Second Life Ranker (NW)

Volumen 04

Capítulo 97: Tribu De Un Cuerno (7)

Al principio, Yeon-woo pensó que lo había escuchado mal.

‘¿Cinco? ¿No quince?’

Mientras calmaba su corazón palpitante y trataba de mantener la calma, Yeon-woo le preguntó al Rey Marcial: “¿Por qué está sucediendo tan pronto?”

“¿Qué quieres decir con eso? ¿Algo anda mal?”

“No, es solo … Por lo que recuerdo, los jugadores en el undécimo piso todavía no parecían listos en absoluto”.

Yeon-woo había vagado por el suelo mientras recogía materiales, y aunque las nubes de guerra se cernían sobre las ciudades, no había habido rumores de que los clanes buscaran mercenarios y aliados.

“Y es por eso que dije cinco días”.

Yeon-woo estaba perplejo.

“Somos nosotros los que comenzamos la guerra”.

Fue solo entonces que Yeon-woo se dio cuenta de lo que estaba pasando. ‘Dragón Rojo todavía no sabe de ellos’ .

La tribu de un cuerno iba a aparecer en el undécimo piso y comenzar a atacar sin previo aviso. “Será una masacre”.

El Rey Marcial dijo con una risa acamosa. “Ya que hemos decidido salir de la reclusión, ¿no deberíamos hacer una gran entrada?”

*   *   *

‘De aquí a cinco días’.

Después de salir del pasillo, Yeon-woo organizó lentamente sus pensamientos mientras caminaba por la calle. La guerra estaba sucediendo antes de lo que esperaba, y se estremeció al pensarlo, no por miedo sino por emoción. Sintió que el espíritu de lucha llenaba su corazón.

“Finalmente va a suceder”.

El momento en que finalmente pudo apuntar con su espada a sus enemigos se acercaba. Aunque fue un poco decepcionante que no pudiera pararse en las líneas del frente, la mera idea de golpear a sus enemigos le trajo alegría. Por supuesto, no podía permitir que otros supieran sobre sus planes, por lo que fingió estar lo más tranquilo posible. Fue una suerte que llevara una máscara, ya que no podía evitar que sus labios se curvara nen una sonrisa.

En un esfuerzo por componer su mente, Yeon-woo comenzó a reflexionar sobre los planes del Rey Marcial.

“Dijo que su primer objetivo es Kuram, una ciudad a cierta distancia de Barrack”.

Kuram era una ciudad construida por Dragón Rojo en el undécimo piso, y la había visitado varias veces mientras recolectaba materiales. Recordó que estaba rodeado de altos muros y protegido por los clanes subordinados del Dragón Rojo.

Si la tribu de un cuerno asalta la ciudad y tomó posesión de ella: “Definitivamente creará una fuerte impresión, tal como quiere el Rey Marcial”.

El Rey Marcial planeaba causar un gran revuelo para que los Cheonghwado se sintieran en deuda con ellos.

‘Ahora, ¿qué tengo que hacer antes de irnos?’

Yeon-woo evaluó su situación actual. Tuvo que reparar las armas que se habían desgastado por su batalla con el Manticore, y tuvo que examinar cómo aplicar las habilidades que había usado hasta ahora contra monstruos o jugadores débiles contra los rankers.

“El mayor problema es…”. Yeon-woo de repente se preguntó qué tipo de papel desempeñaría en la guerra.

“¿Hay algo que pueda hacer para hacerme más fuerte en cinco días?”

Yeon-woo repasó sus habilidades y equipo para verificar si había algo que pudiera mejorar. Lo primero que le llamó la atención fue Égida. Sería muy útil si pudiera controlar más de tres escudos al mismo tiempo. Sin embargo, tuvo que descartar la idea ya que no había forma de que pudiera dominar el control de otra escudo en solo cinco días.

Sin embargo, Yeon-woo recordó la pista que había recibido en su camino a la aldea. ‘Circuito Mágico’. Tenía que haber una manera de alterar su Circuito Mágico para hacer que su maná fluyera como Jinbup. Yeon-woo había descubierto que la mayoría de las personas de la aldea tenían algo similar a Jinbup dentro de su cuerpo, y pensó en Mugong, que la tribu de un cuerno había desarrollado para controlar su maná.

“Especialmente la bestia que vi dentro del Rey Marcial debe haber sido una manifestación de su Mugong”.

Yeon-woo pensó en preguntarle a Phante y Edora al respecto, luego un pensamiento preocupante cruzó su mente.

“Por cierto, ¿cómo le digo al Fénix y a Chirpy sobre esto?” Les había prometido que volvería pronto, pero la situación no le permitiría cumplir esa promesa.

“Tal vez debería ir a visitarlos por un corto tiempo cuando vayamos al undécimo piso”.

*   *   *

“¿Cómo lo hice, hon?”

El Rey Marcial levantó la cabeza y preguntó el aire dentro de la sala de torneos, rascándose la parte posterior de la cabeza. Aunque no había nadie en el pasillo, una voz sonó en sus oídos. Yeon-woo se habría sorprendido porque era la misma voz que le había hablado cuando atravesó el Hoho’unmujin, la voz del Médium Psíquico, uno de los pilares emocionales de la tribu de un solo cuerno al igual que el rey Marcial, así como el líder de la familia Cheong-lam.

“¿Crees que él es realmente el indicado?”

『Las constelaciones lo dicen. ¿Alguna vez me he equivocado con mis predicciones? 』

“Por supuesto que no”.

El Rey Marcial negó con la cabeza. El Médium Psíquico actual nunca había hecho una predicción errónea, y la prosperidad de la tribu de un cuerno tenía mucho que ver con su guía.

『Por ahora, solo tendremos que vigilarlo para confirmar si es el correcto. Incluso si no lo es, todavía tenemos tiempo para buscar otro. 』

“Supongo que tienes razón”.

『Además, has visto lo que ha logrado. Rompió nuestro Hoho’unmujin sin ninguna ayuda externa, y ya se ha ganado el favor de Edora. ¿No crees que ya ha demostrado lo suficiente de su potencial? 』

El Rey Marcial asintió. Él mismo se había sorprendido cuando escuchó que alguien había cruzado a través de su Hoho’unmujin por su cuenta, a pesar de que era solo la mitad.

“De todos modos, él debe ser el que es bendecido por la Muerte”. El Rey Marcial se acarició la barbilla, con una mirada ávida en sus ojos.

“Quiero enseñarle”.

『¿Lo vas a tomar como discípulo? 』

El Rey Marcial asintió con una amplia sonrisa.

“Si puedo, sí”.

*   *   *

Leonte sintió que estaba a punto de perder la cabeza. No tenía idea de qué hacer.

“Y este idiota es un Dios Marcial como nosotros. Eso es bastante sorprendente, ¿no creen?”

Un hombre con ojos dorados, un cuerno como el de una cabra y un par de caninos afilados que sobresalían de debajo de sus labios bromeaban. Flann había sido una vez miembro de la tribu de un cuerno, pero ahora era el Dios de la Lanza de los Cheonghwado. Se sentó entre el Dios Sable y el Dios Arco, quien asintió en silencio ante sus palabras.

La cara de Leonte se distorsionó cada vez más. Ya había pasado un mes desde que había tomado la posición del Dios del Puño de Cheonghwado, que había estado vacante durante mucho tiempo. Sin embargo, los otros Dioses Marciales no lo reconocieron como uno de ellos por varias razones.

Lo primero que solían recoger era su pasado. Se sabía que Leonte había traicionado a su antiguo clan, Arthia, para unirse a los Cheonghwado. Pero los jugadores del Cheonghwado siguieron el código del guerrero, por lo que a sus ojos, Leonte no era más que una rata.

Lo siguiente que eligieron fueron sus habilidades. Aunque tenía un alto rango en comparación con la mayoría de los rankers en la Torre, todavía carecía de las habilidades para ser llamado un verdadero alto rango. Tampoco estaban impresionados por su conjunto de habilidades, que no se basaba en un arma específica, el estándar para juzgar el poder de uno en el Cheonghwado. En cambio, giraba en torno a una variedad de habilidades, o en sus palabras, “trucos”.

A pesar de todos estos defectos, se le había dado la posición de Dios del Puño porque era el jugador más cercano a su nivel. Sin embargo, tan pronto como Leonte se estableció como el Dios del Puño, se metió en problemas masivos, y su derrota a manos de Bahal dañó en gran medida la reputación del Cheonghwado. Leonte solo pudo morderse el labio inferior y soportar sus críticas.

‘La piedra… ¡si tan solo tuviera mis manos en la piedra…!’

El anhelo de Leonte por la piedra que había perdido en el Tutorial se hizo más grande con cada segundo que pasaba.

“Incluso desperdiciamos el Neidan del Dragón Místico para ayudar a un pedazo de basura como él a recuperarse”.

El Dios de la Lanza continuó culpando a Leonte, disfrutando de la oportunidad. Se había opuesto a reclutar a Leonte desde el principio.

Sin embargo, una voz llena de un poder pesado e irresistible de repente resonó en la habitación.

『Lanza. Eso es suficiente. 』

La voz vino de una habitación no muy lejos de la mesa donde estaban sentados los cuatro Dioses Marciales, donde la silueta de un hombre sentado en el suelo apareció detrás de cortinas de bambú.

Las palabras del Dios espada, uno de los Nueve Reyes de la Torre y el fundador del Cheonghwado, tenían una autoridad incuestionable y así el Dios de la Lanza se relajó, aunque sus ojos dorados todavía estaban fijos en Leonte con un resplandor disgustado.

『Ya sea que estés de acuerdo o no, Leonte ya es parte de nuestro clan, y él es el Dios del Puño que guiará al Cheonghwado con nosotros. Necesito que dejes de discutir sobre esto. 』

El Dios de la Lanza apartó la cabeza con un audible “Hmph”.

El Dios Sable asintió en silencio y el Dios del Arco cerró los ojos como si no estuviera completamente interesado en la situación. No discutirían sobre las calificaciones de Leonte de ahora en adelante, pero Leonte encontró la situación aún más humillante. Debajo de la mesa, venas abultadas en sus puños cerrados.

『Debemos centrarnos en cómo lucharemos contra Dragón Rojo. Como saben, nuestras fuerzas son inferiores a las de ellos. 』

Los Dioses Marciales cerraron la boca y un silencio incómodo se cernía sobre la habitación por un tiempo. Ninguno de ellos quería admitirlo, pero el Dios espada tenía razón. Dragón Rojo era el clan más fuerte de la Torre tanto en nombre como en realidad. A pesar de que los Cheonghwado también pertenecían a los Ocho Clanes, luchar de frente solo significaría ser aniquilado, y el Dragón Rojo solo sufriría un daño mínimo.

『Pero tenemos la espada, que no pudieron tomar, en nuestra posesión. Y creo que no es imposible cortar la garganta de esa arrogante Reina del Verano. 』

Las expresiones de los Dioses Marciales cambiaron al mencionar la espada.

『Antes de comenzar la guerra, necesitamos a alguien que realice una tarea de limpieza. 』

“¿Por qué necesitamos una tarea de limpieza?”, Preguntó el Dios de la Lanza, mirando la silueta del Dios espada.

『Las cuatro Bestias Legendarias. 』

El Dios de la Lanza asintió con una comprensión repentina. Si Dragón Rojo capturara o ganara a las cuatro Bestias Legendarias, lo cual era muy probable, la situación se volvería grave.

“¿Quién va a asumir ese trabajo? No es fácil matar a las Bestias Legendarias. Son demasiado fuertes, teniendo en cuenta que solo son monstruos jefes de un piso inferior. Incluso yo no quiero tratar con esas bestias”.

Los rankers no se habían molestado en matar Bestias Legendarias porque cada uno de ellos era tan fuerte como un jugador de alto rango, pero solo proporcionaban objetos y recompensas pequeños e inútiles ya que eran monstruos jefes de un piso inferior.

Además, las Bestias Legendarias tenían las habilidades para recuperarse y resucitar. No era raro que los jugadores mataran a uno de ellos, solo para que la bestia volviera a la vida y se vengara. Por estas razones, los jugadores consideraban matar a las Bestias Legendarias como una tarea tonta.

『Hay que hacerlo. Dios Sable. 』

El Dios Sable respondió con un asentir.

『Te permitiré desatar Seis y Siete. Deshazte de todos ellos. Te dejaré tomar los Neidans. 』

Un toque de codicia brilló en los ojos del Dios Sable.

“Considéralo hecho”. El Dios Sable sonrió con anticipación.

El Dios de la Lanza apretó los labios, mientras que los ojos del Dios del Arco permanecieron cerrados.

『Recibimos un mensaje de la tribu de un cuerno no hace mucho. Harán su movimiento muy pronto. Dios Sable, puedes coordinarte con ellos. En cuanto al resto de ustedes, hasta entonces, necesito que lleven a cabo sus tareas a su máxima capacidad. 』

La voz del Dios Espada comenzó a desvanecerse.

『Ahora, cerraremos esta reunión. 』

Con esa última oración, el Dios Espada desapareció de la habitación, y los cuatro Dioses Marciales se levantaron de sus asientos al mismo tiempo. El Dios de la Lanza de repente llamó al Dios Sable en la salida.

“Dios Sable”.

“¿Qué es?”

“¿Qué bestia vas a matar primero?”

El Dios Sable miró al Dios Lanza con una mirada irritada. “¿Por qué?”

“Necesito saber tu destino para poder decirles a mis hermanos que te eviten”, respondió el Dios de la Lanza encogiéndose de hombros.

El Dios Sable se volvió hacia la salida y dijo en un tono indiferente: “El Fénix del sur”