Lord of Mysteries (NW)

Volumen 2

Capitulo 242: Bakerland

El martes por la mañana temprano, Klein se despertó y preparó dos rebanadas de pan tostado, un trozo de mantequilla, una porción de tocino y una taza de café antes de leer tranquilamente el periódico mientras desayunaba.

Con el aterrador encantamiento del Lenguaje de la inmundicia, estaba mucho más a gusto. Ya no se sentía tan tenso como antes.

Klein terminó de hojear el Tiempo de Backlund, tomó el Clarín de Tussock y vio un artículo de noticias en la segunda página.

“A las dos en punto de esta mañana, hubo un feroz tiroteo en el Callejón de ladrillos Rojos en el Distrito Este. Según la policía, se sospecha que se trata de un enfrentamiento entre dos pandillas, una de las cuales es la notoria pandilla Zmanger”.

La pandilla Zmanger… Callejón de ladrillos Rojos…  A Klein se le ocurrió una idea, por lo que dejó la mesa del comedor y buscó un mapa de Backlund.

Con solo una mirada, notó que el Callejón de ladrillos rojos no estaba lejos de la calle Bacardí. Además, Ian Wright se había presentado previamente en la oficina de telégrafos de la calle Bacardí.

¿Era ese callejón el lugar donde se escondía Ian Wright? ¿Fue un conflicto violento entre el departamento especial del ejército y el personal de inteligencia de la República Intis? Me pregunto cuál será el resultado…  Klein recogió lo último del tocino, se lo metió en la boca y lo masticó lentamente.

Había “informado” a ambos lados sobre la adivinación la mañana anterior y ya habían bloqueado la ubicación de Ian esa misma noche, lo que implicaba un nivel bastante alto de eficiencia.

Después de tomar un sorbo de café, Klein dejó el periódico y se quedó pensativo.

De repente, escuchó el tintineo del timbre.

“¿Quién es?” Klein se limpió la boca con una servilleta y se dirigió a la puerta, perplejo.

¿Podría ser una nueva comisión? Durante los últimos días, he estado fuera de casa debido al Embajador de Intis. Me pregunto cuántos trabajos y clientes potenciales he perdido… Es un desperdicio de mi dinero publicitario… Si esto sigue así, mis finanzas se estirarán hasta el límite... De repente, Klein pensó en algo y abrió la puerta.

De pie afuera había dos damas, una de ellas era la Sra. Sammer, que vestía una bata. Tenía un maquillaje intrincado en la cara, lo que la hacía lucir más hermosa que en casa y como si tuviera treinta y tantos años. La otra dama llevaba un sombrero de ala ancha con un velo de tartán negro y un vestido más oscuro y esponjoso.

“Detective Moriarty, tengo un amigo que necesita su ayuda”. Stelyn Sammer se aferró a su sombrero con velo, sin rastro de una sonrisa en sus ojos azules.

“Por favor, entren.” Klein señaló hacia la sala de estar, y mientras se daba la vuelta, aprovechó para abrocharse el botón superior de la camisa y ajustarse el chaleco negro.

Stelyn asintió levemente y, sin decir una palabra más, condujo a la dama del velo negro a la habitación.

Conocía muy bien el lugar y, sin la guía de Klein, encontró fácilmente el sofá y se sentó.

Klein quiso comenzar a preguntar de inmediato, pero luego pensó en el estilo de Stelyn Sammer para hacer las cosas, así que preguntó con una sonrisa: “¿Café o té?”.

A sus ojos, la Sra. Sammer era una dama que perseguía una alta calidad de vida y trataba de mostrar su superioridad todo el tiempo.

“No hay necesidad.” La otra señora se quitó el sombrero.

Tenía buenas facciones, pero la combinación era decepcionante. Además, sus pómulos eran demasiado altos y parecía mayor que su edad real.

Un poco de ira, un poco de tristeza, vacilación, una pizca de miedo…  Klein leyó las emociones de la dama.

No era que de repente poseyera las habilidades de un Espectador, sino que las acciones de la dama eran demasiado obvias, y sus colores eran claros antes la Visión Espiritual de Klein.

“Sí, ni el café ni el té pueden resolver el problema”. Stelyn imitó una posición que se encuentra en las revistas, haciendo todo lo posible para parecer elegante. “Esta es la Sra. Mary Gale, accionista de la Compañía Coim”.

“¿Qué le gustaría confiarme, señora Gale?” Klein se sentó el sofá monoplaza, inclinándose ligeramente hacia delante y apoyando los brazos sobre los muslos.

“Señora Gale no. Sólo llámeme Mary.” Mary Gale frunció los labios. “Deseo que siga a mi esposo y confirme si tiene una amante. Es mejor si puede obtener pruebas materiales”.

Como resultado del impulso activo de la Iglesia de la Diosa de la Noche Eterna durante años, el Reino de Loen era más radical en sus leyes matrimoniales que otros países, como Feysac, Intis y Lenburg. Estipulaba que quienes cometieran adulterio debían pagar un precio económico por ello, lo que significaba que el adúltero estaría en absoluta desventaja durante la división de bienes.

Escuché que al menos cuatro de cada diez de los otros detectives privados están investigando asuntos extramatrimoniales… No esperaba que yo también recibiera ese tipo de trabajo… Klein dijo pensativamente: “La evidencia  material no es fácil de obtener”.

“Le prestaré una cámara portátil, la última que hay en el mercado”, respondió Mary sin dudarlo. “Mientras tenga la evidencia, le pagaré diez libras. Si solo confirma que tiene una amante, solo recibirá tres libras”.

¿Se refiere a la llamada cámara portátil que tiene aproximadamente dos tercios del tamaño de mi cabeza? 10 libras, este no es un precio bajo… Klein tenía cierta noción de las últimas cámaras por su investigación en el mercado empresarial.

Dudó durante dos segundos antes de decir: “Está bien”.

“Pero tiene que proporcionarme información detallada sobre su esposo y sus actividades regulares”.

“… ¡Por supuesto!” Mary hizo una pausa por un segundo antes de reunir todas sus fuerzas para decirlo.

“Gracias por su ayuda. Espero que no le cuente esto a nadie más”, le recordó Stelyn.

Al escuchar esto, Klein suspiró de inmediato: “Soy una persona que defiende la confidencialidad” y, a menudo, me meto en problemas por eso.

***

En el vestíbulo de la casa del Conde Wolf, hombres y mujeres bailaban en medio de melodías de violín.

Audrey llevaba una copa de champán dorado pálido cuando “accidentalmente” se topó con el embajador de la República Intis en Loen, Bakerland Jean Madan.

“Eres la joven más hermosa que he conocido”. Bakerland, con su rostro delgado y su ligera barba, picoteó el guante de gasa blanca de Audrey con un beso según las costumbres del decoro. Sus ojos se veían apasionados y audaces.

Audrey puso los ojos en blanco y dijo con una sonrisa: “¿Es así como habla la gente de Intis?”

“Sí, nunca somos tacaños con los elogios por las cosas hermosas”. Bakerland se rió entre dientes. “Si no fuera por el estilo del Reino Loen, podría haberte llamado mi ángel”.

Viejo pervertido…  Audrey mantuvo su elegante sonrisa y dijo: “La gente de Loen e Intis es realmente diferente”.

“Je, eso me hace pensar en una broma. Por favor, permítame ser presuntuoso.” Bakerland entrecerró los ojos y dijo: “Después de un buen rato con una chica hermosa, la mayoría de los hombres de Loen dirían: ‘Oh, querida, me gustaría un cigarrillo’, pero la mayoría de los hombres de Intis dirían…”.

Hizo una pausa deliberada y Audrey inclinó la cabeza, haciendo todo lo posible por controlar las náuseas mientras parecía perpleja.

“¿Qué dirían?”

“La mayoría de los hombres Intis dirían: ‘Oh, mi amor, tengo que regresar ahora, mi esposa no puede descubrirme'”. Bakerland levantó su copa y se rió a carcajadas.

“… Las personas que pueden reírse de sí mismas siempre tienen un encanto adicional”. Audrey sonrió cortésmente.

Sus hermosos ojos claros de color verde oscuro se volvieron repentinamente para mirar detrás del embajador Bakerland.

“Lo siento, un amigo me está buscando”.

“Es un placer hablar contigo.” Bakerland hizo una reverencia y se hizo a un lado.

Audrey avanzó con gracia y no volvió a mirar atrás.

Justo cuando estaba considerando a quién debía encontrar como objeto de su excusa, un joven caballero se le acercó y, bajando la voz, le advirtió: “¡Audrey, no te dejes engañar por ese embajador Bakerland, es un viejo sucio! No sé a cuántas mujeres ha engañado para acostarse con ellas.”

Predecible, el hombre es muy evidente… Eso es una debilidad… Audrey sonrió sin ocultar su disgusto.

“Kance, ¿tienes alguna idea equivocada sobre mí? Diosa, ¿cómo podría ser hechizada por ese embajador Bakerland? Su colonia me dió ganas de vomitar; sus palabras son tan desagradables, y su sentido del gusto es como el de un pavo real macho”.

Kance era el hijo menor del vizconde Leerhsen, y su familia se llevaba bastante bien con la familia Hall.

Según Audrey, Kance ingresó al MI9 después de graduarse de la Universidad de Tingen y se había vuelto bastante enigmático.

Su plan original había sido conversar con el embajador Backlund y observar de cerca antes de usar el pretexto de la exasperación para obtener más información de Kance y sus otros amigos de la comunidad de inteligencia para aprender más sobre él. Para su sorpresa, no necesitaba buscar a Kance Leerhsen ya que él se acercó e inició la conversación correspondiente por su propia cuenta.

“Tus sentimientos son correctos”. Kance dio una sonrisa sincera. Inspeccionó su entorno y susurró: “Además, Bakerland es un tipo muy peligroso”.

“¿Peligroso?” preguntó Audrey con curiosidad.

“¿Has oído hablar de los Beyonders? Sé que siempre te han interesado esos asuntos”, dijo Kance con cierta deliberación.

Audrey asintió suavemente.

“Sé bastante, la mayor parte me lo dijo Glaint”.

Kance miró a Bakerland, que estaba charlando con una dama adinerada, y dijo con una expresión seria: “Es el jefe de inteligencia de Intis en nuestro Reino. Ha cometido numerosas atrocidades, pero no hemos podido reunir ninguna prueba de sus crímenes. Se sospecha que es una Secuencia 6, un conspirador”.

No entró en detalles con una extraña como Audrey, ni mencionó que Conspirador era parte del camino del Cazador.

Sin embargo, Audrey ya estaba al tanto de esto. Ella fingió ingenuidad y suspiró.

“¡Él es realmente increíble!”

“Tiene un asistente en las sombras, uno que quizás sea de la Secuencia 5. Además de eso, todos los agentes de inteligencia Intis en el Reino están bajo su dirección. Muchos de ellos son Beyonders. Desafortunadamente, solo conocemos a algunos de ellos…”, agregó Kance al pasar. “Tampoco te alegres si Bakerland te alaba. No es lo que realmente piensa. Solo quiere aprovechar esta oportunidad para recopilar más información”.

No me gusta lo que dices…  Audrey miró hacia el candelabro ornamentado y pensó durante unos segundos.

“¿Bakerland es muy inteligente? No se ha logrado obtener ninguna evidencia incriminatoria contra él…”

“Él realmente es bueno en la intriga, pero también tiene muchos problemas. Le gusta perseguir a las mujeres y ama la sensación de romance. Se arriesga y es bastante radical. Si no fuera por su identidad como embajador, que nos impide tomar medidas fácilmente, habría sido capturado hace mucho tiempo”. Kance se acarició la barbilla y dijo: “Sin embargo, será reemplazado muy pronto. Muy pronto.”

“¿Por qué?” preguntó Audrey sorprendida.

“Mi querida y hermosa dama, eso no es algo que debas saber”. Kance se adhirió al principio de confidencialidad.

Cuando el baile casi había terminado, Audrey, que había recopilado bastante información, encontró al vizconde Glaint y le pidió que la ayudara a comunicarse con Xio y Fors.