Maou no Ore ga Dorei Elf wo Yome ni Shitanda ga

Volumen 10

Capitulo 3: El Mundo Es Aparentemente Pacífico Porque Los Archidemonios Y La Iglesia Se Llevan Demasiado Bien

Parte 2

El hecho de haberle entregado su ropa vieja a Nephy significaba que había decidido aceptar el poder que Zagan eligió para ofrecerle.

“Supongo que Kuroka ha elegido pelear, entonces”, dijo Nephy.

“Tanto el padre como la hija son bastante complicados, después de todo. Bueno, así es como pensé que iría”.

“Pero… Dijo que me los confiaba solo hasta el día en que ya no tuviera que sostener una espada”.

Zagan se quedó mirando maravillado esa inesperada respuesta. “…Ya veo. Eso es bueno.”

No sabía qué tipo de conversación había tenido Nephy con Kuroka, pero estaba seguro de que Kuroka había cambiado de opinión.

“Sí, realmente lo es”, respondió Nephy con una sonrisa. Zagan sintió que lo había descubierto solo por eso.

Sentí que algo sobre Nephy había cambiado. Apuesto a que eso también es gracias a Kuroka. No era como si tuviera tendencias masoquistas ni nada, pero el sentido de autoafirmación de Nephy era bastante débil.

Se sentía como si eso hubiera estado cambiando poco a poco desde que ella curó los ojos de Kuroka. Esa probablemente también fue la razón por la que pudo hacer algo tan asertivo como invitarlo a una cita. Zagan asintió mientras fingía no darse cuenta, incluso cuando se sintió conmovido por esto.

“Todo lo que queda es que ella se reconcilie de alguna manera con ese idiota de Shax”.

“Es verdad…”

Silencio una vez más. Sin embargo, esta vez fue diferente. Se sentía como si Nephy estuviera esperando a Zagan.

“Además, uhh…”

“¿Si?”

“Esa molestia que Michael dejó caer justo ahora, ¿verdad?”

“Si.”

Nephy lo sabía solo por el hecho de que él le había dicho que no necesitaba tratarlo como a un invitado.

Sin embargo, Zagan no estaba muy seguro de cómo expresar sus sentimientos, y una vez más se sumió en el silencio mientras intentaba encontrar las palabras apropiadas. Después de preocuparse por eso por un tiempo, no pudo encontrar otra manera que decirlo claramente.

“Entonces… escuché un poco sobre Marc. Parece que me estaba buscando por una promesa o algo con mis padres o hermanos, o… en realidad, es bastante poco probable que fuera un hermano… pero fue una promesa con ese tipo de persona”.

Zagan tenía unos siete años en ese momento. Incluso si tuviera un hermano, no creía que un niño cercano a esa edad hubiera tenido la influencia para llevar a un hombre como Marc a la acción.

Si era un hermano que era un poco mayor que él, entonces no había razón para que no entraran en contacto con Zagan ahora. En resumen, era extremadamente probable que alguien como los padres de Zagan hubiera hecho la solicitud.

“Gracias a eso, la identidad de quién era es algo en mi mente… ¿o tal vez no quiero saberlo?” Todo lo que estaba tratando de hacer era ponerlo en palabras. No se suponía que hubiera nada extraño en esto, pero sintió una decepción en su corazón por alguna razón. “Lo siento. Realmente no lo entiendo yo mismo”.

“No, entiendo”, respondió Nephy en un tono reconfortante mientras mantenía sus ojos en el horizonte. “¿Es posible que se sienta como una traición que una promesa hecha con alguien más se inserte repentinamente en la relación entre usted y el hombre que considera un hermano?”

Ella describió espléndidamente la vaga sensación de que el propio Zagan no pudo explicarlo, dejándolo con los ojos abiertos de asombro.

“¿Es eso así…?”

“Así me sonó”. Nephy apartó una mano de su escoba y tocó el brazo de Zagan. “No sé con qué tipo de persona hizo esa promesa, pero es lo que los presentó a ustedes dos, ¿no es así? Entonces estoy segura de que no pretendían hacerte daño, Maestro Zagan”.

“Hmm. Ese es un puesto de observación optimista. ¿Tienes una base para decir eso?”

Realmente no criticaba su opinión, pero Zagan no podía pensar de esa manera él mismo. Quizás por eso quería algún consejo. Nephy se dio la vuelta con una mirada lamentable y sonrió.

“¿No me enseñó eso usted mismo, Maestro Zagan? Los padres aman a sus hijos de la misma manera que usted y yo nos sentimos acerca de Foll”.

Zagan quedó completamente conmocionado, luego sonrió con amargura. “Es eso así…”

“Sí lo es.”

“Pero parece que los niños pasan por una edad rebelde”. Fue una suerte que ese período aún no hubiera llegado para Foll, pero había escuchado que los padres regulares a menudo se atormentaban el cerebro sobre los niños que lo hacían. “En otras palabras, ¿me estás diciendo que estoy pasando por un período similar?”

“¿Q-Qué? N-No, no quise hacerlo”.

“Estoy bromeando”, dijo Zagan con una sonrisa.

“Caray… estás siendo malo, Maestro Zagan”, respondió Nephy e hinchó las mejillas.

“Lo siento. Realmente me consientes. Estoy bien ahora”.

Nephy no respondió de inmediato, pero tiró de su brazo como si lo estuviera abrazando.

“… Me debes ahora. Por favor, mímame hoy hasta que esté completamente satisfecha”.

“Qué estricta”.

“Si.”

“Entonces… Por favor, vuela un poco más lento. Llegaremos a la ciudad de inmediato de esta manera”.

Las orejas de Nephy se volvieron de color rojo brillante directamente a sus puntas ante su exiguo pedido, y ella asintió levemente a cambio.

“Por favor, no te enojes si el sol termina poniéndose, ¿de acuerdo?”

Kianoides ya estaba a la vista, pero la escoba en la que viajaban solo se movió ligeramente hacia ella.

¿M-Mimarla? ¿Hasta que esté completamente satisfecha? Sintió que ella acababa de decir algo extremadamente escandaloso. Las orejas de Nephy eran de color rojo brillante y temblaban como si dijera que solo iba con la corriente y acababa de notar lo que ella misma había dicho.

Podía sentir su corazón latir como un martillo. No podía ver su rostro porque estaba mirando hacia adelante, pero sabía que estaba al borde de las lágrimas.

“¡Aaaaaaaah! ¡Pero me encanta esto!”

Los dos gritaron internamente mientras la escoba flotaba tranquilamente en el cielo hacia Kianoides.

***

“Haah… he terminado. Realmente he terminado”.

“Dexia, abandonar la misión se castiga con la muerte”.

“Entonces dices, pero ¿sabes lo que se supone que debemos hacer?”

“De ningún modo. ¿Escuchaste algo?”

“Estuvimos juntos todo este tiempo. ¿Crees que tuve la oportunidad de obtener una explicación por mi cuenta?”

“… Aristella está decepcionada”.

“¿Podrías dejar de hacerlo sonar como si fuera mi culpa?”

Después de ser arrojados a Kianoides, las dos subordinadas de Shere Khan quedaron inmóviles en confusión. Dexia llevaba un peto liso y una falda corta.

Estaba vestida casualmente con los hombros y el vientre expuestos, y tenía una espada colgando de su cintura detrás de ella. Aristella llevaba un vestido con volantes que parecía difícil de mover, pero todavía tenía dos cimitarras de aspecto peligroso.

Una era infinitamente expresiva, mientras que la otra era completamente inexpresiva. Una tenía el pelo atado a la derecha con una cinta roja, y la otra a la izquierda con una cinta azul. Eran exactamente opuestas en muchos sentidos, pero sus caras eran idénticas.

Estaban justo en el medio del distrito comercial. El campanario de la iglesia se podía ver más abajo en la calle. Parecía que se separarían de inmediato en la inundación de personas de diferentes razas y estatus sociales si no se tomaran de las manos.

Dexia no tenía idea de lo que estaba pasando por la mente de Aristella, por lo que agarró con fuerza la mano de su hermanita inexpresiva. En realidad no estaba claro cuál era la mayor de las dos, pero Dexia se reconoció a sí misma como la hermana mayor. Aunque era probable que Aristella también se considerara la hermana mayor.

“Les otorgaré a ustedes dos una misión de alto secreto”.

Eso es lo que el Archidemonio con la sonrisa repulsiva les dijo a Dexia y Aristella. Shere Khan les había ordenado a las dos que obedecieran a Bifrons, por lo que no estaban particularmente descontentas.

Sin embargo, fue, de hecho, problemático ser arrojado a la ciudad sin que se le dijera cuál era realmente esa misión de alto secreto.

Por lo tanto, no tenían idea de lo que se suponía que debían estar haciendo. Y, sin embargo, sería insatisfactorio para ellos tener su misión etiquetada como un fracaso.

Ese tipo es realmente espeluznante. Dexia estaba ansiosa de que Bifrons le hiciera daño a Shere Khan mientras los dos estaban fuera. Y mientras gruñía para sí misma, Aristella pensó un poco antes de decir lo que pensaba.

“Este es el dominio de un Archidemonio”.

“Bueno sí.”

“Hay varias especies raras reunidas bajo el Archidemonio Zagan… Aristella cree que se supone que debemos capturarlas”.

“… ¿Crees que las dos podemos pelear con un Archidemonio?”

Eso seguramente no sería diferente del suicidio. Las dos chicas estaban preparadas para arriesgar sus vidas y ser dejadas de lado, pero no les gustaba la idea de morir sin sentido. Si iban a ser desechados, al menos querían morir de una manera que les permitiera ganar su tiempo maestro.

“Uwah, oh wah…”

Dexia casi fue derribada por la avalancha de personas cuando se sumió en sus pensamientos.

“Hay demasiada gente aquí. Aristella sugiere que los reduzcamos.”

“No puedes. Sería malo tener los ojos de los Caballeros Angélicos sobre nosotras cuando ni siquiera sabemos cuál es nuestra misión”.

“Impactante. Dexia está siendo razonable.”

“En serio…” Dexia dejó escapar un suspiro y sacó algo de su bolsillo. Era lo que Bifrons le había dado cuando los dos fueron arrojados a la ciudad.

“Creo que esta es nuestra única pista”.

“Dexia.  Estas  se  llaman  monedas.  Están  en  circulación  en  todo  el continente. No parecen tener ningún hechizo especial sobre ellos”.

“Lo sé.”

Era un puñado de monedas. Un oro, tres platas y diez cobres. Era suficiente dinero para divertirse en la ciudad todo el día, y Aristella también tenía su propia parte. Consideraron que las monedas tenían algún tipo de efecto mágico cuando se juntaban, pero realmente no parecían ser más que monedas normales. Dexia levantó una a la luz del sol, pero no mostró signos de cambio.

“Entonces, ¿por qué conseguimos esto?” Preguntó Dexia. “¿Un subsidio?”

“¿Y por qué un Archidemonio nos da un subsidio? Tendría más sentido si fueran maldecidos”.

Justo entonces, el estómago de Aristella se quejó. De todas las direcciones flotaban olores sabrosos, acorde con un distrito comercial.

“Aristella tiene hambre”.

“Supongo que no hemos comido nada en todo el día”.

Las dos chicas miraron las monedas en sus manos. Como sirvientes leales de Shere Khan, no poseían dinero propio.

“¿Deberíamos comer algo con esto?”

“Dexia,  qué  imprudente.  Es  una  locura  usar  algo  que  pueda  estar atrapado”.

“Entonces dices, pero no haremos nada con solo estar aquí, ¿verdad?”

Aristella seguramente estaba pensando lo mismo, y asintió a regañadientes.

“Es verdad.”

Dexia echó un vistazo a su alrededor. Olía a carne cocida asaltándolas sin piedad desde la carnicería. Podía ver carretas vendiendo jugos de frutas deliciosos.

Había tiendas de té con líneas de dulces en exhibición. Era como si las tentaciones de derrocar a los débiles de corazón la rodearan. Las dos chicas temblaron ante la terrible situación en la que solo ahora se daban cuenta de que estaban.

“Entonces, ¿qué tal si vamos a esa tienda de shish kebab por ahora?”

“Qué superficial, Dexia. Nuestros fondos son limitados. Deberíamos cargar en la ciudadela interior mientras tengamos la fuerza de sobra.”

“¡Carne!”

“Dulces”.

Su inútil disputa no duró mucho ya que ambos estómagos gruñeron. “Haaah… El postre está bien. ¿Quieres conseguir algo ya?”

“Qué inesperado.” Dexia cedió. “…Lo que sea.”

Dexia resopló a un lado y se dirigió hacia una tienda de té que le llamó la atención.

“¡¿Q-Qué?! ¡Esto es…!”

Las dos alzaron sus voces al unísono. Se exhibió un postre aterrador que consistía en una torre de dulces horneados y congelados. Quizás el dueño de la tienda era un hechicero.

El postre helado emitió un brillo brillante y dulce, pero no mostró signos de fusión. Las chicas tragaron saliva. Antes de que lo supieran, señalaban el postre.

“Esto, por favor.”

“¡Por supuesto! Solo uno, ¿verdad?”

“¿Huh? Somos dos, entonces, ¿no es obvio que necesitamos dos?”

“Quiero decir… Esto no es realmente algo que las niñas puedan terminar solas, ¿sabes?”

Echando un vistazo alrededor de la tienda, los otros clientes que habían pedido el mismo postre los comían en grupos. Tal cantidad era trivial para el estómago de un hechicero, pero ahora no era el momento para que se destacaran. Dexia y Aristella intercambiaron miradas, luego asintieron a regañadientes.

“Entonces solo uno”.

“¡Ya viene!”

Dexia le entregó sus propias monedas a la camarera mientras Aristella miraba asombrada.

“Que impactante. ¿Ha despertado Dexia al sacrificio propio?”

“Oh, vamos, ¿qué tal si me agradeces sinceramente?”

Aristella miró a Dexia con una mirada desconcertada por un momento, y luego respondió con voz muy baja.

“…Gracias.”

“¡D-De nada!”

Sería difícil reaccionar ante algo que sucede dentro de una tienda tan estrecha, por lo que las dos chicas se sentaron hacia la salida. Después de un rato, un postre gigante fue llevado a su mesa.

“Oooh…”

El vaso era lo suficientemente grande como para confundirlo con un jarrón. Había suficiente crema batida y dulces congelados que había que mirarlo desde la mesa. Realmente fue suficiente para que ambas compartieran. Las dos chicas intercambiaron asentimientos, luego recogieron sus cucharas.

“¡Tan dulce! ¿Qué pasa con esto? ¿No es estúpido tener tanta dulzura? Mmmm… ¡Hey! Aristella! ¡Esa es mi mitad! ”

“Nunca decidimos algo así”.

En completo contraste con la emoción de Dexia, Aristella estaba poniendo en silencio su cuchara para trabajar y había logrado estirarse hasta el otro lado del postre.

Bueno lo que sea. Dexia empujó el vaso hacia Aristella. “Deja un poco para mí, ¿de acuerdo?”

“…? Estás actuando extraña hoy, Dexia. ¿Estás muriendo?”

“¡¿Por qué lo estaría?!”

Dexia no tenía la intención de comenzar una pelea a pesar de alzar la voz. Ella plantó su codo sobre la mesa y comenzó a murmurar en voz baja.

“Durante lo que sucedió… Me cubriste, ¿verdad?”

“¿De qué se trata esto?”

Aristella inclinó la cabeza confundida, y Dexia hizo una mirada agria.

“De vuelta en el tesoro de Raziel, cuando nos deshicimos de ese pequeño niño, la mujer se puso seria, ¿recuerdas?”

La mujer había usado sus aterradoras habilidades con la espada para abrumar por completo a Dexia, deslizando la espada de su mano. Aristella luego saltó para cubrirla y terminó sufriendo heridas importantes. Todo eso a pesar de que se suponía que Dexia se enfrentaría a la mujer mientras Aristella manejaba al niño.

Ella era más peligrosa que esa chica con la que luchamos durante el caso de Azazel… Cuando Dexia y Aristella aplastaron a la secta oscura de la iglesia, Azazel, había una chica que era anormalmente más fuerte que el resto. Parecía ser una tabaxi que empuñaba dos cuchillas.

Incluso usaron el hechizo prohibido que era la carta de triunfo de Shere Khan, pero no pudieron acabar con ella. Pero esa mujer en la tesorería vio el mismo truco y lo pulverizó en un instante.

“Aristella no recuerda”, dijo cuándo la cuchara se detuvo. “Sí claro. Estuviste tan cerca de morir allí.”

“Aristella no recuerda, pero si tal cosa sucedió, entonces eso era lo racional”.

Dexia fulminó con la mirada a Aristella, quien comenzó a juguetear con los volantes de su falda como si esquivara el tema. Este era un tic de ella cada vez que intentaba hacerse la tonta.

“Haah… Bueno, así es como me sentí al respecto. ¡Así que esto nos iguala!”

Y con eso, Aristella empujó el vaso hacia Dexia.

“Aristella no sabe de qué estás hablando. Así que también tienes algunos.”

“… Hmph. No esperes que haga algo así por ti otra vez”.

Dexia comenzó a poner su cuchara a trabajar para ocultar su vergüenza. Y, después de que eso continuó por un tiempo, aproximadamente la mitad del postre se había consumido.

“Dexia, ¿Sería inconveniente que Aristella muriera?”

“¿Haah? ¿No es eso…? ”

Ella no pudo responder. No fue solo una cuestión de inconveniente. Sintió que no podría soportar perder a la chica que era prácticamente su otra mitad.

“Aristella no lo entiende…”

“Hmph. Entonces, ¿por qué me cubriste?”

“… Aristella no lo sabe, pero… probablemente porque a Aristella no le gustó la idea de que murieras”.

Dexia se sorprendió un poco cuando Aristella dejó caer los hombros. “Entonces, ¿no está bien? Lo mismo vale para mí”.

Tenía que matar mucho más por el bien de Shere Khan. No podía soportar no tener a Aristella con ella en esos momentos. Probablemente no podría pelear si Aristella no estuviera con ella. No importa cuánto pelearan, eso era lo que esta chica era para ella. Y, sin embargo, Aristella bajó la cabeza con problemas.

“Aaah, lo que sea. ¡Dejemos de pensar en esta complicada basura!

¡Comamos! ¡Vamos a matar! ¡Y volvamos con el Maestro Shere Khan rápidamente!”

Todavía no sabía a quién matar, pero eso era todo lo que eran capaces de hacer. Y, sin embargo, Aristella se repitió una vez más.

“… Aristella no lo entiende… ya no…”

“Qué es-”

Y justo cuando Dexia intentaba preguntarle qué quería decir… “¡No me jodas!”

Un rugido enojado estalló cuando un hombre cayó sobre su mesa. Parecía que una pelea había estallado. Su postre a medio comer fue enviado volando por los aires.

“¡Aaah…!”

Chillaron de tristeza. Hubiera sido simple para ellos atraparlo con brujería en circunstancias normales, pero sus reacciones fueron obstaculizadas por el estado mental de Aristella. El postre que había salido de su camino para ser lastimosamente salpicado por el suelo.

“¡Te voy a matar!”

“¡Detente! ¡Dexia!”

Dexia tomó su espada, pero Aristella la detuvo y la devolvió a sus sentidos.

Ah, claro, no podemos darnos el lujo de destacar en este momento. Pero ella ya había alzado la voz. El hombre que había caído sobre su mesa vio a Dexia poner su mano sobre su espada.

“¡¿Qué demonios estás mirando, mocoso?!”

Las cosas se habían vuelto problemáticas. El hombre parecía ser una especie de mercenario, a juzgar por la espada en su cintura y su constitución, lo que implicaba que solo era capaz de resolver las cosas con la fuerza bruta. Estaba claro que no era un hechicero.

Para Dexia era simple matar una plaga así, pero el riesgo de atraer la atención de los Caballeros Angélicos o el Archidemonio Zagan era demasiado alto para hacerlo.

Eso es porque era bastante probable que su cara hubiera sido vista en el tesoro. Dexia dejó escapar un gemido, pero de repente, se escuchó una voz digna en toda la tienda.

“Tú, ¿de qué se trata esta conmoción?”

A pesar de que era una voz tranquila e incluso suave, tenía un aire intimidante que parecía forzar a uno a postrarse ante él. El dueño de dicha voz era una elfa con cabello plateado. Parecía estar relacionada con la iglesia, ya que estaba acompañada por un joven caballero angelical.

¿Mi hechicería fue borrada? La hechicería era una técnica que dependía en gran medida de dibujar un círculo mágico o realizar un largo canto.

Es precisamente por eso que los hechiceros caminaron con varios hechizos ya preparados para que pudieran ser despedidos en cualquier momento. Y la hechicería que Dexia tenía lista había sido dispersada por esa sola frase.

De ninguna manera, ¿ella cargó maná en su voz…? Dexia se estremeció al darse cuenta de la verdadera naturaleza de lo que había sucedido. No tenía forma de saberlo, pero era la misma hechicería que Zagan usó cuando se enfrentó a Orias.

Al igual que Valefor tomó el poder que Zagan le dio y lo desarrolló como el Eco Divino, esta chica obtuvo su propio poder mientras estaba bajo la tutela de Orias. Era una forma de maná que podía obligar a cualquier hechicero promedio a desmayarse en el acto.

Sin embargo, lo que fue aún más aterrador fue el hecho de que las masas a su alrededor no mostraban signos de estar asustadas. Este ataque suyo solo estaba dirigido al hombre y a Dexia. Fue terriblemente preciso.

“Eep, ¿qué te pasa…? Espera, eres… ”

El mercenario tembló violentamente y retrocedió. Su vigor anterior se había desvanecido por completo, y ahora estaba reducido a dobladillar y a lamentarse lastimosamente. Pero Dexia no podía reírse de él. Más bien, él estaba en el lado más fuerte para mantener su conciencia.

¡No me puedo mover…! Lo mismo se aplica a Aristella. Normalmente, no había forma de que Dexia y Aristella no tuvieran ninguna posibilidad contra su oponente, incluso contra un elfo. Sin embargo, la brujería que habían preparado de antemano fue destruida. Quedaron impotentes incluso antes de que la lucha comenzara.

Después de confirmar que el hombre había perdido toda voluntad de pelear, la elfa se llevó la mano a la mandíbula.

“Piérdete si no vas a pelear. Después de reembolsar a la tienda, eso es”.

“¡E-Eek!”

El hombre forzó una bolsa de monedas en las manos de una camarera cercana y luego se escapó como una liebre sobresaltada. La elfa se volvió hacia Dexia y Aristella.

Mierda. Quizás les fue posible escapar. Sin embargo, era imposible hacerlo ileso. Eso es cuánto poder  poseía la elfa ante ellas. Las chicas se congelaron instintivamente, y la elfa de repente les tendió la mano.

“¿Están ustedes dos bien?”

“¿Eh…?” Dexia murmuró, insegura de lo que estaba pasando, pero asintió de todos modos. “Uhhh, sí”.

“Ya veo, entonces tengan cuidado de no causar ningún problema. Tanto los caballeros angelicales como los hechiceros están nerviosos hoy”.

Las dos chicas eran, por supuesto, ajenas al hecho de que el Archidemonio Andrealphus estaba visitando la ciudad. Sin embargo, se dieron cuenta de que esta elfa había venido a ayudarlas. Aquellos que sabían qué buscar podían identificar a un hechicero en un instante.

Aparentemente, esta elfa estaba tratando de evitar que los hechiceros del “exterior” quedaran atrapados en cualquier problema.

“N-No es asunto tuyo”, dijo Dexia mientras desviaba la mirada y rechazaba la mano de la elfa. “No queríamos causar ningún problema tampoco, ¿sabes?”

“Ya veo. ¿Y tú, estás bien?”

La elfa no parecía estar interesada en lo más mínimo y le tendió la mano a Aristella. Dexia no se dio cuenta porque había terminado dando un paso adelante, pero Aristella había vuelto a caer sobre su trasero. Su mirada vagó desconcertada por un momento, pero finalmente tomó la mano del elfo tímidamente.

“Gracias ¡¿Argh?!”

Una grieta resonó en el aire como si el mundo estuviera crujiendo. El elfo tropezó hacia atrás como si la hubieran empujado, y Aristella retiró la mano rápidamente.

“¡Aristella!”

“¡Lady Nephteros!”

Dexia inmediatamente sostuvo a Aristella por los hombros, mientras que el Caballero Angélico al lado de la elfa la atrapó antes de que se cayera.

“¿Qué demonios pasó…?” preguntó.

“Estoy bien. Probablemente fue una descarga estática o algo así…”

La elfa vio al Caballero Angélico centrarse en la espada que llevaba en la cintura y sacudió la cabeza. Aristella también parecía estar completamente aturdida y no sabía lo que había sucedido. No parecía que ninguna de las dos hubiera hecho nada desde la perspectiva de Dexia.

“Hey, Aristella. ¿Estás bien?”

“… Aristella está bien. No fue nada.”

Ella asintió confundida. Tenía que ser bastante serio para que la agitación de esta chica normalmente inexpresiva fuera tan evidente.

Parecía una especie de resonancia… Tal fenómeno era completamente posible entre otros elfos o Archidemonios, pero Aristella y la elfa no tenían tanta similitud entre ellas.

“¿Realmente no te hizo nada?”

“Probablemente. Aristella tampoco hizo nada”.

Ambas permanecieron completamente desconcertadas, y Aristella de alguna manera logró ponerse de pie. El Caballero Angélico parecía extremadamente cauteloso con ella, pero no había ningún mérito para que las dos chicas causaran disturbios aquí.

“Si estás bien, entonces sería mejor que te  vayas de aquí.  Alguien problemático está hoy en la ciudad”, dijo la elfa después de recuperarse.

“¿Alguien problemático…?”

La elfa se abstuvo de responder y salió de la tienda ella misma. “¿Qué fue eso…?”

Dexia dudaba de sus ojos mientras veía a la elfa alejarse. La sombra a sus pies parecía que estaba grotescamente distorsionada. Dexia se frotó los ojos y echó otro vistazo, pero para entonces la distorsión había desaparecido.

¿Estaba viendo cosas…? No había nadie alrededor que pudiera responderla. Y mientras permanecía inmóvil allí, Aristella tiró de su mano.

“Dexia, deberíamos alejarnos de aquí”.

Después de volver repentinamente a sus sentidos, Dexia notó que todos las estaban mirando. Las chicas eran extrañas y solo estaban hablando con una elfa. No había forma de que un elfa así no fuera visible en el centro de la ciudad. Incluso tenía un caballero angelical como escolta.

Realmente es una mala idea quedarse por aquí.

Las chicas se abrieron paso entre la multitud de personas y salieron corriendo.