Nihon E Youkoso Elf-san (NL)

Volumen 1.2: Capitulo De La Piedra Magica

Extra 1: Rutina Matutina

El sol de la mañana brillaba en el lavabo, donde los dos nos lavábamos los dientes. Yo era una cabeza más alto que Marie en este mundo, así que naturalmente, nos posicionamos con ella de pie frente a mí.

Cepillarse los dientes debía ser una práctica desconocida para una elfa, pero a ella parecía gustarle la pasta de dientes limpia y con sabor a menta. Había estado viviendo solo todo este tiempo, así que me hizo sonreír verla enseñar los dientes mientras se los cepillaba.

Mi estómago estaba lleno con el desayuno y la luz del sol era agradable y cálida. El aire tranquilo de la mañana también contribuyó a que mis párpados se sintieran pesados. Cuando mi conciencia comenzó a vagar un poco, escuché el sonido de alguien reprimiendo la risa. Cuando abrí los ojos, vi a Marie aclarándose la garganta con una expresión un poco dolorida. Ella rápidamente terminó de hacer gárgaras, luego se volvió hacia mí, con la cara roja.

“¡T-Tú! ¡¿Cómo rayos lograste que apareciera una burbuja de sueño en tu nariz mientras te lavabas los dientes?!”

Después de ser regañado, escupí la pasta de dientes y me enjuagué la boca con agua. Me limpié la boca con una toalla y me volví hacia ella.

“¿Qué? No lo hice. Solo tengo un poco de sueño, eso es todo. Si realmente me hubiera quedado dormido, probablemente estaría en el mundo de los sueños.”

Marie tuvo otro ataque de tos y luego me miró fijamente. “Bien. Si así es como quieres jugar, te daré una muestra de tu propia medicina. Solo mira.”

Oh, está bien… Aunque no estaba segura de a qué se refería con eso. ¿Ella iba a hacer que una burbuja saliera de su nariz también? Ella no lo haría… ¿verdad?

El clima era igual de agradable a la mañana siguiente y comencé a lavarme los dientes como de costumbre. Marie, por otro lado, parecía estar tramando algo mientras se escabullía del baño. ¿Qué estaba planeando? ¿Hablaba en serio sobre lo que dijo ayer?

Mientras pensaba en ello, de repente apareció detrás de mí. La miré en el espejo. Tenía una sonrisa confiada en su cara como si tuviera algo bajo la manga. Luego levantó el dedo… y aplastó su bonita nariz, haciendo que pareciera un hocico de cerdo.

“¡Jajajajaja! ¿Por eso actuabas con tanta confianza? ¡No puedo creerlo!” Tomado por sorpresa, no pude evitar reírme. Marie se quedó allí, con su cara explotando en rojo.

“¡¿D-De qué te estás riendo?! Esto es una venganza por lo de ayer, ¿de acuerdo? ¡Perdiste por reírte más que yo!”

Ella tiró de mi espalda desesperadamente, pero su vergüenza y sus ojos llorosos solo alimentaban mi risa aún más.

“De veras que eres adorable, Marie. Me alegro de haber podido comenzar mi día con una vista tan maravillosa.”

“¡Nooo! ¡Olvida lo que acabas de ver! ¡No sabía lo que estaba haciendo!” La elfa pataleó como muestra de frustración y vergüenza.

Fue un evento bastante divertido para mí, pero desde ese día, había un pedazo de papel en la pared que decía: “No te rías mientras te lavas los dientes”.

Hice gárgaras con agua en el fregadero y pensé para mí mismo que nunca había un momento aburrido cuando pasaba tiempo con ella.