Honzuki no Gekokujō (NL)

Volumen 6: Aprendiz De Doncella En El Templo III

Capítulo 3: EL Gremio de la Tinta y el Comienzo del Invierno

Cuando el otoño llegó a su fin, terminamos de imprimir nuestro segundo lote de biblias para niños. Dejé a un lado los veinte que íbamos a usar como libros de texto y vendí los otros cuarenta a Benno, ganando seis oros grandes. Después de meses de pasar por la línea de pobreza, de repente fui rica.

No mucho después, Fran y Rosina vinieron a mi casa para hablar con mi familia sobre el próximo invierno y usar el dinero ganado de los libros ilustrados para completar aún más nuestros preparativos de invierno. Y con eso, yo, mi familia y el orfanato habíamos terminado nuestros respectivos preparativos de invierno, justo cuando el clima se enfrió lo suficiente como para que pareciera que nevaría en cualquier momento.

Lutz me dio un informe mientras nos dirigíamos a casa desde el templo.

“Myne, el Maestro Benno dijo que el jefe del Gremio de la Tinta y el capataz del taller de tinta vinieron a verlo esta mañana”.

“… ¿Supongo que notaron la nueva tinta que estamos usando?”

Como se predijo, las personas ricas con conexiones con los nobles estaban comenzando a comprar las biblias de los niños de la Compañía Gilberta. Se podría decir de un solo vistazo que la tinta utilizada no era tinta normal; había una gran diferencia entre la tinta de nogal de color azul y la tinta de pintura negra sólida hecha de hollín y aceite.

Naturalmente, el Gremio de la Tinta se dio cuenta de esto de inmediato y comenzó a buscar quién lo había hecho, pero nadie en el gremio sabía nada. Nadie, excepto el capataz del taller de tinta que había visitado, es decir.

“Dijeron que una niña de la Compañía Gilberta sabía cómo hacer un tipo diferente de tinta”.

Esa revelación envió al jefe del Gremio de la Tinta y al capataz en cuestión directamente a la Compañía Gilberta — específicamente para preguntarle a Benno si tenía la intención de hacer otro Gremio de la Tinta para su nueva tinta.

La Compañía Gilberta tenía un precedente para hacer nuevos gremios. Habían luchado contra el Gremio del Pergamino para hacer que el Gremio del Papel Vegetal y los talleres que lo acompañaban, que ahora llenaban el mercado con papel vegetal, algo más barato que el pergamino.

Aunque hubo un acuerdo de que el pergamino se seguiría utilizando para contratos oficiales, el papel vegetal se superó en gran medida gracias a que se podía producir en masa; solo tenía sentido que aquellos con un interés personal en la tinta estuvieran en guardia después de que Benno comenzara a usar tinta diferente en el papel de la planta para vender libros.

“El maestro Benno quiere que vengas a la tienda mañana. Tiene algo de qué hablar contigo”.

“Está bien.”

Ese fue un asunto estándar para mí, y al día siguiente Lutz y yo fuimos a la Compañía Gilberta primero antes de ir al templo.

“Buenos días, Benno”.

“Ahí estás, Myne. Me alegra verte venir”.

Benno me indicó que me sentara a la mesa mientras Lutz subía las escaleras traseras. Como leherl, Lutz estaba practicando cómo preparar y servir té a los visitantes.

Me senté después de ver salir a Lutz, momento en el que Benno dejó su pluma y se dirigió a la mesa. Se sentó frente a mí y comenzó de inmediato.

“Como esperaba, el Gremio de Tinta vino a tocar. Dijiste que querías enseñarles cómo hacer la tinta y luego dejar que lo hicieran todo, ¿sí?”

“Si. Si continúa expandiendo su negocio en todos estos otros campos, solo creará más enemigos, y la fabricación de tinta realmente no tiene nada que ver con la línea principal de trabajo de la Compañía Gilberta. Mientras dejen que el Taller de Myne siga haciendo su propia tinta, no me importaría vender el proceso de producción y dejar que se encarguen del resto”.

La producción en masa de tinta sería importante para difundir la impresión en todo el mundo, pero tratar de administrar ambos procesos por nuestra cuenta podría terminar siendo demasiado difícil de manejar. Tenía más sentido para mí dejar que otras personas se hicieran cargo de estos trabajos cuando fuera posible.

“¿Cuánto dinero estás pensando?”

“Mmm, tanto como le estoy dando al templo, así que… ¿Qué tal el diez por ciento de las ganancias?”

Mi sugerencia hizo que Benno sacudiera la cabeza con una mueca.

“Lo estás fijando demasiado bajo”.

“Pero las ganancias aumentarán a medida que la tinta se extienda, y quiero que vendan la tinta a bajo precio al igual que el papel vegetal se vende a bajo precio”.

Mi proceso de pensamiento se basó por completo en difundir el producto lo más lejos posible, pero Benno rechazó la idea con un gesto de su mano.

“Al menos elévalo al treinta por ciento durante los primeros diez años. Luego puedes reducirlo al veinte por ciento durante los diez años posteriores, luego al diez por ciento por el resto del tiempo. Eso es justo por lo que te traigo a la mesa. No deberías vender nuevas tecnologías tan bajo”.

“Bueno. Te dejaré los porcentajes”.

Benno sin duda iba con un treinta por ciento en lugar de algo mucho más alto para acomodarme. Sabía que tenía en mente mis mejores intereses, así que me sentí cómoda dejándole todo eso a él.

“Aquí está el té”. Lutz bajó las escaleras, luciendo tenso mientras colocaba tazas delante de nosotros.

Benno tomó su taza, examinando su contenido con una mirada aguda en sus ojos antes de tomar un sorbo.

“… Todavía no está allí”.

“Definitivamente no es genial, pero está mejorando. Lutz, ¿quieres que Fran te ayude un poco? Él es un buen maestro; tanto Gil como Delia son mucho mejores para hacer té ahora”.

“Eso suena bien… Haaah”.

Lutz estaba trabajando duro bajo la supervisión de Mark, pero su té no era lo suficientemente bueno como para servir a otros visitantes todavía. Por ahora él estaba practicando conmigo.

“Eso simplemente deja la magia del contrato”.

“¿Crees que deberíamos usarlo?”

La magia del contrato era lo suficientemente cara como para que generalmente solo se usara cuando los nobles estaban involucrados. Benno había firmado contratos mágicos conmigo dos veces antes, pero en ambas ocasiones estaba pensando a largo plazo y sentando las bases para protegerme de los nobles. Pero esta vez solo estábamos lidiando con el Gremio de la Tinta, que hasta donde yo sabía no tenía ningún noble.

“El acuerdo que estamos haciendo durará mucho tiempo e implicará mucho dinero. Vale la pena, y personalmente, no confío en el líder del Gremio de la Tinta. También podría ir a lo seguro con magia de contrato: este será un contrato con el gremio de tinta en sí, no con él”.

“¿Un contrato con el Gremio de la Tinta?”

Parecía que los grupos también eran vistos como entidades legales separadas en este mundo. Ladeé la cabeza pensando y Benno asintió lentamente.

“Sip. Será importante para garantizar que el contrato siga vigente incluso cuando la cabeza eventualmente cambie”.

Parecía que había muchos casos históricos en los que las personas que asumían puestos de poder decidieron no honrar los contratos que su predecesor había firmado. Ya había pasado suficientes veces para que el sistema judicial desarrollara el concepto de persona jurídica.

“Vamos a vender el proceso de producción de tinta al gremio. Dejarán que el Taller de Myne siga haciendo su propia tinta. Haremos que el precio de la tinta sea barato para que se extienda junto con el papel vegetal. Obtenemos el treinta por ciento de sus ganancias de la tinta. Esa cantidad cambiará cada diez años. ¿Suena bien?”

“Asegúrate de decirles que la tinta no es buena para usar en pergamino ya que no absorbe mucho”.

Después de confirmar los detalles con Benno y Lutz, Mark llamó y entró.

“Maestro Benno, dos visitantes del Gremio de la Tinta están aquí”.

“Déjalos entrar una vez que toque el timbre”.

“Como desées.”

Mark salió de la habitación.

Benno inmediatamente se levantó y me dejó en el suelo desde mi silla con una expresión sombría. Luego levantó la barbilla hacia Lutz, quien respondió con un movimiento de cabeza silencioso antes de abrir la puerta interior de las escaleras.

“Myne, negociaré con el Gremio de la Tinta. No quieres que te vean. Quédate con Corinna y te enviaré el contrato mágico para que lo firmes una vez que esté todo escrito”.

“… ¿Por qué saltar tantos aros para esconderme?”

Pensé que sería bastante extraño firmar un contrato con una de las partes ausente. Parpadeé sorprendida, y después de mirar hacia donde probablemente estaban esperando los visitantes en la otra habitación, Benno explicó en voz baja y oscura.

“El capataz del taller podría estar bien, pero el jefe del gremio tiene conexiones con los nobles comerciantes y no escucho muchas cosas buenas sobre él. Hay muchos rumores malos. Será mejor que no dejes que te vea”.

“Bueno. Confiaré en ti en esto”.

Tenía mucha curiosidad sobre este hombre del Gremio de Tinta, pero seguí adelante y subí las escaleras hacia la habitación de Corinna con Lutz. Una vez allí, inmediatamente se volvió para bajar las escaleras, ya que era su trabajo entregar el papel mágico del contrato.

“Lutz, dime cómo es el jefe del Gremio de Tinta más tarde, ¿de acuerdo?”

“Si seguro.”

Después de despedir a Lutz, me volví hacia Corinna.

“Lo siento, Corinna. Acabo de irrumpir de la nada”.

“Está bien, Myne. Aprovechemos esta oportunidad para hacer la costura temporal de su túnica”.

“Bien. Perdón por darte un trabajo tan grande que hay que hacer tan rápido”.

Corinna me guió al salón con una expresión amable. En el camino vimos a Otto en el pasillo, quien nos recibió con un saludo amistoso. Debe haber estado fuera del trabajo hoy como lo estaba papá.

“Sheesh, Myne. No puedo creer que hagas que Corinna trabaje duro para un archinoble cuando está embarazada”.

“Otto, ¿cuántas veces te dije que no metieras la nariz en mi trabajo?”

“Solo estoy preocupada por ti, Corinna”.

Otto no retrocedió incluso después de recibir una mirada dura de Corinna. Eran tan amorosos como siempre.

Observé a Corinna sacar a Otto de la habitación como si fuera una niña petulante, preguntándome si Otto en realidad estaba causando sus dolores de cabeza en lugar de su embarazo.

“También estoy preocupada por ti, Corinna. ¿Otto ha ido por la borda últimamente? Él y papá son famosos en la puerta por estar locamente enamorados. ¿Está tan emocionado por su primer bebé que está causando problemas…?”

“Dios mío, ¿eso es lo que la gente dice de él? Me imagino que tu madre lo tiene tan duro como yo entonces”. Corinna se echó a reír y trajo un poco de tela azul, que comenzó a extender sobre una mesa grande.

“¿Crees que podrás terminar las túnicas ceremoniales? Realmente no se te ha dado suficiente tiempo”.

“Ciertamente será una lucha; El taller está muy ocupado. Pero todavía es raro que obtengamos trabajo de los archinobles, por lo que nuestras costureras lo están dando todo. Les cobramos bastante, después de todo”.

Parecía que al perecer la tela para mi primer juego de túnicas, también habían teñido tela adicional del mismo color para usar en otro pedido hecho por otra persona. Estaban usando esa tela extra ahora, y aparentemente todos en el taller estaban trabajando a toda velocidad en el bordado.

“Todavía tenemos que hacer el primer ajuste para ese otro pedido, lo que nos da mucho tiempo para teñir una tela nueva antes de la fecha límite. Pero nos dijeron que termináramos estas túnicas lo antes posible, y aunque no tenemos tiempo para usar una tela diferente para su primer ajuste, no puedo imaginar que haya crecido lo suficiente como para que las medidas sean demasiado diferentes de las últimas hora”.

Mientras hablaba, Corinna me colocó la tela azul con agujas de sujeción. Le resultaba difícil hacer con su gran barriga, y parecía que todo lo que hacía era una lucha para ella.

“Lo siento, Myne. Tendré que llamar a una sirvienta para que me ayude. Esto es demasiado para mí por mi cuenta”.

“Tu barriga realmente es grande ahora. ¿Ya casi es hora? ”

“Sí, me dijeron que lo esperara a mediados del invierno. El bebé es bastante enérgico, siempre está dando vueltas allí. ¿Quizás es un niño?” Corinna se frotó la gran barriga mientras tocaba una campana para llamar a una sirvienta.

Pero fue Otto quien entró, diciendo “¿Llamaste?” Y parecía ansioso por ayudar. No pude evitar reírme de la expresión exasperada de Corinna.

“Ya sabes, ahora que Myne nos ha robado a Benno, creo que es hora de que renuncie y acepte mi nueva vida trabajando en la Compañía Gilberta”.

“Um, Otto. ¿Qué quieres decir con que te he robado a Benno?”

Ni siquiera tengo la fuerza del brazo para levantar a Benno, y mucho menos llevarlo a cualquier parte.

“Significa lo que significa. Como su tutor financiero, Benno planea continuar expandiendo su negocio. Es por eso que está en el medio de golpear cómo funciona la Compañía Gilberta en mi cabeza”, dijo Otto encogiéndose de hombros mientras comenzaba a ayudar a Corinna. Realmente estaba haciendo un trabajo bastante bueno, una señal de que había estado trabajando duro para aprender.

“Otto, te ves tan en tu elemento aquí que casi olvido que eres un soldado. A este ritmo, podría pasar mucho tiempo antes de que abras tu propia tienda con Corinna, ¿eh?”

“… Bueno, serán unos años como mínimo. Trabajaré duro por Corinna y por el bien de nuestro bebé”.

“Sí, sí, querido. Trabaja tus manos, no tu boca”.

Corinna terminó la costura temporal mientras le daba instrucciones a Otto. La longitud estaba bien, así que decidimos ir con las mismas medidas y todo lo que la última vez. Luego persiguió a Otto nuevamente y arregló mi cabello, que se había despeinado por las costuras temporales.

Cuando estaba volviendo a poner mi capa superior de ropa en un golpe sonó desde más adentro de la casa, seguido por Mark que se anunciaba. Podíamos escuchar los pasos de alguien caminando para dejar entrar a Mark; A toda prisa terminé de vestirme y asentí con la cabeza cuando Mark llamó a la puerta del salón.

“Por favor entra.”

“Disculpe, Corinna”. Mark entró con una hoja de papel y un tarro de tinta. Extendió el contrato mágico en la mesa redonda y confirmó cada punto conmigo. Era casi exactamente lo que había discutido con Benno, y los números que estaban a nuestro favor mostraban que Benno había ganado las negociaciones.

Solo hubo un punto que no reconocí. Una línea que dice: “El contenido de este contrato se registrará en los reglamentos del Gremio de la Tinta”.

“Mark, ¿qué significa esta parte de las regulaciones del Gremio de la Tinta?”

“Todos los talleres pertenecientes a un gremio deben respetar las normas del gremio. En resumen, el contenido del contrato que se registra en las regulaciones del Gremio de la Tinta significa que también se aplicarán a los Gremios de la Tintas y talleres de tinta de otras ciudades”.

El contrato mágico en sí solo era mágicamente vinculante en Ehrenfest, pero las regulaciones del gremio se mantuvieron en todas las ciudades.

Como tal, aunque había varios Gremios de la Tinta diferentes, todos seguían las mismas regulaciones — aunque hubo ligeras variaciones en las reglas dependiendo de la ciudad y el taller en cuestión. A mi modo de ver, las regulaciones de los gremios eran muy parecidas a la ley federal que existía además de las leyes regionales.

“Pero, ¿cómo sabrán los Gremios de la Tinta de otras ciudades para aplicar estas reglas? ¿Hay alguna línea de comunicación entre entonces?”

“Están comprando el proceso de producción de esta tinta precisamente porque les será rentable. Es natural que este Gremio de la Tinta envíe un mensaje a sus compañeros de los Gremios de la Tinta en ciudades vecinas. Enmendarán su copia de las regulaciones después de conocer el proceso de producción”.

Asentí ante la explicación de Mark y agarré la tinta. El contrato ya tenía el nombre de Benno y una línea para el Gremio de la Tinta, pero el nombre del jefe del gremio aún no se había escrito. Escribí mi nombre lo más cerca posible del fondo.

“Entonces, Lutz. ¿Qué tipo de persona era el jefe del gremio de tinta?”

“… Tenía una mirada desagradable en sus ojos. Te estaba buscando a ti”.

“¿Bwuh?”

Lutz apretó los puños y explicó, hablando en voz baja.

“Le dijo al Maestro Benno que sabía que una niña había sacado la tinta nueva en el taller. Él dijo ‘Déjame verla si ella está aquí’. Creo que el Maestro Benno tenía razón al esconderte… Se sintió mucho peor que el maestro del gremio”.

Si Lutz decía que este hombre era mucho peor que el maestro del gremio, debe haber sido realmente malo. Lutz y Benno, ambos en guardia a su alrededor, era una señal de que yo también debería estar en guardia.

“Pero de todos modos, Myne. Extiende tu mano” dijo Lutz, preparando su cuchillo.

Hice una mueca al recordar que la magia del contrato necesitaba sangre, y luego extendí mi mano. Un dolor agudo y repentino atravesó la punta de mi dedo y la sangre salió. Lo presioné contra el contrato que luego estalló en una llama dorada, quemó el papel y selló el acuerdo. Parecía tan mágico como siempre.

“Myne”, dijo Mark, “espera aquí en silencio hasta que el maestro Benno te llame”.

“Lo sé, Mark”.

Con el contrato firmado, pasé el tiempo hablando con Corinna sobre su bebé e ignorando el llanto de Otto sobre cómo no podría ayudarlo con el trabajo durante el invierno.

Era sobre el almuerzo cuando Benno subió corriendo las escaleras con una mirada furiosa en sus ojos.

“Myne, envié a Mark para que llevara a Lutz a casa y llamara a tu padre y hermana para que vengan a buscarte. ¡Ni siquiera pienses en irte hasta que estén aquí! ”

“…¡¿Qué?! ¡¿Pasó algo?!” Me puse de pie y corrí hacia Benno, quien miró por la ventana con el ceño fruncido.

“Envié a Lutz a hacer un recado al Gremio de Comerciantes, y en el camino algunos hombres se unieron a él. Comenzaron a hacer preguntas sobre ‘la chica de la Compañía Gilberta’. Dijo que debía saber de ti ya que es un leherl y mencionó el contrato”.

“Eso debe significar que son…” Me detuve, y Benno asintió deliberadamente.

“Deben haber sido del Gremio de la Tinta, pero no puedo entender por qué empezarían a buscar información después de firmar el contrato”.

Tenía sentido que quisieran recopilar información de antemano para ayudarlos a obtener mejores términos para sí mismos o algo por el estilo, pero el contrato ya estaba firmado. Habían arrinconado a Lutz a pesar de que eso obviamente nos pondría en guardia, y no teníamos idea de por qué. Y no había mayor miedo que el miedo a lo desconocido.

“… Puede que esté pasando algo detrás de escena aquí. Mantén tus ojos y oídos bien abiertos por ahí”.

“De acuerdo.”

“Myne, estamos aquí”.

“¡Papá! ¡Tuuli!”

Ambos habían estado fuera del trabajo y, a juzgar por lo pesada que era su respiración, debieron apresurarse aquí a toda velocidad.

“Mis disculpas por haberte llamado”, le dijo Benno a papá, levantándose de su asiento.

“No, aprecio que te hayas esforzado por proteger a mi hija. ¿Te importa si te pregunto qué diablos está pasando? ”

“El Gremio de la Tinta definitivamente la ha visto, pero no sé quién maneja los hilos”, explicó Benno. “El hecho de que estén buscando información después de la firma del contrato es extraño, y que persigan a Lutz simplemente no tiene sentido”.

Pude ver los ojos de mi padre endurecerse. Tuuli, que parecía nerviosa, me dio un fuerte abrazo.

“Creo que Myne estará más segura si la mandas al templo ahora”, continuó Benno. “Dejaré la decisión a usted y a su esposa, pero no podrán hacerle nada si ella está en el templo. También nos dará tiempo para buscar información nosotros mismos”.

“…De acuerdo.”

Papá asintió gravemente, luego me levantó con el ceño fruncido.

“¿Qué te parece, Myne? ¿Quieres ir al templo? ¿O quieres ir a casa?”

Honestamente, quería que papá me llevara a casa para no estar sola. Pero eso haría más probable que estas personas fueran tras Lutz y mi familia.

“… No quiero irme tan pronto, pero no quiero que te pase nada a ti ni a Lutz aún más. Iré al templo. La nieve comenzará pronto, de todos modos”.

Puse cara de valiente, pero la idea de vivir en el templo me puso indescriptiblemente nerviosa. Apreté la camisa de papá con fuerza.

Y así comenzó mi invierno en el templo.