Hai to Gensou no Grimgar

Volumen 8: Y Entonces Esperamos el Mañana

Capitulo 14: Con Estas Manos

Parte 1

Al final, su lectura de la situación podría haber sido demasiado optimista.

En medio de la niebla, cuatro hombres avanzaron con un palanquín.

Aunque se llamaba palanquín, era simple. Solo un tablero rectangular con dos largos postes debajo. Una mujer vestida con una bata de tela sin blanquear, estaba sentada encima del palanquín. O más bien, la obligaron a sentarse ahí. Sus manos estaban atadas a la espalda, y las cuerdas alrededor de su cuello, pecho, caderas y muslos estaban atadas fuertemente a los polos. Por la forma en que estaba atada, no podía moverse. Si se movía descuidadamente, probablemente se estrangularía a sí misma.

La mujer estaba sentada con la espalda recta, pero su rostro miraba hacia abajo. Su cabello era corto. No solo lo habían cortado a la altura de los hombros; lo habían hecho hasta justo debajo de sus orejas.

Haruhiro, que estaba escondido en una colina a la sombra de los árboles para ver los acontecimientos, asumió que todo esto tenía que golpearla con fuerza. No sabía cuánto, pero supuso que tenía que ser impactante. Después de todo, incluso para Haruhiro, que no conocía tan bien la situación, su primera impresión al verla había sido: Ellos le quitaron mucho más de lo que pensé que harían.

E incluso si eso estuviera bien porque su cabello volvería a crecer, todavía la estaban desterrando y expulsando de su aldea.

El palanquín se dirigía hacia el oeste, más hacia el oeste.

Según la información que Setora había reunido utilizando sus nyaas, era ahí donde Forgan había acampado. Los hombres que llevaban el palanquín seguramente lo sabían.

Por cierto, en el momento en que el palanquín dejó la aldea sin siquiera una despedida, la aldea se preparó para la batalla. No se estaban preparando para atacar. Estaban endureciendo sus defensas. Era una postura que decía: “Si vas a venir, ven.” Aunque eran cautelosos con un ataque de Forgan, también intentaban comunicarse. “No tenemos intención de comenzar nada nosotros mismos.”

El otro día, un grupo atacó a Forgan, e incluía gente de esta aldea, pero eso de ninguna manera era una representación de la voluntad de la aldea, y de hecho no tenía nada que ver con nosotros. Eso era lo que la aldea estaba tratando de decir.

Arara ya no era Nigi Arara. Ahora que había sido desheredada por la Casa de Nigi, ella era simplemente Arara. La actual cabeza de la casa tenía dos hijas menores, y parecía que la mayor de las dos se había convertido en heredera de la Casa de Nigi.

Cuando escuchó eso, Haruhiro se sorprendió. ¿Es así de simple?

Siendo la hija mayor de la Casa de Nigi, la más importante de las cuatro casas samurai, había estado seguro de que no solo dirían que no era buena y la cambiarían por otra persona. Además, Arara era hija de la cabeza de la casa por sangre. Haruhiro había esperado, algo arbitrariamente, que su madre la cubriera, y que ella saldría con una bofetada en la muñeca.

Él había estado muy equivocado.

La aldea estaba arrojando a Arara por su cuenta, sin ninguna de sus posesiones. Eso fue casi una sentencia de muerte.

Haruhiro y los demás habían planeado reagruparse una vez que Arara fuera liberada, y luego tratar de matar a Arnold y rescatar a Mary. Sin embargo, ahora que esto le estaba sucediendo a Arara, sus planes fueron interrumpidos.

¿Hasta dónde iba a llevar el palanquín con Arara? No la entregarían a Forgan, ¿verdad?

La gente de la aldea parecía orgullosa, por lo que no intentarían apaciguar a Forgan de esa manera. O eso esperaba Haruhiro, pero no podía decir nada con certeza.

Cualquiera que sea el caso, cuando alguien estaba en una posición de liderazgo en la aldea como la cabeza de la Casa de Nigi, ellos cortarían incluso a su propia hija si se consideraba un perjuicio para la aldea. Era fácil condenar eso como cruel, de sangre fría e inhumano. Pero si el cabeza de la casa mostraba misericordia por afecto hacia su hija, y eso a su vez llevaba a la aldea a estar en peligro, enfrentaría algo más que una condenación. Cualesquiera que sean sus verdaderos sentimientos, podría haberse visto obligada a hacer esto en su puesto como cabeza de la casa.

“Esto es malo.” Haruhiro no podía ver el palanquín desde su posición. “Se están acercando bastante a Forgan…”

Había dos direcciones generales en las que podía ver las cosas desde ahí.

La primera era que los hombres tendrían que dejar el palanquín antes de entrar en contacto con Forgan. En ese caso, solo se trataría de recoger a Arara de inmediato.

Sin embargo, en la segunda posibilidad, aquella en la que hicieran contacto con Forgan, esencialmente, eso iba a ser difícil. Parecía improbable, pero si la aldea se había contactado con Forgan de alguna manera, y había un acuerdo para entregar a Arara, eso sería lo peor.

Haruhiro caminó rápidamente a lo largo de la cima de la colina, yendo más y más hacia el oeste.

Esta colina estaba al norte del curso que el palanquín había tomado. Forgan estaba acampado al oeste-noroeste de aquí en un lugar donde el suelo era comparativamente llano, y el palanquín realmente parecía dirigirse hacia ahí. El palanquín avanzaba con bastante lentitud, por lo que podía rodearlos sin demasiada prisa.

A pesar de sí mismo, terminó pensando en Mary. También en Ranta.

¡Maldita sea, Ranta!

Ahora no. Él desterró los pensamientos de su cabeza.

La niebla se había vuelto más densa. Él en realidad no lo vio, pero creyó notar que algo se movía a su izquierda. ¿Un nyaa, tal vez? ¿Lo estaba imaginando?

Haruhiro casi se detiene, pero lo pensó mejor y aceleró.

Débilmente, podía escuchar a los lobos aullando. Él tenía una sensación increíblemente mala sobre esto.

¿Por qué nada funciona? Le hizo querer quejarse un poco. No es que tuviera a alguien que lo escuchara, o a alguien a quien realmente le dijera eso.

Él había terminado con esta colina. El palanquín todavía estaba fuera de la vista. Haruhiro descendió la pendiente.

Realmente sintió algún tipo de presencia. ¿Había sido encontrado por un nyaa que lo estaba siguiendo? ¿Debería verificar eso? No, tenía que apurarse ahora mismo. Hacia el oeste. Estaba bien si sus pasos hicieran algo de ruido. Hacia el oeste.

La tierra de Thousand Valley tenía parches de tierra húmeda y rocas resbaladizas aquí y allá, y casi nada de eso era plano. En algunos lugares, había árboles caídos cubiertos de musgo uno encima del otro, y había agujeros profundos con forma de brechas en todas partes. Era extrañamente difícil caminar aquí, pero ya se había acostumbrado.

Hacia el oeste.

El lo vió. El palanquín

Parecía que, en algún momento, lo había pasado. El palanquín ahora se dirigía hacia Haruhiro.

La niebla todavía no mostraba signos de limpieza. Probablemente podría ver menos de cien metros a su alrededor, pero el cielo estaba ligeramente azul. Podía decir dónde estaba el sol también. Eran aproximadamente las diez de la mañana.

De acuerdo con el mapa aproximado que había memorizado de antemano, había una formación de tierra que era como un pequeño barranco alrededor de un kilómetro pasado aquí. Si pasaban por ese valle, vendrían al campamento de Forgan. ¿El palanquín se detendría antes del barranco o no?

Esperando que así fuera, Haruhiro continuó hacia el oeste mientras permanecía atento para no ser visto por los portadores del palanquín.

Oh, pero… No, esta no era su imaginación. Probablemente estaba siendo monitoreado por nyaas.

Cuando de repente escuchó el grito agudo y pequeño de un animal, su corazón saltó en estado de shock. ¿Qué? ¿Era un nyaa?

Avanzando con pasos nerviosos, encontró a un nyaa negro sosteniendo un nyaa rayado y mordiéndole la garganta. El nyaa rayado se estaba revolcando y resistiendo, pero era débil. El nyaa negro lo miró. Los dos eran más o menos del mismo tamaño, pero el nyaa negro tenía la clara ventaja.

No pasó mucho tiempo antes de que el nyaa rayado se quedara inerte, momento en el que el nyaa negro movió su cola mientras abría su boca como para maullar, pero no se produjo ningún sonido. Esto fue llamado un maullido silencioso, y aparentemente fue una forma de señalización, soy un amigo.

¿Era uno de los nyaas de Setora? Había escuchado a algunos nyaas usar un maullido silencioso para engañar a los humanos, por lo que no podía estar seguro. También escuchó que un domador de nyaas podía ver a través de un maullido silencioso, pero eso estaba más allá de Haruhiro.

El nyaa negro desapareció en la niebla. Por ahora, Haruhiro tendría que asumir que estaba de su lado.

El palanquín todavía avanzaba. ¿No iban a detenerse? No. No mostraron ningún signo de eso.

“Haruhiro,” una voz gritó detrás de él.

Deseó que la gente no lo sorprendiera así.

Mirando hacia atrás, era Kuro. Él estaba agachado e hizo señas.

Cuando Haruhiro se acercó, Kuro le susurró algo al oído. “Buenas o malas noticias. ¿Qué quieres escuchar primero?”

“…Bien, comienza con las buenas noticias.”

“Hay…” Kuro sonrió maliciosamente. “…No hay buenas noticias.”

“Entonces no actúes como si hubiera. ¿Cuáles son las malas noticias?”

“Forgan parece haber notado su entrega de la aldea. Están en movimiento.”

“Sí, tuve la sensación de que ese sería el caso,” dijo Haruhiro con gravedad.

“El plan es esperar en la entrada del barranco,” dijo Kuro. “Una vez que atrapemos el paquete, ustedes pueden ir a robar el tesoro.”

“Perdón por el problema… y gracias.”

Kuro le dio unas palmadas a Haruhiro en el hombro ligeramente, luego le dio el signo de ir.

Haruhiro asintió.

Estaba comenzando.

Debido al castigo más severo de lo esperado de Arara, no habían tenido el margen para hacer preparativos adecuados. Haruhiro se sentía inseguro, pero tendrían que ir por eso.

Él siguió a Kuro. Había empezado a sentir un revoloteo en su pecho. Tenía que asegurarse de que no se pusiera demasiado rígido. Incluso si no hubo mucho tiempo, no podía actuar al azar. Tenía que pensar tanto como pudiera, luego elegir la mejor opción.

El flujo de tiempo de repente pareció acelerarse. Llegaron al barranco en poco tiempo.

El barranco era un valle, tal vez de unos veinte metros de ancho, entre empinadas laderas al norte y al sur. El lado norte y el lado sur estaban llenos de árboles, ofreciendo muchos lugares para esconderse.

Rock, Moyugi, Kajita, Tsuga y Sakanami ya estaban en el lado norte, mientras que Yume, Shihoru, Kuzaku y Katsuharu estaban en posición en el lado sur. Setora y Enba estaban en otro lado, dando órdenes a los nyaas. Kuro, naturalmente se unió a Los Rocks, y Haruhiro se dirigió hacia donde estaban Yume y los demás.

Yume fue la primera en ver a Haruhiro, y ella lo saludó con la mano. Shihoru, Kuzaku y Katsuharu parecían haberlo notado también. Haruhiro se agachó junto a sus camaradas.

“Creo que probablemente terminemos rescatando a Arara-san por aquí.”

“Nyan.” Yume asintió, mordiéndose el labio inferior.

“Bien.” Kuzaku estaba sentado quieto, haciendo todo lo posible por no dejar que su armadura hiciera ruido. Él ya estaba usando su casco. Su escudo estaba en la mano, también.

“Por nuestra parte…” dijo Shihoru en un susurro. “¿Una vez que hayamos rescatado a Arara-san, Mary será la siguiente?”

“Sí,” dijo Haruhiro. “Los Rocks y Arara-san comenzarán una pelea con Forgan. Los apoyaremos mientras buscamos a Mary.”

“Va a depender de la situación, pero… puede ser mejor para el resto de nosotros actuar como señuelos mientras tú entras solo, Haruhiro-kun,” dijo tímidamente Shihoru.

“Cierto. Si eso es lo que hacemos, Shihoru, contaré contigo.”

Shihoru asintió, sin siquiera preguntarle para qué. “Lo entiendo.”

Por supuesto, si ella pidiera una explicación, él le daría una. Pero fue muy tranquilizador que ella no la necesitara. No quería confiar demasiado en Shihoru, y no tenía ninguna intención de confiar en ella por completo, pero sería una gran diferencia tener un segundo pilar que pudiera apoyar al Party.

Los lobos aullaron. No estaban lejos de aquí.

Apenas podía distinguir el palanquín.

Se detuvo.

Todavía había casi otros cien metros hasta el barranco.

“De hecho…” Katsuharu se limpió los anteojos con un dedo.

El palanquín comenzó a avanzar nuevamente. Si los hombres acabaran de dejar el palanquín ahí, sería mucho más fácil, pero no había forma de que las cosas fueran tan convenientes.

En este punto, tanto Los Rocks como el Party de Haruhiro eran invitados no bienvenidos en la aldea. Es probable que nunca puedan volver a ingresar. Aun así, en la medida de lo posible, querían evitar cualquier acto de abierta hostilidad contra la aldea. Si la aldea enviaba perseguidores detrás de ellos, los aldeanos conocían Thousand Valley como la palma de sus manos, por lo que eso los haría más que un dolor. Por eso, frustrante como era, no podían atacar al palanquín para salvar a Arara. Tenían que esperar.

Hasta que la situación cambie, solo espera.

“Están aquí,” susurró Yume.

Bestias. Estaban corriendo por el valle en esta dirección. ¿Lobos? Era una manada de lobos negros.

Los Rocks aún no se habían movido. Katsuharu puso su mano en la empuñadura de su espada.

Era difícil respirar. Sintió como si algo le presionara el pecho.

Los lobos negros aullaban, uno tras otro. El líder de la manada ya estaba a dos, tres metros del palanquín.

Los hombres finalmente dejaron caer el palanquín. Con sus armas listas, comenzaron a retroceder.

“¡Debería estar bien ahora!” Katsuharu salió corriendo.

Aunque se sentía demasiado pronto, Katsuharu se había estado conteniendo hasta ahora, a pesar de que tenía que haber estado preocupado por su sobrina. Era difícil culparlo.

Ahora que uno de ellos se había movido, el resto lo tenía que seguir. Cuando Haruhiro agitó su mano y dio la señal, Kuzaku saltó y Yume lo siguió. Haruhiro se quedaría en la retaguardia, protegiendo a Shihoru por el momento.

Los Rocks actuaron en respuesta a Haruhiro y los demás. Kajita fue quien lideró la carga.

“¡Ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!” Kajita dejó escapar un gran War Cry.

La manada de lobos negros se estremeció, deteniéndose, y luego todos levantaron la vista hacia la ladera norte al unísono. En ese momento, el resto de Los Rocks ya se habían dividido y no se les veía por ningún lado.

Katsuharu se dirigió directamente hacia el palanquín, gritando: “¡Ustedes, gente…!” Los hombres, que todavía no habían dado la vuelta. “¡Forgan viene! ¡Retrocedan!”

“¡Vagabundo!” Gritó uno de los hombres mientras giraba. “¡La próxima vez que vea tu cara, te oxidarás en mi espada!”

Uno tras otro, los otros tres también escaparon.

“¡No, no he caído tan lejos como para que alguien como tú me corte!” Katsuharu corrió hacia el palanquín, cortando las cuerdas que ataban a Arara con su katana. “Arara, ¿estás bien?”

“¡Sí, tío! ¡Lamento tanto que tuviera que hacer esto por mí!

“¡En efecto! ¡Tuve que ayudar a mi querida sobrina!” Katsuharu hizo que Arara se levantara, luego le entregó una segunda katana que llevaba consigo, con funda y todo. “Si tuviéramos que fracasar en tu objetivo ahora, no habría nada más que remordimientos. Toma tu venganza por Tatsuru, Arara. Si eso te satisface, puedes encontrar otro amor o dos después de eso.”

“No lo haré…” Arara sacudió la vaina de su katana. “…¡Encontrar un nuevo amor! ¡Mataré al asesino de Tatsuru con mis propias manos y seré leal a él! ¡Ese es mi único deseo!”

Rock había dicho que no quería nada a cambio, así que tal vez estaba bien, pero cuando Haruhiro escuchó a Arara declarar eso tan claramente, sintió un poco de lástima por él, incluso si no era de su incumbencia.

Los lobos negros corrían cuesta arriba para atacar a Kajita. ¿Había más?

Ahí. Viniendo. Orcos. No-muertos. Cada vez más de ellos, viniendo de más allá del valle.

“¡Muéstrate, Arnold!” Gritó Arara y preparó su katana, pero parecía tener problemas para moverse.

Tenía que ser la bata. Cuando la conocieron por primera vez, ella había usado un abrigo y pantalones de montar, muy parecido a Katsuharu, pero ahora llevaba un kimono que le llegaba hasta los tobillos, atado fuertemente con un obi.

Al parecer, fue tan restrictivo como parecía, porque Arara de repente gritó: “¡Argh!” Y hizo una abertura vertical para liberar las piernas. “¡Esto lo hara!”

Cierto, sin duda era más fácil moverse ahora, pero ella no parecía llevar pantalones debajo, así que Haruhiro no sabía si pensar que estaba demasiado expuesta, o qué, pero en realidad no importaba.

Sin bajar de la pendiente, Haruhiro y su grupo avanzaron hacia el oeste. El viento soplaba. La niebla de repente se espesó. En poco tiempo, la visibilidad se redujo a menos de diez metros.

Yume puso una flecha en su arco.

Había algo más adelante. ¿Un orco?

“Oh, Luz, Oh, Lumiaris.” Kuzaku levantó su espada negra, haciendo que el signo del hexagrama estuviera en el centro de la guardia de la espada. “Otorga la luz de protección en mi espada.”

Al instante, la espada negra comenzó a brillar. Era el hechizo de magia de luz de paladín, Saber. La luz de Lumiaris afilaba el filo de la espada de un paladín grabada con el hexagrama. Esa luz deslumbraría a cualquiera que la mirara de cerca, y tenía otro efecto importante: cuando la espada brillaba así, realmente se destacaba.

“¡Wohhhhh!” Cuando Kuzaku levantó su espada y cargó hacia adelante, los enemigos se juntaron. Como polillas a la luz.

¡No asumas más de lo que puedes manejar! Haruhiro quería gritarle. Pero él lo sostuvo. Ese era el papel de Kuzaku. Kuzaku con su pesada armadura era el único que podía manejar múltiples enemigos al mismo tiempo. Haruhiro y los demás tenían otro trabajo que hacer. Obviamente, no era animar Kuzaku.

De todos modos, había tres orcos. Tres orcos enteros golpeando a Kuzaku.

Kuzaku desvió la katana de un orco con Block. “¡Kwah!” Él usó a Bash para llevarlos de regreso. Balanceando su espada con seriedad, intentó hacer que los orcos retrocedieran.

Los orcos eran tan altos o más altos que Kuzaku, y mucho más gruesos que él también. Estaban tratando de unirse a Kuzaku y vencerlo por completo. Parecía que podría ser aplastado en poco tiempo, pero Kuzaku se mantuvo ahí. Lo que es más, estaba lejos de ser empujado al borde.

Kuzaku estaba prediciendo las fuerzas y ángulos de sus ataques en un instante, clavando la decisión de bloquear con su escudo, esquivar o recibir el golpe. En una pelea tres contra uno, Kuzaku básicamente no tenía ninguna posibilidad de contraatacar, pero mirar eso desde otro ángulo, también significaba que podía centrarse completamente en la defensa. Si todo lo que tenía que hacer era protegerse, Kuzaku sabía mucho sobre cómo hacerlo. Cuando un oponente que se defendía con confianza, derribarlo sería difícil incluso para los guerreros más experimentados.

“Dark.” Shihoru se detuvo para convocar a Dark, el elemental.

Haruhiro se movió hacia la izquierda de Kuzaku, mientras que Yume se fue hacia su derecha. No quería dejar sola a Shihoru, pero no podía ayudarla cuando solo tenían cuatro personas. Sin embargo, estaba bien. Kuzaku retendría al enemigo, no importa qué.

Yume soltó una flecha a corta distancia. La niebla significaba que no podía ver, y mucho menos golpear, objetivos distantes, pero si se acercaba así, no podría fallar fácilmente.

Parecía que había golpeado a uno de los orcos. Donde, exactamente, no estaba claro.

Haruhiro, por su parte, estaba usando Stealth para moverse detrás de los orcos. Kuzaku estaba llamando su atención, y Yume estaba en su línea de visión también. Gracias a eso, no habían notado a Haruhiro.

¿Más enemigos? No había señal de ellos todavía.

Haruhiro se puso detrás de los orcos. La armadura de cobre que llevaban parecía delgada y ligera, pero los protegía de forma segura hasta el cuello. Probablemente era de buena calidad. Llevaban protectores como protectores de codo, rodilleras, espinilleras y guanteletes también, y aunque sus cascos eran del tipo que dejaba la cara expuesta, sus cabezas estaban protegidas de forma segura. Eran más de veinte centímetros más altos que Haruhiro. Sus cuerpos eran la imagen de la salud. Era fácil ver qué tan fuertes eran.

Piensa. Piensa. Piensa. Piensa rápido y llega a una conclusión.

No parecía que pudiera terminarlos con Backstab. Spider era muy probable que terminara en fracaso. Lo que significaba…

Haruhiro conectó una patada de salto en la espalda del Orco A, el orco que estaba en el lado derecho desde su perspectiva, y el lado izquierdo del de Kuzaku.

Cuando el Orco A estuvo a punto de lanzarse hacia delante, incapaz de mantener el equilibrio, Kuzaku gritó “¡Rah!” Y usó Bash.

El orco en el medio, el Orco B, intentó cubrir a su camarada. Kuzaku no lo persiguió demasiado. Mientras el Orco A recuperaba el equilibrio, se volvió para buscar a Haruhiro.

En ese momento, Haruhiro ya había puesto su mirada en el Orco C, el de la izquierda desde su perspectiva, y la derecho desde el de Kuzaku.

La flecha de Yume se alojó en el brazo izquierdo del Orco C. A pesar de eso, sostenía su katana con ambas manos, y estaba a punto de darle un golpe a Yume.

Esto no necesitaba matarlo. Backstab.

El estilete de Haruhiro no podía penetrar la armadura del Orco C, pero nunca tuvo la intención de hacerlo. Incapaz de ignorar a Haruhiro, el Orco C se volvió hacia ahí.

Usando esa brecha, Yume disparó a quemarropa. “¡Nyan!”

Contact Shot. No, esto no fue solo una oportunidad. Ella siguió de inmediato con otro. Rapid Fire.

Ella estaba usando una combinación de las habilidades Rapid Fire y Contact Shot. Una flecha falló, y una rebotó en su armadura. Aún así, fue suficiente para intimidar al Orco C. Ver que su oponente estaba retrocediendo, la valiente Yume no estaba a punto de retroceder.

Una flecha. Yume no la puso en su arco, ella se acercó con la flecha en la mano, apuñalándolo en el muslo derecho del Orco C.

Narrow Spear. Aparentemente, esta era una habilidad para usar en emergencias, pero era justo como Yume para usarla cuando atacaba a un enemigo en retirada.

Haruhiro no iba a dejar que el orco gimiente huyera, ni golpeara a Yume con su katana. Usó Arrest en el brazo del Orco C. Bloqueó la articulación del codo izquierdo del orco y barrió su pierna.

El Orco C se preparó, tratando de no caer, pero debido a que había tomado una flecha en el muslo, no podía manejarlo. Cuando el Orco C cayó sobre una rodilla, doblándose hacia atrás, Haruhiro cambió su estilete por un agarre de revés y lo clavó en el ojo izquierdo del orco.

Yume sacó a Wan-chan y tiró la katana de la mano derecha del Orco C.

Haruhiro giró el estilete, lo sacó un poco, luego lo clavó de nuevo. Lo sacó y apuñaló de nuevo, pero el Orco C todavía estaba vivo.

Mientras gritaba: “¡Yume, ve a apoyar a Kuzaku!” Haruhiro terminó al Orco C.

Todavía no había refuerzos enemigos, pero no podían permitirse el lujo de bajar la guardia.

Mientras usaba Block en la katana del Orco B, Kuzaku gritó: “¡Zwah!” Y usó Thrust en Orco A. El Orco A lo rechazó con su katana.

Luego, Kuzaku usó Punishment en el Orco B. Al mismo tiempo, usó a Bash para rechazar un empuje del Orco A.

Cuando eso hizo que Orco A se alejara un poco, Yume atacó. Fue un salto mortal seguido de un poderoso golpe. Raging Tiger.

Con lo que probablemente fue una reacción reflexiva, el Orco A saltó hacia un lado para evadirlo.

“¡Ve!” Shihoru lanzó a Dark.

El Orco A intentó apartarse del camino. Pero Dark se volvió. Él golpeó. Dark se deslizó dentro del cuerpo del Orco A, como si lo estuvieran succionando.

Convulsiones del Orco. Una espuma en la boca. Sus piernas se rindieron.

Haruhiro no podría ser como Moyugi y decir: “Tal como lo planeé,” o, “Como lo pensé.” No se habían señalado mutuamente, y su esperanza de que Shihoru pudiera hacerlo había sido solo una esperanza. Había sido increíblemente cercano a ser una decisión fortuita.

Mientras se amonestaba a sí mismo: “tengo un largo camino por recorrer,” él arremetió contra el Orco A por la espalda. Spider.

Dark de Shihoru estaba haciendo lo suyo, por lo que las reacciones del Orco A estaban entorpecidas. Haruhiro rápidamente clavó su estilete en el globo ocular derecho del orco y dentro de su cerebro.

Eso no fue todo. Usó toda la fuerza de su cuerpo para torcer el cuello del Orco A mientras caía al suelo con él. No importa cuán duro sea el cuerpo de un enemigo, se volvían sorprendentemente frágiles cuando golpeaba en un punto vital con un ataque sorpresa.

El Orco A quedó inerte. Casi había expirado. Haruhiro se alejó del Orco A.

“¡Nuwahh!” Kuzaku continuaba defendiéndose contra la katana del Orco B con su escudo mientras ocasionalmente usaba su espada, pero no iba a terminar con él.

Ahora que los Orcos A y C habían caído, no sería tan extraño para él querer ir al ataque, pero Kuzaku continuó soportando. Estar casi estúpidamente comprometido con su papel era uno de los puntos fuertes de Kuzaku. También era una señal de su fe en Haruhiro y sus demás camaradas.

Shihoru estaba manteniendo su distancia. ¿Algún nuevo enemigo? No. Haruhiro le hizo una seña a Yume con la mirada.

Hubiera sido posible que Kuzaku, Haruhiro y Yume atacaran desde tres direcciones, pero en su lugar harían algo más.

Haruhiro corrió detrás de Yume.

Yume se acercó por detrás del Orco B.

El Orco B rápidamente se dio cuenta de ella y saltó hacia atrás en un ángulo, tratando de alcanzarlo para que tanto Yume como Kuzaku estuvieran frente a él.

Haruhiro se agachó y saltó de la sombra de Yume.

Hacia fuera. Hacia fuera.

Kuzaku y Yume se acercaron al Orco B. El Orco B retrocedió. Él no tuvo más remedio que hacerlo. Había perdido completamente de vista a Haruhiro.

Cuando se puso en posición de mirar directamente a la espalda del Orco B, Haruhiro respiró brevemente. Su objetivo no lo había notado. Haruhiro estaba mirando directamente a su espalda. En un instante, se sintió como si hubiera entendido a su oponente. Por supuesto, eso era meramente una ilusión, pero Haruhiro quería presentar la teoría de que, si bien la gente creía que los ojos decían más que la boca, debería creer que la espalda decía más que la boca. Por lo menos, lo que debería hacer a continuación era evidente a simple vista.

El Orco B puso su peso sobre su pie derecho que había retrocedido, sacando su codo derecho para que su katana quedara al lado derecho de su cara.