Honzuki no Gekokujō (NL)

Volumen 6: Aprendiz De Doncella En El Templo III

Capítulo 2: La Tarea de Johann

Benno terminó el papeleo mientras yo conversaba con Freida. El registro tardaría varios días en procesarse, lo que significaba que nuestro negocio en el Gremio de Comerciantes había terminado.

“Adiós, Freida”.

Me despedí de Freida y caminé hacia las escaleras yo misma, pero el segundo piso tenía tanta gente que necesitaba que Benno me cargara para evitar ser aplastada. En el momento en que Benno dio su primer paso en el suelo para comenzar a empujar, un fuerte grito resonó sobre los murmullos de la multitud.

“¡Espera! ¡Por favor espera! ¡Chica de la compañía Gilberta!”, Gritó la persona. Benno y yo nos miramos el uno al otro.

“… Parece que Corinna tiene algunos fanáticos locos”.

“Idiota. Estás en mis brazos, definitivamente te está hablando. Ignorar cosas que no te gustan no cambiará la realidad”.

Pero quiero decir… no quiero hablar con nadie que grite en un lugar con tanta gente. Especialmente si él me llama la “Chica de la Compañía Gilberta” cuando ni siquiera soy la hija de Benno.

“No me gusta exactamente cómo nos miran todos, así que vamos afuera. Si realmente es tan importante, nos seguirá”, le dije, apurando a Benno mientras salíamos del Gremio.

Como se esperaba, la persona nos siguió. Benno se detuvo en la plaza central fuera del Gremio y me dejó. Me di la vuelta para ver a un chico más joven con el pelo anaranjado brillante atado detrás de su cabeza salir del Gremio y comenzar a correr de esta manera.

… Oh, ese es Johann.

Mientras reflexionaba sobre el hecho de que siempre había estado usando mi ropa de aprendiz de la Compañía Gilberta cuando ordenaba cosas de Johann, finalmente nos contactó.

“¿Cuál es tu negocio?”, Preguntó Benno detrás de mí. Johann, que ahora estaba sin aliento, se arrodilló frente a mí y la fuente en medio de la gran multitud de transeúntes que pasaban por la plaza central.

“¡Por favor, conviértete en mi patróna!”

…¡¿Ahí vamos de nuevo?!

Podía sentir a la multitud mirándonos con dagas. Incluso podía escuchar a algunos susurrar sobre lo que estaba sucediendo, lo que me hizo sentir insoportablemente incómodo.

“Um, Johann, hay mucha gente aquí, así que ¿quizás deberíamos ir a tu taller?”

“No”, respondió Benno. “Si tienes algo de qué hablar, puedes discutirlo en mi tienda”.

Benno rechazó la idea de que fuéramos a la tienda de Johann, en cambio dijo que deberíamos hablar en la suya. Pensé que sería mejor evitar ir allí ya que Johann me estaba confundiendo con la hija de Benno, pero no estaba dejando que eso volara.

“Será mejor para ti y para mí sí sé a lo que estás a punto de saltar a continuación. Habla conmigo y Lutz allí”.

“Bueno. En ese caso, Johann, ¿vendrías a la Compañía Gilberta por mí?”, Pregunté, y Johann se levantó, con un brillo en los ojos.

“Sí, por supuesto. ¿Qué padre no estaría preocupado por enviar a su hija a un taller sola?”

“¡Él no es mi padre!”

“¡Ella no es mi hija!”

Benno y yo gritamos exactamente al mismo tiempo. Cuando la boca de Johann se cayó y sus ojos se abrieron, di un paso firme hacia adelante y lo miré.

“Soy Myne. Benno me ayuda mucho, pero él no es mi padre y ni siquiera soy un aprendiz en la Compañía Gilbert “.

“¿Qué? Pero llevas puesta la ropa de aprendiz y tienes una tarjeta de gremio…” Murmurando incrédulo, Johann palideció y comenzó a enumerar todas las razones por las que pensaba que estábamos relacionados.

“Myne es la encargada de su propio taller y yo soy su tutor financiero. Dada tu edad, ¿supongo que quieres hablar sobre tu examen? Justo entonces, sígueme”. Benno habló con un suspiro de resignación, luego me levantó y comenzó a caminar. Ese fue exactamente el tipo de cosa que hizo que la gente pensara que estábamos relacionados, pero odiaba mi lenta velocidad de caminar demasiado para detenerme. Caminó por completo a su propio ritmo, obligando a Johann a caminar con fuerza para mantenerse al día y a Lutz a correr.

“Oye, ¿esos dos realmente no están relacionados?” Johann preguntó en voz baja a Lutz, negándose a darse por vencido en el asunto.

“Ellos no están. El Maestro Benno es soltero “, respondió Lutz con exasperación.

Benno escuchó su conversación susurrada y miró a Johann, quien se sacudió de miedo y se enderezó. Lo vi todo desde que estaba mirando por encima del hombro de Benno.

Cuando entramos en la oficina de Benno, Lutz siguió a Mark arriba para ir a preparar el té. Johann, como un simple artesano en una herrería, probablemente nunca antes había sido llevado a la oficina del dueño de una gran tienda. Miró tímidamente a su alrededor mientras estaba sentado en la silla que le ofrecían. Era difícil pensar que era la misma persona que había gritado audazmente “¡Por favor, conviértete en mi patrocinadora!” En medio de una concurrida plaza.

“Benno, ¿de qué examen estabas hablando?”, Le pregunté mientras me inclinaba sobre la mesa, subiéndome a mi silla.

Los ojos de Benno se movieron hacia Johann.

“Es asunto tuyo, Johann. Tú explicas”.

Johann se sacudió y enderezó la espalda una vez más cuando fue recibido por la mirada de Benno. Me miró entre Benno y yo varias veces mientras buscaba palabras. Finalmente, respiró hondo y comenzó.

“… Cuando un leherl en el Gremio de Herreria alcanza la mayoría de edad, tiene que pasar una prueba para ser reconocido como adulto”.

Johann no debe haber sido un gran orador experto, ya que habló en un tono tranquilo y deliberado mientras buscaba palabras. La prueba fue obtener uno de los clientes que reconoció su habilidad para financiar sus esfuerzos como patrocinador; el patrón le daría al leherl una tarea que tendría que completarse dentro de un año. Algunos clientes pedirían armas y otros artículos cotidianos.

Sin embargo, más importante que la tarea en sí, fue el patrón que encontraron. Por supuesto, su satisfacción con el producto terminado era importante, pero lo que realmente importaba era asegurar un apoyo continuo para el taller en el futuro. Si un herrero fallaba la prueba, su contrato de leherl quedaría nulo e inválido, lo que los obligaría a la posición de un lehange.

“Pero eres bastante bueno, Johann. ¿No te será fácil encontrar un patrón? “, Pregunté con curiosidad.

Johann bajó los ojos antes de sacudir lentamente la cabeza.

“Yo… siempre me molestan tanto los detalles que a los clientes no les gusto demasiado”.

Johann quería detalles precisos sobre sus pedidos y repetidamente hacía preguntas para descubrir esos detalles, lo que hacía que los clientes concluyeran que no tenía la habilidad necesaria para que no pudiera hacer nada sin un tedioso agarre.

De alguna manera, no estaba mal concluir que una marca de un artesano experto era la capacidad de hacer lo que un cliente quería basándose solo en instrucciones aproximadas, pero Johann tenía la habilidad de hacer realidad instrucciones precisas y tenía más o menos estado haciendo todos los pedidos precisos que su taller recibió solo.

Naturalmente, el capataz del taller de Johann no quería dejarlo ir, pero no había nada que pudiera hacer si Johann no pasaba la prueba del Gremio de Herrería.

“Soy el único leherl en todo el Gremio sin un patron… Y estoy llegando a la mayoría de edad a fines de otoño, así que realmente estoy al final de mi cuerda aquí”.

Hubo una ceremonia de bautismo al comienzo de cada temporada, y una ceremonia de mayoría de edad al final de cada temporada. Dado lo avanzado que era el otoño, a Johann realmente no le quedaba mucho tiempo para encontrar un patrón.

“Perdón por hacerte esperar, Maestro Benno”.

Lutz y Mark bajaron las escaleras con té. Mark distribuyó las tazas antes de irse y Lutz se movió detrás de Benno, quien tomó un sorbo de té antes de mirar a Johann.

“Myne puede ser una capataz, pero todavía es una niña. Estoy seguro de que su jefe no era fanático de eso”, dijo Benno, haciendo que Johann se encogiera un poco.

“No lo estaba, pero ella es nuestra única cliente que me trae planos detallados…”

Parecía que la mayoría de la gente se oponía a que alguien menor como yo fuera su patrocinadora, por lo que no había muchos niños con mucho dinero para usar.

Pero tenía una carta de gremio, respetaba el talento de Johann y tenía un historial de hacer grandes pedidos. Además de eso, felizmente respondí las preguntas detalladas de Johann, alabé su trabajo y pregunté específicamente por él.

Parecía que al solicitar su trabajo varias veces, me había calificado para convertirme en su patrocinadora. Pero como era menor de edad, necesitaría el consentimiento de un padre o tutor.

“Eres la única que podría ser mi patrocinadora ahora. Mi capataz me echó del taller y me dijo que sería una posibilidad remota, pero tenía que intentarlo”.

Parecía que había asumido que la hija de una gran tienda estaría dispuesta a convertirse en patrocinadorapara la demostración, mientras usaba el dinero de su padre. Además de eso, Johann obtendría el prestigio de asegurar a la Compañía Gilberta como patrón.

“Pensar que en realidad no estabas relacionado…” Johann dejó caer los hombros.

Debido a que Benno me llevaba en talleres y al Gremio de Comerciantes, además de hacer pedidos caros mientras usaba ropa de aprendiz de la Compañía Gilberta, parecía que todos habían pensado con certeza que yo era su hija. Lo que me recordó que Otto había mencionado que parecíamos padre e hija para todos los que nos rodeaban. Dada la brecha de edad, difícilmente podría culparlos.

Pero para Benno, el soltero, eso no era más que frustrante. Me miró con ojos duros.

“Por supuesto que Myne no es mi hija. No criaría a un idiota sin sentido común como ella. Mi hija tendría al menos tanto sentido como Corinna”, dijo Benno, quien había criado a su hermana pequeña después de que sus padres murieron cuando eran pequeños.

Apreté mis labios en un puchero afilado y lo fulminé con la mirada tan fuerte como pude. Pero tristemente, a Benno le molestaba más que me trataran como a mi padre que a mí como a su hija.

“Supongo que eso significa que no puedes ser mi patrocinadora, entonces…” Johann, captando la atmósfera tensa, comenzó a ponerse de pie con una expresión derrotada.

Pero me agarré a su manga. Tenía algo que quería que hiciera independientemente de todo este negocio de prueba de gremio. El que necesitara un patrón era solo una conveniencia adicional.

“Benno, Benno. Eh, eh, eh. Hay algo que quiero que haga Johann”. Le sonreí a Benno mientras aún sostenía la manga de Johann, y se frotó las sienes mientras dejaba escapar un suspiro que me decía que ya lo había visto venir.

“Bien. Te daré mi permiso como tu tutor y seré el cosignatario”. Benno otorgó su permiso mientras agitaba una mano desdeñosamente. El que más se sorprendió al verlo otorgar permiso tan casualmente fue en realidad Johann.

“Um, si la patrocinadora se queda sin dinero, el cosignatario tendrá que…”

“¿Crees que un comerciante no sabe lo que significa ser un cosignatario? No te preocupes. No necesito preocuparme porque Myne se quede sin dinero. El cosignatario por ella apenas importa”, dijo Benno encogiéndose de hombros. Sabía que incluso si me quedaba sin dinero, podría recuperarlo vendiendo los libros que estábamos imprimiendo ahora, y mi información sobre las velas ayudaría a suavizar aún más las cosas.

“Acabas de tener en tus manos a un cliente que no se quedará sin dinero, ya sabes”.

Cada artesano quería un patrón rico más de lo que podían decir. Las palabras de Benno hicieron que Johann se iluminara de alegría.

“¡Eso es increíble! ¿Realmente vas a ser mi patrocinadora, Myne? Uh, quiero decir… ¿Señorita Myne?” Johann vaciló mientras reflexionaba sobre cómo llamarme, ganándole un ligero golpe de Benno.

“Oye, ¿no sabes que debes respetar a tus clientes? Sé que es solo una niña pequeña en apariencia y edad, pero está pagando para mantenerte con vida. Llámala Lady Myne si sabes lo que es bueno para ti”.

“Lo siento. Lady Myne, entonces”. Johann se corrigió apresuradamente.

Sonreí y agité la mano para decir que no tenía que preocuparse por eso — lejos de mí preocuparme por lo que la gente me llamaba. Los títulos no eran importantes para mí, pero la tarea que estaba a punto de darle era.

“Está bien, Johann. Creo que tendré el catálogo y los planos detallados de lo que quiero que hagas en tu taller para mañana”.

Si pongo todo de mi parte, probablemente podría terminar el proceso de producción y los detalles más finos sobre los planos para el final de hoy. Apreté mis puños con determinación mientras Johann parpadeaba sorprendido.

“¿Huh? ¿Catalogo? ¿Cómo, varias cosas? P-Pero se supone que la prueba solo está haciendo una sola cosa”.

“Bueno, es una cosa. Todos letras de golpe de metal pertenecen a un conjunto”.

El alfabeto de treinta y cinco letras en este mundo tenía letras mayúsculas y minúsculas al igual que el inglés, que eran similares a los japoneses hiragana y katakana. Naturalmente, necesitaría perforaciones de letras para las letras mayúsculas y minúsculas; después de todo, los términos “mayúsculas” y “minúsculas” se derivaron históricamente de donde los casos que contenían este tipo de perforaciones se organizaron en imprentas. Cincuenta de cada sonido vocal y veinte de cada consonante deberían ser suficientes.

“Si voy a ser tu patrocinadora, quiero que hagas letras de golpe de metal. Me imagino que será una tarea bastante ardua ya que cada una tiene detalles únicos y hay muchas, pero bueno, así es como es. ¿Te arrepientes de haberme elegido como tu patrocinadora?”

Di una breve explicación de lo que eran las de letras de golpes, lo que hizo que Johann parpadeara con una gran sorpresa. Miró a Benno y Lutz en busca de ayuda, y los dos se miraron el uno al otro antes de intercambiar ligeros guiños.

“Escucha lo que la gente te dice. Te dije que sería una buena patrocinadora porque no se quedará sin dinero, ¿sí? Deberías haber pensado por qué no dije nada más”, dijo Benno.

“Si no crees que puedes seguir el ritmo de la locura de Myne, debes rendirte ahora y buscar a alguien más. Ella siempre es así”, agregó Lutz.

Era difícil decir si le estaban dando advertencias o palabras de apoyo. De cualquier manera, Johann apretó los puños sobre su regazo y cerró los ojos con fuerza. Después de un momento de profundo pensamiento, me miró con ojos llenos de determinación.

“…Lo haré. Conviértete en mi patrocinadora”.

Puse las cosas en marcha y terminé los planos y las instrucciones detalladas antes de que terminara el día. Luego los traje al taller de Johann a la mañana siguiente. A juzgar por lo sorprendido que parecía cuando llegué, no debía haber esperado que completara los planos tan rápido, pero lo entusiasmaron tanto que estaba seguro de que estaría bien.

“Parece que estamos un paso más cerca de la impresión de tipo móviles, Lutz”.

“… Seguro que parece que te estás divirtiendo, Myne”.

“Si podemos superar este desafío, la impresión de tipo móviles estará a la vuelta de la esquina. Una vez que Johann haya terminado las letras de golpes, modificaré un prensatelas para hacer una impresora real. Sin embargo, eso será en la primavera. Necesito pasar el invierno haciendo mucho dinero”.