Lord of Mysteries (NW)

Volumen 2

Capítulo 301: Despertar

*¡Miau!*

El maullido del gato negro resonó en el área abierta rodeada por el lúgubre y apartado bosque. Independientemente de si era el hombre adulto vestido de negro o los jóvenes de quince o dieciséis años, todos miraron simultáneamente el cadáver que yacía en el medio.

Sopló una ráfaga de viento frío y el gato negro aterrizó en el suelo, mirando al humano que acababa de arrojarlo. Siguió moviendo su cola.

De repente, su pelaje volvió a erizarse. Luego, ejerciendo fuerza con sus patas traseras, saltó y huyó en otra dirección.

Las acciones del gato fueron completamente ignoradas. Todos los humanos presentes tenían su atención centrada en el cadáver inmóvil.

Los segundos se convirtieron en minutos, pero el cadáver no sufrió ningún cambio.

“¿Otro fracaso?” Uno de los adolescentes se acercó y se agachó, tocando la piel del muerto con los dedos.

“No hay reacción”. Se dio media vuelta y habló con el hombre de negro y sus compañeros.

En ese momento, sintió un escalofrío por toda su piel.

Con un silbido, el cadáver se sentó.

El joven se sobresaltó e inmediatamente vitoreó sorprendido: “¡Es un éxito! Es un éxit…”

Antes de que pudiera terminar la frase, el cadáver lo agarró por el hombro y lo rodeó con sus  brazos. Luego, abrió la boca y mordió el cuello del muchacho, produciendo un sonido de desgarro y provocando que la sangre salpique.

“¡Ah! ¡Ayuda!” El joven gritó horrorizado y retrocedió con todas sus fuerzas, pero no pudo liberarse.

El cadáver liberó la mordida, revelando hileras de dientes blancos, así como trozos de carne colgando entre sus dientes y sangre fluyendo de su boca.

El hombre vestido de negro quedó atónito por un momento, luego sacó un silbato de color latón. Lo metió en su boca y sopló.

Luego, dijo en Hermes: “¡Lo ordeno en nombre de la Muerte!”

Cuando su voz resonó en el aire, el cadáver dejó de masticar y momentáneamente se congeló en el acto.

El joven, cuyo cuello y hombros habían sido destrozados por la mordedura, también se desplomó como si hubiera perdido el alma. La tierra alrededor de sus regiones inferiores estaba completamente húmeda.

“Realmente es posible…” murmuró el hombre vestido de negro con agradable sorpresa. Señaló el cadáver y una vez más dijo en Hermes: “¡Levántate!”

El cadáver se levantó abruptamente, luego echó hacia atrás los hombros antes de correr rápidamente hacia las profundidades del bosque apartado.

“¡Regresa!” El hombre vestido de negro gritó sorprendido, pero el cadáver no mostró signos de detenerse.

Volvió a hacer sonar su silbato y gritó con dignidad: “¡Te ordeno que regreses en nombre de la Muerte!”

A pesar de las palabras, el cadáver desapareció en el bosque.

“Le ordené que regresara…” el hombre vestido de negro se quedó clavado en el lugar,  aturdido mientras murmuraba.

En el bosque, Klein sostenía el silbato de cobre de Azik y la caja de cerillas en una mano. Siguió encendiendo cerillas y sacudió su muñeca para apagarlas y posteriormente tirarlas al suelo.

Durante este proceso, retrocedió formando un arco.

*¡Tap! ¡Tap! ¡Tap!*

El cadáver con el rostro pálido y hedor fétido se acercó corriendo. Sus ojos sin vida miraban fijamente el antiguo y exquisito silbato de cobre.

Mientras Klein retrocedía, hinchó las mejillas, apuntó al cadáver y soltó:

*¡Bang!*

El cadáver de repente se tambaleó cuando apareció una herida penetrante en su pecho.

*¡Bang!*

Klein volvió a inflar las mejillas y disparó otra bala de aire.

*¡Salpicar!* La cabeza del cadáver se hizo añicos mientras el líquido podrido de su cerebro goteaba incesantemente.

Sin embargo, esa no fue una herida fatal para el cadáver. Sólo disminuyó la velocidad por un momento antes de continuar nuevamente.

Al ver esto, Klein dio un paso atrás y chasqueó los dedos.

Inmediatamente, una llama brillante se elevó del suelo, envolviendo el cadáver y encendiendo su ropa andrajosa.

*¡Tap! ¡Tap! ¡Tap!*

El cadáver corrió a través de las llamas y continuó cargando hacia adelante como un toro loco.

*¡Pa! ¡Pa! ¡Pa!* Klein siguió chasqueando los dedos, provocando que aparecieran llamas rojas en el suelo, una tras otra.

El cadáver no sintió ningún dolor al pasar a través de las llamas, pero poco a poco, su cuerpo comenzó a perder fuerza y las llamas se hicieron cada vez más intensas. Emitía la extraña sensación de que una vela se estaba derritiendo.

Finalmente, el cadáver, que se había convertido en una antorcha, llegó frente a Klein mientras intentaba agarrarlo.

Al mismo tiempo, una llama se levantó y los envolvió a él y a Klein.

El cadáver agarró el hombro de Klein pero sólo produjo chispas.

La figura de Klein se disipó en el fuego y reapareció a través de una cortina de fuego más alejada.

En ese momento, el cadáver parecía haber agotado todas sus fuerzas y dejó de luchar. Rápidamente se derritió bajo las llamas, convirtiéndose en cenizas.

Es más fuerte que los zombies y espectros que he conocido antes. Bueno, no tan bueno como el descendiente del Sr. Azik… Si no fuera por mí, hoy estarían todos muertos aquí. Klein sacudió la cabeza y caminó entre los árboles hacia el área abierta.

En ese momento, el hombre vestido de negro ya había notado los cambios en el bosque. Sin dudarlo, se dio la vuelta y corrió, mientras los siete u ocho jóvenes se dispersaban en un instante. Sin embargo, cuando se dieron cuenta de que eran los únicos en el área, tímidamente se detuvieron y regresaron al área original donde se reunieron.

Habiendo experimentado el despertar de un cadáver, y cómo el cadáver había mordido a uno de los jóvenes, no se atrevieron a huir solos en la noche profunda y oscura.

Todos estaban nerviosos.

Se miraron el uno al otro. Nadie se atrevió a ayudar al joven que estaba gravemente mutilado y cuyo cuello sangraba, por miedo a que se convirtiera en un zombie en cualquier momento.

En el breve silencio que hizo que sus corazones latieran como tambores, vieron a un payaso, vestido con ropas llamativas y pintura roja, amarilla y blanca cubriendo su rostro, saliendo del bosque.

Este maquillaje fue una ilusión creada personalmente por Klein.

Inspeccionó su entorno pero no persiguió al hombre vestido de negro. En cambio, preguntó con voz ronca: “¿Quién fue el que presidió la ceremonia?”

¿Quién? Parecía como si los adolescentes todavía estuvieran aturdidos. Les tomó unos segundos antes de que empujaran a un niño tembloroso que respondió: “Él… Él es nuestro profesor de idiomas, Kapusky Reid…

“Afirmó tener un profundo conocimiento de la muerte y quería guiarnos en la búsqueda de los misterios de la inmortalidad”.

Entonces es un profesor de escuela… ¿Los misterios de la inmortalidad? Realmente cualquier tonto es capaz de presumir… A juzgar por su actuación de ahora, este tipo no debería ser un Médium Espiritual. Como mucho, será un sepulturero. De hecho, puede que solo esté en la Secuencia 9, un Recolector de Cadáveres… Por supuesto, puede que no sea del Camino de la Muerte y simplemente se unió al Episcopado Numinoso debido a sus ideologías… Después de que Klein obtuvo la ubicación de Kapusky, pensó por un momento y dijo: “Ustedes pueden regresar ahora. No se involucren más en esto. Tampoco le cuenten a nadie. De lo contrario, todos ustedes morirán”.

Luego, enfatizó: “Todos, sin excepción, morirán”.

Los jóvenes, estaban asustados por lo que acababa de suceder, asintieron frenéticamente. Se prepararon para partir apoyandose unos a otros.

En ese momento, una joven de cabello liso señaló a su compañero que gemía de dolor en el suelo mientras sostenía su cuello sangrante y le preguntó a Klein: “¿Estará… estará bien?”

“No morirá por ahora, pero hay que llevarlo al médico. Digan que fue mordido por un perro feral, a menudo comen carne podrida, los médicos sabrán qué hacer”. Klein los ignoró y regresó al bosque.

El joven y la mujer se miraron y alguien más soltó: “Disculpe, ¿puedo preguntar cómo debemos dirigirnos a usted?”.

Klein sonrió deliberadamente mientras respondía en voz baja: “Solo soy un guardián del inframundo”.

Mientras hablaba, se disipó en una niebla y su figura desapareció misteriosamente.

Por supuesto, todos los efectos fueron ilusiones.

“¿Un guardián del infierno?” Los jóvenes y mujeres repitieron las palabras en voz baja, cada uno con sus propios pensamientos.

Sin embargo, después de que pasó una ráfaga de viento frío y penetrante, temblaron una vez más, apoyaron a sus compañeros y abandonaron el lugar sin atreverse a mirar atrás.

***

¿Este idiota es miembro del Episcopado Numinoso? Qué decepción… Si no tuviera un trabajo pendiente, lo visitaría justo ahora para ver qué sabe. Sí, tengo que darle una lección para que no se atreva a causar problemas a los estudiantes nuevamente. ¿Cree que las Danzas Espirituales y los rituales de resurrección son un juego de niños? Klein habitualmente juzgaba la situación desde el punto de vista de un Beyonder ético, un antiguo Halcón Nocturno.

Pronto regresó a la mansión de Rogo Colloman y esperó pacientemente a que pasaran los guardaespaldas durante su patrulla.

Tan pronto como encontró una oportunidad, saltó la cerca y rápidamente siguió las sombras hasta la casa, luego trepó silenciosamente al balcón.

En ese momento, la figura disfrazada de él todavía humeaba.

*¡Pa!* Klein chasqueó los dedos.

La figura frente a él se convirtió en un fino trozo de papel y flotó sobre su palma.

En comparación con antes, el trozo de papel lucía desgastado y a punto de deshacerse, era inutilizable.

Klein no se atrevió a tirarlo a ningún lado. Lo dobló y lo guardó en su bolsillo.

Habiendo hecho esto, regresó por el pasillo y entró en el dormitorio de Adol.

“¿Qué tomó tanto tiempo?” Stuart preguntó con voz temblorosa.

Había ido a la puerta para preguntar y había encontrado a Sherlock Moriarty fumando un cigarrillo tras otro. Debido a su deber, no se atrevió a salir del dormitorio.

Klein se rió y respondió: “Descanse y relájese. Usted también puede ir por un cigarrillo o lo que quiera, no me importa”.

“Yo…” Justo cuando Stuart estaba a punto de estar de acuerdo, de repente pensó en algo: terminaría siendo la única persona en el balcón, rodeado por la noche oscura y sin suficiente iluminación. Habría un viento frío y un ambiente típico de una historia de fantasmas.

Por eso, forzó una sonrisa y dijo: “Está bien, no lo necesito”.

Klein sonrió en silencio y volvió a sentarse, dejando que la silla reclinable se balanceara suave y lentamente en la noche.

Esto continuó hasta el amanecer. No pasó nada más.

Cuando Adol despertó, se sentó en la cama, perdido en sus pensamientos.

Klein no dijo nada, pero intercambió lugares con Kaslana y su asistente y caminó lentamente hacia la habitación de invitados para recuperar el sueño.

Estaba dormido cuando escuchó a Rogo Colloman exclamar con grata sorpresa: “Oh, muchacho, ¿ya estás mejor?”

“¡Santo Señor de las Tormentas, donaré 300 libras a la Iglesia! ¿Me estás diciendo que no te matarán? ¿Fue todo un malentendido?”

¿300 libras? Qué extravagante…  Klein se dio la vuelta y envolvió sus brazos alrededor de la suave y cálida colcha mientras murmuraba.

Luego, volvió a dormir.

Al mediodía, cuando Klein bajó a comer, Kaslana se sentó frente a él y preguntó con el ceño ligeramente fruncido: “¿Qué pasó anoche?”.

“Nada”, respondió Klein simplemente, y luego se rió. “¿Cuenta que Adol se despertara para ir al baño?”

Junto a él, Stuart ralentizó sus acciones y asintió con la cabeza.

Ella miró sus rostros, luego desvió la mirada y respondió en voz baja: “No”.

La comisura de la boca de Klein se curvó mientras cortaba hábilmente su filete.