Kami Tachi ni Hirowareta (NL)

Volumen 10

Capitulo 7: Preocupaciones

Episodio 15: Una Peregrinación De Trabajo Preliminar

A la mañana siguiente, algunos de los limos de hierba dieron la alarma antes del amanecer, así que me apresuré al campo donde estaban estacionados y terminé atrapando a cuatro goblins que estaban a punto de saquearlo todo.

Habiendo inmovilizado sus extremidades con una solución de baba pegajosa, los goblins giraron la cabeza hacia mí, tratando de intimidarme con sus gritos. Tenía la esperanza de contratar en lugar de exterminar… Me preguntaba si darles algo de comida los calmaría.

Tomé un puñado de cecina de salamandra loca que me habían dado al salir del pueblo de Sikum de mi caja de artículos y lo sostuve en la boca de los goblins que me estaban mostrando los dientes.

El goblin gruñó por un segundo antes de darse cuenta de que la cecina era comestible, masticó el extremo y arrancó hábilmente toda la rebanada. Los otros goblins parecían estar celosos, así que hice lo mismo con ellos. Como parecían más tranquilos después de repetir ese proceso durante tres rondas, lancé el hechizo de contrato después de la cuarta. La magia parecía haber funcionado, pero los goblins parecían demasiado preocupados por masticar la carne seca en la boca.

“¿Estas escuchando? ¿Puedes entenderme?”

Parecía que el hechizo fue un éxito, porque pude sentir su confusión por su repentina comprensión de mis pensamientos. Tratando de medir el grado de comunicación que teníamos, intenté preguntarles por qué habían venido aquí.

Quiero comida.

Miró mucho tiempo.

Mucha comida aquí.

Toma. Comételo todo.

Parecía que podíamos comunicarnos muy bien, dejando de lado los problemas de gramática. Pronto, se dieron cuenta de que todavía estaban atados y comenzaron a exigir en voz alta su libertad. Los amenacé un poco, lo que hizo que se apresuraran a huir, se dieran cuenta de que todavía estaban sujetos y se asustaron. Su reacción bastante estúpida confirmó que lo más probable es que no serían una amenaza, así que decidí reclutarlos, explicándoles cómo era dueño de las granjas y me pusieron a cargo de administrar la tierra por aquí…

… pero parecían completamente confundidos.

“Lo que estoy tratando de decir es… Aquí, mi territorio. ¿Entendido?”

Parecía que lo hicieron.

“Comida aquí, mía. ¿Entendido?”

Lo mismo con esa declaración.

“Vienes a mi territorio. Robar mi comida. Te mato. ¿Entendido?”

Sentí el temor colectivo de los goblins, pero debieron haber decidido que ignorar mi pregunta empeoraría su destino, de alguna manera, mientras asentían vigorosamente en reconocimiento.

“Nada de robar todavía. Trabaja aquí, no te mataré. Tú trabajas, yo doy comida, ropa, cobijo. ¿Entendido?”

Sentí su  incredulidad,  así que  lo  simplifiqué  para ellos.  “Tu  elección:

trabajar o morir”.

¡Trabajo!

Eso concluyó nuestras negociaciones, ya que aprendí que los goblins no podían comprender pensamientos complicados. Con ellos, era mejor ser lo más conciso posible, articulando cada pensamiento individual.

Después de esto, les pregunté a los cuatro goblins si había más en su manada y me dijeron que había otros cuatro. Hice que me llevaran con los demás, y después de una serie de eventos similares, contraté un total de ocho goblins. Estaba aclarándose para entonces, así que les di comida y una sección de las minas antes de que me ayudaran con mis tareas matutinas. Mientras planeaba renovar su área para hacerla más cómoda, recordé que una vez hubo una plaga de goblins en estas mismas minas. Sobrevivirían bien por el momento.

***

Después de prepararme para la mañana, me dirigí al trabajo. Este día, teníamos programado demoler otro orfanato y construir rápidamente la sede de la compañía de seguridad en su lugar con magia de arena.

Comencé el proceso, construyendo de acuerdo con las especificaciones de la habitación de Hughes y compañía, quienes me recibieron en el sitio.

“Hughes, Jill, este dibujo solo muestra el diseño interior. ¿Qué pasa con el exterior?”

“Oh… Lo siento, no había pensado en eso. Solo verifiqué dos veces las habitaciones que necesitaríamos”, dijo Jill.

“¿Puedes cuidarlo? Esta va a ser nuestra base de operaciones, así que dale algo de autoridad, o algo así”, sugirió Hughes. Obedecí, diseñando el exterior para que coincidiera con el primer edificio que me vino a la mente que parecía tener autoridad.

“¡Oye, eso es bastante bueno!”

“Increíble simetría.”

Si bien su tamaño era más pequeño que el real, ya que lo comparé con los terrenos del antiguo orfanato (que, por cierto, solía ser un almacén), todavía era comparable al final comercial de una mansión noble. Ahora se había erigido en Gimul una estructura que se asemejaba al Edificio del Régimen Nacional. Liberé los limos pegajosos para cubrir el interior y el exterior del edificio, para poder tachar esto de la lista.

“Voy a retomar la construcción del nuevo orfanato de ayer. Vigila las notas adhesivas por mí.”

Con Zeph y Camil a cuestas, nos dirigimos al sitio de ayer. Allí dirigimos y trabajamos con los albañiles, pasando la mañana construyendo el primer piso. Después de almorzar con ambos, me dirigí a encontrarme con alguien en un sector particularmente caótico de los barrios marginales donde las chozas y las viviendas temporales estaban esparcidas casi una encima de la otra.

“Estas partes están… un poco peor por el uso”.

“Nos dijiste que nos encontraríamos con alguien como parte de la construcción de la planta de basura. ¿A quién estamos viendo hoy?”

“La gente la llama Abuela Basura… Se ha ganado la vida con la basura durante décadas, y se supone que es la persona a quien acudir para cualquier cosa relacionada con la basura en Gimul. Incluso es muy conocida entre los niños y los recolectores de basura de los barrios marginales”. Respondí a Zeph y Camil. “Lo único es que se enorgullece mucho de su trabajo de salvamento y puede ser un poco exagerado. La conocí el otro día…”

“¡Bien! Si no es el niño rico.” Hablando del diablo. La propia Abuela Basura me llamó, sosteniendo un gran saco de arpillera sobre su espalda encorvada.

“Oh, hola, Nanna Basura. ¿De camino a casa desde el trabajo?”

“Di un pequeño paseo antes de nuestra reunión. Me sorprende que quisieras volver a ver a una anciana rara como yo.”

“Como decía el otro día, comenzar una nueva empresa es mucho más fácil cuando puedo recibir consejos de quienes conocen bien la industria”.

“¿Esos dos involucrados en ese proyecto tuyo?”

Eso me recordó que no los había presentado.

“Este es Camil, y este es Zeph. Me están ayudando con mi trabajo”.

“Un placer conocerte.”

“Encantado de conocerte.”

“Igualmente. Sólo llámame Abuela Basura. Todo el mundo por aquí lo hace.”

La pareja mostró un poco de preocupación por esto. La connotación negativa de este apodo me pareció desagradable al principio, así que entendí ese sentimiento.

“Ella no me dirá su nombre, no importa cuántas veces se lo pregunte”, le expliqué. “Así que simplemente la llamo Nanna Basura”.

“Ya veo. Entonces así es como la llamaremos también”, dijo Zeph.

Y así, caminamos la corta distancia hasta su casa. Lo que más necesitaba a la hora de construir la planta procesadora de basura eran recolectores de basura; la planta no serviría de mucho sin que la gente le trajera basura. Pero primero, tenía que contactar a las personas que ya se ganaban la vida recolectando basura, ya que cualquier nuevo basurero que contratara se convertiría en su competencia directa, peleando por un recurso limitado: la basura de la ciudad. Si bien consideré contratar a los recolectores de basura actuales para que trabajaran para mí, no había garantía de que todos ellos lo hicieran, o que su rápido cambio de estilo de vida no causara otros problemas. Después de todo, había decidido apuntar primero a las áreas que los recolectores de basura de los barrios marginales no llegaban o tenían dificultades para alcanzar. Tenía la esperanza de asumir el procesamiento de basura a escala de toda la ciudad, pero pensé que era mejor comenzar por establecer nuestros propios territorios y mantenernos fuera del camino de los demás, para generar confianza entre mi nuevo negocio y la lista actual de recolectores de basura.

“¿En qué partes de la ciudad evitan trabajar la mayoría de los recolectores de basura?”

“Veamos… El distrito artesanal en el lado oeste está fuera de los límites. Parte de su trabajo involucra productos químicos que serían peligrosos de manejar sin el conocimiento o el equipo adecuado. Los artesanos tienen que deshacerse de ellos”.

Residuos industriales, entonces. Parecía que podía encargarme de ellos, pero tendría que confirmarlo y establecer un método de transporte seguro para los desechos antes de llevarlos.

“Los adultos se mantienen alejados de los suburbios del lado este”, continuó Nanna Basura. “Cada barrio tiene su comité que recoge su propia basura. No nos metemos con ellos. A los pobres como nosotros nos miran mal con solo caminar por una de sus calles. Nos hará la vida aún más difícil si recogemos su basura allí. Aun así, es uno de los lugares más seguros de la ciudad, por lo que los pequeños van allí con bastante frecuencia. Sin embargo, solo recogen en la calle. Nunca tomamos de la basura que ya han recolectado”.

Interesante…

“La gente de aquí suele ir al lado sur, donde hay un montón de posadas y restaurantes. Eso significa mucha basura. Las personas que trabajan en esos establecimientos arrojan su basura en uno de los muchos vertederos, así que la recogemos. Últimamente, sin embargo, tenemos un grupo de forasteros que se acercan directamente a esos negocios o excavan en los pequeños montones de basura que arrojan por la puerta trasera antes de tirarlos… Si vinieran y preguntaran cómo hacemos las cosas aquí como tú, les enseñaría una cosa o dos. Pero nos están creando problemas a todos”.

Parecía que la gente de los barrios marginales seguía su propio conjunto de reglas que minimizaban su efecto en la ciudad. Si bien no quería pasarme de la raya, hice una nota mental para notificar esto al Gremio de Comerciantes más adelante.

Después de hacerle unas cuantas preguntas más a Nanna Basura, prometí volver a verla y regresé a la tienda para encargarme de algunos trámites.

Ayudó que yo estuviera en Gimul para ocuparme de las tareas a medida que surgieran, pero Carme estaba trabajando muy duro para aliviar mi carga de trabajo, dejándome con poco más que verificar dos veces las cosas y firmar papeles para hacer en la tienda. Para ser honesto, venir a la tienda fue como tomarse un descanso.

Pasé mi tiempo libre aquí eligiendo algunos conjuntos de ropa del stock de ropa de segunda mano que habíamos adquirido para los niños de los barrios marginales y entablando una pequeña charla con quienquiera que viniera en el descanso.

La tarde llegó bastante pronto, lo que significaba que podía emprender mi última tarea del día. Después de ponerme mi único traje, me reuní con Hughes y Jill en el camino a una estación de guardia. Si bien había uno adyacente a cada una de las cuatro puertas de la ciudad (norte, sur, este y oeste) y otros en varios lugares de la ciudad, terminamos llamando a la puerta de la estación más grande de la ciudad, que podría haber sido considerado su cuartel general.

Estábamos listos para encontrarnos con el hombre a cargo de los guardias dentro.

“Lamento haberlos hecho esperar”, dijo al entrar en la habitación. “Gracias por vernos. Sé que estás terriblemente ocupado.” “¿Oh? Eres el que sanó a uno de mis hombres con magia.” “¡Sí! ¡Recuerdo haberte visto!”

Resultó que el hombre era el mismo guardia que me había dado un resumen del estado actual de Gimul el día de mi regreso.

“Nunca hubiera esperado que el jefe estuviera patrullando él mismo”.

“Estábamos irremediablemente cortos de personal… ¿Dónde están mis modales? Soy Manfret Dameyer, jefe de seguridad.”

“Gracias, soy—”

“Ryoma Takebayashi, ¿verdad?”

“¿Lo sabes?”

“El hombre que sanaste ese día lo hizo. Escuché que tienes una lavandería, que frecuentan muchos guardias. Me sorprende que seas el fundador de la empresa de seguridad que se rumorea. Dos aventuras a tu edad… Bueno, supongo que eso es irrelevante. Perdóname. ¿Y hoy, querías…?”

Por supuesto, habría sido una subestimación decir que el jefe de seguridad de Gimul estaba ocupado.

“Como saben, estoy en el proceso de establecer una empresa de seguridad que brinde protección como producto. Si bien esta compañía sería temporal por naturaleza, debo disculparme por invadir los deberes de los guardias de la ciudad. Además, espero cooperar con los guardias para proteger a los residentes de nuestra ciudad. Si bien no quiero sonar descarado, estoy pidiendo su ayuda”.

El aumento de la delincuencia en la ciudad fue un problema grave. Personal y profesionalmente, no estaba contento con el estado actual de Gimul. Mi solución a eso fue construir la empresa de seguridad, pero me preocupaba cómo se sentirían los guardias de la ciudad cuando una nueva fuerza apareciera de la nada para proteger la ciudad.

“No hay necesidad de disculparse”, dijo Dameyer. “Mientras su personal proteja la ciudad de manera legal, sin daños a la propiedad ni a ciudadanos inocentes, no tenemos reparos. Especialmente si es un negocio registrado a través del Gremio de Comerciantes.” Él sonrió. “Nos enorgullece haber protegido a la gente de Gimul, pero nada más. Como dije, mientras el gremio esté involucrado y no hagas nada ilegal, nadie tendrá motivos para oponerse a tu empresa. El hecho de que todavía te hayas tomado el tiempo de venir y disculparte demuestra cuánto respetas nuestra profesión. Prometo que se lo pasaré a mis guardias”.

“¡Gracias!”

¡Esto iba mucho mejor de lo que esperaba! Resulta que Dameyer era una persona honesta y amable. Aunque también tuve esa impresión durante nuestra primera reunión…”

“Entendemos más que nadie la dinámica actual de Gimul y que nuestras deficiencias han despertado el miedo en la gente. Su nueva empresa debería ser de gran ayuda para aliviar ese miedo. Nada se puede ganar de ningún conflicto entre nosotros. Nuestra principal prioridad es proteger la ciudad y su gente, por lo que haremos todo lo que esté a nuestro alcance para hacerlo. Si bien no puedo controlar los sentimientos personales de cada guardia sobre su compañía, cualquiera que anteponga su resentimiento personal a nuestro deber ha perdido su orgullo como guardián de la ciudad y se ha vuelto simplemente arrogante. Si bien espero que ninguno de mis guardias haya sucumbido a ese vicio, a veces la esperanza por sí sola no es suficiente. Los vigilaré para asegurarme de que nadie muestre su descontento contra usted o su empresa”.

“Gracias de nuevo, de verdad. Trabajaré con mis empleados para asegurarme de que cooperen con los guardias”.

Hughes y Jill también dieron fuertes afirmaciones a esto.

“Entonces, ahora que casi hemos acordado cooperar, ¿qué medidas específicas tenía en mente?”

“Tengo dos, para empezar: capacitación colectiva e intercambio de información”.

En primer lugar, la mayoría de mis empleados tendrían que ser capacitados desde cero, así que pensé que entrenar con guardias podría ser un buen cambio de ritmo en ambos lados. La idea de compartir información surgió de mi plan de patrullar la ciudad como parte de la publicidad de la nueva empresa. Si la patrulla se encontraba con algún delito, tendrían que tomar medidas. Para que mi equipo de patrulla se ocupara de la situación tanto como se les había enseñado a hacer hasta que llegaran los guardias, y luego les transfiriera información detallada (quizás incluso los delincuentes que habían arrestado), quería que compartiéramos tanta información como fuera posible.

“Acabamos de recibir algunos nuevos reclutas, por lo que entrenar juntos no puede hacer daño. El patrullaje de su parte y el hecho de que compartamos información nos ayudará mucho”.

“Vamos a ser un negocio privado, por lo que nos gustaría cooperar tanto como sea posible, si me deja saber qué podemos hacer”.

“En ese caso…”

Pasamos el resto de nuestro tiempo discutiendo las solicitudes de los guardias de la ciudad y trabajando en los detalles de nuestra cooperación.

***

Salí de la estación de guardia después de la reunión, y sin otras tareas o planes para el día, decidí pasar por el Gremio de Domadores.

Por la noche, el gremio estaba casi vacío, incluida la recepción. Aunque sin duda se acercaba la hora de cierre, la recepcionista me hizo señas con una sonrisa.

“Bienvenidos. ¿Cómo puedo ayudarte esta noche?”

“Me gustaría tanta carne de conejo veloz como puedas dar. Sin embargo, puedo transportarlo con magia espacial; lo que sea que tengas servirá. Además, capturé algunos goblins esta mañana y decidí domarlos. ¿Podría decirme algo que deba tener en cuenta cuando tenga goblins?”

“Sí señor. Verificaré las cosas con respecto a la carne de conejo veloz.” Se volvió, llamó a un hombre que pasaba y le dijo que revisara su inventario antes de volverse hacia mí. “¿Puedo preguntar el propósito de mantener a los goblins?”

“Trabajo sucio, en su mayoría. Administro las minas abandonadas en el norte, así que esperaba que me ayudaran con el trabajo agrícola y algunos trabajos pesados”.

“En primer lugar, los goblins son omnívoros, por lo que comerán cualquier cosa que les des. No hay nada a lo que tengan una aversión particular, incluso si la comida se ha vuelto un poco rancia. Una cosa con la que debes tener cuidado es sobrealimentarlos”.

“¿Sobrealimentación?”

“Sí, alimentar demasiado a los goblins puede alentarlos a reproducirse”.

“Una maldición y una bendición cuando se trata de goblins, según tengo entendido”.

“Con un ambiente cómodo y suficiente comida, los goblins pueden dar a luz hasta tres veces al mes, por lo que su población puede crecer rápidamente. Otro factor que puede ser menos conocido es que sobrealimentar a los goblins puede conducir a un aumento de las tasas de natalidad de especies avanzadas como el hobgoblin”.

“Ah… Es por eso que las grandes hordas de goblins son peligrosas”.

Su gran número ya era lo suficientemente peligroso en sí mismo, pero una vez que la horda fue lo suficientemente grande como para comenzar a adquirir alimentos de su entorno, comenzó la espiral negativa; cuanto más avanzadas nacían las especies, más fuerte se volvía su horda.

Me había ocupado de los goblins que huían en la cacería de goblins a gran escala en las minas, pero asumí que los aventureros de mayor rango presenciaron esta espiral en acción cuando cargaron contra la vivienda de los goblins.

“¿Oh? ¿Estuviste en esa caza de primavera?” preguntó la recepcionista. “Sí. De hecho, soy un aventurero de oficio.”

“Entonces estoy segura de que has visto los efectos en persona… Una vez más, los goblins son increíblemente fértiles. No es raro que escuchemos de los domadores que su horda de goblins había crecido demasiado antes de darse cuenta, o que no podían controlar a las especies avanzadas recién nacidas. Si alguno de sus familiares hiere a alguien, tanto usted como el familiar serán procesados. Por favor tenga cuidado.”

“Gracias, lo tendré en cuenta”.

La recepcionista no pudo ocultar sus dudas sobre mis habilidades. Había oído que los hobgoblins eran más grandes y fuertes que los goblins normales. Imaginé que muchos domadores se vieron tentados a sobrealimentar y criar hobgoblins intencionalmente con el propósito de domesticarlos, lo que provocó accidentes. Tendría que evaluar mis habilidades y deshacerme de algunos goblins si fuera necesario…

Habiendo dicho eso, todavía no podía ver el límite de mi contrato con ellos, y una vez que aprendí la conversación, los goblins parecían mucho más fáciles de tratar con que los pollos inteligentes.

Aunque usé una amenaza de violencia al principio, los goblins eran honestos debido a sus procesos de pensamiento simples y era mucho menos estresante hablar con ellos. Además, si bien era fácil cometer el error de que los pollos inteligentes eran todos ladradores y no mordían, eran más formidables que los goblins. Por supuesto, gracias a que Kohaku trabajó arduamente para mediar, estaba bien con ellos. Ahora que lo pienso, Kohaku hizo un trabajo increíble cuando no estaba mirando. Por mucho que quisiera recompensarlo de alguna manera, darle un trato especial probablemente provocaría un aumento de los pollos inteligentes, causándole más problemas de los que valía…

Mientras dejaba que mi mente divagara sobre mis familiares, el miembro masculino del gremio de antes le pasó una hoja de papel a la recepcionista.

“Gracias por su paciencia. Podemos proporcionar hasta cincuenta conejos veloces.”

“Tomaré cincuenta, entonces. Tampoco hay necesidad de descomponerlos.”

“Sí señor. Los tendré preparados de inmediato.”

Uno tras otro, sacaron los cadáveres de conejos sin pelo que parecían ratas topo desnudas, cada uno tan musculoso como un culturista, lo que los hacía casi demasiado pesados para que los levantara un niño. A pesar de ser conejos, no tenían ni una pizca de encanto, ya que eran más resistentes que lindos… Por supuesto, algunas personas podrían haber encontrado estos conejos veloces irresistiblemente adorables.

“Cuarenta y nueve… Cincuenta”, contó la recepcionista. Esos son todos.

Serán 1.500 sutes”.

Pagué el precio, que era muy razonable. Eso resultó en treinta sutes por conejo, que era aproximadamente un tercio de lo que vive un adulto promedio en un día.

“Los conejos veloces se multiplican incluso más rápido que los goblins”, dijo. “Pequeños bichos muy útiles para un domador de monstruos carnívoros.”

“Puedo mantener bajo el costo de los alimentos si son tan razonables…

Solo por curiosidad, ¿son comestibles para los humanos? Nunca los he visto en la carnicería.”

“No son venenosas, pero no las recomiendo. Algunos de los domadores más jóvenes que acaban de empezar los han probado. Todos me han dicho que la carne es apenas comestible y que ni siquiera pueden masticarla. Es demasiado musculoso. Incluso he oído hablar de alguien que se dislocó la mandíbula por esforzarse demasiado en masticar la carne”.

Entonces, no fui el primero en notar el precio del conejo… Sin embargo, no había renunciado a la idea. Lancé la pila de conejos veloces muertos en mi caja de artículos, le di las gracias a la recepcionista y salí del edificio.

Ahora que los goblins se habían unido a mi lado, iba a darles de comer tanto conejo y patatas (que había almacenado en casa) como quisieran. Tendría una conversación con ellos sobre esas especies avanzadas antes de empezar a preocuparme por ellas.