Lord of Mysteries (NW)

Volumen 2

Capítulo 315: Regreso a la Iglesia de la Cosecha

Ciudad de Plata, en una habitación estrecha.

Derrick Berg estaba sentado junto a su cama, recordando en silencio la información sobre los siete dioses que había recibido.

Los nombres de las deidades de las que nunca había oído hablar y los vagos mitos antiguos le indicaban que había un mundo nuevo afuera que era completamente diferente de la realidad de la Ciudad de Plata.

¿En verdad hemos sido abandonados por los dioses? ¿O tal vez esa es una tierra protegida por nuevos dioses? Derrick estaba sentado en la oscuridad, inmóvil. De vez en cuando brillaban relámpagos fuera de la ventana, trayendo consigo una luz intensa y momentánea.

Lentamente enfocó sus pensamientos en los diferentes poderes sobre los que reinaban los siete nuevos dioses, y los comparó con los dioses antiguos.

El llamado Dios del Combate es muy similar al Rey Gigante Aurmir. El Señor de las Tormentas ejerce un poder similar al del Rey Elfo, Soniathrym. La Diosa de la Noche Eterna parece poseer en parte el poder del Rey de los Grandes Lobos, Flegrea, y la Ancestro Vampiro, Lilith. En cuanto al Eterno Sol Ardiente, la Madre Tierra, el Dios del Conocimiento y la Sabiduría, y el Dios del Vapor y la Maquinaria, no se me ocurre ningún dios que encaje con su descripción..

Supongo que no presté suficiente atención en clase y me perdí muchas cosas sobre los mitos…

Uf, ya que no hay trabajos de patrulla durante un tiempo, debería dirigirme a la biblioteca de la torre y leer sobre ellos.

Derrick se levantó e hizo lo que planeó.

El problema que enfrentó era compartido por la mayoría de los residentes de la Ciudad de Silver. Cuando estaban siendo educados con conocimientos generales, su atención se centraba exclusivamente en los cursos prácticos como Estudios de monstruos, Clasificación de Monstruos, Encantamientos y Fundamentos Beyonder. Todos estaban concentrados en el conocimiento que podría usarse para lidiar con monstruos en la oscuridad y aumentar la producción de plantas comestibles. En cuanto a las clases complementarias como Estudios de Mitos, a menudo no prestaban mucha atención.

Si la Ciudad de Plata no hubiera podido unir más a los residentes, elevar su sentido de honor e intensificar su cohesión, y debido a que el consejo de seis miembros era muy estricto en ese sentido, Derrick creía que como mucho podrían recordar lo que había sucedido en las últimas dos o tres décadas.

Llevando el Hacha del Huracán, Derrick salió de su casa, siguiendo el limpio, sencillo, pero viejo camino de piedra hasta llegar a las torres gemelas en el lado norte de la ciudad.

Una de las torres gemelas servía como biblioteca de la Ciudad de Plata, un lugar de intercambio donde se podían canjear méritos y contribuciones. La cúpula era donde residía el consejo de seis miembros y se rumoreaba que contenía un objeto místico que había sustentado a la Ciudad de Plata durante más de dos mil años, así como un depósito de fórmulas e ingredientes.

Al entrar en la biblioteca, Derrick subió directamente al tercer piso y, según sus recuerdos, encontró los estantes donde se guardaban los materiales relacionados con la mitología y los correspondientes libros antiguos.

Justo cuando estaba a punto de sacar un libro relacionado con el mito de la creación, una palma esbelta, de piel clara y delicada se movió hacia él y le quitó el libro.

Derrick se sobresaltó y, después de una sola mirada, bajó la cabeza, presionó su mano contra su pecho y dijo en voz baja: “Saludos, Anciana Lovia”.

Quien le había quitado el libro era uno de los miembros del consejo de seis, el Pastor Lovia.

Llevaba una larga túnica negra bordada con misteriosos patrones de color púrpura. Su cabello gris plateado era espeso pero ligeramente rizado.

Su rostro era suave y claro, su apariencia hermosa. Parecía tener poco más de treinta años y su par de ojos gris claro parecían capaces de atravesar el alma.

Lovia reconoció brevemente el saludo de Derrick y asintió suavemente con la cabeza sin decir nada más. Silenciosamente tomó el libro antiguo que Derrick iba a leer y dejó el espacio entre las dos estanterías.

La Anciana Lovia parece haber vuelto a la normalidad. Ella no es como antes, cambiando constantemente de temperamento y personalidad: a veces llorando, a veces burlándose, a veces gruñendo con enojo, a veces indiferente…  Tal pensamiento pasó inconscientemente por la mente de Derrick.

De repente, sintió una inexplicable sensación de miedo.

La Anciana Lovia estaba actuando normalmente…

Normal…

***

Después de leer todo el expediente, Klein no encontró ningún registro de algún animal.

Era obvio que la investigación original había pasado por alto este problema.

Sí, tengo que recordar mis consideraciones anteriores. No puedo realizar precipitadamente mis propias investigaciones. Sin hablar de que no tengo los medios especiales o la confianza para evitar la intuición del Diabolus hacia el peligro, la simple posibilidad de encontrarme con un Halcón Nocturno sería un asunto muy problemático. Mi objetivo es siempre asumir un papel auxiliar. Mi trabajo es analizar el caso y sugerir conjeturas y determinar si una pista es auténtica… Klein consideró lo que tenía que hacer.

Después de comprender las habilidades de un Diabolus, temporalmente no se atrevió a entregarle el asunto de investigar si los sospechosos anteriores tenían mascotas o no a Stuart. Eso tendría muchas posibilidades de herir a Stuart.

Está sólo en la etapa preliminar de investigaciones sin dirección alguna. Es probable que Stuart no tenga ningún problema. Un Diabolus no es como ese grupo de lunáticos de la Orden Aurora. No se expondría proactivamente. Mañana o pasado mañana, Stuart definitivamente entregará un informe. Quizás haya algunas pistas que otros no puedan detectar. Klein se puso de pie y metió las manos en los bolsillos mientras caminaba por la sala de actividades.

Ahora, el dilema era cómo lograr que el principal organismo de investigación incluyera a los animales bajo su radar.

Definitivamente no puedo mencionarlo directamente, ya que eso atraería las sospechas de otros. Sería lo mismo si intentara guiarlos sutilmente…  Klein pensó detenidamente mientras sopesaba el asunto seriamente antes de decidir finalmente un plan.

Sacó una carta, tomó una pluma estilográfica y escribió:

“Estimado señor Stanton:

“Pensé en un problema. Anteriormente, cuando los detectives conversaban, todos encontraron que las acciones del asesino eran hábiles y sin ningún indicio de inexperiencia. Creían que no podía nacer con tal habilidad y que debía haber tenido mucha experiencia para construir sus cimientos. Ejemplos de estas personas pueden ser estudiantes de cirugía de la facultad de medicina o carniceros.

“En aquel entonces, pensé que podría haber hecho algo como esto antes. Es una dirección de investigación y es a lo que le estoy prestando más atención en este momento.

“Pero después de pensarlo una y otra vez durante los últimos dos días, creo que ignoro el panorama completo. Quizás no dependió de matar personas para ganar experiencia.

“¿Es posible que practicara con pobres animales? Diferentes tipos de animales vivos. El número de animales que mueren diariamente en Backlund es innumerable, y también se desconocen los que desaparecen en las alcantarillas. Por tanto, estos son muy buenos objetivos de entrenamiento. Esta es una opinión que espero de una dirección favorable a la investigación. Espero comunicarme con usted.

“Sherlock Moriarty”

Klein no mencionó directamente que el asesino podría haber sido un animal que se había convertido en Beyonder. También utilizó la razón de la práctica, esperando que Isengard Stanton tomara nota del descuidado “mundo animal”, recordándole así a los Beyonders oficiales responsables del caso.

Mientras escribía, de repente sintió que esto también era una dirección.

La razón por la que no habían atrapado al Diabolus en todo este tiempo era porque había estado cazando animales la mayor parte del tiempo.

Y la caza de animales no era algo a lo que valiera la pena prestarle atención.

Bueno, esperemos que les inspire… Klein dobló la carta y se vistió elegante para entregarla en el buzón al final de la calle.

Quince minutos más tarde, el abogado Jurgen, que vio al detective Sherlock pasar por su ventana una y otra vez, finalmente no pudo contener su impulso de abrir la puerta y preguntó cortésmente: “Sr. Moriarty, ¿olvidó su llave?

“Eh, más o menos.” Klein esbozó una sonrisa.

“¿Por qué no entra a mi casa como invitado? Después de cenar, puede entrar a su casa después del anochecer. Sé que ustedes, los detectives privados, son muy buenos ‘escabulléndose’”. Jurgen lo invitó a pasar con expresión seria.

¿En serio? Klein quedó atónito por un segundo antes de sonreír con sinceridad.

“Sería un honor.”

Después de todo, ¡la abuela del abogado Jurgen tenía el nivel de una chef competente!

¡Y también podría jugar con el gato mientras estaba allí!

***

Cuando oscureció por completo, Klein, ya saciado, descansó un rato en casa antes de salir de la calle Minsk con su bastón.

Planeaba hacer otro viaje a la Calle Rosa, en el lado sur del puente, y preguntarle al obispo Utravsky sobre el origen de la Llave Maestra.

Con la ayuda de la radiestesia para mantener el rumbo, llegó con éxito a la Iglesia de la Cosecha en la oscuridad de la noche y se coló por la misma ruta que antes.

Sin embargo, el obispo Utravsky no rezaba esa noche en el salón de la catedral. En el silencio y la penumbra sólo había hileras de bancos.

“¿Está descansando?” Klein se sintió un poco desconcertado mientras caminaba hacia la sala de estar al fondo del pasillo.

Al doblar la esquina, vio al obispo Utravsky, alto y gigante, subiendo las escaleras del sótano. Alguien estaba golpeando las pesadas puertas de piedra situadas allí.

¿A quién detuvo en el sótano? Klein instantáneamente pensó en una serie de ideas retorcidas.

El obispo Utravsky miró hacia arriba y vio a Klein disfrazado igual que antes. Preguntó sorpendido: “¿Aún no ha encontrado el camino a casa?”

… ¿Parezco alguien que ha estado perdido durante tanto tiempo? Klein forzó una sonrisa.

“Padre, no estoy perdido”.

“¿Cree que la fórmula es falsa? Eso es imposible…” El obispo Utravsky frunció el ceño y se detuvo a medio camino de las escaleras.

Como resultado, estaba a la misma altura que Klein.

“No, es genuina”, respondió Klein con sinceridad.

En ese momento, la puerta de piedra del sótano fue golpeada nuevamente con una intensidad cada vez mayor. Junto a los golpes se oía una voz masculina que gritaba: “¡Déjenme salir!”.

“¿y…él es?” Klein no pudo evitar preguntar.

El obispo Utravsky sonrió cálidamente y dijo: “Un vampiro”.

Tan pronto como terminó, el hombre en el sótano gritó: “¡¿Qué tiene de malo eso?! ¡¿Cree que debería estar encerrado?! ¡¿Tengo que escuchar sus putas quejas y retahílas de las Escrituras todos los malditos días?! Mierda, hijo de puta, soy un noble Sanguine, ¡así que no pronuncien un nombre tan vulgar para describirme!”

“¡Déjenme decirles que adoro a la luna y de ninguna manera me convertiré en un creyente de la Madre Tierra! ¡Y basta, no cederé, maldito sacerdote!”

Era la primera vez que Klein conocía a un vampiro real, por lo que no pudo evitar preguntar: “Padre, ¿dónde lo atrapó?”

El obispo Utravsky miró a Klein con extrañeza antes de decir: “Él es el propietario original de la llave maestra.”

“Un día se perdió y entró en esta catedral”.

… Klein consideró seriamente el dilema de si debería llevar consigo la Llave Maestra en el futuro o no.

Es bueno que pueda guiarme con adivinación… pensó agradecido.

“Resultó que había entrado en un estado en el que tenía sed de sangre y yo había descubierto su anormalidad”, añadió Utravsky con una sonrisa.

“¡Mierda, no hablen de sangre! ¡Lo que necesito es la sangre de una hermosa joven, no la sangre de un viejo asqueroso como usted! El vampiro en el sótano de repente se enfureció.

El obispo Utravsky explicó sin rastro de ira: “Cuando necesita beber sangre, le doy un poco de la mía”.

Klein asintió y volvió a mirar abajo. Descubrió que la pesada puerta de piedra del sótano estaba grabada con el Emblema Sagrado de la Vida y muchos símbolos misteriosos, formando un sello completo.

Durante el día, cuando más y más personas comiencen a orar, sería imposible que el sonido llegara siquiera al exterior…  Klein hizo un juicio preliminar.

“¿Hay algo en lo que pueda ayudarle?” preguntó el obispo Utravsky.

Klein respondió con franqueza: “Quiero saber de dónde vino la llave maestra”.

“Tendrá que preguntarle”. El obispo Utravsky señaló el sótano.

El vampiro que estaba dentro de repente se quedó en silencio antes de reír tranquilamente y decir: “Amigo, puedo responder a su pregunta. Pero la condición es que me saquen de aquí primero”.