Trash of the Count’s Family (NW)

Capítulo 71: Volviendo A Casa (10)

“¡Dongsaeng! ¡Bienvenido de nuevo!”

Alberu Crosman se acercó.

Usando toda la agilidad que tenía, Cale esquivó a Alberu Crosman.

“…¿Hay algo que quieras que haga?”

Cale habló irrespetuosamente con una cara áspera, pero Alberu sonrió brillantemente.

“¡Jajaja, qué le voy a pedir a mi dongsaeng, jajaja!”

Raon habló con voz seria en la cabeza de Cale.

-Humano, nuestro Príncipe Heredero es espeluznante/incomodo. ¿El Príncipe Heredero está tratando de estafarnos?

La capacidad de aprendizaje de Raon también es excelente.

Sus sentidos eran bastante buenos.

Cale miró hacia atrás.

El Obispo a cargo de la Ciudad Whis, la capital del Reino de Roan, miraba esta escena con una sonrisa incómoda.

El día de ayer.

El día antes de regresar de Shaolen, Cale había solicitado comunicarse con Roan a través del Espejo Divino, pensando que al menos debería estar informado de su hora de regreso.

‘¿Eres tú?’

‘Sí. Soy yo.’

El contacto fue recibido por Beacrox.

Obviamente estaba conectado con el estudio de Alberu Crossman, pero Beacrox era el único que estaba sentado allí.

‘¿Y los demás?’

‘Ocupados’.

‘Regreso mañana’.

‘OK, solo dime cuándo estarás aquí aproximadamente y les avisaré’

Beacrox terminó la breve conversación con rostro severo.

Pero al terminar, Cale sintió una punzada en el estómago por lo que On había dicho a continuación.

‘Qué extraño’.

“¿Qué?

‘…Está doblando unos guantes blancos’.

Así era.

Beacrox estaba sentado solo en el estudio del Príncipe Heredero, doblando docenas de pares de guantes blancos uno tras otro.

“……”

La mirada tensa de Cale se posó en el Príncipe Heredero, pero éste seguía brillando. Vibrante.

“Vayamos a palacio, ¿de acuerdo? Tengo un carruaje esperándonos”

“…De acuerdo.”

Cale siguió cautelosamente detrás de Alberu.

Pero hubo una pausa.

El Príncipe Heredero se volvió y habló con Eruhaben, Choi Han, Sui Khan y los demás.

“Ah. Tengo varios carruajes esperándonos por separado, así que podéis viajar a vuestro ritmo”.

Como estaba frente al Obispo, Alberu bajó la voz dirigiéndose a los compañeros de Cale

-Algo debe estar pasando.

Cale asintió a las palabras del Dragón.

Alberu ahora estaba tratando de separar a Cale de sus colegas.

“Bueno, ya sabes…”

El Obispo interrumpió.

“¿Está a salvo la reliquia sagrada?”

En respuesta a su pregunta, Cale sacó la reliquia sagrada de su pecho y la mostró. El Obispo asintió y abrió la boca mientras examinaba los ojos de Alberu.

“El comandante Cale Hennituse es un miembro de honor de nuestra Iglesia del Dios de la Muerte, y se ha trasladado de acuerdo con la voluntad de los Dioses. Puede descansar durante un tiempo en las comodidades del templo-“.

La sonrisa de Alberu se hizo más profunda.

El obispo hizo una pausa, pero volvió a abrir la boca para atrapar a Cale.

El que usa la reliquia sagrada.

Su aparición sacudió a la Iglesia del Diso de la Muerte en ausencia de Cale.

“El Papa desea ver al Comandante Cale, y…”

“Obispo”.

En ese momento, Cale tomó la palabra.

Se acercó al Obispo y le puso una mano en el hombro.

¿Hizo sitio para que Cale y sus hombres descansaran?

¿El Papa quiere verlos?

Cale resopló ante las palabras del Obispo.

Sabía por qué el Obispo lo había agarrado.

“Moderemos nuestra codicia”.

Estaba tratando de mantener a Cale, el de la reliquia, en su dominio de alguna manera, y obtener múltiples beneficios.

“¿Supongo que te has estado relajando en mi ausencia?”

La sonrisa en el rostro del Obispo se quebró.

Cale le dio otra palmada en el hombro y pasó junto a él.

“Usémonos con moderación. No me agobies”.

El escalofrío en los ojos de Cale hizo callar al Obispo.

Cale usaría el objeto sagrado a voluntad, y el Obispo lo usaría a él y a la estadía de Cale en el Reino de Roan.

Cuando Cale le preguntó si lo había olvidado, el obispo esbozó una sonrisa incómoda.

“Nos vemos después”.

“Sí. Obispo. Tengamos un diálogo sano”.

Con eso, Cale se fue y siguió a Alberu.

Smile~

“¿Por qué te ríes?”

Cale miró la sonrisa de Alberu. Alberu se encogió de hombros y cerró la boca, pero Cale tuvo que volver a abrir la boca.

“¿Por qué vamos en esta dirección?”

Cale viajó lo más silenciosamente posible mientras abandonaban Roan en dirección a Shaolen.

Evitando miradas indiscretas.

Pero ahora, Cale y Alberu caminaban hacia la entrada principal del Templo del Dios de la Muerte.

Ahora estaban dentro, pero si caminaban un poco más, se enfrentarían a un montón de adoradores y gente.

“Bueno.”

“Hmm.”

Cale volvió a mirar a Alberu, que se estaba mordiendo la lengua de forma extraña.

-¡Humano, todo el mundo se va a otro sitio menos nosotros!

A diferencia de Cale, que se fue con Alberu, los demás siguieron el ejemplo del Obispo y se dirigieron a la parte trasera del templo. Era una buena manera de evitar miradas indiscretas.

“Hmm”.

Soltó Cale tras pensárselo un momento.

“¿Supongo que necesitan mi cara (presencia)?”

“Uh.”

Alberu respondió brevemente.

Luego dijo.

“Sonríe”.

Pero entonces giró la cabeza y dejó escapar una risa ahogada.

“Ya estás sonriendo”.

El momento en que los sacerdotes de la iglesia comenzaron a aparecer uno por uno. Cale ya tenía una sonrisa amable en los labios.

Por supuesto, Alberu Crossmann también tenía una brillante sonrisa en los labios.

“¡Ah! S-Saludos a Su Alteza! ¡Y al Comandante también!”

Cale y Alberu respondieron a su vez al desconcertado saludo del sacerdote.

“Hemos venido en silencio, así que no hay necesidad de hacer demasiada escena”.

“Mi Dongsaeng tiene razón. Entonces espero que tengáis un día cómodo”.

Al oírlos, los sacerdotes cercanos hicieron una silenciosa reverencia de respeto, y los dos hombres asintieron y saludaron brevemente antes de pasar junto a ellos.

Aunque sus voces eran bajas e inaudibles, los dos hombres estaban enfrascados en una conversación.

“Supongo que realmente sois hermanos de sangre”.

“Sí. Estáis muy unidos”.

Uno de los Sacerdotes que susurraban tomó la palabra.

“Estás bien.”

“Hey.”

“¡Eh!”

El sacerdote se calló, sorprendido por la mirada de su colega.

Miró hacia arriba, preguntándose si los dos lo habían oído, y luego agachó la cabeza y se apresuró a alejarse.

Todavía confirmando que los dos estaban hablando con caras cálidas…

“Oye. ¿Todos se ven un poco sorprendidos cuando me ven? Observa”.

“Tienes buenos ojos”.

Mientras tanto, los dos reían y hablaban en voz baja para no ser oídos.

“Cale Hennitus, hace tiempo que no se te ve, y no se ha encontrado ningún rastro tuyo, pues se han dicho muchas cosas”.

“¿De verdad?”

“Sí. Además, fui herido en un asalto al Palacio Imperial no hace mucho”.

“Se habrán dicho todo tipo de cosas”.

El príncipe heredero había sido herido en el ataque de los Cazadores.

En ese momento, Cale, Choi Han, Mary y los demás no habían aparecido, así que seguro que se hablaba de todo.

“Entonces, ¿vas a anunciar que estoy vivo y bien?”

“Sí. Y que tenemos un vínculo muy fuerte”.

“¿Un vínculo muy fuerte?”

“¿Por supuesto?”

Cale preguntó con una expresión indiferente: “¿Estás bien?”

“Oh, te apresuras a preguntar”.

“Porque te ves bien.”

“Sí. Estoy bien. ¿Y tú? ¿Te sientes mejor ahora?”

“Sí, vine después de un pequeño descanso”.

En ese momento, entre Alberu y Cale, surgió un pequeño susurro de la nada.

“¡Príncipe Heredero, mi Humano no tosió sangre ni se desmayó esta vez! ¡Por supuesto, se mareó y se balanceó suavemente como el papel! ¡Pero todavía estaba bien!”

Era Raón. Alberu no se sorprendió ya que sabía que Raon naturalmente seguiría a Cale siendo invisible.

“¡Oh Dios mío!”

“¡S-Saludos a Su Alteza… y al Comandante!”

A medida que se acercaban a la puerta principal del Templo, el ambiente era más ruidoso. Afortunadamente, los Caballeros Imperiales estaban ubicados cerca de la puerta principal del templo, lo que facilitaba el movimiento de los dos.

“Jajaja. ¡Mi Dongsaeng!”

De repente, el Príncipe Heredero rodeó los hombros de Cale con sus brazos.

Cale puso una suave sonrisa en sus labios con una expresión indiferente.

“Por favor entra”.

Detuvo al caballero, abrió la puerta del reluciente carruaje real y le hizo un gesto a Alberu para que subiera.

“¡Jajaja! Mi Dongsaeng me abrió la puerta. ¡Me gusta!”

“Es para mi Hyung, así que tengo que hacer mucho. ¡Jajaja!”

Los dos rieron y subieron al carruaje. Las sonrisas nunca salieron de sus labios.

Una atmósfera cómoda pero luminosa fluía entre ellos.

Click. Y el momento en que la puerta del carruaje se cerró…

“Mi boca duele.” Alberu dejó de reír y se tocó las comisuras de los labios con la mano.

“¿Por qué trajiste un carruaje tan brillante?” Cale se quejó con una expresión irrespetuosa.

Kak.

Luego corrió todas las cortinas de las ventanas del carruaje.

“¡Ha pasado un tiempo, Príncipe Heredero!”

Luego, apareció Raon y puso su rostro en el regazo del Príncipe Heredero, no en el de Cale, lo cual era raro.

“Sí. Me alegro de verte. Raon. Estás aún más regio”.

Las mejillas de Raon se volvieron un poco más regordetas.

“¡Así que el Príncipe Heredero reconoce mi grandeza!”

“Sí, así es. Tengo galletas listas para ti”.

“Bien. ¡Muy bien, digno de ser el Príncipe Heredero!”

Cale, que había estado observando con inquietud, preguntó de pasada.

“¿Qué ha pasado últimamente en tu vida?”.

“Eh”.

Alberu asintió afirmativamente sin dudarlo.

“Bueno, para empezar, he oído rumores de que estás enfermo, y no lo pareces”.

“Eso ya debería estar solucionado”.

“Sí. Se resolverá a partir de esta hora”.

“¿Se resolverá?”

Alberu miró hacia la ventana con cortinas.

“Es un asunto sencillo”.

Su mirada volvió a dirigirse a Cale.

“El Reino de Roan no puede darse el lujo de lidiar con nada más en este momento”.

La voz de Alberu era indiferente.

“Porque el rey se ha ido, el palacio real ha caído, y un ducado prestigioso ha caído”.

Los ojos de Cale eran igualmente indiferentes.

“Además, el Príncipe Heredero fue herido en el segundo asalto al palacio, y no pudo reaccionar adecuadamente al ataque enemigo. ¿Y Cale Henituse y sus compañeros no han sido vistos desde entonces?”

Alberu preguntó.

“¿Qué harán las demás naciones cuando se enteren?”

Preguntó una cosa más.

“¿Y dentro de nuestro propio Reino de Roan?”

Respondió Cale con calma.

“Fuera, pensarán que es algo bueno. Dentro, crecerá el caos”.

“Ya veo.”

“Además, ¿parece que lo que ha pasado dentro del Reino de Roan se ha extendido fuera más rápido de lo que pensábamos?”

“…Sí.”

Alberu dejó escapar un pequeño suspiro.

“Hay una rata en el palacio, y mis heridas eran un secreto, pero se extendieron más rápido de lo que pensaba”.

Una pelea con un cazador que se había llevado a la princesa más joven del Ducado de Orsena en el Palacio Real.

Cale también necesitaba saber más sobre eso.

Sospechaba que el Cazador era un Cultista de Sangre.

“Hmm. Por ahora…”

Alberu pensó por un momento y luego habló en voz baja.

“Todos menos el Reino Breck, el Reino de Whipper y la Jungla han reducido o retirado su apoyo a la reconstrucción de Puzzle City”.

Puzzle City, el lugar de la batalla final contra la Estrella Blanca.

Estaba devastada, y las otras naciones estaban claramente decididas a ayudar.

“Eso es un cambio de actitud rápida.”

“Lo es. Sabían que no había ninguna posibilidad de que Roan volviera su espada contra ellos”.

Alberu añadió con indiferencia.

“Y cierto…”

Era hora de que Roan mirara hacia dentro.

No era el momento de preocuparse por el mundo exterior.

‘Ante todo, Cale Hennituse sigue viajando a otras dimensiones para luchar contra los Cazadores’.

Cale y sus compañeros eran un gran poder.

No porque lucharan, sino porque su mera presencia presionaba a otras naciones.

‘Pero si no los ven con suficiente frecuencia, habrá todo tipo de rumores de discordia y cosas así’.

Alberu dejó de pensar en profundizar y continuó.

“Y se habla mucho de Endable”.

“¿En el Continente Oriental?”

Endable. Solía estar gobernada por la Estrella Blanca, pero ahora estaba controlada por el Vampiro Duque Fredo.

Y él quería incorporarse a Roan.

“Aparentemente, hay muchas razas allí que son rechazadas, y hay quienes quieren destruirla. Entre otras cosas, se dice que las tierras del Continente Oriental son codiciadas por Roan”.

“Hmm.”

“Se habla mucho de disolver Endable, en el Continente Oriental. Excepto el Reino de Molden. Y-”

“¿Hay algún otro problema?”

“Mogoru”.

“Ah”.

“Un pedazo de tierra allí es codiciado por algunas de las Ciudades Libres, aparentemente menos poderosas que antes, y el Reino de Karo parece tener sus ojos puestos en el Imperio también”.

Raon, que estaba quieto, dijo con voz perpleja.

“Esto, Príncipe Heredero”.

“Sí, Raon-nim”.

“¡Qué extraño! No hace mucho, estabais alborotados por la Estrella Blanca, ¿y ahora pensáis volver a luchar?”.

Raon tenía una expresión que no podía entender.

Alberu respondió con una sonrisa.

“Así es este tablero”.

Raon seguía negando con la cabeza, incapaz de ocultar su pregunta.

“Parece un dolor de cabeza”.

Cale tomó la palabra.

“Costará bastante reconstruir Puzzle City, pero desde el palacio real hasta el ducado. Debe haber mucho dinero”.

“Lo sé.”

“Y vamos a tener que idear un plan para Endable. Vamos a tener que potenciar eso”.

“Sí.”

“Y vas a trabajar con Morgoru para crear una ciudad que traerá la alquimia y la magia de vuelta, ¿verdad?”

“Correcto.”

“Y de paso, no querrás que otras ciudades o reinos libres se metan con Mogoru, ¿verdad?”.

“Sí. Y se habla de hacer de Mogoru un reino en vez de un imperio”.

“Hmm. Ciertamente no tiene peso como Imperio ahora”.

Cale dijo eso y luego agregó.

“Me iré de nuevo pronto”.

“…Lo sé”.

Alberu se golpeó la cara con ambas manos, como si le doliera.

“…Cale Henituse”.

“Si”.

“…Te daré un puesto a cargo de las finanzas (Tesorero), ¿quieres?”.

La cara de Cale se endureció y soltó.

“¿Estás loco?”

“…Debo estar loco.”

Sin embargo, el rostro de Cale se puso blanco ante la respuesta de Alberu.

La visión del Príncipe Heredero admitiendo ante sí mismo que estaba loco era espeluznante.

“Jaja”.

Alberu soltó una risita ante esa mirada asustada, y luego sacudió la cabeza

“No te preocupes. Te convertiré en un desempleado”.

Había sinceridad en esas palabras.

“…¿Por qué te ríes tanto?”

Tan pronto como terminó sus palabras, Alberu frunció el ceño a Cale, quien sonreía.

“Príncipe heredero, ¡mira lo que hacemos los humanos!”

Entonces, Cale extendió su mano hacia su bolsillo interior.

Woo-woo-woo-woo-

Sacó el objeto sagrado que antes había estado temblando.

Algo parpadeó en la pantalla del espejo.

<¿Dónde se debería instalar?>

<-Shaolen, que es diferente al Dios de la Muerte>

Una ventana emergente con un mensaje.

El nombre de la ventana emergente era simple.

<Recompensa 1>

Cale abrió la boca.

“Su Alteza.”

“…¿Qué?”

La voz de Cale llegó a los oídos del Príncipe Heredero.

“Sería divertido tener la Mina de Piedra Mágica más grande de los Continentes Oriental y Occidental aquí mismo en el Ducado de Henituse, ¿verdad?”

“…¿Disculpa?” El Príncipe Heredero preguntó aturdido sin siquiera darse cuenta.

¿De qué estás hablando? ¿La Mina de Piedra Mágica más grande de los continentes oriental y occidental?

“Sí. Ya que hay una mina de oro, una mina de plata y una mina de diamantes…”

“…¿Eh?”

“También hay una Mina de Piedras Mágicas de alto grado que contiene Maná Muerto. Oh, dicen que pueden cambiarlo a otra mina si lo quiero”.

“¿…?”

” Correcto. Como referencia, todas las minas son minas enormes que son difíciles de encontrar en los Continentes Oriental y Occidental”.

El Príncipe Heredero parpadeó.

Cale dijo con una comisura de la boca levantada. “Sí. Será divertido si todo eso viene de Roan, ¿verdad? ¿Le damos uno a Endable? Por supuesto, todo me pertenece, pero estoy abierto a intercambios”.

“¿Eh?”

“Puedo plantar estas minas donde quiera. Incluso si solo se descubriera una de esas minas, el reino será muy feliz. ¿No es así?”

“…” El Príncipe Heredero se cubrió la cara con ambas manos y finalmente miró a Cale.

“Esto me está volviendo loco.” Dijo mientras reía.