Second Life Ranker (NW)

Volumen 06

Capítulo 132: Despertar (2)

Mientras la Reina del Verano soplaba su Aliento a los tres Dioses Marciales, los rankers del Dragón Rojo se extendieron por la base de Cheonghwado. Las explosiones estallaron en colores extravagantes, seguidas por el olor a quemado y sangre.

Los jugadores de Cheonghwado trataron de detenerlos, pero la sorpresa y lo inesperado del ataque los dejó indefensos. Después de todo, solo se habían reunido para el Dios Sable. Además de eso, el Aliento de la Reina del Verano los hizo caer al suelo.

Dragón Rojo se aseguró de aprovechar esa debilidad, balanceando sus auras. Los jugadores de Cheonghwado cayeron fácilmente ante Dragón Rojo. Finalmente, los Cheonghwado entendieron por qué el Dragón Rojo era considerado el gobernante de la Torre y por qué tenían la confianza para decir que se enfrentarían a Allforone. Aunque solo había aparecido una parte de sus fuerzas, ya estaban dominando a los Cheonghwado.

¡Clang! ¡Boom!

El Equipo 2 de la Legión Extranjera, dirigido por Phante y Edora, hizo muchas contribuciones, tal vez porque habían practicado las Ocho Formaciones de Batalla hasta la muerte. Empujaron al Cheonghwado hacia atrás de manera constante sin pestañear. Edora gritó órdenes de guiarlos en la dirección correcta, y Phante se adelantó a ellos, dejando truenos blancos y cenizas a su paso.

Mientras agarraba su espada en medio del caótico campo de batalla, Edora estaba agradecida de que la tribu de un cuerno aún no se hubiera unido a los Cheonghwado. Si su padre hubiera estado aquí, el daño a ambos lados habría sido inmenso. También estaba un poco preocupada por Yeon-woo, que estaba ausente.

“Voy a dejarte este lugar por un momento”. Sin darle la oportunidad de responder, de repente desapareció.

¿Qué estaba tratando de hacer? Edora odiaba un poco a Yeon-woo por ser tan reservado, pero decidió centrarse en la pelea. Para ocultar el hecho de que se había ido, tenían que asegurarse de llevar la lucha a la victoria.

***

Swoosh.

Yeon-woo se movió rápidamente entre el caos del campo de batalla. Con el poder mágico del Neidan de las Cuatro Bestias Legendarias y su Cuerpo de Dragón, solo dejó un paso borroso con Shunpo dondequiera que fuera. Los jugadores ni siquiera podían leer los movimientos de Yeon-woo, especialmente porque estaban distraídos por la lucha. Se sorprendieron al ver ráfagas repentinas de fuego, pero no pensaron demasiado en ellas, asumiendo que eran solo restos de explosiones.

Cuando Yeon-woo se llego a su destino, fue libre de hacer lo que quisiera. ‘Salgan’. El Brazalete Negro brilló con una luz negra por un momento y dejó escapar energía. Yeon-woo sintió alrededor de treinta presencias a su alrededor.

「Maestro. 」

「¿Cuáles son sus pedidos? 」

Así como Yeon-woo había convertido a Shanon en un Caballero de la Muerte y a Boo en un Lich, también cambió a los otros Espíritus Familiares.

[Guai]

[Una forma evolucionada de Espíritus Familiares. Tienen cierta conciencia, por lo que pueden comunicarse. Esperan en las sombras y pueden crear un cuerpo físico cuando lo deseen. En general, tienen mucha influencia del mal, y son lo suficientemente codiciosos como para encontrar oportunidades de comer almas débiles que se les presentan.]

El título “Aquel que lidera la muerte” facilitó la evolución de los Espíritu Familiar, e incluso logró agregar veinte más a sus diez originales. Los Guai fueron extremadamente útiles en muchos sentidos. No solo podían cambiar fácilmente sus formas, sino que su fuerza también había mejorado desde que solo eran Espíritus Familiares. En sus formas fantasmales, podían ocultar sus presencias, y en sus formas físicas, tenían un poder que era casi equivalente al de un semi-ranker. Además, a medida que aumentaba su conciencia, podían tomar decisiones y, por lo tanto, usar sus poderes de manera más efectiva. Sus capacidades estaban más allá del tiempo en que habían roto la alianza de los clanes.

‘Extiéndase’. Yeon-woo no planeaba detenerse allí. Este era un campo de batalla. La muerte estaba en todas partes, y las almas preciosas vagaban por ahí. Era como un buffet para el recién evolucionado Guai. Tan pronto como recibieron su orden, desaparecieron en las sombras, listos para comer a su gusto. Dado que los jugadores en el campo de batalla eran lo suficientemente hábiles como para unirse a un gran clan, había muchos rankers que habían sido asesinados. Si los Guai los comían, experimentarían un crecimiento extremo. Incluso podrían acabar con la vida de jugadores que solo pendieron de un hilo.

Cuando Yeon-woo reunió las almas, se rió con tranquilo deleite. Estaba claro que su colección estaría llena de criaturas útiles. Tuvo que moverse en silencio para ocultar su presencia, pero estaba agradecido de que dragón rojo y el Cheonghwado le hubieran hecho posible la situación. Se rió de los tipos estúpidos que peleaban entre ellos. Sin embargo, era demasiado pronto para celebrar porque Leonte y Bahal todavía estaban vivos. Solo se relajaría después de que la guerra empeorara, y los matara.

Yeon-woo comenzó a disminuir la velocidad a medida que se acercaba a Leonte, ocultando su presencia tanto como fuera posible y preparándose para emboscar a Leonte por detrás. Había muchos guardias listos para defender Leonte y también muchos combates en las cercanías. También sintió la presencia de Bahal cerca. “Él está aquí para conseguir a Leonte también”.

Después de la primera reunión de Bahal con Yeon-woo, inmediatamente fue a buscar y atacar a Leonte. En ese momento, Yeon-woo se preguntó por qué, pensando que no tenía sentido que Dragón Rojo declarara la guerra a los Cheonghwado. Pero ahora, él sabía por qué. ‘La piedra’. Leonte había sacrificado multitudes de jugadores para crearlo. Yeon-woo no tenía mucha información sobre la piedra, pero entendió que Bahal quería tenerla en sus manos después de leer las cartas de Bahal al Dios Sable.

Yeon-woo no sabía cómo Bahal obtuvo información sobre la piedra, pero saber cuánto deseaba Bahal hizo que fuera fácil para Yeon-woo predecir los movimientos de Bahal y Leonte. Leonte claramente estaba planeando tomar prestada la fuerza del Dios espada y usar cualquier poder que le quedara, cualquier cosa para salvar su piel. Ese fue el momento en que Bahal aparecería. Creía que Leonte usaría la piedra una vez que hubiera sido arrinconado.

“Obviamente, eso es solo si Leonte realmente tenía la piedra”.

Leonte sabría claramente las intenciones de Bahal, y como no tenía la piedra, tuvo que encontrar una manera de defenderse. Si Leonte y Bahal se enfrentaran, el daño a ambas partes sería inmenso. Mientras tanto, Yeon-woo estaría al acecho detrás de ellos. “Los atacaré por la espalda”. Yeon-woo planeaba usar al Guai, que ya se había fortalecido al vagar por el campo de batalla, junto con su Cuerpo de Dragón y mostrando la cara de su hermano.

A lo lejos, vio a Leonte y Bahal luchando, tal como esperaba.

***

¡Kaboom!

“¡Maldita sea!”

Leonte no pudo contener su ira y maldijo. Bahal parecía un demonio escupiendo fuego, listo para seguirlo al infierno. Algunos de los mejores equipos del Cheonghwado lo estaban protegiendo, incluidos algunos jugadores que nunca habían aparecido en público. Sin embargo, Bahal simplemente los hizo a un lado como si no fueran nada, pisándolos y destruyéndolos. Era como su apodo, Puño llameante, y la distancia entre ellos disminuyó.

“¿Vas a aguantar hasta el final, amigo? No sabía que eras una persona tan terca, ¿eh?”

Leonte gritó en respuesta al tono burlón de Bahal: “¡Maldita sea! ¡No tengo la piedra que ustedes están buscando! ¡Desapareció! ¡Se ha ido! Si lo tuviera, ya lo habría usado, ¿qué me detendría?”

Normalmente, habría escondido la piedra hasta el final porque en el momento en que reconociera su existencia, su gran sueño se derrumbaría. No había duda de que el Dios espada lo tomaría y luego lo castigaría. La guerra había comenzado por él, después de todo, y los otros Reyes Marciales ya lo despreciaban. Cuando el Dios Sable lo atacó por la piedra, el Dios Espada le ofreció protección a cambio de ella. Y ahora, con el ataque de Dragón Rojo, había otra espada debajo de su barbilla.

Si realmente tuviera la piedra, no se sentiría tan agraviado. Incluso sería capaz de defenderse. Sin embargo, la piedra realmente se había evaporado en el aire, pero continuaron amenazándolo. A pesar de que les había dicho la verdad, sus respuestas no cambiaron. A pesar de que deseaba poder dejar que leyeran su mente, no había forma de que pudiera probar que no estaba mintiendo, y eso lo hizo sentir como si se estuviera volviendo loco.

Incluso las personas asignadas para protegerlo parecían más captores.

“Así que vas a ser así hasta el final. Muy bien. Hagámoslo, entonces”. Bahal miró a Leonte, pensando que era su oportunidad. Incluso si la piedra realmente hubiera desaparecido, todavía necesitaba hacerla aparecer ahora. También había sido arrinconado y no tenía mucho tiempo. No sabía cuánto tiempo la Reina de Verano podría contener a los tres Dioses Marciales, ya que no había mucho que ella podía hacer con un Corazón de Dragón dañado.

Antes de que el mundo pudiera descubrir su debilidad, necesitaba encontrar la piedra para arreglar el Corazón del Dragón y hacerla la más fuerte de la Torre. Bahal planeaba capturar a Leonte por cualquier medio. Incluso si la piedra se perdiera, podría obligar a Leonte a recrearla. Dragón Rojo podía tener en sus manos cualquier material que necesitaran: personas, elixires, cualquier cosa.

Pero Leonte apretó los dientes, furioso por ser tan agraviado.

“¿’Sé así hasta el final’? Multa. ¡Terminemos esto, Bahal!”

Leonte estalló todo el poder mágico que tenía. A pesar de que las consecuencias podrían ser demasiado para él, tuvo que destrozar al tipo frente a él para sentirse mejor. Leonte convocó una gran tormenta mágica. Fue esta técnica la que le valió el apodo de “Portador de tormenta”. Definitivamente no era inferior a Bahal o a los otros Dioses Marciales en términos de fuerza.

Bahal se sorprendió momentáneamente de las palabras de Leonte y entrecerró los ojos ante un olor familiar. “¿Es esto … el Dragón Mítico? ¿Te tragaste su Neidan? ¿Cómo conseguiste esto?”

Era el Dragón Mítico que su amigo había criado antes, pero ¿cómo cayó en manos de Leonte? Sin embargo, Leonte simplemente sopló una poderosa tormenta como si no quisiera responder. Dado que la Bestia Mítica tenía la fuerza para comer cualquier propiedad que se interesó en el camino, se tragó fácilmente el Relámpago de Fuego de Bahal. Además, un círculo mágico comenzó a formarse alrededor de Leonte, activando la magia defensiva que el Dios Espada había dejado para protegerlo. Cuando abrieron, los aficionados se centraron en Leonte.

Al mismo tiempo, Bahal fue desalentado y sus movimientos se ralentizaron. La ceguera y el envenenamiento siguieron antes de que desaparecieran después de chocar entre sí. El puño en llamas brotaba hacia adelante, el fuego crepitaba de sus dedos cada vez que los movía, evaporándose en el aire.

Leonte también sufrió muchos daños. Este era un campo de batalla donde un parpadeo llevaría a la muerte, pero ninguno de los dos retrocedió. Pronto, Leonte apareció justo frente a Bahal, quien se detuvo sorprendido. Él había sido el que había cazado a Leonte, pero de repente, parecía que Leonte era el cazador ahora. Supo instintivamente que estaba en peligro en el momento en que vio la violencia en los ojos de Leonte.

Sin embargo, ya era demasiado tarde. Leonte se retorció y sacó su arma secreta, y un brazalete envuelto firmemente alrededor de su brazo rápidamente se desenlazó y se estiró. Era una espada que también era una lanza, un hacha y un látigo. El Dios de la Espada la había dejado en manos de Leonte para usarla si estaba en peligro. Era el arma que no quería sacar hasta el último momento: Gungnir.

El dios Odín había usado a Gungnir para castigar a sus enemigos, y esta gran espada, que incluso superó las clasificaciones, estalló en luz que llenó la visión de todos. Leonte gritó: “¡Muere!”

¡Boom! ¡Rugido!

La explosión se extendió como un tornado, haciendo pedazos todo a su alrededor. Bahal, Bestia de llama e incluso los guardias de Leonte quedaron impresionados.

Leonte gritó en el centro de la destrucción. Casi había agotado al Neidan de la Bestia Mítica, pero estaba encantado ante la idea de acabar con ese maldito bastardo. Si tan solo tuviera este tipo de poder, no necesitaría la piedra. Pero, ¿y si tuviera ese poder y la piedra? El pensamiento lo hizo sentir agraviado nuevamente, pero sus sentidos hipersensibles de repente notaron que algo salía volando de la explosión.

“¡Leonte!” Bahal corría hacia él con un ceño fruncido peligroso, sus ojos llenos de ira y la voluntad de matar a Leonte sin importar lo que tomara.

Leonte se rió de Bahal. Tenía a Gungnir, y habría tenido confianza incluso si el Dios Sable lo atacara en lugar de Bahal, que era como una polilla atraída por una llama. Balanceó a Gungnir hacia abajo. Tendría que usar todo el Neidan del Dragón Mítico, pero no tenía otra opción. También estaba pensando en lo agradable que sería usar a todos los jugadores aquí para hacer otra piedra mientras estiraba Gungnir, su borde de hoja ya infundido con el Neidan.

¡Vaya!

Leonte comenzó a temblar cuando sintió algo en su espalda. La sangre salió de su boca, y cuando la fuerza salió de su cuerpo, el poder mágico de Gungnir se desvaneció lentamente. Miró hacia abajo con ojos temblorosos para ver que una cuchilla había penetrado a través de su pecho. Una gran mancha de sangre estaba creciendo en su armadura. Apenas podía girar la cabeza para mirar detrás de él, y vio los ojos fríos de un extraño enmascarado que sostenía la espada que lo había atravesado. Leonte tenía una extraña sensación de que estaba sonriendo bajo su máscara. También había algo familiar sobre la forma de la cara del extraño.

“Finalmente nos encontramos”. Yeon-woo se burló fríamente de él.