Nishino (NL)

Volumen 7

Capitulo 4: Exámenes parciales

Parte 1

Hace unos días que Nishino empezó a vivir en la casa compartida.

Su relación con los residentes ha sido siempre buena desde que se conocieron. Esto se debe en gran medida a la contribución de la chica gyaru y Yukki, que muestra una actitud generosa hacia el futsumen que es cínico en todo. Lo hacen porque ellos también valoran su vida en el presente.

Con esta ayuda de fondo, la comunicación con la chica gyaru y Yukki en la casa compartida se ha convertido en el mejor lugar para que el futsumen de casta más baja que ha perdido su lugar en el campus busque su juventud.

Hoy, también, Nishino se apresuró a volver a casa en cuanto terminaron las clases.

En su mano hay una bolsa con pasteles y zumo comprados en una tienda cercana. Es un futsumen viril desesperado por ganar tantos puntos como sea posible con la chica gyaru. Él también está haciendo esto y lo otro para continuar su vida comunitaria amistosa.

Y el mismo día, se encuentra con un extraño en la sala.

—¿Are?    Hay alguien aquí, Yamanobe.

—¿Eh?    Ah, Nishi, bienvenido de nuevo.

—¿Se conocen?

—Es el chico de la que te hablaba. Se ha mudado aquí.

—Hee…

Alguien, en algún lugar, que no conoce, mira fijamente a Nishino con una mirada nerviosa mientras se acomoda en el sofá de la sala.

La figura era tanto una chica como Yamanobe.

Mientras que ella es una chica morena gyaru, esta es una chica blanca. Su pelo también es de un negro liso y brillante, en contraste con el pelo de colores vivos de Yamanobe. Aunque su aspecto parece maduro si sólo se mira el tono de su piel y su pelo, los llamativos pendientes en sus orejas y el fuerte maquillaje apelan a su interior.

Su cara está muy maquillada, lo que compensa sus ojos y nariz naturalmente finos. Por eso, en parte, su rostro se parece vagamente a Nishino vestido de mujer.

—Quien es, Yamanobe?

Mirando a la chica blanca sentada en el sofá, el futsumen pregunta.

Si recuerda bien, Yamanobe y Yukki deberían ser los dos únicos habitantes de la casa.

—¡Es mi amiga! Es amiga de la secundaria a la que iba.

—Ya veo.

Fiel a su palabra, la extraña chica llevaba un uniforme escolar.

La falda está tan impresionantemente arremangada que casi se puede ver su ropa interior. La camiseta también es muy corta, y si estira los brazos casi se puede ver su ombligo. En su mano sostiene un dispositivo adornado con una cubierta con un patrón elegante.

—Siento interrumpir. Voy a comer fuera.

—¿Quieres comer conmigo entonces, Nishi?

—¿Está bien?

—Lo estoy preparando ahora mismo.

Así habla Yamanobe, de pie en la cocina y moviéndose afanosamente. Aparentemente está preparando la comida. El sonido de los cuchillos moviéndose en la tabla de cortar y el agua corriendo en el fregadero se escucha debajo de él.

—Yamanobe, ¿no está Yukki-san hoy aquí?

—Hoy estoy en el trabajo como siempre. Volvera al amanecer.

—¿En serio? Estoy sorprendida.

Tras un breve momento de mirar a Nishino, la atención de la chica blanca se desvió rápidamente hacia el terminal que tenía a mano.

Aparentemente no había interés en esto.

Mientras tanto, Nishino se dirige al comedor frente a la cocina.

En lugar de volver a su habitación para dejar su equipaje, se sentó en una silla del comedor vestido con su uniforme. Cada minuto de la inesperada oportunidad de interactuar con el sexo opuesto fue escatimado.

Es un desesperado pelele, tratando de ganar la mayor experiencia juvenil posible.

—¿Hay algo en lo que pueda ayudarte?

—Puedes sentarte ahí. No voy a hacer nada tan grande.

—…vale.

Sobre el mostrador de la cocina, lo que se intercambió fue una conversación casual. Pero fue un intercambio conmovedor para Nishino.

—…

¿Hay algo en lo que pueda ayudarte? Puedes sentarte ahí. Siento que un calor inunda mi pecho mientras repito en mi cerebro el intercambio que tuvo lugar entre nosotros. En este mismo momento, en el espacio del comedor de la casa compartida, había un trozo de juventud por ahí que nunca había dejado de buscar.

Una conversación que, sin duda, sería imposible de mantener en el aula de la clase 2A. No creo haber vivido un intercambio similar en un festival escolar antes, pero realmente sentí que la temperatura de la gente con la que hablaba era muy diferente a la de aquella vez.

—Eh, Yamanobe, ¿estás en buenos términos con él?

—¿Eh?    No estamos cerca, sólo somos normales, ¿verdad?

—… no es francamente malo?

Entonces, tan pronto como hizo eso, la chica blanca interrumpió.

¿Qué parte de el es peligrosa? Aparte de su comportamiento ligeramente pretencioso, sus ojos azules, que heredó de Rose, son peligrosos. Es el tipo de cosa que, a primera vista, hace todo lo posible por quitarte la credibilidad, el sentido del estilo y todo eso.

Es el más reciente logro de la loli rubia.

—Es definitivamente una mala idea…

—A Yukki-san definitivamente no fue su tipo.

—Pero Yukki también lo vio normal, ¿sabes?    Ayer cenamos juntos.

—¿En serio?

—En serio.

Las chicas blanca y morena intercambian palabras entre la sala y la cocina, con Nishino sentado en el comedor. Mientras las observa, el futsumen se esfuerza por pensar en cómo participar en su conversación.

Mientras lo hace, sin que tenga que hacer nada, la otra parte le llama.

—Ese uniforme es de la secundaria Tsunuma, ¿no?

—Sí, lo es…

—¿Conoces a Risa?    He jugado con ella un poco antes.

—¿Te refieres a Kondo?

—¿Eh?    ¿La conoces?    ¿Tal vez estamos en la misma clase?

—Estoy en segundo año, ¿y tú?

—¿Hablas en serio? Eres un tipo normal.

Charla entre Nishino y la chica gyaru blanca, que inesperadamente se ponen en marcha.

Se anota algunos puntos al intentar tratar a Risa-chan como si fueran amigos. Hubo un cambio en la actitud de la otra persona al confirmarse su conocimiento mutuo. La mirada que se había fijado en la terminal se levanta y se desplaza hacia el futsumen.

—¿Entonces conoces a Takeuchi-kun?    Takeuchi-kun.

—Aah, si es Takeuchi-kun, estamos en la misma clase. Es la clase 2A.

—¡En serio!?    Nishino, ¡bien!    ¡Hablemos un momento!

—Eso está bien…

Además, usando a Takeuchi-kun, cerraron la distancia de una vez.

No puede evitar imaginar lo que pasaría si lo descubriera, pero por ahora es una nulidad que prioriza hablar con la chica que tiene delante. Desde su punto de vista, no quiso mentir sobre nada de esto. Cada intercambio es una cuestión de cómo se recibe.

—Soy un fan de Takeuchi-kun, ya sabes. Es realmente genial.

—Sí, lo es. Takeuchi-kun parece genial desde el punto de vista homosexual incluso.

—¿Podría ser que Nishino esté cerca de Takeuchi-kun?

—No estoy seguro de que seamos cercanos, pero estamos en el mismo club. Si hay algo que quieras preguntarme sobre Takeuchi-kun, puedes comprobarlo aquí. Te responderé todo lo que pueda decirte.

—¡Ooh!    ¡Eres tan útil, Nishino!

Una sonrisa apareció en el rostro de la chica gyaru blanca al escuchar las palabras de Nishino.

Durante un tiempo después de eso, Nishino se las arregló para conseguir algo de interacción con el sexo opuesto utilizando a Risa-chan y Takeuchi-kun como cebo. Es un futsumen con gusto. La charla con la chica blanca se prolongó hasta que la otra chica gyaru le dijo que la cena estaba lista.

Y la chica blanca, habiendo terminado su comida, salió del lugar con una sonrisa en la cara. Aparentemente había venido a pedirle a Yamanobe una comida.

—Fue todo muy emocionante, pero ¿realmente es tan genial, Takeuchi-kun? Después de la cena, mientras lavaba los platos, la chica gyaru le preguntó.

Nishino, a quien se le negó la ayuda, está sentado en una silla en el comedor, como siempre. Es una conversación sobre el mostrador de la cocina.

—Sí…

Después de reflexionar un poco, respondió.

—Si tuviera que decirlo, diría que es una especie de anhelo.

—¿El anhelo de Nishi?

—Sí, vivir como Takeuchi-kun, ese es mi ideal.

—Es algo impresionante que un compañero diga tanto de otro.

—Sí, lo es.

En la mano de Nishino está el té que le preparó la chica gyaru. Habla mientras se lo bebe.

—Podría enumerar muchas cosas. Sobresale en sus estudios y siempre sale bien parado en los exámenes. También es bueno en los deportes. Se dice que es el as del equipo de fútbol. Sus compañeros confían en él. Se confía tanto en el mismo sexo como en el sexo opuesto.

—Es como un héroe de un manga.

—Ciertamente es como dices.

—Tengo un poco de curiosidad, si lo pones así.

—Te presentaré si alguna vez tengo la oportunidad.

—Ah, pero tengo a Yukki, así que creo que pasaré de el.

—Ya veo…

Tras un comentario casual de Yamanobe, Nishino recordó los acontecimientos del día en que se mudó. Fue su voz jadeante la que escuchó inesperadamente en medio de la noche cuando visitó la cocina para beber agua. A partir de ahora, siempre tendra una jarra de agua en su habitación, y ese día pidio una por correo.

Se ha encontrado con escenas similares en más de una ocasión en el pasado. También ha trabajado en esas situaciones una o dos veces. Sin embargo, el impacto del trabajo y la vida privada es muy diferente.

Y así estába pasando la sobremesa charlando y riendo, cuando se oyo abrirse la puerta principal.

Su atención se dirige al pasillo, preguntándose si la chica blanca ha olvidado algo. Pasando por la puerta abierta estaba uno de los compañeros de piso, Yukio Yanagida, alias Yukki. Camina lentamente por el pasillo, sujetándose la cabeza con una mano.

La chica gyaru se dio cuenta de su aparición y gritó.

—¡Ah, Yukki, bienvenido de nuevo!

—He vuelto. Y siento ser tan brusco, pero me voy a tomar un descanso.

Deteniéndose en su camino, dijo a través del marco de la puerta que conducía a la sala de estar. Sonaba vagamente indispuesto.

—S-Sí, vale. Por cierto, la cena es…

—Comí fuera. Voy a dormir un rato, así que no te preocupes.

—…vale.

Sube las escaleras con pocas palabras, un cambio total respecto a ayer. Una pregunta se escapa de la boca de Nishino al verla.

—Comparado con los últimos días, ha vuelto pronto, ¿varía de un día a otro?

—¿Hmm?    Siempre amanece, ¿sabes?    Este es el mejor momento para escribir.

—Ya veo.

Fue Nishi quien murmuró en voz baja, mirando el camino que Yukki había dejado.

***

Al día siguiente, los exámenes parciales comenzaron en la secundaria Tsunuma.

En los próximos días, los alumnos harán exámenes de cada asignatura en lugar de sus clases habituales. Los estudiantes que se planteen hacer las pruebas de acceso a la universidad buscarán notas más altas. Los estudiantes que piensan en conseguir un trabajo después de la secundaria esperan evitar las marcas rojas y las clases de recuperación. Cada uno mira desesperadamente el libro de texto por sus propias razones.

El aula está en silencio durante las primeras horas de clase, que se suelen pasar charlando y riendo.

Y esto no es una excepción para Nishino.

En el pasado, no le habrían importado los exámenes regulares. Al menos, pensó que mientras evitara las notas rojas y los exámenes de recuperación, estaría bien, e incluso durante los exámenes, pasaría el tiempo cómodamente leyendo libros de bolsillo y similares. Los resultados de los exámenes también serian mediocres, en la mitad de la clase.

Era calladamente cínico todos los días, pensando que era genial ser así.

Pero el Nishino de hoy, despertado por la juventud, también se toma en serio su trabajo escolar.

Para ser más específicos, pensaba en obtener buenas notas en los exámenes regulares y atraer la atención del sexo opuesto. Además, la posibilidad de ir a la universidad se la planteó Rose durante el festival. Si pensaba que le ayudaría, era una oportunidad para matar dos pájaros de un tiro.

Y ahí está, enfrentándose a su libro de texto con seriedad toda la mañana.

—…

El primer tema de examen del día es Historia Mundial B.

Esta es una asignatura que requiere capacidad de memorización, y los alumnos son quisquillosos a la hora de terminarla. Como no hay esperanza de ganar puntos aplicando fórmulas, como en matemáticas o física, no queda más remedio que recordarlas una a una de forma honesta. Debido a sus devastadoras amistades, no se le han pasado documentos del pasado.

—Ah, Matsuura-san…

De repente uno de sus compañeros murmuró.

En el aula resonaba, perdido en el bullicio, el nombre de un alumno que había faltado a clase los últimos días. Matsuura-san, que no había ido a la escuela ni una sola vez desde el día después del evento del baile. Parece que acaba de llegar a la escuela.

—…

No dijo nada, pero se dirigió a su asiento y se sentó en una silla.

Transfiere solemnemente sus cuadernos y libros de texto de su bolsa a su escritorio.

Sus compañeros se pasan el momento observándola desde la distancia, como si fuera un hervor. Porque los estudiantes de la clase 2A sabían de su extraño comportamiento el día del evento del baile. Se refiere a aquella en la que irrumpió en el escenario con un cuchillo en la mano.

No pocos estudiantes de la escuela esperaban en la zona del público del salón para ver a Takeuchi- kun, Rose y Gabriella. Y aunque se puede controlar los medios de comunicación, no se puede tapar las bocas de aquellos con los que compartieron el mismo tiempo.

Como resultado, el estatus de Yandere de Matsuura-san fue compartido como algo seguro. Según él, intentó apuñalar a Takeuchi-kun hasta la muerte con un cuchillo de cocina.

Con la ayuda de estos antecedentes, Matsuura-san fue tratada de forma diferente por la gente que le rodeaba que antes. Ni siquiera las chicas del grupo de clase a las que estaba unida la visitan para hablar con ella. Su aislamiento equivale al nivel más bajo de la casta escolar.

Tal vez por eso una persona vio una oportunidad allí. Es Nishino.

Tras dejar su propio asiento, se dirigió debajo de Matsuura-san, con el libro de texto en la mano. El salón de clases está naturalmente zumbando.

Oye, espera un momento, deja esa parte. Hay una mirada tácita y dura dirigida al futsumen. Pero eso no significa que su compromiso con la juventud sea tan endeble como para dudar.

—Buenos días, Matsuura-san. Hoy es el primer día de exámenes, ¿cómo vas con tus estudios?

—…

Nishino entiende, por experiencias pasadas, que Matsuura-san no es una mujer que pueda manejarse sola. Para que no le pida que sea una mujer. Pero por otro lado, sigue siendo un futsumen que está unido al grupo, clase 2A.

Su objetivo es triunfar en el mismo lugar y disfrutar de su juventud. Si hay un revuelo allí, se ha movido para ponerlo a descansar.

Y para añadir a su débil esperanza de que, como fondo de la casta, puedan trabajar juntos en el campus, o algo así. Al igual que con su relación con Rose, era su manera de usar lo que estaba disponible.

Para los estudiantes presentes, fue más parecido a la llegada de un tifón que a una ola.

—Si no te sientes bien, puedo llevarte a la enfermería… El futsumen que le llama repetidamente.

Es tan amable como un viejo amigo.

Matsuura-san dirige entonces su mirada a la nuca de Nishino cuando éste le hace una pregunta. Ahí está Shimizu, luchando con su libro de vocabulario en su propio asiento. La presidenta, trabajando duro con el examen a la vuelta de la esquina, no parece haber notado la cita entre Nishino y Matsuura-san.

—Hola, presidenta.

—¿Eh?   Ah, ¿qu-qué?

Matsuura-san llamó a la presidenta.

Su tono de voz era muy serio, un cambio total respecto a los anteriores. Es como una persona diferente de la que solía ser, que solía sentarse tranquilamente en la esquina del aula. El tono coqueto de su voz se había desvanecido en la nada.

Gracias a esto, fue la presidenta quien se sorprendió.

Por un momento, incluso el se confundió en cuanto a quién se había acercado ella.

—Estás bajo la jurisdicción de la presidenta, ¿no es así, Nishino-kun?    Poner las cosas en orden.

—Eh…

Los ojos de Shimizu revolotean ante el diálogo que le han dado en rápida sucesión.

La confusión dura sólo unos momentos.

Un poco más tarde, la presidenta de la clase, comprendiendo la intención de su declaración, levanta la voz.

—¿Cómo puedes decir eso!?

—¿No?

—¡No!

La presidente de la clase da ladridos con la cara roja. Rechaza con todas sus fuerzas.

El único incidente que recuerda en su mente es aquel en el que compartió cama con el futsumen en un hotel de Santorini. En su cabeza entiende que Matsuura-san no puede saber ese hecho.

Pero Shimizu, que sigue reaccionando de forma notable, tiene un carácter bastante directo.

—… ¿Qué es eso?” ¿No estás demasiado desesperada?

—E-Es porque dices cosas raras.

—¿Dices eso delante de él?    ¿No es horrible?

—Ts-…

Hoy, Matsuura-san estuvo genial hasta el final. Fue extrañamente magistral.

Es un cambio de carácter, entendiendo la percepción de los que la rodean de que no tiene sentido tratar de mantener las apariencias a estas alturas. Aunque la otra parte sea el presidenta de la clase, que está en la cúspide de la casta, trata de agitar las cosas sin que parezca importarle .

Sin nada que perder, Matsuura-san era invencible en el campus.

—Matsuura-san, no tienes que preocuparte por mí. No digas nada malo de la presidenta.

—No, no, no, no me importa. ¿No puedo malinterpretarte sin permiso?

—¿Es así?

—¿No es obvio? Tú eres la razón por la que estoy en este lío.

—Ya veo, eso es algo malo…

El ambiente en el aula es peligroso. Todo el mundo pensaba.

Matsuura-san y Nishino en modo invencible, si dejan que estos dos hablen, estaran en grandes problemas. Estos pensamientos están en la mente de todos los que lo observan y de ella. El daño ya está hecho, incluido la presidenta, que fue la primera en saltar.

En medio de todo esto, la puerta del fondo del aula se abre con un traqueteo. El que emerge es Takeuchi-kun, el número uno de la clase 2A.

—Ah…

Al verle, se le escapó una voz que no podía pertenecer a nadie más.

La atención de todos en el aula se vuelve hacia él, que acaba de llegar a la escuela.

Mientras tanto, Takeuchi-kun también confirma que Nishino y Matsuura-san están flotando en el aula. Es él quien fue parte y también víctima del evento del baile. Inmediatamente después de entrar en la sala, los pasos del ikemen se detienen al presenciar la visión de él y ella de pie uno al lado del otro.

Todo el mundo está observando cada uno de sus movimientos.

El aula de la clase 2A vuelve a estar en silencio, después de que el breve alboroto se haya apagado. Todos los compañeros parecen estar en un ambiente diferente al habitual.

Ante una escena que difícilmente podría calificarse de normal, Takeuchi-kun dudó en continuar. Pero es sólo por un corto tiempo. Pronunció las palabras con mucha naturalidad, para que sus compañeros no se dieran cuenta de su agitación.

—Matsuura-san, sé que pasaron muchas cosas el otro día, pero si quieres hablar conmigo, soy todo oídos…

—…

—Por supuesto, no digo que tengas que hacerlo, pero ya que somos compañeros de clase sentados uno al lado del otro en la misma aula, creo que deberías sentirte libre de hablar conmigo. Creo que Matsuura-san tiene su propia situación, y yo la mía, así que estaría bien que pudiéramos hablar entre nosotros sobre esa base.

Fue una charla con una sonrisa alegre. Fue una charla impecable.

Tal vez por eso Matsuura-san murmuró ante esto, como si su impulso se hubiera cortado.

—… Nada, no me importan esas cosas.

Se aparta con un mohín y se vuelve a mirar al frente, todavía sentada en su silla.

Fue una reacción que no dejó ninguna duda en su mente de que era consciente de la otra persona.

Porque la cara de Takeuchi-kun, mientras le hablaba, seguía siendo la misma que antes, y era extremadamente guapo. Era tan guapo que pensó: “Es suficiente por hoy”. Y le saludó con una sonrisa, sin una sola palabra de condena por su atroz acto.

Takeuchi-kun, una gran victoria.

—”¿Eh, mentira, no fue Takeuchi-kun casi apuñalado por Matsuura-san?” “No es que tenga un gran corazón. Estoy seriamente enamorado de ti ahora mismo.” “¿Le perdonaras commo si fuera normal?” “Si fuera yo, estaría demasiado asustado para venir a clase” “¿Qué tan duro es ese tipo Takeuchi?” “Simplemente lo adoro” “Yo también”

—”¿Por qué no se ha capturado a Matsuura-san en primer lugar?” “¿No se llama eso defensa propia?” “¿Qué quieres decir?” “La persona que apuñaló por error era un asesino, ¿no?”    “Creo que apuntaba a Gabriella-san.” “¿En serio?” “Es demasiado aterrador apuñalar a un asesino en la dirección opuesta.” “Mas bien, ¿no es increíble, Matsuura-san?” “No quiero acercarme a ella porque es increíble”

Hubo muchas voces tanto de los chicos como de las chicas. Takeuchi-kun se dirige a su asiento, feliz de estar aquí.

Pero incluso él está nervioso por dentro.

Al momento siguiente, Matsuura-san, que ha sacado un cuchillo de debajo de su uniforme, vendrá corriendo hacia él. Una peligrosa imaginación viene a su mente. Era la primera vez en su vida que se enredaba con un mengele. Por el momento, es un ikemen que piensa en tener cuidado en las calles por la noche.

Por cierto, la absolución de Matsuura-san fue sólo el resultado del trabajo de Papa-san, ya que su atroz acto acabó salvando la vida de Gabriella. Pero eso también lo desconocen los miembros de la clase 2A.

Gracias a esto, Nishino volvió a su asiento el mismo día sin ningún éxito.

***

A la hora del almuerzo, el primer día de exámenes, la presidenta fue llamada al techo por Rose. Recibió una llamada unidireccional en su terminal para ir a la azotea inmediatamente.

Cuando se trata de la pausa para comer durante los periodos de exámenes, cada minuto es precioso para los estudiantes. No es comparable a una pausa normal para comer. Y la presidenta de hoy tiene prisa porque no puede rellenar las hojas de respuestas como debería. Este es normalmente un momento para pasar mirando el libro de texto.

Con estos antecedentes llegó, para su exasperación.

Al pasar la gruesa puerta de metal que conecta el hueco de la escalera con el aire libre, ya puede ver a Rose bajo el cielo azul. Estaba mirando al cielo cuando notó que la puerta se abría y volvió a mirar a la presidenta. Una loli tan rubia con un toque de elegancia en su comportamiento casual.

Esto también es frustrante para la presidenta. Naturalmente su boca estaba llena de irritación.

—¿Qué quieres decir al “llamarme unilateralmente sin decirme por qué”?

—¿Por qué estás tan enfadada?

—¡No estoy enfadada contigo!

El examen que viene después de comer es de inglés, que ella considera más importante que cualquier otra asignatura. No es exagerado decir que más de la mitad de su vida está en juego. Esto hizo que los sentimientos de la presidenta se impacientaran especialmente.

—Bueno, en realidad no me interesa lo que pasa por tu mente.

—Ts-…

Sólo que sus sentimientos no se transmiten a Rose en lo más mínimo. La llama, pero sin una sola palabra de agradecimiento, trata de incitarla con un tono condescendiente.

—…¿puedo volver a clase?

—No.

—¡E-Entonces por qué no hablas conmigo!

—A ningún hombre le gusta una mujer impaciente, ¿verdad?

—Ts-…

En cuanto se encontraron, la paciencia de la presidenta estaba a punto de agotarse. Mirándola con una sonrisa irónica, Rose continúa hablando.

—Tengo que pedirte un favor.

—…¿Qué?

—¿Conoces a esa estudiante transferida que ha estado visitando tu clase de vez en cuando?

—¿Te refieres a Gabriella-san?

—Cuando visite tu clase, si no me ves por ahí, quiero que me llames. Parece que Rose está planeando comprobar a su rival de amor.

Shimizu también está más o menos familiarizada con su relación. Le ayudó a entender por le llamo la otra parte. Por eso la frustración de la presidenta arde aún más en su corazón.

Era una situación espantosa para ella que sus exámenes parciales, de los que dependía su futuro, fueran interrumpidos por los consejos románticos de otra persona. Y es el más bajo de la casta, un futsumen, y el pervertido que se enamoró de ella.

—Y cuando la veas fuera del campus, ponte en contacto conmigo de la misma manera… Con la ayuda de estas circunstancias, la presidenta ha llegado al final de su paciencia.

Hizo un puchero.

Y sin embargo, en su estado normal, no habría sido capaz de hablar con fuerza contra la persona que tenía delante. El dominio de Rose en la escuela es abrumador. Incluso la presidenta de la clase sería inevitablemente derrotado en un enfrentamiento frontal.

Pero ella obtuvo la información de Francisca hace sólo unos días.

¿Qué tipo de información sabes sobre los antecedentes de Rose?

Había conseguido que Francisca le informara sobre las debilidades de Rose con la condición de que le presentara el proyecto de erradicación de las polainas JK pervertida y la comunidad que se había creado para apoyar su progreso. Esto hizo que decidiera pasar a la ofensiva.

—¿De verdad crees que puedes ser una con él, Rose-chan?

—…¿qué quieres decir?

La expresión de Rose se vuelve sombría cuando las palabras de la presidenta cambian el ambiente. La mirada afilada es del tipo que mella a Tarosuke con una sola mirada.

Pero hoy la presidenta no quiere ser menos. La impaciencia y la ira que tiene es grande. Tiene que volver a su clase lo antes posible y revisar sus libros de texto y vocabulario para preparar su examen de inglés que empieza esta tarde.

Fueron estos pensamientos los que dieron a Shimizu el valor para dar el primer paso.

—No conozco los detalles, pero lo que Nishino quiere es una historia de amor entre los mismos estudiantes, ¿no?    ¿Realmente crees que mereces estar enamorada de un hombre así? Me sorprendió la primera vez que lo oí. No pensé que fueras mayor que mi abuelo…

Antes de que la presidenta pudiera terminar su frase, Rose se movió.

A pocos metros, en un parpadeo, las yemas de sus dedos atrapan el cuello del otro. Sus cinco delgados dedos agarran el cuello de Shimizu de frente. Es una loli rubia que se jacta de tener habilidades físicas que trascienden a la humanidad, así que si pone el más mínimo esfuerzo en la situación, su muerte es inevitable.

—¿Quién te ha dicho eso?

—¿Cre-Crees que lo contaré?

—¿Quieres morir?

—Si muero aquí, creo que Nishino-kun se dará cuenta.

—…

El deseo de los exámenes parciales había hecho que la presidenta superara sus temores.

Rose le agarra el cuello con una fuerza de brazo distinta a la de una chica menuda. Mientras se asombra por este hecho, por otro lado, los sentimientos de exasperación, rabia e impaciencia que se han ido acumulando en respuesta a la pausa del almuerzo que va pasando momento a momento se van expresando desde el interior de Shimizu.

Esa es la historia negra de Rose, tal como se la contó Francisca.

—…¿No-No tienes que decir?

—Ts-…

Las piernas de la rubia loli se movieron en respuesta al comentario casual de Shimizu. A la manera de una patada yakuza, golpea a su oponente en el abdomen con la planta del pie como si quisiera apartar su cuerpo.

Un gemido se escapó del lado pateado. El cuerpo sale despedido hacia atrás, pierde el equilibrio y cae de nalgas al suelo de cemento.

—Ouch… he-hey, ¡qué haces de repente!

Shimizu, que de alguna manera se había anticipado a la acción de su oponente, cayó sobre sus nalgas y, al mismo tiempo, clavó los codos y las manos para agarrarse. Había un pequeño dolor en la articulación de la muñeca, pero no parece ser un daño tan serio. El resto es sólo un ligero rasguño en el codo.

—¿Estás conectada a Francisca?

—¡Ella me llamó primero!   ¡No de mi parte!

—…si.

Rose da un paso adelante en respuesta a los ladridos de la presidenta.

Al comprender el movimiento de este último, el primero se prepara rápidamente.

Sin más, la rubia loli se echó a andar, pasando por delante de Shimizu, que se sentó a sus pies, y se dirigió hacia la escalera que llevaba a la escuela. La presidenta de la clase pensaba que la echarían al menos una vez más, así que esto fue en otra direccion.

—No te olvides de la llamada, ¿quieres?

—…

Y con una última palabra, Rose desapareció en la escuela.

Después de ver la espalda de su rencoroso enemigo, Shimizu deja escapar un suspiro y libera toda la tensión de su cuerpo cuando su oponente se pierde de vista. Al mismo tiempo, rumia la serie de intercambios, y se siente confundida sobre sus acciones, que intentó más de lo que pensaba, como si hubiera hecho algo fuera de lo normal.

—…realmente no puedo hacer esto más.

Levantando la barbilla, mira hacia arriba y ve un cielo claro y suave de otoño que llena la visión de la presidenta.

Chikako Shimizu, la primera estrella blanca contra Rose.