Second Life Ranker (NW)

Volumen 03

Capítulo 72: El primer piso (4)

 

 

Los jugadores se miraron por un momento. Cien jugadores parecían mucha gente, pero en realidad, no lo era. Cualquiera que haya dado un paso adelante ahora tendría que liderar el resto del juicio del pleno.

La mayoría de los jugadores ya se habían familiarizado en la zona de espera, y bastantes de ellos habían estado en el mismo equipo durante la ronda anterior, y alguien ya había tomado la delantera antes.

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“Los tomaré”. Un hombre con armadura de cuero rojo dio un paso adelante bajo la mirada de todos.

Pero justo cuando Aaron estaba a punto de entregar los cristales, Phante se interpuso entre ellos. “Espera”.

“¿Qué es?” El hombre le preguntó a Phante con la cara ligeramente irritada.

“No recuerdo haber estado de acuerdo con esto”.

El hombre sintió una repentina oleada de ira. “¿Importa quién los toma? Decidiremos dónde escondernos después de que yo …”

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“En realidad, lo hace. Porque me los voy a llevar a los cinco conmigo”.

La cara del hombre se arrugó como una hoja de papel. “¡Eso es una tontería!”.

“¿Crees que es mejor esconderlos que hacer que yo los proteja? ¿O hay alguno entre ustedes que piense que puede proteger los cristales mejor que yo?” Phante se rió furiosamente, mirando a su alrededor.

Los jugadores se estremecieron y volvieron la cabeza para evitar sus ojos. Phante miró al hombre, levantando una de sus cejas como diciendo que no podía ver a nadie negando la verdad de sus palabras.

Enojado, el hombre respondió: “¿Ni siquiera te sientes avergonzado de ti mismo? Tú eres la razón por la que nuestros cristales se rompieron en la última ronda. ¡Fue por tu maldito ego!”

Algunos de los jugadores asintieron como para apoyarlo. Yeon-woo chasqueo la lengua mientras observaba la pelea desde atrás. “Así que eso es lo que sucedió”.

Podía imaginar lo que había sucedido anteriormente. No era como Phante dejar que alguien más tomara artículos importantes. Tenía que tener el control ya que era el más fuerte, a pesar de que era difícil llevarse bien con él.

En el mundo de la Torre, el poder era una posesión invaluable que reemplazaba cualquier deficiencia.

Might tenía razón, especialmente en la Torre. E incluso Edora, que era una persona razonable a diferencia del simple y egocéntrico Phante, entendió esto. Esta era la razón por la que no había impedido que Phante tomara los cristales porque a sus ojos, él seguía siendo la mejor opción. No importa lo difícil que fuera la prueba, todavía estaban tratando con jugadores promedio. Sus puños ni siquiera podrían rozar el cuello de Phante, incluso si acudieran en masa hacia él al mismo tiempo.

El único problema fue el descuido de Phante.

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“Si no hubieras perdido la cabeza y hubieras hecho un alboroto la última vez, no habrías roto todos los cristales tú mismo. Al menos habríamos tenido una oportunidad. ¡No puedo dejar que tomes los cristales esta vez!”

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Yeon-woo casi se echó a reír cuando escuchó que Phante había sido responsable de la derrota de su propio equipo. A pesar de que no había visto lo que había sucedido, podía imaginarlo en su cabeza, como si estuviera viendo un video. Fácilmente podía imaginar a Phante corriendo hacia el otro lado y derribando a los jugadores uno por uno con su poder abrumador. Los jugadores del otro equipo deben haber creído que todo estaba perdido, solo para recibir un mensaje notificándoles de su victoria tan pronto como perdieron la esperanza.

“Deben haber estado aterrorizados”.

Yeon-woo asumió que el hombre no podía confiar en Phante debido a ese incidente, pero no había forma de que Phante escuchara a alguien más débil que él. Probablemente estaba pensando que solo tenía que evitar repetir el mismo error.

“¿Entonces? ¿Quieres resolverlo a mi manera?” Phante se arremangó y posó como si estuviera listo para luchar.

Los rostros de los jugadores se volvieron pálidos cuando sintieron el aura feroz de Phante, y los que estaban detrás del hombre tiraron de su ropa y sacudieron la cabeza. Al final, el hombre apretó los dientes. Las venas aparecieron en sus puños cerrados, que temblaron de ira.


Edora se paró a un paso de los dos sin intervenir, observando cómo se desarrollaba la situación con su espada en sus brazos, tal como lo había hecho cuando Yeon-woo la vio por primera vez en la Sección G. Phante sonrió en victoria y extendió su mano a Aaron.


“Parece que has tomado tu decisión. Les deseo a todos ustedes buena suerte”. Aaron entregó todos los cristales azules a Phante. Entró en un portal en el suelo y desapareció.

“Jejeje. Va a ser diferente esta vez”. Estaba claro que a Phante no se le había ocurrido ningún plan para proteger los cristales, y tonteaba con ellos como un niño jugando con juguetes.

‘Qué gilipollas’.

Las expresiones de los jugadores se endurecieron ante su comportamiento. Pero tan pronto como Phante estaba a punto de poner los cristales en su bolsillo, Yeon-woo dio un paso adelante. Phante lo miró con una expresión de perplejidad, y tan pronto como Yeon-woo estaba frente a él, de repente sacó la mano.

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“Entregarlos. Todos ellos”.

*   *   *


Aaron se teletransportó a un área diferente a través del portal donde se congregaron todos los Guardianes de los noventa y nueve pisos. Cientos de pantallas flotaban a lo largo de las paredes, mostrando las situaciones de cada piso en tiempo real. Varios Guardianes corrieron por la habitación ocupados.

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“Ohyohyohyo. ¿Ya has vuelto?” Aaron escuchó una voz detrás de él, y cuando se volvió, vio un Duende que solo le llegó a su cintura. Era Yvlke.

Aaron asintió en silencio. Siempre fue cortés con Yvlke porque no tenían la misma posición. Los tutores tenían diferentes trabajos dentro de un solo piso, como administrar y monitorear los juicios, manejar las recompensas y encargarse de tareas diversas, etc. Al igual que una corporación en la Tierra, los Guardianes tenían diferentes estados y posiciones de acuerdo con su trabajo. Los que gozaban de la posición más alta en cada piso eran los directores de las pruebas, y podían ejercer su poder sobre los jugadores en los pisos que manejaban. Incluso podrían dominar a los jugadores en el nivel de Lords si es necesario, pero por supuesto, el sistema penalizaría a los Guardianes si interfirieran directamente.

Como director del primer piso, Aaron tenía una de las posiciones más altos, pero incluso él tenía que tener cuidado con Yvlke porque el Duende era uno de los líderes de los Guardianes conocidos como los Doce Zodiacos.

Entonces, a pesar de que ambos usaban honoríficos, Yvlke le habló como un adulto que habla con un niño. “Entonces, ¿cómo fue?”

Por su apariencia, nadie podía decir que Yvlke era un Guardián con una posición tan poderosa. Solo parecía un duende con un extraño monóculo y una risa extraña.

“Para ser honesto, señor, no estoy seguro”. Aaron cruzó los brazos e inclinó la cabeza en respuesta a la pregunta de Yvlke.


El humor llenó los ojos de Yvlke, que brillaban detrás de su monóculo. “¿No estás seguro?”

“Sí, puedo decir que es un jugador fuerte en comparación con los otros novatos, pero después de todo es solo un novato. No entiendo por qué tienes expectativas tan altas de él”.

Aaron levantó la cabeza y miró la pantalla flotando en el aire mientras hablaba con Yvlke. En la pantalla, podía ver a Yeon-woo tratando de tomar los cristales que le había dado a Phante.

 

 

Cuando Phante parecía descontento, Yeon-woo preguntó con calma:

“¿Deberíamos resolver las cosas a tu manera?”

Phante se estremeció, luciendo asustado al igual que los jugadores.

A los ojos de Aaron, parecía un par de amigos tonteando, pero Yvlke no podía dejar de reírse mientras miraba la pantalla.

“Ohyohyohyo. Ya veo. Si eso es lo que piensas, ¿quieres hacer una apuesta?”

“¿Una apuesta?”

“Si logrará o no algo grande. Apuesto a favor”.

Aaron entrecerró los ojos ligeramente, pero pronto asintió, pensando que no era una mala idea. “Claro. Apuesto a que no lo hará”.

“Ohyohyohyo. Bien. Sobre lo que está en juego …”

*   *  *

Los jugadores miraron a Yeon-woo con la boca abierta. Hace solo un momento, Phante había tomado los cristales con sus ridículos argumentos, pero Yeon-woo logró extraerlos con solo unas pocas palabras. Aún más extraño, estaban seguros de que escucharon a Phante llamando a Yeon-woo “hyung”.

“¿Phante? ¿Llamar a alguien ‘hyung’?”

“¿Qué demonios le pasó afuera?”

“¿Qué está pasando?”

En la Torre, la tribu de un cuerno era comúnmente percibida como un grupo de tontos arrogantes. Era bien sabido que eran muy fuertes y tenían un gran sentido de orgullo. Rara vez hablaban con alguien fuera de su tribu a menos que los reconocieran como sus iguales, y valoraron tanto la lealtad que no dudarían en morir por sus amigos una vez que abrieran su corazón a alguien.

Como miembros de la familia real de la tribu de un cuerno, Phante y Edora también heredaron esta naturaleza arrogante, y por sus experiencias, los jugadores sabían que la reputación de la tribu de un cuerno era precisa.

Phante era distante, impetuoso e incluso altivo, por lo que los jugadores se sorprendieron de que Phante no solo hiciera equipo con Yeon-woo, sino que incluso lo considerara un hyung. Los jugadores que habían visto el partido entre Yeon-woo y Phante en el Tutorial se frotaron los ojos varias veces como si no pudieran creer lo que estaban viendo.

“Sabes, eres un mal hyung por quitarme la oportunidad de presumir así”. Phante se quejó y pateó una piedra junto a sus pies.

Edora se acercó a Yeon-woo. “¿Cuál es tu plan ahora, oraboni?”

Una vez más, los jugadores no podían creer lo que veían. Era la primera vez que veían la expresión fría de Edora reemplazada por una sonrisa hermosa y conmovedora. Los jugadores sintieron que sus corazones saltaban un latido al verlo.

Yeon-woo, por otro lado, no se conmovió. “¿Puedes ayudarme a proteger este lugar por un momento?”

Miró a los otros jugadores con una mirada severa.

Los ojos de Edora brillaron. “¿Por cuánto tiempo?”

“Media hora. Una hora como máximo”.

“Claro. Tómate tu tiempo”.

Yeon-woo asintió y se movió hacia uno de los puentes de cuerda al lado del cañón. Los jugadores fruncieron el ceño, sin saber lo que Yeon-woo planeaba hacer. La prueba del primer piso fue difícil no solo porque los jugadores tuvieron que invadir la base del otro equipo para buscar los cristales mientras estaban bajo ataque, sino también porque solo podían usar los débiles puentes de cuerda para cruzar el cañón.

Dado que solo había tres puentes que conectaban los dos lados, una pelea en los puentes era inevitable, y si las cuerdas se rompían en el proceso, los jugadores en el puente se caerían hasta la muerte. Aquellos que lograron llegar al otro lado con la ayuda de habilidades o artefactos aún podrían no ser capaces de lograr mucho porque se enfrentaría a un aluvión de ataques de sus oponentes.

Debido a estas duras condiciones, se sabía que la prueba del primer piso producía el mayor número de víctimas y abandonos de los diez pisos de la Zona de Principiantes. No era inusual que Phante y Edora fallaran en su primer intento, por lo que mientras los jugadores estaban interesados en el próximo movimiento de Yeon-woo, también había sospechas en sus ojos. Algunos incluso fruncieron el ceño en su rostro.

Yeon-woo los ignoró y se paró frente al puente de cuerda mientras tiraba lentamente de Vigrid en su espalda. Podía ver a los jugadores del Equipo Rojo del otro lado corriendo hacia el puente.

“No importa lo difícil que pueda parecer, debe haber varias maneras de pasar esta prueba”.

¡Vaya!

Un fuerte torbellino comenzó a formarse a lo largo de la hoja de Vigrid. El viento era tan intenso que alejaba el viento que soplaba del cañón. Yeon-woo agarró a Vigrid y lo sostuvo en el aire.

Era el Factor de la Espada, la opción que había demostrado ser efectiva contra un gran número de enemigos. Los labios de Yeon-woo se curvaron.

“La mejor manera es vencerlos con un poder abrumador”.

¡Barra!

Yeon-woo dibujó una línea diagonal con Vigrid, y el torbellino alrededor de la cuchilla voló hacia la brecha, rompiendo todos los puentes de cuerda al mismo tiempo y arremetiendo al otro lado del cañón.

¡Boom! ¡Boom!

La pared del acantilado tembló con un fuerte ruido explosivo cuando apareció un surco gigante a lo largo de su longitud.

¡Retumbar!

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