Lord of Mysteries (NW)

Volumen 2

Capítulo 259: Estructura Subterránea

Después de firmar un contrato con Millet Carter y recibir un pago por adelantado de diez libras, Klein no corrió a la Calle Williamsde inmediato. En cambio, concertó una cita para las cuatro de la tarde.

Millet se mostró comprensivo al respecto. El detective Sherlock Moriarty definitivamente tenía que reclutar personas para llevar a cabo la exploración.

Cuando el anciano se fue, Klein inmediatamente regresó a la mesa del comedor y cortó el filete, que ya estaba frío.

En serio, ¿ ese tipo no almuerza? ¿Por qué tuvo que venir ahora? Después de comer de mala gana, Klein limpió los platos con amargura.

A las dos de la tarde llegó la señora Mary según lo previsto. Tenía los ojos ligeramente rojos e hinchados, pero su rostro estaba sereno. Stelyn Sammer, que la acompañaba, no tuvo más remedio que guardar silencio.

Klein le entregó un sobre que contenía su fotografía cuidadosamente elegida.

“Señora, por favor confírmelo”.

Mary hizo una pausa de dos segundos y respiró lentamente. Luego tomó el sobre, sacó la foto y la examinó.

“…Excelente, muy bueno. Es usted el detective más eficiente y responsable que he conocido. Es un honor para mí presentarle como miembro del Club Quelaag… Estas son las 7 libras restantes para el pago. Se las merece.” Mary sacó una cartera de su bolso de cuero y sacó un billete de cinco libras y dos billetes de una libra.

Luego, sin esperar la respuesta de Klein, volvió a meter la foto en el sobre, la puso en su bolso y se levantó abruptamente para irse.

Tap. Tap. Tap. Sus botas de cuero emitían sonidos apresurados mientras caminaba. Stelyn Sammer luchó por mantener el ritmo de su amiga.

Al abrir la puerta, Mary tropezó y casi se cae, pero afortunadamente Stelyn la atrapó.

Tras esto, Mary claramente disminuyó el ritmo y pareció calmarse.

Señora, se olvidó de llevar la cámara portátil… Se la daré a la Sra. Sammer más tarde y ella se la entregará…  Klein observó la escena en silencio, sacudiendo levemente la cabeza sin decir nada.

Regresó al segundo piso, tomó una siesta y se despertó cómodamente con las campanadas de la iglesia cercana.

Klein ya había buscado en el mapa y confirmó que la Calle Williams estaba en el límite del Distrito Oeste y el Distrito de la Emperatriz, una zona residencial en el corazón de Backlund.

Una bonita casa en el Distrito Oeste o en Hillston cuesta alrededor de 2.500 libras. La casa de Millet Carter está cerca del Distrito de la Emperatriz y era propiedad de un ex vizconde. El área es definitivamente considerable. El precio total de compra será de al menos 3.500 libras, tal vez incluso 5.000 libras. Eso sería suficiente para un objeto místico con propiedades decentes… De hecho, vino a visitarme sin un ama de llaves o un asistente, ¿tal vez porque es nuevo en Backlund y no se ha asentado? Klein se puso su gabán, su sombrero y sostuvo su bastón antes de salir a la calle Minsk.

Las lámparas de gas aún no se habían encendido y las calles estaban sorprendentemente más oscuras que por la noche; sin embargo, el aire se entía bastante bien, sin ser sofocante como en los distritos del este.

Tomando un carruaje alquilado, fue hasta la Calle Williams. Klein vio a un sirviente esperando afuera de la casa de la Unidad 8.

El criado, que vestía un chaleco rojo y pantalones de colores claros, saludó respetuosamente al visitante entrante.

“Buenas tardes, ¿puedo preguntarle si es usted el detective Moriarty?”

“Sí, tengo una cita con el señor Carter”. Klein asintió y siguió al sirviente hasta una mansión con jardín y césped.

La casa tenía dos pisos de altura. El primer piso estaba hecho un desastre, con muchos materiales de construcción colocados por todas partes. Había trabajadores entrando y haciendo algunas modificaciones.

Millet Carter no llevaba sombrero. Tapándose la nariz, se acercó.

“Lamento mucho el desorden y la suciedad que hay aquí, pero deseo que todo esté terminado antes de que mi familia llegue a Backlund. Sólo puedo instarles a que sigan trabajando sin parar”.

Dicho esto, miró al sirviente y le ordenó: “Continúa observándolos”.

No es de extrañar que no trajera ningún sirviente con él. Incluso sus sirvientes se han convertido en supervisores…  Klein sonrió y dijo: “Conozco a algunos médicos. Me han comentado que las casas recién renovadas no son aptas para una ocupación inmediata. Hay que esperar al menos tres meses para que ventilen lo suficiente. De lo contrario, los ancianos y los niños que no sean lo suficientemente fuertes enfermarán fácilmente”.

“¿Es eso así?” Millet llevó a Klein al sótano y preguntó dubitativo.

“Nunca lo he verificado, pero elegí creer en la autoridad. Se dice que estos conocimientos se remontan a las palabras transmitidas por el emperador Roselle”, Klein inventó casualmente una excusa.

Millet asintió y luego se volvió para mirar hacia la puerta. No pudo evitar fruncir el ceño antes de preguntar: “Sr. Detective, ¿no trajo un asistente?. Podría haber bastante peligro en esa estructura”.

Tengo un asistente; es solo que no puede verla…  Klein se burló en silencio mientras decía seriamente: “Esta es mi primera visita, así que avanzaré con mucho cuidado. Si hay algún problema, me retiraré de inmediato.

“Tengo experiencia en esta área, así que no me pondré en una situación peligrosa. Si me emparejaran con asistentes sin experiencia, fácilmente podría afectar mis acciones decisivas”.

Millet se sobresaltó.

“Es usted alguien muy profesional”.

Si, un gran engaño profesional…  añadió Klein en silencio.

Sin más dudas, Millet condujo al detective Moriarty a través de la abarrotada sala de estar y escaleras abajo hasta un sótano bastante espacioso.

No había tuberías de gas, pero en las paredes había cuatro candelabros de metal con luces amarillas parpadeantes.

Al pisar la piedra del suelo, Klein no pudo evitar suspirar reflexionando.

Como se esperaba de la propiedad de un noble. Incluso el sótano ha sido muy bien hecho.. Además, es casi tan grande como la sala de estar de mi casa actual…

En ese momento, Millet señaló hacia adelante y dijo: “Hay una puerta secreta allí. Fue descubierta por los trabajadores cuando estaban renovando”.

Klein enfocó su mirada. A la luz de las velas, no muy brillante, vio una puerta de piedra gris en un rincón. Debería haber sido parte de la pared, pero ahora estaba expuesta.

“Le dejaré el resto. Manténgase a salvo.” El anciano Millet le dio a Klein una linterna encendida y le advirtió.

“¿Este lugar ha sido ventilado con anticipación?” Preguntó Klein con cautela.

Millet sacudió la cabeza de manera imperceptible.

“Adentro no hace mucho calor, pero no dejé que los trabajadores fueran demasiado lejos”.

“Está bien.” Klein revisó sus pertenencias, se puso un guante negro y, bajo la mirada de Millet, cargó sin prisa la linterna y se acercó a la puerta de piedra. La abrió con su bastón.

En medio de los fuertes crujidos, a través de la luz exterior, vio un pasillo pavimentado con piedra.

Había varias puertas de madera a ambos lados del pasillo y al final. Ya habían empezado a pudrirse, pero apenas eran utilizables.

No demasiado antiguo… Sin embargo, el estilo ostentoso de la puerta, la profundidad y grosor de las losas de piedra no coinciden… ¿La familia del vizconde la cambió antes? Klein activó silenciosamente su Visión Espiritual, se aferró bien a su bastón y caminó hacia adelante, paso a paso, con la linterna en mano.

La luz dispersó la oscuridad, y mientras pasó por las habitaciones de ambos lados, pudo ver una escena algo vacía a través de la puerta abierta que probablemente se abrió debido a la exploración de los trabajadores que Millet había contratado. También había una silla larga y una mesa que compartían el mismo estilo estético que la puerta.

No hay señales de espiritualidad remanente…  Klein hizo una breve inspección. Sin detenerse, avanzó hasta llegar al final del pasillo donde había una puerta de piedra negra.

Extendiendo su mano derecha enguantada, sujetó a medias su bastón y empujó lentamente la puerta.

Un sonido discordante de fricción comenzó a resonar en el aire cuando la puerta de piedra se abrió lentamente. La luz espiritual apareció repentinamente en los ojos de Klein, reflejando un aura entrelazada de diferentes colores.

Su corazón se apretó cuando abrió la puerta, antes de retroceder unos pasos.

La rendija de la puerta de piedra se ensanchó rápidamente y una criatura negra y resbaladiza cayó desde arriba.

Era una serpiente con una cabeza triangular y escamas rojas en la cabeza!

Enderezó la parte superior de su cuerpo, sacó la lengua y miró a Klein con fríos ojos marrones.

Una serpiente tras otra cayeron desde encima de la puerta mientras se amontonaban en la entrada.

Klein vio un gran salón más allá de las serpientes. En medio del salón, innumerables serpientes de varios colores se deslizaban juntas, formando un extravagante nido de serpientes de unos diez metros de ancho. La sensación viscosa y repugnante asaltó sus sentidos.

Klein sintió que se le entumecía el cuero cabelludo y no pudo evitar dar dos pasos más hacia atrás. Incluso quiso apartar la vista.

Aunque se consideraba estoico, aún sentía cierto miedo a las serpientes. Las serpientes eran el animal al que más temía.

Esto se debió a un trauma psicológico en el pasado. Cuando era niño, a pesar de que ya había pasado la hora de dormir, le gustaba abrir a escondidas la puerta de su habitación y ver las películas que veían sus padres a escondidas.

Desafortunadamente, una vez sus padres vieron una película sobre desastres de serpientes. Una escena involucraba la demolición de un edificio. El resultado fue que desenterraron un gran nido de serpientes, y el denso retorcerse quedó profundamente grabado en su mente.

¿Puede el encantamiento del sueño afectar a tantas serpientes? Klein tragó saliva y dijo al aire: “¿Tienes alguna solución?”

La señorita Guardaespaldas, con su vestido gótico negro apareció rápidamente a su lado, con la boca bien cerrada. Ella no dijo nada.

Klein la miró y ella volvió a mirar a Klein, pero nadie habló.

Mientras una serpiente se deslizaba lentamente hacia ellos, Klein finalmente tosió y repitió: “¿Tienes alguna solución?”

La señorita guardaespaldas no respondió. En cambio, flotó y, de repente, un viento frío sopló en el pasillo.

*¡Whoosh!*

El viento aulló al entrar en el pasillo. Las temperaturas bajaron rápidamente a medida que se acercaba a las temperaturas de la fría noche en Backlund.

*¡Whoosh!*

Las serpientes densamente apiñadas en el medio del salón se deslizaron en todas direcciones, buscando un lugar más cálido y adecuado para sobrevivir.

Dos o tres minutos más tarde, se formó una fina capa de escarcha en la superficie del pasillo, e innumerables serpientes desaparecieron sin dejar rastro.

*¡Whoosh!*

El frío continuó aumentando mientras Klein decía, temblando: “E-eso es suficiente”.

El viento frío que soplaba disminuyó, pero la temperatura no aumentó. La figura de la señorita Guardaespaldas desapareció una vez más.

Klein levantó la mano derecha que empuñaba un bastón, se tapó la boca y la nariz y estornudó. Luego, levantó la linterna y atravesó con cautela la puerta de piedra hacia el amplio salón.

El estilo era idéntico al del pasillo exterior. Allí se erigieron ocho columnas circulares de piedra.

Postes de metal colgaban de la alta cúpula y en la parte inferior había candelabros tallados con diferentes criaturas.

Un candelabro invertido… Como graduado universitario del departamento de Historia, una persona que fácilmente podría ser llamada conocedora en este campo, Klein hizo un juicio preliminar basado en los arreglos arquitectónicos.

¿Una estructura de la Cuarta Era?