Infinite Dendrogram (NL)

Volumen 15: Game Over

Capítulo 20: La Danza Ardiente de la Jiangshi y la Momia

Parte 1

Capital Real, Altea, Castillo

Mientras la ciudad estaba sumida en el caos por el enjambre de Apis Ideas, el castillo se enfrentaba a una amenaza aún mayor: el King of Blaze, Feuer Lazburn, ahora conocido como “Ignis Idea”. Había irrumpido en el castillo por la puerta principal y actualmente lo estaba ahogando en llamas.

Además de él, había otras dos Ideas —una con forma de araña y otra con la retorcida forma de un murciélago— que habían irrumpido junto a Feuer y después se habían dividido para matar a los guardias que había dentro. Tians como la Royal Guard se defendieron lo mejor que pudieron, pero estaba claro que carecían del poder necesario para superar esta amenaza. Incluso los Maestros que se habían apresurado desde la ciudad para unirse al esfuerzo de defensa habían sido derrotados en última instancia por las tres Ideas.

Las cosas podrían haber sido diferentes si Altimia hubiera estado allí, o si el Celestial Knight o el Arch Sage hubieran seguido vivos; cualquiera de ellos podría haber sido capaz de repeler a esos atacantes.

Sin embargo, ninguno de ellos estaba presente, ni tampoco nadie con un nivel de poder comparable. El castillo, en el corazón mismo del reino, corría verdadero peligro de caer.

Infiltración exitosa.

Utilizando el caos como tapadera, alguien se había infiltrado en el castillo.

No era otro que el King of Thieves, Zeta.

Code III: Mirage sigue activo, pensó. El sistema que impediría la activación de la habilidad ha sido desactivado… o nunca estuvo ahí para empezar.

Se había colado en el castillo utilizando una mezcla de una habilidad de trabajo que eliminaba su presencia y una habilidad de Embryo que la hacía invisible a toda vista mundana.

Normalmente, habría activado el sistema de defensa mágica del castillo, pero debido al ataque de las tres Ideas —sobre todo, el ataque de la Idea con forma de murciélago al equipo de distribución de magia—, el alcance del sistema se había disparado. Eso, combinado con los atacantes visibles que atraían la atención de los guardias, le había permitido entrar en el castillo completamente desapercibida.

Realmente son potentes, pensó Zeta mientras consideraba las Ideas que había soltado y recordaba un suceso de hacía varios meses, el mismo momento en que La Crima le había dado esas Ideas.