Regressor Instruction Manual

Capítulo 82: Tercera Clase (Parte 8)

Abrí los ojos lentamente debido al gran ruido. Después de elegir mi clase ayer, lo último que recordaba era haber hecho varias pruebas y haberme dormido en el acto. Ahora, mi mente estaba en blanco; hacía días que no dormía, y esta noche no había sido suficiente.

¿Cuánto tiempo he dormido?

Ayer me olvidé de todo y me quedé dormido en el taller, con mi cabeza apoyada en una mesa. Quería seguir investigando mi nueva clase, pero al final el sueño me ganó.

Estoy cansado.

Si hubiera sabido que iba a estar así de cansado, habría sido mejor limpiar y dormir en mi habitación. Después de todo, el regalo de Jung Ha-Yan tenía un efecto especial que aliviaba mi fatiga.

Cuando giré la cabeza, vi a Hwang Jung-Yeon tumbada en el sofá.

Seguro que ella también está cansada.

Se esforzaba por seguir mi investigación, así que cuando terminé, se durmió inmediatamente. La forma en que estaba tumbada la hacía parecer como si no tuviera cuidado, pero no tuve ningún pensamiento extraño, pues era la prueba de que confiaba en mí. Esto me hizo más feliz, ya que cuanta más gente de confianza hubiera, mejor sería para mí. De repente, oí una voz que me despertó de nuevo.

“Vaya… Supongo que nuestro hermano ha estado cansado. Todo el segundo piso es un desastre. ¡Ey, hermana! Te caerás si corres. Hee-Young, dile algo” era la escandalosa voz de Park Deok-Gu.

“Primero, vamos a limpiar. Hee-Young, Ha-Yan…” Kim Hyun-Sung las llamó.

“Está bien, está bien”.

Sabía lo que iba a decir.

Los miembros del grupo que salieron de incursión finalmente habían regresado. La sonrisa que tenía solo duró un momento. Cuando vi a Jung-Yeon tirada en el sofá, empecé a perder el control.

Eso no está bien.

Escuché pasos acercándose al taller; eran rápidos y cortos. Era obvio quién era.

Jung Ha-Yan.

Aunque no hubo ningún contacto físico, estaba seguro de que no le haría gracia que estuviera solo en una habitación con una mujer. Además, Jung-Yeon también estaría descontenta por su fatídico reencuentro con Park Deok-Gu.

“Ki-Young… Ki-Young”.

Supongo que Jung Ha-Yan pensó que estaría en mi taller, porque inmediatamente la oí llamar a la puerta. No, como usó un hechizo de rastreo conmigo, sin duda sabía que estaba aquí. Me sentí como el protagonista de una película de terror, en donde el asesino estaba a punto de encontrarme.

“Ki-Young… ¿estás ahí? ¿Estás ahí?” preguntó.

La puerta siguió agitándose sobre sus bisagras.

“Estás ahí, ¿verdad? ¿Ki-Young?” podía sentir la ansiedad en su voz. Debía de morirse por verme.

“Escucha, tal vez está durmiendo” dijo Deok-Gu. “Parece que ha estado investigando toda la noche… Creo que será mejor quedarse callado para que pueda dormir cómodamente, hermana. Todavía es temprano en la mañana después de todo”.

¡Buena esa, Park Deok-Gu!

“¿O tal vez le pasó algo? ¿Y si se desmayó?” Deok-Gu preguntó.

¡Ese cerdo tonto!

Toc, toc.

Seguía oyendo como llamaban a la puerta y, por alguna razón, sentí que se burlaban de mí. Naturalmente, Hwang Jung-Yeon se despertó por los ruidos fuertes y repentinos. Tras frotarse lentamente los ojos, no tardó en darse cuenta de lo que pasaba. Me miró de hito en hito, en alerta; no pude evitar ponerme nervioso.

“¡Hermano! ¿Estás durmiendo?” Deok-Gu levantó su voz.

¿Qué sentido tenía esa pregunta?

“¿Crees que ha pasado algo?” se dirigió a Ha-Yan.

¿Qué clase de tonterías está diciendo?

Me giré para ver a Jung-Yeon, le señalé la ventana y ella asintió, desesperada.

“Oh, Deok-Gu” exclamé. “Me-me quedé dormido y… acabo de despertarme”.

“¡Ki-Young!”

“Así que estabas durmiendo”.

“Llegaron más tarde de lo esperado. Voy a abrir la puerta, así que esperen” les dije.

Vi a Hwang Jung-Yeon dirigirse rápidamente hacia la ventana del segundo piso. En realidad, no estaría mal decirles que habíamos estado investigando juntos desde el principio, pero quería evitar malentendidos innecesarios. El hecho de que un hombre y una mujer estuvieran juntos hasta la mañana seguramente traspasaría el límite de Jung Ha-Yan.

“¡Kyah!”

Mi asistente soltó un pequeño grito al saltar, y la puerta volvió a sonar.

Jung Ha-Yan sacudía desesperadamente la puerta, pues sentía que algo no iba bien. Después de mirar alrededor de la habitación para ver si había algún otro rastro, abrí ligeramente la puerta y vi las caras que no había visto en mucho tiempo.

Primero vi a Park Deok-Gu. Siempre me alegraba verlo a él y a su sonrisa inocente. No sabía por qué, pero sus ojos estaban rojos. Cuando vi las heridas por todo su cuerpo, no pude evitar pensar que la expedición no había sido fácil.

Por supuesto, también me alegré de ver a Jung Ha-Yan. Miró alrededor del taller para encontrar la respuesta al grito que había oído antes, mas no tardó en clavar sus ojos en mí. De repente, se le pusieron acuosos. Sus lágrimas empezaron a caer a los pocos segundos, lo que hizo que su llanto pareciera un poco irreal por alguna razón. Sin embargo, sabía que no había otra razón para que estuviera así. Simplemente me echaba de menos hasta el punto de llorar.

Honestamente, podía entenderla. Me puse algo sentimental al verla después de tanto tiempo.

“Hic… Ki-Young…” sollozaba.

Lo que siguió fue un extraño llanto. Se veía linda, así que le di unas palmaditas en la cabeza sin darme cuenta.

“¿Fue duro?” le pregunté.

“Hic…” sacudió su cabeza con intensidad. Intentaba secarse las lágrimas con la mano, pero no le servía de mucho. Cuando abrí un poco los brazos, Ha-Yan se lanzó hacia ellos y empezó a hundir la cara en mi pecho.

“Te-te he echado de me-menos” tartamudeó.

“Yo también te he echado de menos, Ha-Yan” la correspondí.

Solo era verdad a medias.

Cuando miré hacia delante mientras le acariciaba la cabeza, vi a Hee-Young saludándome y a Hyun-Sung mirando hacia nosotros, con una sonrisa en su rostro. Probablemente sería difícil quitarme a Ha-Yan de encima por el momento, así que lo único que pude hacer fue saludar con la mano mientras la abrazaba. El ánimo que desprendían me hizo pensar que, aunque no era perfecto, cada uno se las arreglaba para encontrar una respuesta a su manera.

La incursión fue un éxito.

Estaba seguro de ello.

“Ha pasado un tiempo, Ki-Young” me saludó Hyun-Sung.

“Más de lo que esperaba” contesté. “¿Cómo les fue?”

“No quedé muy satisfecho, pero vimos resultados” admitió. “Ye-Ri cambió de clase dos veces, Hee-Young, Deok-Gu y Ha-Yan consiguieron una nueva, y sus atributos también aumentaron significativamente”.

“Es un alivio” comenté.

Debió de ser difícil para Hyun-Sung convertirse en una niñera. Sus ojos se habían hundido un poco, con unas notables ojeras por debajo, señal de que no lo había pasado bien.

“¿Cómo te fue a ti, Ki-Young?” me preguntó.

“A mí también me fue igual. Subí mi inteligencia y conseguí una nueva clase”.

“¿Qué has conseguido esta vez?”

“¿Conseguiste una tercera clase también, hermano?” se unió Deok-Gu con curiosidad.

“Sí. Les explicaré los detalles abajo” respondí.

“Me pregunto qué será…”

“Honestamente, me resulta difícil describirla. Así que creo que será mejor que se los enseñe”.

Les hice una señal para que me siguieran, y salimos al pasillo. Hyun-Sung se puso a mi lado.

“¿Conseguiste una clase de alto rango de alquimista?”

“Sí. Según la ventana de estado, es una clase recién descubierta” le dije.

Se giró para mirarme. Detrás de él, por la ventana, podía ver el patio interior del gremio.

“¿Estás diciendo que es un trabajo que no existía antes?”

“Eso es lo que parece”.

“Eso es… un poco sorprendente” parpadeó varias veces, como si le costara asimilarlo.

“Bueno, no tenía otra opción. Si me hubieran salido varias clases al mismo tiempo, habría esperado a que volvieras, pero…” me encogí de hombros. “Es lo que hay”.

“Ahora, tengo aún más curiosidad” dijo.

Pude ver la expresión de Ha-Yan, que seguía pegada a mí, y Park Deok-Gu también parecía muy curioso.

“Hermano, debería haber estado allí durante el momento glorioso… Estoy un poco triste por no haber estado allí contigo para ayudarte a elegir tu clase” se lamentó.

“Estoy seguro de que también te gustará” le dije.

“¿En serio?”

Esperaba de todo corazón que les gustara a todos. Pasé más de un mes arrancándome los cabellos, durmiendo hasta tarde y comiendo poco… Si se decepcionaban…

“Eres realmente increíble. Fuiste capaz de obtener una clase por tu cuenta” me elogió Kim Hyun-Sung.

“No fue nada” le resté importancia con un ademán. “Por cierto, Hee-Young, su…”

“Sí, es mi cuarta clase” se adelantó a decir.

“Ya veo”.

El ambiente del grupo era un poco divertido. Definitivamente se veían incómodos antes de la incursión, pero ahora todos parecían cercanos. Los nuevos miembros eran capaces de llevarse bien con los demás bastante bien. Tanto Park Deok-Gu como la chica, Kim Ye-Ri, parecían que estaban tratando de leer la reacción de Sun Hee-Young. No me tomó mucho tiempo darme cuenta de por qué.

Mmm…

Supongo que fue elegida como la mejor alternativa después de mí y Kim Hyun-Sung. Como la persona que tenía los atributos más altos, confiar en ella poco a poco debe haber creado este resultado.

No está mal.

A pesar de que ella pensaba que golpear a la gente perezosa e inútil en la sociedad era una nueva forma de hacer trabajo voluntario, ella era sin duda competente y sensata. Era un poco diferente a Ha-Yan, pero emitía un aura ligeramente aterradora. Sin duda, estos puntos fuertes contribuyeron a la decisión.

Sinceramente, esperaba que Park Deok-Gu fuera un poco más proactivo, pero…

Tal vez no es tan hábil todavía.

Por alguna razón, parecía como si estuviera ligeramente desanimado.

Como hacía tiempo que los miembros del grupo no se reunían, todos estábamos de buen humor. Me preguntaron por mi clase mientras íbamos de camino a la sala de prácticas, y todo lo que les di eran respuestas vagas o un asentimiento con la cabeza. Parecía que estaba haciendo una demostración.

Recordé aquel día en el campo fuera de la mazmorra, el día de las pruebas. El objetivo de la misma era mostrar mis puntos fuertes, y qué tipo de persona era yo mediante la utilización de mis atributos. Pero esta vez era diferente. Naturalmente, quería que la gente reconociera mi valía. Tenía que hacer que el regresado y mis compañeros reconocieran el hecho de que yo era aún más valioso de lo que soy ahora.

“Espero causar una buena impresión” dije nervioso. “Mi potencia de fuego no es tan mala, pero aún no sé si es efectiva o no”.

“Entiendo” Hyun-Sung asintió. “No te presiones”.

“Ha-Yan, ¿podrías soltarme un momento?” le pedí.

“Sí, lo siento”.

Recité mi hechizo. Cuando empecé a verter mi magia en el catalizador que había preparado de antemano, recibí inmediatamente una reacción. Según mis estándares, no era una gran cantidad de energía. Solo estaba usando lo necesario.

Preparé dos cosas: un catalizador con un círculo mágico que contenía varios hechizos, y un catalizador que recibiría el hechizo. Necesitaba materiales que tuvieran la misma información y que pudieran interactuar entre sí. También era muy importante un material de calidad que pudiera soportar el círculo mágico comprimido y doblado varias veces, pero la información era mucho más importante que eso. Por ejemplo…

El diente en el que Jung Ha-Yan usó un hechizo y yo siendo el objetivo que recibirá el hechizo.

Perdí un poco la concentración, pero no tuve dificultades para completarlo. Recité lentamente el hechizo.

“Aceleración de Crecimiento”.

Este conjuro podía considerarse sencillo.

Las pequeñas células del monstruo que recibía el hechizo empezaron a expandirse de repente. La forma en que comenzaron a transformarse en carne era un poco grotesca, pero efectiva.

¡Craaaack, crack, craaaack!

De repente, sonidos que el grupo no podía entender empezaron a reverberar. Sonaba como si unos huesos se rompieran, y a la vez como si las células explotaran. Los sonidos me resultaban familiares y los pude soportar, a diferencia de Kim Ye-Ri, quien se tapó los oídos. Pensé que la gran masa de carne iba a explotar si esto seguía así; sin embargo, estaba empezando a transformarse en mi forma deseada.

De repente, la mano de un monstruo salió de ella.

¡Craaaaack!

Antes de que el monstruo pudiera rugir, todos los miembros del grupo me miraron como exigiendo una explicación.

“Her-her-hermano…” Park Deok-Gu tartamudeó.

“¿Cómo… te las arreglaste para hacer esto?” dijo Kim Hyun-Sung, con sus ojos abiertos de par en par.

Sentí un placer desconocido recorriendo todo mi ser.

“Es la habilidad de mi clase” respondí con el orgullo de un niño que acaba de sacar las mejores notas de su clase.