospechoso. Y, de todos modos, había pocas razones para que los caballeros de Libelle vigilaran a Menou.

Lo que dejaba sólo unas pocas posibilidades.

—…deben ser de La Cuarta.

Menou camino al lado de Akari, sin dejar traslucir alguna reacción.

A medida que avanzaban desde el muelle a lo largo del paseo marítimo, pronto se oyeron voces.

—¡Ooh! —El rostro de Akari brilló.

Los pasos de la gente que se movía entre las hileras de puestos, las parejas que se sentaban en los bancos y charlaban, los gritos de los vendedores ambulantes y otros sonidos se mezclaban para formar un estruendo continuo.

—¡Está muy animado aquí!

—Sí, bueno, este es el mercado. Probablemente sea la parte más concurrida de la ciudad.

La excitación de Akari no se vio empañada en absoluto por la tranquila explicación de Menou.

Ahora se encontraban en un mercado al aire libre adyacente al puerto. Estaba lo suficientemente cerca del océano como para oír el estruendo de las olas y estaba repleto de puestos callejeros.

Este bullicioso mercado servía para la vida cotidiana de la gente.

Había innumerables tipos de productos a la venta. Los más comunes, con diferencia, eran los mariscos; el olor a pescado fresco se intensificaba conforme se acercaban a la orilla del mar. Después estaban las frutas y verduras, pero si uno miraba los puestos más cercanos al interior, también encontrarían muchos otros productos de primera necesidad a la venta. Otros puestos vendían ropa y accesorios de segunda mano, e incluso había algunos puestos más insustanciales que vendían materiales de conjuración para el hogar o Vasijas Guía grabadas con crestas sencillas.

Dado que Libelle limitaba con la Frontera Salvaje, los aventureros a menudo traían materiales y reliquias antiguas para vender. Mirando por la calle, había personas que parecían ser aventureros. Probablemente también fue aquí donde Momo vendió las reliquias que encontró el otro día.

Al poco tiempo, Akari cedió a la tentación y compró algo de fruta. Parecía haberse acostumbrado ya a la moneda local y entregó una moneda de cien como si estuviera acostumbrada.

—Bien, Menou. ¡Di “ahhh”!

—Hyah.

—¡¿Ah?!

Menou arrebato la fruta que Akari había acercado en broma a su boca y la metió en la boca de Akari. Los ojos de Akari se abrieron de par en par, pero en lugar de asustarse, se limitó a masticarla con alegría.

—¿Qué es esto? ¡Es taaaan bueno!

—Quizás no la conozcas. Es una fruta de aquí llamada sandia. ¿Verdad que son suaves y dulces? Están en temporada ahora mismo.

—No. En mi mundo también existe una fruta llamada así, ¿pero de verdad son sandias? Las que conozco son de un color diferente, y estas no tienen semillas… ¿Sandías almizcleras? Oh, pero ahora que lo mencionas, el sabor es algo similar.

—¿Mmm?

Akari aún estaba expresando su innecesaria y específica valoración cuando todo se vino abajo.

Un hombre grande y corpulento se acercó a ellas.

Al principio, no había nada inusual en él. No parecía prestar ninguna atención a Akari. La calle estaba abarrotada de gente, así que no era más que una de las muchas personas que caminaban por el mercado.

Pero algo en él puso a Menou en alerta.

El movimiento de sus ojos, su forma de andar, el modo en que guardaba la mano derecha en el bolsillo del pecho. Y, sobre todo, era evidente que también era muy consciente de Menou.

Debe ser él. Menou pasó por delante del probable asaltante, todavía actuando con total despreocupación.

Al mismo tiempo, percibió la conjuración de un encantamiento a sus espaldas.

—Akari, agáchate.

—¿Bwuh? —Akari se quedó con la mirada perdida, con las mejillas todavía llenas de fruta, al no responder a la aguda advertencia de Menou.

Fuerza Guía: Conectar—Anillo, Cresta—Conjurar [Disparo Flameante]

Una bola de llamas zumbó en dirección a la espalda de Menou.

Era lenta. La construcción fue descuidada. También tenía poca potencia. Y prácticamente no existía sigilo que valga. En general, era una pobre excusa de encantamiento con cresta.

Fuerza Guía: Conectar—Túnica de Sacerdotisa, Cresta—Conjurar [Barrera]

La llama fue fácilmente dispersada por la barrera de Menou.

—¡Tch!

Al ver que su ataque sorpresa falló, el hombre sacó un cuchillo. Tampoco estaba solo: varias personas salieron de las sombras.

Si aquel encantamiento con cresta fue su as bajo la manga, entonces Menou dudaba que pudieran hacerle algún daño, por muchos ataques que le arrojaran.

Pero sería problemático si lesionaban a los civiles.

—¡¿Ah?! ¡¿Qué está pasando?! ¡Menou!

—Cálmate, Akari. Aunque no puedo creer que nos ataquen a plena luz del día en medio de toda esta gente…

El grupo que estaba frente a ellos debían ser asesinos de La Cuarta.

Si estaban atacando ahora mismo, eso significaba que sabían exactamente dónde encontrar a Menou, y quién era ella en realidad.

¿Un traidor? pensó al principio, pero luego sacudió la cabeza.

En todo caso, era muy probable que la del problema fuera la propia Menou. El incidente de Garm llamo demasiado la atención. Si se deducían las cosas a partir de esa información, no sería imposible localizarla.

La ejecución de una figura significativa como Orwell fue un incidente importante en el Reino de Grisarika. Si se añade el hecho de que fue llevada a cabo por la aprendiz de la infame Flare, podría ser suficiente para que su posición pasara de ser la de una Verdugo ordinaria a un tema de gran interés.

—…esto hará que las cosas sean difíciles.

La multitud que los rodeaba se quedó inmóvil, con los ojos puestos sobre Menou. Fue tan repentino que no entendieron lo que había pasado.

Dependiendo de cómo lidiara con esto, estaba muy claro que estaban a segundos de estallar en pánico. Así que Menou levantó la voz con claridad.

—¡Por favor, mantengan la calma! ¡Quédense donde están y agáchense!

La razón por la que la multitud obedeció la advertencia de Menou fue porque confiaban intrínsecamente en Las Fausto. Sólo aquellas que habían sido entrenadas y cuidadosamente seleccionadas podían unirse al primer estado. Al ver esto, Menou metió la mano en la hendidura de su falda y sacó la daga oculta en el interior del cinturón atado a su muslo.

Utilizando un encantamiento demasiado sigiloso para que los hombres se dieran cuenta, cargó cuidadosamente su daga con Fuerza Guía.

Fuerza Guía: Conectar—Daga, Cresta—Conjurar [Hilo Conductor]

—Akari, agáchate tú también. ¡Toma, sujeta esto!

—¿Qué?

Menou le pasó su daga a la aturdida Akari. Dudaba que la otra chica supiera usarla, pero era perfecta para la defensa personal. Con el Hilo Conductor todavía atado a la empuñadura, le indico que corriera. Sus asaltantes estaban utilizando tácticas que podrían dañar fácilmente a los transeúntes. Tenía que eliminarlos a todos antes de que alguien resultara herido.

Todo el cuerpo de Menou resplandeció por el Incremento.

Con un solo paso, prácticamente salió disparada del suelo. La velocidad fue sorprendente. Eso tomo por sorpresa a los atacantes, quienes intentaron construir sus encantamientos, pero fue inútil. En un abrir y cerrar de ojos ya la tenían de frente.

—¡Ngh!

Menou fue a por su primer objetivo. Estrello el puño en su plexo solar, dejándole sin aliento. En unos instantes, estará de rodillas, vomitando—o eso pensó Menou.

Pero en lugar de eso, sus ojos brillaron con rabia.

—¿Hmm?

El hombre estallo en cólera y contraatacó con un cuchillo.

Ese nivel de dureza se sintió completamente antinatural. Y a juzgar por su bajo nivel, era difícil creer que supiera como incrementar sus habilidades físicas, pero sus movimientos fueron increíblemente rápidos. Indagando, Menou apartó el cuchillo con su mano izquierda y se acercó, barriendo las piernas del hombre.

Muy duro y todo, pero pierden el equilibrio y caen como un saco de patatas. A Menou le pareció divertido. Sin embargo, no perdió el tiempo y agarro al hombre por el cuello antes de que tocara el suelo. Después incremento la fuerza de su brazo y lo arrojo contra el otro atacante que pretendía apuñalarla por la espalda.

Y mientras esos dos mordían el polvo, Menou ya estaba apuntando al tercero.

—¡Maldita sea! Pequeña–¡gah!

Este está cantado. Interrumpiendo el rugido del hombre, intento con una patada giratoria. Aunque no consiguió mucho con el puñetazo de antes, sus patadas también eran lo suficientemente contundentes como para noquear a la mayoría de personas de un solo golpe. No obstante, la raja de su falda se levantó como resultado. En un trabajo ‘habitual’ esa clase de cosas normalmente no le molestarían, pero le preocupo que algún mirón pudiera haber visto demás. ¡Definidamente te partiré otro par de huesos por las molestias—!

Sin embargo, a juzgar por la sensación de dureza en su bota, la patada no le produjo más que una leve sacudida.

—Ya está bien de juegos.

Al oír una voz detrás de ella, Menou se giró lentamente.

—No te muevas, Flarette. A menos que no te importe lo que le suceda a tu amiga de aquí.

Se trataba del primer hombre que Menou había derribado; el mismo del encantamiento de mala calidad. La punta de su cuchillo estaba presionada contra la garganta de Akari. Probablemente la atrapo mientras Menou luchaba.

—M-Menou… ¿e-estas personas me buscan…?

Así que después de todo me estaba escuchando cuando la sermonee en las aguas termales. Akari tenía la daga que Menou le había dado, pero, por supuesto, no sabía cómo usarla.

Esto era ahora, según todas las apariencias, una situación de rehenes. El hombre que sostenía el cuchillo en el cuello de Akari sonrió triunfante, seguro de su victoria.

—Has dado una buena pelea. Supongo que debíamos esperar eso de la sucesora de Flare… oye, nada de cosas raras, o alguien va a morir.

Al notar el movimiento de Menou, el hombre volvió a utilizar a Akari como escudo.

Los hombres que Menou había noqueado antes ya estaban de pie también. Habían recibido demasiado daño como para recuperarse tan fácilmente.

—Parece que todos son resistentes… ¿Están usando esa ‘monstrina’?

—Así es. Sorprendente, ¿no?

Así que su resistencia era un efecto de la droga, aunque no parecen ser conscientes de que se están metiendo con una sustancia peligrosa. Ignorando la fanfarronería del hombre, Menou calculó que probablemente su dureza actual era de la misma potencia que un aventurero de tercera categoría con su Incremento Guía al máximo.

—Qué problemático… ¿Y exactamente cómo me descubrieron?

El enemigo estaba claramente convencido de que su información sobre Menou era correcta. En lugar de intentar engañarlos, decidió que era mejor preguntar directamente, confiando en el evidente orgullo del hombre para obtener una respuesta.

Y, efectivamente, se lo creyó. Con una sonrisa de satisfacción, se apresuró a mostrar la mano de su organización.

—Se ha corrido la voz sobre todo el alboroto en la nación vecina. Hemos oído que también te enfrentaste a algunos de nuestros camaradas en el Reino de Grisarika. Tú eres la que impidió que recuperáramos a nuestro líder, ¿no es así?

Tal y como Menou sospechaba, se trataba del incidente de Orwell. Para empeorar las cosas, parecía que también habían obtenido información del grupo que secuestró el tren a Garm. Todos formaban parte de La Cuarta, aunque fueran de diferentes naciones.

—Verdugo o no, sigues formando parte de Las Fausto. De ninguna manera serías capaz de abandonar a un rehén delante de toda esta gente. Además, ésta es importante para ti, ¿no?

A juzgar por su actitud, Menou sospechaba que incluso podría conocer la naturaleza de Akari también. Tratando de tantear las tácticas de la organización enemiga, decidió fingir nerviosismo y seguir interrogándole un poco más.

—¿Qué buscas?

—Es sencillo. Queremos eliminarte, Flarette. Y de paso nos llevaremos a ésta.

Así que incluso saben que Akari es una Errante, tal y como temía.

Se trataba de una fuga de información demasiado grande. Por un momento, Menou dejó caer sus hombros.

Tomando esto como una señal de derrota, el hombre sonrió aún más. Pero, por supuesto, Menou no tenía intención de rendirse. Y las acciones de un grupo como éste eran más que predecibles.

Todo se había desarrollado exactamente como esperaba, hasta el hecho de que Akari fuera tomada como rehén.

—Bueno, ahora tengo más preguntas. Me aseguraré de pedir a los caballeros que te interroguen a fondo.

—¿…te das cuenta de la posición en la que te encuentras ahora mismo?

—Oh, sí. Y odio decírtelo, pero esa idiota que llevas ahí era un señuelo.

—¿Eh?

El hombre se vio dudoso. Sacudiendo la cabeza ante su absoluta inconsciencia, Menou dejó que el poder fluyera hacia el Hilo Conductor que aún mantenía vigente.

Fuerza Guía: Conectar (a través del [Hilo Conductor])—Daga, Cresta—Conjuración Remota [Vendaval]

El Vendaval salió disparado de la daga en las manos de Akari.

—¡¿Ungh?!

La repentina ráfaga de viento hizo que el hombre que amenazaba a Akari se tambaleara por la sorpresa.

No se había dado cuenta de que Menou preparaba ese ataque, así que el viento le pilló desprevenido, incapaz de resistirse mientras le hacía retroceder. El grupo de atacantes ni siquiera se había dado cuenta de que Menou seguía sujetando el Hilo Conductor mientras luchaba, aunque ayudaba el hecho de que lo hubiera ocultado con el Camuflaje Guía.

Era imposible que unos tácticos tan patéticos pudieran adelantarse a Menou. Cuando el hombre perdió el equilibrio, Menou se deslizó entre sus filas y utilizó el Hilo Conductor para atarlos.

—¡Increíble, Menou! Sabía que podías hacerlo.

—Pero por supuesto. ¡Al fin y al cabo soy una sacerdotisa pura, propia y muy poderosa!

Liberada de su captor, Akari corrió hacia Menou, que sonrió con orgullo. Estaban en público. Para tranquilizar a la multitud que los rodeaba, fanfarroneo un poco.

Menou se había alejado de Akari durante la batalla porque sabía que, con toda seguridad, la chica sería tomada como rehén. El enemigo bajaría la guardia cuando pensara que tenía la ventaja, lo que le permitiría ganar fácilmente con los preparativos adecuados.

Alguien en el mercado debió pedir ayuda: Los caballeros llegaron corriendo tarde y se llevaron a los hombres bajo custodia.

—Así que eso hace la monstrina… —Murmuró Menou para sí misma.

Se necesitan muchos conocimientos y habilidades para producir una droga fortalecedora como ésa. Ahora tenía muy claro cómo fue que un par de rateros sin experiencia consiguieron asesinar a un caballero.

Manon Libelle… ella podría ser una amenaza aún mayor de lo que imaginaba.

***

Manon poso una mano sobre su corazón palpitante tras el alboroto que acababa de producirse.

—Vaya, eso fue emocionante…

Había ido al mercado a comprar unos bocadillos luego de aquella reunión terriblemente aburrida, sólo para encontrarse con el mismo ataque del que acababan de hablar.

Manon se imaginó que actuarían más temprano que tarde, pero aun así se sorprendió de que la atacaran inmediatamente después de identificarla. Los efectos secundarios de su droga no eran ningún juego.

—¿Así que esa es Flarette?

Miró fijamente a la sacerdotisa desde lejos. Era una joven encantadora de cabello leonado claro recogido por un gran listón negro. La abertura en la falda de su túnica de sacerdotisa también le permitió dar un corto vistazo a sus fornidas y largas piernas.

Por supuesto, la doncella no fue la única mirándola. Después de aquella conmoción, toda una multitud se quedó boquiabierta con curiosidad. En todo caso, eso ayudó a que la mirada de Manon pareciera más natural.

También pudo escuchar su nombre. Esa Perdida la llamo Menou.

—¿Menou, verdad? Parece injusto que una chica tan guapa sea así de fuerte…

Manon pidió fruta en un puesto cercano. Eran cien por la tajada, lo que pareció un precio razonable.

Noto que Menou se fue con su compañera luego de dejar a los hombres capturados con los caballeros.

Los caballeros arrastraban a los atacantes fallidos. Probablemente serían interrogados en la estación. Esos hombres no tenían ninguna fortaleza que mencionar—sin duda soltarían todo tipo de secretos.

Antes de morder la fruta, Manon se detuvo a pensar. Podía dejarles marchar, pero no sería conveniente que hablaran sobre su participación.

Y lo que es más importante, ella tenía sus propias razones para sacrificar a esos cerdos.

—¿No es ese el que habló mal de mi madre en la reunión de hoy?

Manon sacó una píldora roja de su manga. Afortunadamente para ella, todos los hombres estaban bajo la influencia de la monstrina. Había muchas maneras de tratar con ellos.

La madre de Manon fue asesinada por Flare, tal y como habían mencionado los de La Cuarta en la reunión.

Y la razón es simple—la madre de Manon fue una Perdida con una Pureza Conceptual.

La píldora roja que rodaba en su palma brillo.

Fuerza Guía: Sacrificio—Colisión Caótica, Pureza Conceptual [Mal]—Convocar [El niño esta hambriento]

La píldora en la mano de Manon fue ofrecida como sacrificio.

Interfirió con la droga que ya estaba fundida en sus cuerpos y conjuro un encantamiento.

Detrás de ella, se desarrolló una repentina conmoción. Los hombres capturados empezaron a resistirse—no, fue algo más que un forcejeo.

—¡Hey, calmados–! E-Espera, ¡¿qué les sucede?!

Los cuerpos de los hombres sufrieron terribles transformaciones. La monstrina que habían consumido extendió sus raíces dentro de ellos, y ahora estaba erosionando repentinamente su tejido corporal y cambiando su forma. Sus manos y pies se transformaron en afiladas garras, y su pelo se fundió con su piel y se endureció.

—¡Se están convirtiendo en monstruos…!

Los cautivos que antes habían sido hombres renacieron como monstruos.

Hubo gritos y llantos de la multitud al presenciar lo inimaginable. Fue un alboroto mucho más desenfrenado que la rápida toma de rehenes. Los monstruos recién transformados se liberaron de sus ataduras y atacaron indiscriminadamente.

Sin embargo, no había nada que temer, ya que ahora todo estaba saliendo de acuerdo al plan. No les prestó atención mientras disfrutaba su refrigerio.

CRUNCH*

¡Sí que tenía hambre!

—Mmm, delicioso.

Y así, sin mayor cavilación en mente, Manon Libelle se alejó del mercado mientras los hombres que transformo en abominaciones iracundas eran masacrados por los refuerzos de los caballeros…