Senka Maihime (NL)

Volumen 3

Capítulo: 1 La Audiencia

Parte 4

Aún atónitos por los eventos, aceptaron apresuradamente la propuesta de Ranbolg. Las manos de Al estaban atadas; estaba tratando con un príncipe que estaba al mando de un ejército de ocho mil. Posiblemente no podría haberlo rechazado.

Dada la anterior exhibición de Ranbolg, Al se preocupó de causar problemas si se relacionaba con una criada normal, así que le pidió a Lilicia que le mostrara su habitación. Como súcubo, ella debería haber sido capaz de manejarlo bien ─

— tal vez demasiado bien ──pero Al esperaba que todo saliera sin problemas

de todos modos.

Después de lidiar con todo eso, todo lo que quería era un respiro, pero…

Sharon se ve más pálida que la luna desde que vio a Ranbolg.

“Sharon, ¿por qué no vas y te acuestas un poco?”, preguntó.

“¿¡En serio!? ¿¡Quieres mandarme fuera mientras te diviertes aquí con todos los demás!?”

Al trató de ser amable, pero fue rechazado rápidamente.

¡Qué molesto!

A pesar de su irritación con Sharon, Al se ponía nervioso en su trono mientras pensaba en su próximo invitado. No podía esperar para volver a verla, pero al mismo tiempo, deseaba que no se volvieran a ver después de cómo se separaron la última vez.

“Para ser honesto, preferiría no conocerla mientras, bueno…”

Estaba rodeado por cuatro Divas, todas con uniformes de criada. Para cualquier forastero, debe haber parecido un rey pervertido que se entregaba a sus fetiches tras las puertas cerradas del castillo.

“Tengo que sacarlas de aquí…”

Pedirles que abandonaran la habitación había demostrado históricamente ser ineficaz, y pedirles que lo dejaran completamente solo, que era lo que realmente quería, aún más.

“Perdóneme. La Diva de Distania ha llegado”, dijo Lilicia desde el otro lado de la puerta.

“¿¡Huhhh!?” Al apenas pudo descifrar sus palabras. Después de todo, sólo habían pasado unos minutos desde que le pidió que guiara a Ranbolg a su habitación.

“Realmente no tenías que apresurarte tanto…”

Todo lo que Al quería era más tiempo; no estaba preparado para recibirla en absoluto. Por un momento, consideró preguntarle a Lilicia por qué era una pata de mono viviente, pero su respuesta sería simplemente “Porque soy un súcubo”, así que abandonó ese deseo. En su lugar, se quedó mirando fijamente a la puerta, sabiendo en el fondo que ella se reía al otro lado.

“¡Por favor ──Ah!” Su voz despreocupada y feliz fue interrumpida de repente por la puerta que se abrió de golpe. Tanto Al como las Divas miraron hacia ella, y sus fosas nasales captaron un aroma familiar.

“¡A-Al!”

Entonces, sus oídos se llenaron de una voz familiar. Al abrió bien los ojos al ver a su invitado. Su cabello era mucho más largo que la última vez que se vieron, pero sus ojos fuertes y optimistas no habían cambiado nada.

“¡Al!” Volvió a llamarlo y se precipitó hacia él.

“¡Déjenla pasar!”

Las Divas trataron de detenerla, pero Al levantó una mano para asegurarse de que no le hicieran daño. Se sintió aliviado de que le escucharan por una vez, pero ese sentimiento de felicidad duró poco. Casi había olvidado un detalle crucial.

“¡No corras, Luna!” gritó mientras saltaba de su trono. “Tú ──” “¡Kyah!”

Llegó demasiado tarde, haciéndole preguntarse si se podría superar su tardanza. Al igual que la primera vez que se conocieron, ella se tropezó con su vestido y se cayó al suelo.

O eso es lo que él esperaba.

“¡Ahh!”

El grito enérgico de Luna llenó la habitación, llevando a Al de vuelta a la realidad. Allí, él vio como ella tiraba de sus piernas y usaba el impulso de la caída para rodar hacia adelante, deteniéndose justo delante de él. Ella saltó desde el suelo y agitó su dedo índice frente a él con una sonrisa engreída.

“¡Jejeje! ¡No pienses que soy la misma chica tonta que solía ser! ¡Estoy mejorando cada momento de mi vida!”

“¿¡Por qué estás trabajando tan duro en tu aterrizaje!? Si quieres mejorar,

¡primero asegúrate de no caerte!” dijo en un tono preocupado, pero estaba luchando duro para reprimir su risa.

¡Realmente es Luna!

El corazón de Al se aceleraba y sus mejillas se calentaban, todo mientras intentaba ignorar las agudas miradas de las Divas.

“Me alegro de que estés aquí”, dijo tímidamente. Había pasado casi una década desde ese incidente, pero eso no cambiaba el hecho de que Luna casi había sido asesinada, por lo que era sorprendente que no tuviera un convoy custodiándola.

“¡Gracias! ¡Ni siquiera me perdí en el camino!”

Eso no es lo que quise decir…

Decidió dejar que su respuesta tonta volara.

“Haah… Me alegra ver que no has cambiado.”

“No, seguro que no.” Luna respondió a la torpe mirada de Al con una sonrisa rebosante. Una agradable calidez llenó su corazón; casi se sintió como si hubiera sido teletransportado a su primer encuentro.

“Al, me alegra ver que los dos estáis en la misma onda, pero ¿te importaría presentárnosla pronto?” Sharon aparentemente no disfrutaba de ser ignorada, mientras los miraba con ojos críticos y brazos cruzados. Al honestamente no podía decidir si era bueno que finalmente volviera a ser la de siempre.

“¡P-Por favor, un placer conocerlos a todos, soy Luna! ¡Ah! ¡Soy Distan-Aah! ¡Me he vuelto a morder la lengua!” Se presentó tímidamente a Sharon, mordiéndose la lengua en el proceso. Sin embargo, había una prueba de su fortaleza mental en su saludo. No mucha gente podía soportar el poderoso resplandor de Sharon, mucho menos con una sonrisa, pero Luna hacía justamente eso.

“Es una diva, como tú, de Distania. Luna, debes estar cansada. ¿Deberíamos sentarte?” Al la presentó y trató de conseguirle algo de comodidad mientras se sentaba en su trono.

“Oh Dios, es raro que sea tan considerado.”

“Ella huele como una amenaza para nuestro matrimonio.”

Escuchó que había problemas entre las otras Divas, pero decidió dejarlo pasar.

“Entonces, ¿qué te trae por aquí?” A pesar de que ambos ocupaban posiciones importantes en sus respectivos países, Al no tenía ganas de tomar un tono formal con ella.

“¡Ah! ¡Lo olvidé por completo! ¡Entra!” Ignoró completamente la pregunta y extendió su brazo hacia la puerta. Una chica estaba parada allí, escondida a plena vista. Era como una Luna en miniatura, aunque con diferentes colores de pelo y ojos. Corrió hasta Luna, mientras las Divas que habían estado enviando la mirada de muerte a Al se calmaban.

Es casi como si tratara de evitar revelar la razón de su visita, pensó Al. Pero antes de que pudiera tomarse el tiempo de preguntarle a Luna de nuevo…

“Al, esta es la Diva de Distania, ¡así como mi guardaespaldas personal!”

“Ya veo… ¿¡Qué!?” Estaba completamente aturdido. ¿No es Luna la Diva de Distania? se gritó a sí mismo.

Al miró a la chica que se asomaba tímidamente a las espaldas de Luna. Su pelo verde oscuro estaba hábilmente hecho en dos trenzas, y sus oscuros ojos jugueteaban, revisando cada rincón de la habitación. A todos los efectos, era como Luna hace diez años.

¡Es una niña pequeña, de pies a cabeza! De repente se sintió abrumado por la decepción, pero no porque acabara de perder su oportunidad de hacer el Aumento Celestial con Luna. Al menos, esperaba que no fuera eso. De todos modos, ¿se pondrá bien?

“¡Wooow! ¡Es adorable! ¿Es tu hija?”

“¡Oh, mira cuánto has crecido, Luna!”

“Hola, soy Kanon. ¿Puedes decirnos tu nombre? ¿Cuántos años tienes?”

“Qué monstruo. Un día, bendeciré a Al con una hija mucho más guapa.”

Olvidando la confusión interna de Al, las Divas rodearon con entusiasmo a sus nuevos invitados.

“Umm…”

“Saaya, escúchame. Como parte de la realeza, es tu deber presentarte cuando visites a otros. No lo haré por… ¡Ah, rayos! ¡Dije tu nombre!”

“Herma… ¡Un placer conocerte! Soy la diva de Distania, Saaya. ¡Cumplo seis años este año!” Saaya era un poco tímida al principio, pero gracias a la ayuda de Luna──o a su error──se las arregló para presentarse adecuadamente. Mientras todos estaban encantados con la linda y adecuada presentación de la pequeña Saaya, sólo Al estaba preocupado.

“¿Eres realmente una Diva?” Lo dijo de repente, pero no podía culparse a sí mismo. Quiero decir, si ella es realmente una Diva, entonces…

“¿¡Qué te pasa!? Está haciendo lo mejor que puede, ¿¡de acuerdo!? ¡Además, es adorable!” Sharon, sin embargo, pudo y lo culpó, y también lo hicieron las demás.

“¡Ah, espera! ¿¡No me digas que estás tratando de mostrar tus colmillos a este pequeño ángel!?” Kanon saltó delante de Saaya, cubriéndola. “¿¡No te queda nada de honor!?”

“Tú eres el que habla, Boing-Boing.”

“¿Eh? ¿¡Estoy realmente atrapado con esta tontería del ‘Boing-Boing’!?”

Al de alguna manera se las arregló para sobrevivir a la mirada ardiente de Sharon y dejó que la rutina de comedia de Kanon y Feena se le escapara de las orejas, pero…

“¡Si estás pensando en abusar de mi preciosa hermanita, prefiero que te mueras!”. Luna dio el golpe mortal.

“Espera, ¿¡por qué tengo que morirme ahora!? ¡Solo quiero saber si en realidad es una Diva! ” Al reflexivamente trató de explicarse, pero escuchar a su primer amor decir que quería que muriera le rompió el corazón. Su último bastión de esperanza era que Luna simplemente estaba celosa de su hermana.

“Oh, no te preocupes, a Al no le gustan las niñas. Le gustan las hermanas mayores”.

Antes de que se diera cuenta de lo que estaba pasando, Cecilia apareció justo a su lado, agarró su mano y la empujó contra sus pechos.

“¡Ahhh! Hahhhn!”

“¿¡Qué estás haciendo!? Si se activa-¿Huh? Espera, estoy usando guantes.”

“En efecto. ¡Simplemente disfruto de tu toque! ¡Ahhhn!”

“¿¡Qué estás tratando de hacer!?” Al trató de apartar su mano, pero no pudo.

“H-Hey, ¿¡qué crees que estás haciendo delante de un niño!?” Sharon rápidamente cubrió los ojos de Saaya.

“Cecilia, esperaba más de ti.”

“Ahaha, ¿así que te gusta que te dominen? ¡Lo recordaré!”

¿¡Qué demonios estás haciendo en medio de una audiencia!? ¿Es así como nuestra Diva debe actuar frente a otra!? Haah, y ella no es una Diva cualquiera, tampoco. Es Luna, por el amor de Dios. Debe estar aturdida al ver esto.

Le echó un vistazo a Luna. En vez de mirarlos con sorpresa o enfurecida, ella simplemente intentaba tomar la antiestética escena que se desarrollaba delante de ella. Sus ojos se cruzaron con los de Al.

“¡Mira cómo te va! ¡Salí un par de años y te convertiste en un mujeriego!”. Dijo con una gran sonrisa. De alguna manera, oírla decir esas palabras dolió más a Al que ser golpeado en la cabeza por una roca.

***

“No tenía ganas de comer en absoluto …” se susurró Al en el camino de regreso a su habitación. Fue una cena estándar en el comedor estándar. Al menos, debería haberlo sido. Como de costumbre, Sharon y Feena tomaron los lados de Al, y un asiento más allá estaban Cecilia y Kanon. Jamka y Brusch también estaban en la mesa, lo que completó su alineación habitual para la cena.

Ahora, normalmente, cuando un diplomático o alguien de ese tipo los visitaba, preparaban un maravilloso banquete para honrar a sus invitados. Eso no ocurrió. En cambio, tanto Luna como Saaya se unieron a ellos para la cena, mientras que Ranbolg respetuosamente se negó a asistir al banquete, optando por cenar en su habitación solo. El razonamiento de Luna era que sería aburrido para ellos comer solos después de venir a Althos, así que definitivamente preferiría unirse a Al y al resto.

Con todos los invitados rechazando oficialmente el banquete, se trasladaron al comedor habitual junto con Luna y Saaya. Había más bromas en la mesa que de costumbre, lo que agotó no sólo a los invitados, sino también a Al mismo.

“Estoy tan cansado. Estoy listo para irme a la cama.” Al se había sentido mucho mejor últimamente. Rara vez le pesaban sus preocupaciones y arrepentimientos. “¿Es porque me estoy acostumbrando a este estilo de vida?”

No estoy seguro de si eso es bueno o no…

“Al”.

“¿Quién está ahí?” Normalmente, sentiría que alguien se le aproxima, pero le cogió completamente desprevenido. Se imaginó que estaba demasiado cansado, pero no podía cortar la conversación por eso. Después de todo, la que lo llamaba era la propia Luna. “¿S-sí? Tu…”

Desafortunadamente, las únicas dos opciones en su repertorio eran “¿Quieres más comida?” y “¿Quieres que te acaricie más? Porque eso no está sucediendo “. Al darse cuenta de eso, Al se hundió lentamente en una crisis existencial, para la que no tenía tiempo. Su mente cambió de rumbo, barajando cada combinación de palabras que podía pensar en un intento de encadenar una oración que no lo hiciera parecer un tonto frente a Luna.

“¿Qu-Quieres…… ver la ciudad mañana?” Olvídate del tartamudeo, ¡eso fue apenas una frase! Y aun así, Luna sonreía.

“¡Me encantaría! ¡Encontrémonos mañana por la mañana en la puerta!”

No parecía importarle en absoluto el desastre de la audiencia con Al, ni la mundana cena. Simplemente se inclinó ante él, se dio la vuelta y corrió hacia su habitación.

“¡Cuidado! ¡No tropieces!” De alguna manera se las arregló para sacar algunas palabras de preocupación.

Espera, ¿acabo de invitarla a una cita? Al no estaba seguro de si debía lamentarse de su vocabulario limitado o saltar de alegría anticipando su cita.

“Voy a tener una cita … con Luna …” No quería que nadie lo viera sonriendo tan felizmente, así que lo escondió con las manos y se apresuró a ir a su habitación.