Lord of Mysteries (NW)

Volumen 2

Capitulo 235: Un Lunes Ocupado

Klein no tenía prisa por confirmar sus suposiciones generales. Fingió que no había pasado nada.

La información que escribió sobre Ian Wright era completamente cierta. Todavía obtendría una respuesta positiva incluso si usaba técnicas de adivinación para confirmar. Por lo tanto, creía que las personas a cargo del embajador seguirían el rastro de esta investigación y obtendrían algo a cambio. Era poco probable que tuvieran la motivación para vengarse de él por el momento.

Del mismo modo, continuaría extendiendo el papel sobre su escritorio para el departamento especial del ejército que lo estaba monitoreando. Dirigiría su atención lejos de él mientras cambiaban su enfoque a Ian Wright. Entonces sería una carrera contrarreloj encontrarlo ante el embajador.

De esta forma, Klein estaría un poco más seguro.

Se siente como si estuviera caminando sobre una cuerda floja. ¿Es esto algo relacionado con la especialidad de un payaso? Sacudió la cabeza divertido. Afuera había una niebla espesa y asfixiante que lo obligó a cerrar las ventanas del balcón.

Presionando el papel con la información de Ian con una botella de tinta, Klein fue al baño más cercano y se lavó rápidamente. Luego recogió el traje negro y el sombrero de media copa que colgaba del perchero y caminó hasta el primer piso.

Tenía una cita con el abogado Jurgen para desayunar.

Sacando su bastón negro con incrustaciones de plata del paragüero del vestíbulo, Klein caminó por el borde de la calle en medio de una espesa niebla que proporcionaba una visibilidad de no más de diez metros hasta que llegó al número 58 de la calle Minsk. Tocó el timbre de la casa oscura.

Mientras el sonido metálico resonaba, un gato negro de ojos verdes con la cola levantada apareció de repente en su mente.

Brody, el gato negro, caminó directamente hacia la puerta. Después de prepararse durante dos segundos, saltó y agarró la manija de la puerta.

Entonces, su peso inevitablemente torció la manija con su peso, abriendo la puerta.

Con un crujido, el viento de la mañana sopló y la puerta se abrió lentamente.

Brody, el gato negro, miró a Klein con altivez mientras caminaba hacia un lado.

“Qué gato tan inteligente”, elogió Klein mientras miraba a la anciana, Doris, con su delantal blanco.

Doris se rió, suavizando sus arrugas.

“Depende de su estado de ánimo. La mayoría de las veces actúa como un estúpido, como si no supiera de lo que uno habla. Oh, he preparado mi mejor sopa de frijoles y nabos para usted. Cómala con pan.”

Sopa de frijoles y nabos… Suena como algo hecho al azar…  Klein sonrió.

“La espero con ansias.”

El abogado salió del baño. Incluso en casa, sin importar si acababa de despertarse, estaba vestido con elegancia. Su camisa blanca estaba planchada y su chaleco de color amarillo pardusco estaba ajustado, su pantalón parecía recién planchado.

“El contrato que quería está completo. Verifique si hay alguna omisión”. Los ojos azules de Jurgen lo recorrieron de arriba a abajo. No alargó la charla y fue directo al grano.

Su cabello castaño estaba cuidadosamente peinado hacia atrás y el brillo de la pomada era inconfundible.

“Está bien.” Klein apoyó su bastón, se quitó el sombrero y el abrigo, y siguió a Jurgen al estudio del primer piso, donde recibió un grueso contrato.

Se quedó allí, hojeándolo casualmente. Cuanto más leía, más le dolía la cabeza. Al final, solo ojeó las cláusulas clave.

Espero que todo lo que se necesita esté allí, así como las cláusulas omitidas anteriormente, como el establecimiento de las tres instancias que determinarán cuánto dinero se le proporcionará a Leppard en función de su progreso, en lugar de un pago global de 100 libras. La primera instancia son 50 libras… Sí, así no tendré que ir de momento al banco de Backlund y sacar las cien libras restantes de mi cuenta anónima. Lo que tengo encima es suficiente…

Klein cerró el documento, sonrió a Jurgen y dijo: “Estoy satisfecho. Sus habilidades profesionales son excelentes.”

Mientras decía eso, sacó dos billetes de una libra que había preparado.

Jurgen tomó el dinero, le dio a Klein los contratos restantes y dijo en un tono serio: “Si se comete un error durante la firma, hay dos copias adicionales. Recuerde triturar los contratos restantes cuando todo termine”.

La iteración actual de máquinas trituradoras era una trituradora mecánica accionada a mano.

Klein estaba a punto de asentir con la cabeza, cuando la Sra. Doris de repente gritó desde el comedor: “¡Buenos muchachos, es hora de desayunar!”

“La audición de mi abuela se ha deteriorado”, explicó Jurgen mientras invitaba a Klein con un gesto de la mano.

Klein lo siguió al comedor y vio que la Sra. Doris había sacado una cucharada de líquido amarillo y verde de una olla negra y la había vertido en el plato correspondiente.

“Tome, prueba la sopa de frijoles y nabos. Aquí está su pan. La Sra. Doris sonrió y señaló la sospechosa pila de comida.

Klein miró a Jurgen, que parecía aún más serio que antes. Su corazón dio un vuelco.

Obligándose a sentarse, Klein partió un trozo de pan blanco, lo sumergió en la sopa de color amarillo verdoso y se lo metió en la boca con decisión.

“…” Se sorprendió al descubrir que el sabor era bastante bueno. Tenía un ligero sabor salado que se complementaba con el dulce, estimulando el apetito. También resaltaba perfectamente el sabor suave y fragante del pan.

“Mi abuela fue una vez una excelente cocinera”, dijo Jugen casualmente mientras saboreaba lentamente su desayuno.

…Entonces por qué tiene que mantener una cara seria… Realmente no tengo apetito al verlo comer…  Klein satirizó en silencio antes de deleitarse completamente con el plato.

Después de dejar a los Jurgens, hizo tres transbordos hasta la Calle Sird en el Distrito de San George, donde hizo un acuerdo formal y pagó a Leppard las primeras cincuenta libras. La segunda suma de treinta libras se pagaría en dos semanas, dependiendo del progreso de Leppard.

Y así de simple, Klein se quedó con solo 21 libras y 8 soles.

Luego, regresó al Distrito de Cherwood y fue a la biblioteca pública a leer eL Clarín de Tussock del año anterior en busca de noticias sobre el embajador de Intis en el Reino de Loen.

Cuando era casi mediodía, finalmente vio la foto en blanco y negro del hombre y confirmó que era el mismo hombre que había visto en la adivinación de su sueño.

“Bakerland Jean Madan”, recitó Klein el nombre del embajador de la República Intis en silencio. Salió de la biblioteca y encontró un pequeño restaurante para almorzar.

***

A las tres menos diez, Klein fingió tomar una siesta. Corrió las cortinas, dio cuatro pasos en sentido contrario a las agujas del reloj y llegó por encima de la niebla gris.

Primero adivinó si el departamento especial del ejército había relajado su vigilancia sobre él y recibió un resultado positivo. Luego escribió una declaración de adivinación en la que había pensado en la mañana: “El infiltrado de anoche”.

Recostándose en su silla, murmuró la frase. Los párpados de Klein se cerraron mientras se dormía.

Su dormitorio apareció en un mundo de ilusión y oscuridad.

En ese momento, Klein vio una sombra negra retorciéndose en la rendija en la parte inferior de la puerta.

Una delgada lombriz de color negro acerado se abrió camino en la habitación. Se arqueó en el centro y luego se aplanó, repitiéndo su movimiento constantemente mientras avanzaba hacia el escritorio.

Sus movimientos eran extremadamente rígidos, haciéndolo parecer bastante extraño.

El desagradable gusano negro se deslizó hasta el frente del escritorio y se arrastró hasta la parte superior, dejando un rastro de mucosidad que se evaporaba rápidamente.

Se detuvo en el artículo escrito sobre Ian Wright. Su cabeza se levantó, dejando solo la cola para sostener el cuerpo.

¡En ese momento, era como un humano!

Después de examinarlo por un momento, el gusano de hierro negro dio la vuelta al papel y desapareció por donde había llegado.

Así que ese es el caso… Es decir, no era que el infiltrado no quisiera vengarse de mí anoche; simplemente no tenía la capacidad de hacerlo… A menos que este gusano negro sea venenoso…  Klein asintió iluminado, luego usó la adivinación y obtuvo la confirmación de que el Beyonder que manipuló el gusano negro de hierro lo había hecho bajo la supervisión del embajador.

Después de aclarar sus dudas, cubrió completamente la bolsa de papel en la esquina con niebla gris y envió un mensaje a El Sol, Derrick.

Cuando las manecillas del reloj de bolsillo estuvieron en su lugar, Klein señaló a Justicia, El Colgado y El Sol al mismo tiempo.

¡El Club de Tarot sucedió según lo programado!

***

Aparecieron las siluetas humanas borrosas ante la familiar e interminable niebla gris. Audrey, que había avanzado con éxito a la Secuencia 8, se levantó suavemente, levantó la falda y saludó felizmente: “Buenas tardes, Sr. Loco~ Buenas tardes, Sr. Ahorcado, Buenas tardes, Señor Sol!

Klein, que había activado su Visión Espiritual antes, notó el cambio en la capa superficial de la Proyección Astral en las profundidades del Cuerpo Etérico de La Justicia, gracias a la singularidad de la niebla gris, que brindaba un aumento en su poder espiritual. Con una sonrisa, dijo: “Bienvenida, nuestra ‘Señorita Telépata”.

Audrey sonrió con reserva y dijo unas pocas palabras de humildad antes de volverse para mirar a la persona que estaba frente a ella.

“Señor Ahorcado, debería entregar las seis páginas de esta semana.”

Tal vez, cuando el Sr. Loco las lea, pensará en algo y compartirá con nosotros un poco más de su “conocimiento general”…  Las comisuras de su boca se curvaron con anticipación.

Alger asintió y comenzó a producir las seis páginas del diario de Roselle con la ayuda de Klein.

Anteriormente, había pensado en consultar a El Locol sobre si debería enviar directamente el resto del diario a través de un sacrificio. Sin embargo, al ver que El Loco no parecía demasiado interesado ni tomó la iniciativa de mencionarlo, desistió de esta idea.

Y esto estaba en línea con su comprensión de El Loco. El diario de Roselle tuvo cierto efecto en el ser cercano a la Divinidad: el Sr. Loco, pero no era tan bueno. Tenía interés, pero definitivamente no tenía prisa.

Las seis páginas del diario se completaron muy rápidamente. Cuando Alger estaba a punto de ofrecérselo a El Loco, que estaba sentado al final de la larga mesa de bronce, de repente recordó algo. Rápidamente dijo respetuosamente: “Sr. Loco, he obtenido información relacionada con la Orden Secreta.”

No hubo obstrucción de la información sobre el océano; simplemente no era lo suficientemente oportuna.

Los piratas también valoraban la inteligencia y, a menudo, enviaban personas a la isla colonial para intercambiar información que habían recopilado. Fue a través de estos canales que Alger aprendió algo sobre la Orden Secreta.

“Muy bien.” Klein asintió levemente con la cabeza, dando su permiso a El Colgado para contar lo que sabía. No impidió que la presencia de La Justicia y El Sol lo dejaran hablar.

Esto ayudaría al primero a recopilar más información sobre la Orden Secreta, mientras que el segundo no entendió nada.

Al mismo tiempo, permitió que el diario de seis páginas apareciera en sus manos.

El Colgado dijo sin prisas: “La Orden Secreta tiene alguna conexión con la República Intis”.

La República Intis. Sí, El Emperador era de Intis, y Zaratul lo había buscado en Trier, la capital de Intis… La Orden Secreta también estuvo involucrada en el famoso incidente en Intis… Bueno, no es demasiado sorprendente que la Orden Secreta todavía tenga alguna conexión con la República Intis hoy en día…  Después de validar esta nueva información con lo que sabía, Klein confirmó que la información proporcionada por El Colgado tenía cierta credibilidad.

Je, justo a tiempo, voy a tratar con el embajador de la República Intis…  Klein no tenía prisa por leer el diario de Roselle. Miró a los tres miembros.