Otomege Sekai wa Mob (NL)

Volumen 12

Capítulo 18: La Falsa Santa

Mientras los cinco idiotas buscaban a Leon, Marie llegó a cierto lugar.

Mucha gente había venido a ofrecer sus oraciones en el majestuoso edificio de la capital real. El templo…… una instalación religiosa apoyada por la mayoría en el Reino de Holtfault.

Subiendo las largas escaleras del templo, que es el templo principal de la capital real, Marie se acercaba, con los caballeros levantando sus lanzas.

Son caballeros que sirven al templo, y los señores a los que deben servir son los dioses y santos adorados por el templo.

Desde su punto de vista, Marie, que se hizo pasar por santa hace dos años, era una abominación.

—¡Para qué has venido aquí, maldita!

—¡Te dijimos que no te acercaras a este lugar!

La gente a su alrededor empezó a armar alboroto al ver a los dos caballeros del templo apuntándoles con sus lanzas.

Cuando Marie avanzó sin preocuparse por eso, su camino fue bloqueado por una lanza.

—He dicho que te detengas…… ¿¡eh!?

Marie agarró cada una de las dos lanzas y las arrojó con su fuerza física. El poder mágico cubrió el cuerpo de Marie.

Marie, envuelta en una tenue luz blanca, entró directamente al edificio. Las puertas dobles estaban abiertas para recibir a los que venían a rezar. Al fondo del edificio había una estatua de una hermosa mujer blanca.

La santa…… la estatua pulida y blanca brillante estaba decorada con oro.

Sostenía un bastón dorado en su mano derecha y usaba un brazalete en su muñeca izquierda. Incluso usaba un collar, y los ojos de Marie se agudizaron al verlo.

Al escuchar la conmoción, los caballeros del templo se reunieron y también aparecieron los sacerdotes.

El sacerdote de aspecto más importante era un hombre gordo que parecía tener dificultades para caminar.

Es grande y usa varios anillos con grandes joyas en sus gruesos dedos.

Aunque parezca mundano desde el punto de vista de Marie, no existe ninguna doctrina en el templo que valore la frugalidad.

—¡No permitiré que alguien como tu entre en un lugar sagrado! ¡Caballeros del Templo, les permito que la decapiten!

Los otros sacerdotes estaban desconcertados por las palabras de un hombre que parecía ser un sumo sacerdote.

—Pero en el trato se dijo que si iba a pasar por alta a esta chica.

—También puse como condición que no entrara en este lugar. ¡Esta chica es la que rompió el trato! ¡Ahora, recibe el juicio de la Santa!

Los caballeros del templo se acercaron a Marie con armas en sus manos. Sin embargo, a la propia Marie no le importaba.

Lo que estaba viendo es la herramienta de la santa…… un elemento clave de este juego Otome.

—En este momento, necesito tu fuerza. Si me has aceptado una vez, entonces por favor préstame tu fuerza para este momento.

Ella le hablaba a la estatua de la santa, pero este no respondió.

La estatua de la santa, sonriendo amorosamente, no respondió a Marie, por supuesto. El sumo sacerdote se rio ante Marie.

—¿De qué estás hablando? No hay manera de que la Santa responda a alguien como tú.

¡Ahora, haganla pedazos!

Los sanguinarios caballeros del templo intentaron acuchillar a Marie.

Marie no se movió, pero extendió su mano derecha hacia la estatua de la santa.

—Necesito tu ayuda para salvar a mi hermano. Así que…… ponte manos a la obra y dame tu fuerza.

Lo que respondió a los gritos no fue la estatua de la Santa, sino los equipamientos dorados.

El brazalete de la santa destruyó el brazo izquierdo de la estatua y cuando voló hacia Marie, este estaba unido a su brazo izquierdo.

El bastón le destrozó el brazo derecho de la estatua, voló frente a Marie y perforó el suelo.

El collar destruyó el cuello de la estatua de la Santa y, cuando voló hacia Marie, se unió directamente a ella.

Los tres equipos reconocieron a Marie y repelieron todas las armas que se acercaron junto con los caballeros del templo.

Los caballeros del templo salieron despedidos por la onda expansiva generada alrededor de Marie y se retorcieron de dolor al chocar contra los pilares y muros.

Marie extendió su mano derecha y agarró el bastón, luego le habló al equipo.

—Gracias. Denme su fuerza una vez más. Esta vez no cometeré ningún error.

La situación es diferente de cuando tomó el estatus de santa de Livia. Ya no era por ella, sino

ahora por su hermano…… necesitaba el poder de la santa por el bien de Leon. El Sumo Sacerdote hizo una mueca de dolor y tembló.

—¿Cómo puede el equipo sagrado reconocer a una impostora? ¿Cómo puede suceder esto?

¡No puede ser!

Ignorando al Sumo Sacerdote, Marie miró a los caballeros del templo que estaban tumbados a los alrededores

Debido al ataque anterior, parece que no podían ponerse de pie. Marie agarró el bastón, cerró los ojos y usó el poder de la santa.

—Disculpen, voy a curarlos ahora.

Cuando dijo eso, se generó una cálida luz blanca centrada en Marie y cubrió completamente el interior del templo.

Cuando la luz se calmó, los caballeros del templo se sorprendieron de que el dolor en sus cuerpos hubiera desaparecido.

—E-Esto es increíble. Ya no duele en absoluto.

— Esta es la primera vez que veo tanta magia curativa.

—¿Podría ser que esta persona sea realmente la Santa?

Los ojos de los caballeros del templo que miraban a Marie eran diferentes a los de antes.

Los sacerdotes estaban asombrados y sin palabras, e incluso el sumo sacerdote se cayó de trasero y señaló a Marie.

Tenía la cara palida.

—¿R-Realmente eres la Santa?

Con una sonrisa, Marie saco el bastón del suelo y lo llevó sobre su hombro.

—Así es. Sean hospitalarios de ahora en adelante.

Los sacerdotes se miraron y se sentaron en el suelo para inclinar dignamente la cabeza. Los caballeros del templo se arrodillaron y agacharon la cabeza.

El sumo sacerdote se arrodilló en el suelo con una apariencia torpe.

—¡Por favor, perdónanos! ¡Hemos supuesto que eras una impostora! Te daremos de inmediato el tratamiento propio de una santa.

Frente al sumo sacerdote tembloroso, Marie dejó de lado el trato favorable.

—No lo necesito. Más que eso, aquí tienen libros guardados, ¿verdad? Haré que me lo muestren de inmediato.

El sumo sacerdote levantó la cara y estaba confundido.

—¿Los libros? Si eres la Santa, puedes leerlos, pero…

—No hay problema. Date prisa y guíame.

—¡I-Inmediatamente!

Cuando Marie dijo eso, el sumo sacerdote convocó apresuradamente a las sacerdotisas para guiar a Marie.

Marie, que se dirigía a la biblioteca, estaba convencida de que finalmente obtendrá lo que quería.

Tengo el poder de la santa en caso de emergencia.

En la biblioteca a la que se dirigían, hay libros con magia especial escritos por la santa. Numerosos hechizos mágicos que se dice que han sido utilizados por las otras santas. Magia que solo puede usarse con las cualidades de una santa y el equipo de la Santa. Marie tenía la intención de aprender tantos de esos hechizos como fuera posible.

Nunca volveré a perder a mi hermano.