Second Life Ranker (NW)

“Pareces que eres nuevo en la Torre. ¿Qué te hizo pensar que te harías con la suya ignorando nuestras advertencias?”

Al principio, Yeon-woo tenía un ceño fruncido en su rostro. No tenía ni idea de quiénes eran. Pero cuando se dio cuenta de lo que estaba pasando, se echó a reír.

“Estos deben ser miembros del clan que ha estado molestando a Henova”.

Se había estado preguntando por qué nadie había aparecido últimamente, y otros comerciantes incluso se le habían acercado y le habían preguntado si estaba bien. Yeon-woo era consciente de que ya nadie en la Torre visitaba la herrería de Henova a pesar de que era uno de los cinco maestros herreros debido a los Ocho Clanes.

A los Ocho Clanes no les importaban los negocios fuera de los pisos superiores, pero había clanes bajo su protección que tenían que comportarse respetuosamente para mantenerse a su favor. Parecía que parte de este comportamiento respetuoso incluía arruinar el negocio de Henova. No parecía que tuvieran ningún conocimiento de Yeon-woo en absoluto porque las personas a las que se enfrentaba eran demasiado débiles.

“¿Te estás riendo, bastardo loco?”

No sabían cuán hábil era Yeon-woo, lo que era otra indicación de que no eran de los Ocho Clanes.

Yeon-woo no quería perder el tiempo en un asunto tan insignificante. “No necesito ninguna molestia, así que largate”.

Sin embargo, la actitud de Yeon-woo solo logró provocarlos. “Tú hijo de…”.

Una advertencia fue suficiente. Uno de los hombres estaba en medio de maldecir a Yeon-woo, cuando se estremeció, de repente se dio cuenta de que Yeon-woo había desaparecido.

¡Swish!

Incluso antes de que pudiera mirar a su alrededor, Yeon-woo ya estaba apuñalando su muslo con la Bayoneta Mágica.

¡Puck!

“¡Urk!” Uno de los hombres cayó al suelo mientras la sangre brotaba de su pierna.

“¡Pequeño puto!”

“¡Mátalo!”

Los otros hombres saltaron hacia Yeon-woo al mismo tiempo, gritando de ira. Sin embargo, Yeon-woo rápidamente ajustó su agarre a la bayoneta y torció su cuerpo. Cortó uno de los tendones de Aquiles de los hombres, cortó el muslo de otro y apuñaló el estómago de otro, y finalmente perforó el pecho del último.

“¡Urkuk!”

La sangre se roció al suelo cuando los cuatro colapsaron con sangre espumante en la boca. Yeon-woo trató de evitar la violencia tanto como fuera posible, pero una vez que se metió en una pelea, aplastó por completo a sus enemigos para que no pensaran en tomar represalias más tarde. Fue un hábito que estableció durante sus misiones.

Los hombres yacían en un charco de sangre, incapaces de lanzar ningún ataque.

“Loco … bastardo… Urk”.

Yeon-woo metió su bayoneta en el pecho de un jugador que todavía estaba luchando por contraatacar. Cayó sobre su espalda, echando espuma por la boca. Yeon-woo limpió la Bayoneta Mágica en la ropa del hombre caído y se la volvió a poner en la cintura.

“Ve a buscar un sanador o un sacerdote, y podrías sobrevivir. Bueno, si puedes manejarlo”. Yeon-woo lanzó las palabras a uno de los jugadores y se dio la vuelta para alejarse.

Pero en ese momento, uno de los hombres se agarró el abdomen con las manos y le gritó, su rostro se torció con saña:

“Tú … ¿Cómo te atreves a tocarnos? ¿Crees que puedes salirte con la suya con lo que acabas de hacer? ¿Sabes quién está detrás de nosotros? ¡Pequeña rata, vas a terminar como ese anciano una vez que ellos…”!

Una chispa salió disparada de los ojos de Yeon-woo.

¡Swish! ¡Puck!

“¡Kuuk!”

Antes de que el hombre pudiera terminar de hablar, Yeon-woo corrió hacia él y le metió su bayoneta en el pecho. La bayoneta le aplastó las costillas y penetró hasta un punto justo delante del corazón del hombre. Si Yeon-woo empujaba un poco más profundo, la cuchilla lo perforaría. El hombre jadeó por aire. No pudo decir nada por un tiempo debido al inmenso dolor, pero finalmente se dio cuenta de que había algo más aterrador que incluso la muerte misma. La máscara blanca se cernía ante él, los ojos detrás de ella brillaban como un par de voluntades.

“Di eso de nuevo. ¿Qué? ¿Henova?”

El hombre trató de fingir que no estaba en pánico, a pesar de que todo su cuerpo temblaba de miedo. Entonces, se le ocurrió que podría vivir si usaba Henova como una forma de amenazar a Yeon-woo.

“¡Oye, si nos dejas ir, ese anciano vivirá!”

Yeon-woo empujó la bayoneta a través de su corazón como si ya no valiera la pena escucharlo.

“¿Qué le hiciste a Henova?”

Otro hombre miró a Yeon-woo mientras temblaba.

“¡Yo, no puedo decir …!”

Yeon-woo rápidamente se cortó el cuello. En ese momento, el resto de los hombres se dieron cuenta de que sus cabezas rodarían en el momento en que dudaron en responder.

“Déjame preguntarte de nuevo. ¿Qué hiciste?”

“W-no lo hicimos… urk!”

El hombre fue decapitado mientras trataba de mentir ya que los Ojos Dracónicos de Yeon-woo podían ayudarlo a ver si estaban siendo honestos.

Quedaban dos. “Una boca es suficiente”. Quien hablara primero llegaría a vivir.

“Q-que…”.

“Nuestro jefe dijo que nuestro clan perdería prestigio si dejábamos a Henova solo, ¡así que envió a otro grupo para destruir la herrería de Henova!”

¡Barra!

Yeon-woo se deshizo rápidamente del que no respondió a tiempo. El único sobreviviente estaba empapado en la sangre de sus colegas y temblaba de miedo. Yeon-woo ignoró su estado y dijo con frialdad:

“Lidera el camino”.

*   *   *

Yeon-woo frunció el ceño después de ver lo que le sucedió a la herrería de Henova. Toda la tienda ya había sido medio destruida, pero ahora la puerta estaba hecha pedazos, y las armas y la armadura que se mostraban en los bastidores estaban destrozadas, sus piezas esparcidas por el suelo. También faltaban bastantes artefactos.

La gente de las tiendas vecinas observaba desde lejos, temerosa de involucrarse y ser atacada por el clan. Henova se sentó en el suelo en medio de la devastación, luciendo angustiado. Estaba todo cubierto de tierra como si hubiera tratado de resistir a los hombres que habían destruido la herrería, y Yeon-woo vio huellas de zapatos y moretones en todo su cuerpo.

A pesar de que Henova era bueno en la herrería, no era tan bueno en la lucha, que era la razón por la que no podía escalar la Torre a pesar de estar cerca de Arthia.

“Henova”.

“Oh … Eres tú, chico”.

Henova estaba mirando al aire con vacío hasta que Yeon-woo lo llamó por su nombre. Puso un aire despreocupado y dijo: “Lo siento. Robaron todo lo que dejaste atrás, todo lo que estaba haciendo para ti. Haré las paces …”

“¿Qué hay de ti? ¿Estás bien?”

Cuando Yeon-woo se acercó a Henova, solo verificó si Henova tenía lesiones graves. Los párpados de Henova se crisparon de sorpresa.

“No parece que hayas resultado gravemente herido, así que eso es un alivio. Pero en caso de que tenga algún daño interno, vamos a llevarlo a un médico o un curandero cercano. ¿Conoces a alguien?”

“Pero …”

“Puedes dejarme el resto a mí. Me quedaré aquí y resolveré las cosas. No te preocupes por este lugar y por favor cuídate”.

Henova no podía hablar. Los Ojos de Gyges, el artefacto que Yeon-woo le había encargado hacer, era uno de los mejores artefactos de toda la Torre, y Henova estaba a medio hacer. Y, sin embargo, Yeon-woo no lo mencionó en absoluto a pesar de que había perdido todos los materiales para ello, especialmente los raros como la glándula venenosa de la Serpiente de Akasha. Yeon-woo sonrió para asegurarle que todo estaría bien.

Se volvió y habló con un comerciante de al lado que estaba al acecho fuera de la herrería.

“Necesito que lleves a Henova a un médico”.

“B-pero.” Parecía temeroso de ser atacado por los clanes.

Los ojos de Yeon-woo se enfriaron. “Parece que no te preocupa que te cause problemas”.

“O-OK, OK”. El comerciante se puso pálido y se apresuró a entrar en la herrería y puso a Henova en su espalda. Henova miró a Yeon-woo con inquietud.

“¿Qué vas a hacer?”

“Iré a recuperar los artículos perdidos. No tomará mucho tiempo”.

Henova trató de disuadirlo, diciendo que sería peligroso. Los responsables habían cometido robos muchas veces antes, y victimizaron no solo a Henova sino también a otros lugares. Sin embargo, ninguno de los comerciantes pudo quejarse debido a su influencia sobre el Distrito Exterior.

Pertenecían a Vigilancia Nocturna, uno de los clanes más poderosos que gobernaban el inframundo del Distrito Exterior. También se rumoreaba que Dragón Rojo, uno de los Ocho Clanes, los apoyaba, por lo que nadie se atrevió a hacer nada contra ellos. Fue por eso que Henova no pidió ayuda a los otros comerciantes; sólo serían castigados por sus buenas intenciones .

Además, Henova consideraba sus problemas como castigo por no interferir cuando su amigo estaba en peligro. Quería detener a Yeon-woo antes de que lo lastimaran, pero se quedó sin palabras cuando miró a los ojos de Yeon-woo. La mirada de determinación le recordó a alguien que solía conocer, un joven juguetón y humorístico que era exactamente lo contrario de la persona frente a él. Y, sin embargo, no podía deshacerse de la idea de que eran la misma persona.

Yeon-woo pateó el suelo, y Henova observó sin comprender cómo Yeon-woo desaparecía en la distancia.

*   *   *

“Nombre”.

“W-Willett”.

Yeon-woo estaba obligando al jugador capturado a revelar la ubicación de su base. Los clanes del inframundo generalmente mantenían sus escondites en secreto para protegerse de las fuerzas hostiles, y si Willett revelaba la ubicación, sería tildado de traidor y tendría que esconderse de su propio clan por el resto de su vida. Pero un puño cercano era más aterrador que una espada lejana. En su deseo de sobrevivir, Willett reveló todo de inmediato e incluso llevó a Yeon-woo al escondite.

Se detuvieron frente a una posada de dos pisos llamada “Donde habita el viento”.

“Si este es el lugar equivocado, estás muerto”.

“Yo,lo sé.” Willett dio un gran trago. En su camino, lo había reconsiderado varias veces.

‘¿Debería llevarlo a otro lugar? Pero si lo hago, me matará. Pero si lo llevo a nuestro escondite, el maestro del clan me matará’.

Sin embargo, el recuerdo de la muerte de sus compañeros de equipo lo hizo dudar. No quería morir así. Además, los ojos que brillaban detrás de la máscara lo hacían sentir miedo absoluto.

‘Esos ojos, ¿qué coño son…?’

“Th-esto es todo.”

Yeon-woo miró el edificio al que Willett estaba apuntando. Parecía una posada en ruinas donde solo se quedarían los jugadores pobres. Sin embargo, cuando escaneó la posada, pudo sentir varias trampas en el interior, así como jugadores al acecho dentro de compartimentos ocultos.

“Este es el lugar correcto. Puedo sentir algunas cosas aquí y allá”.

“Vamos a entrar”.

“Pero … O-OK.” Willett no quería entrar, pero después de una mirada a los ojos de Yeon-woo, cerró los ojos y abrió la puerta. Parecía una vaca arrastrada a un matadero.

“¿Hmm? Willett, ¿por qué estás?—”

El interior de la posada estaba muy oscuro y lleno de humo de tabaco, y el hombre detrás del mostrador inclinó la cabeza cuando Willett entró. Se sorprendió cuando Yeon-woo saltó por detrás de Willett.

“Wh-who … ¡Urk!”

Yeon-woo arrebató el brazo del hombre y lo rompió con un giro. Fue solo entonces que los demás se dieron cuenta de que tenían un intruso.

“¡Maldita sea!”

“¡Willett! ¡Traidor sucio! ¿Cómo te atreves a traicionarnos?”

Los limpiadores, los clientes que comían en el comedor e incluso los invitados que dormían en su habitación salieron corriendo para luchar contra el intruso.

“Me vi obligado a hacerlo …” Willett puso excusas con voz temblorosa, pero nadie escuchó.

Yeon-woo arrojó al hombre en sus manos hacia la pared y pateó el suelo. “Necesito noquearlos a todos lo antes posible”.

Sus agudos sentidos trazaron sus patrones de ataque.

¡Explosión!

Yeon-woo no sacó mucho maná, pero fue suficiente para someter a los jugadores. Tiró del brazo de un hombre que apuntaba a su costado con una daga, girándola hacia afuera. Pateó la barbilla del otro hombre apuntando a sus piernas, rompiéndose la mandíbula.

“¡Santa mierda! ¿Cómo está haciendo todo eso?”

“¡Es solo una persona! ¡Ataquen con todo a la vez!”

Los miembros del clan se derramaron casi sin cesar, haciendo que Yeon-woo se preguntara cómo tantos de ellos podrían esconderse en un espacio tan estrecho. Pero independientemente de sus números, Yeon-woo los noqueó rápidamente uno por uno. Pateó sus armas, rompió su armadura, cortó su carne y rompió sus huesos, dejando a los jugadores heridos a su paso.

“¡Ahh! ¡Mi brazo! ¡Mi brazo!”

“¡Esto es una locura! ¡Aargh!”

Yeon-woo torció el hombro del hombre al que agarró y le dio una patada en el estómago.