Regressor Instruction Manual

Capítulo 43: La Mercenaria Roja

Me encontraba en una situación en la que no podía ocultar mi sonrisa.

Era sorprendente que una mujer así, alta y fuerte, quisiera hablar con un debilucho como yo. Después estaba su revelador atuendo, que atraían a mis ojos sin poder evitarlo, como si de imanes se tratara.

Oh…

Había cometido un terrible error: Ha-Yan me miraba con ojos intensos, mientras yo me deleitaba con la vista de la mujer llamada Cha Hee-Ra. Usualmente cuidado con este tipo de situaciones, pero no pude evitarlo esta vez debido a una poderosa fuerza invisible.

¡Agh, no puede culparme!

Su vestimenta revelaba su prominente pecho y un abdomen bien marcado; claramente tenía mucha confianza en su apariencia y físico. Sus ojos penetrantes de color ámbar y su cabellera carmesí no eran normales; si tuviera que adivinar, diría que eran el resultado de una magia o entrenamiento más allá de mi imaginación. Tan solo su atractivo era suficiente para enojar a Ha-Yan.

Cerré mis ojos por un momento para organizar mis pensamientos, para después abrirlos y activar mi Ojo de la Mente.

[Verificando la ventana de estado y talento de la jugadora]

[Nombre – Cha Hee-Ra]
[Títulos – La Leona Sedienta de Sangre, La Mercenaria Roja, La Dama Roja del Sacro Imperio]
[Edad – 28]
[Carácter – Innovadora impredecible]
[Clase – Reina Mercenaria – Legendaria]
[Efectos de clase]
[Conocimiento básico de esgrima]
[Conocimiento avanzado de armas]
[Conocimiento avanzado de armas duales]
[Conocimiento avanzado de magia]

[Atributos]
[Fuerza – 97/Límite de crecimiento por encima de Legendario]
[Destreza – 82/Límite de crecimiento por debajo de Épico]
[Constitución – 85/Límite de crecimiento por debajo de Épico]
[Inteligencia – 67/Límite de crecimiento por encima de Raro]
[Resistencia – 90/Límite de crecimiento por encima de Épico]
[Suerte – 56/Límite de crecimiento por encima de Raro]
[Magia – 82/Límite de crecimiento por debajo de Épico]

[Habilidad – La Mercenaria Roja – Épica]

[Revisión general – Cha Hee-Ra es una mujer muy peligrosa; no te recomiendo acercarte a ella. Ten cuidado de no ser despedazado]

Ni sus títulos, clase o carácter me daban buena espina. ¿Sedienta de sangre? No era buena señal. Aunque ciertamente “Leona” le quedaba, con esos ojos que parecían mirar mi alma directamente y ese aire tan majestuoso que desprendía.

Sus estadísticas son…

Sus noventa y siete puntos de fuerza y noventa de resistencia eran impresionantes, haciéndola más fuerte que Lee Sang-Hee. Sin embargo, sus estadísticas eran bastante similares, así que pensé que podría considerar sus atributos como el estándar más alto por aquí. Cha Hee-Ra sobrepasaba los noventa en varios aspectos, tenía una clase legendaria y una habilidad épica. Estaba seguro de que había muchas más condiciones para considerar a alguien de alto nivel, pero esta era probablemente lo mínimo.

La verdad es que la forma en que extendió la mano para estrechármela con una sonrisa radiante en su rostro me pareció encantadora, pero no pude expresarlo porque Ha-Yan parecía incómoda. Por supuesto, ella no lo hacía evidente.

Se había dado cuenta de que aún no podía manejar a Cha Hee-Ra. Pensé que Jung Ha-Yan había madurado un poco, no obstante, la forma en la que se agarró fuertemente a mi brazo hizo que pareciera que no quería que le diera la mano a Cha Hee-Ra.

Aún así…

Era una invitada especial de un gran gremio.

Suéltame, Ha-Yan…

No podía dejar que me avergonzara en una situación como esta.

Su agarre me dificultaba mover mi mano, así que la miré a los ojos, como pidiéndole que lo permitiera solo por esta vez. Ella entendió de mala gana, permitiendo que pudiera tomar la mano de la mercenaria.

“Encantado de conocerte, mi nombre es Lee Ki-Young”.

“Es realmente un honor para mí poder conocer a las estrellas de esta ronda” respondió Cha Hee-Ra.

“Encantada de conocerte. Soy… Jung Ha-Yan” se presentó con dificultad, evidentemente forzada.

“Tu demostración de hace un momento ha sido impresionante” la felicitó.

“Gracias” contestó Jung Ha-Yan. Su voz era cortante y fría. Cuando solté la mano de Hee-Ra, volvió a aferrarse a mi brazo con premura. 

“Deben de estar muy unidos. ¿Se conocían desde antes de venir aquí?” me preguntó.

“No, no es eso. Nos vimos por primera vez en la mazmorra tutorial, y después nos hicimos más íntimos. Hemos mantenido una buena relación desde entonces” respondí.

“Me da mucha envidia”.

Me costaba mucho mantener mi mirada bajo control.

¿No le da vergüenza?

Era obvio, pero no creía que la fuente de su confianza proviniera de su aspecto. Revelar más de la mitad de su pecho podía ser simplemente su preferencia, pero por su forma de actuar, su confianza parecía provenir de sí misma –de ser la guerrera Cha Hee-Ra, la Reina Mercenaria.

Así de fuerte era. Era la más fuerte de todas las que había visto hasta ahora, y no me refería sólo a sus atributos. Me di cuenta gracias a que, incluso mientras hablábamos, nadie se atrevía a acercarse a ella.

“Oh… creo que debería presentarme de nuevo. Mi nombre es Cha Hee-Ra y soy la líder del gremio de Los Mercenarios Rojos. Mi clase es Reina Mercenaria.”

Como era de esperar.

“¿A qué se debe tu interés?”

“Escuché mucho sobre ustedes: un grupo de gente talentosa que completó la mazmorra en tiempo récord. Y también tenía tiempo libre” me explicó.

“Oh, ya veo. Gracias por el cumplido”.

“Solo son los hechos” dijo ella.

“Pero, no creo que se te permita hablar con nosotros. Por lo que he oído, el gremio Cariano todavía tiene los derechos de negociación” le comuniqué mi preocupación.

“Oh, querido” suspiró. “Esto no es una negociación. Simplemente estamos hablando. Por supuesto, eventualmente hablaré con ellos sobre el reclutamiento. Mi gremio respeta los derechos de negociación de los Caria. Puedes pensar en mí como una asesora que ayuda a la gente a tomar decisiones razonables” explicó.

“¿De verdad?” por supuesto, entendía sus intenciones.

Como todavía no estábamos negociando, solo se limitaba a convencernos de que su gremio era mejor opción, ofreciendo igualar o darnos más que el contrato con el gremio Cariano. Y no éramos los únicos en esta situación: Park Deok-Gu también estaba hablando con un hombre que apareció de la nada mientras Kim Hyun-Sung estaba rodeado de gente.

Los altos mandos de Caria solo podían sentirse agitados, mostrando lo impotentes que estaban. Si el gremio tuviera el poder de controlar a los invitados especiales, esto no habría sucedido en primer lugar y, por supuesto, no sentí ninguna simpatía hacia ellos. No tenía nada que ver conmigo ya que no estaba afiliado a ningún clan; crear conexiones aquí era una decisión más razonable.

“Estoy segura de que hay muchas cosas que no sabes. Normalmente, los que tienen los primeros derechos de negociación tienen una fuerte tendencia a restringir la información sobre otros gremios. ¿Sabes algo sobre el mío, Los Mercenarios Rojos?” me cuestionó.

“No he oído hablar de ellos, lamentablemente” respondí.

“Vaya, entonces supongo que no me queda más remedio que darte un poco de información. Mi clan está mayormente conformado por guerreros de corto alcance. Como su nombre indica, somos un gremio de mercenarios, así que no solo aceptamos una gran variedad de peticiones, sino que incursionamos en mazmorras, cazamos monstruos y participamos en batallas y guerras a pequeña escala cuando recibimos una petición” explicó.

“Hmm, clases cuerpo a cuerpo…”

“Así es, esa es nuestra especialidad” dijo con orgullo.

“Supongo que están buscando un cambio”.

“Es correcto”, asintió. “Es difícil explicar los detalles, pero entrenamos magos y sacerdotes dentro del gremio. Actualmente, hay una reforma para empezar a invertir en clases de apoyo. Estamos invirtiendo mucho dinero en ellos, últimamente. En comparación con los otros gremios, vamos un poco atrasados en ese aspecto, así que los directivos del gremio nos han estado instando a que invirtamos mucho más. Razón por la que estoy aquí en este momento” miró a su alrededor para dar énfasis a sus palabras.

“Es un movimiento inteligente” sabía lo que intentaba decir. “Tengo curiosidad por saber cuánto piensas invertir”.

“Será más fácil si te lo digo en wones coreano, ¿verdad?” Cha Hee-Ra preguntó.

“Sí, por ahora. Aún no me acostumbro a la moneda de este mundo” le contesté.

“Dos mil millones” sus labios se ensancharon mientras pronunciaba la cifra.

¿Q-qué?

“¿Perdona?”

“Dos mil millones por persona” repitió. “También estamos preparando un presupuesto adicional en caso de emergencia y, por supuesto, pensamos invertir continuamente en ustedes en el futuro. ¿No crees que necesitamos gastar al menos quinientos millones de wones al año para obtener buenos resultados? Pues ese sería su salario anual” me informó con satisfacción.

Si lo convirtiera a la moneda que se usaba aquí, el anticipo sería de 20 mil de oro y el sueldo de 5 mil de oro. Teniendo en cuenta que mencionó un presupuesto adicional, supuse que pensaban ofrecer más de lo mencionado.

Me puse nervioso hasta el punto de no poder hablar correctamente.

¿Dos mil millones de won?

Comparado con la cantidad que ofrecía el gremio Cariano, la diferencia era tan grande que resultaba ridícula. Esperaba que nuestro valor aumentara, pero el precio se multiplicó por 20 y el salario por cinco. Fue hasta el punto que me pregunté si los bastardos de Caria habían estado pensando en nosotros como pusilánimes.

Ahora entendía por qué los grupos que limpiaron juntos la mazmorra acabaron separándose.

Esa cantidad era una que la persona promedio nunca podría conseguir ni aunque trabajara para ello durante toda su vida.

Incluso empecé a calcular cómo sería si me uniera al gremio de Cha Hee-Ra.

“Sin embargo… puede que sea un poco difícil invertir en los demás, puesto que tienen clases cercanas. No los podemos contratar por el mismo precio que a ustedes dos” mencionó.

“Tiene sentido, pero es una pena…”

“Nuestro gremio tiene mucha gente con talento y no es que no tengamos interés en gente como Kim Hyun-Sung, pero… queremos centrarnos en otras áreas” dijo.

Esto no era bueno.

“Ya veo”.

“Creo que usted y la señorita Ha-Yan pueden estar ligeramente interesados en el proyecto actual de nuestro gremio. Me gustaría saber lo que opinan al respecto” nos pidió.

Cha Hee-Ra nos estaba diciendo que abandonáramos a Kim Hyun-Sung y Park Deok-Gu y nos uniéramos a su gremio. Los espadachines y los tanques debían de estar saturados, así que entendí por qué no quería invertir en ellos dos. Estando en su lugar, también me interesaría bastante por la maga a mi lado.

“El proyecto en sí suena muy emocionante, pero me preocupa un poco que no seamos de ninguna ayuda. También hemos creado un vínculo entre nosotros… así que centrarnos en un área es…” 

“Mmm, es… inesperado” comentó Hee-Ra.

Parecía un poco emocionada y, por alguna razón, me sentí como una rata que no puede moverse delante de un gato asustadizo.

“Habría estado bien poder invertir en otras áreas, pero nuestro gremio ha pasado por una situación difícil últimamente. Normalmente no retenemos a la gente que quiere irse, pero esto es realmente desafortunado. Lo mismo digo de la señorita Jung Ha-Yan, pero… Lee Ki-Young, estoy un poco decepcionada” concluyó con un tono burlón.

“¿Qué-?”

“Un regalo para ti” me interrumpió. Se acercó a mí y colocó algo en mi mano. Parecía un objeto.

¿Un soborno?

Decidí mirar hacia otro lado y pensar que simplemente me había hecho un regalo. Empecé a sentirme mejor, pues el regalo era de la líder de un gran gremio, por lo que estaba seguro de que era un objeto bastante valioso.

“Avísame en cualquier momento si cambias de opinión y aunque no sea por eso, me gustaría mantener una buena relación contigo. Ya que ambos estamos afiliados bajo el mismo imperio, ¿no crees que nos veremos a menudo cuando vayamos a las mazmorras o estemos en el frente? Además… ¿señorita Ha-Yan?” le habló, girándose a ella. “Tienes que aprender a reprimir tu sed de sangre” le señaló con un tono desafiante.

Por su parte, Ha-Yan agudizó sus ojos, frunciendo el ceño. 

Antes de que me diera cuenta, la mujer musculosa se acercó a mí. De repente, sentí sus labios rojos contra los míos.

Está loca…

Por un momento no supe cómo reaccionar ante su repentina acción.

Rápidamente intenté apartarla usando mis manos, pero no había forma de que mi débil cuerpo fuera capaz de empujar a Cha Hee-Ra cuando su fuerza era tan superior.

Para empeorar las cosas, sentí que su lengua entraba en mi boca. Estaba tan nervioso que me quedé mudo. Miré a Jung Ha-Yan de reojo, y di gracias al no sentir ningún flujo de magia ni intenciones asesinas de su parte. Sus ojos estaban abiertos de par en par; su mundo parecía derrumbarse.

“Eso también fue un regalo. Hasta luego” se despidió, relamiéndose los labios.

Maldita sea.

La gente de alrededor nos miraba por el ruido repentino e incluso Park Deok-Gu parecía sorprendido. No estaba seguro de por qué se veía como Ha-Yan, pero alejé ese pensamiento y empecé a buscar soluciones para este gran problema.

Estoy condenado.