Second Life Ranker (NW)

La expresión de Yeon-woo se oscureció al recordar los rastros que había encontrado anteriormente en la entrada. Este fue el destino de esos jugadores capturados: ganado enjaulado. Aunque su expresión estaba oscurecida por su máscara, estaba hirviendo de ira.

La pieza oculta corona de Hargan es la guarida del Rey Lagarto Hargan y la Reina Taragan. Es su hogar. En este momento, estaban vigilando para proteger a sus recién nacidos, y a menudo capturaban jugadores para alimentar a sus bebés.

Las partes del cuerpo esparcidas en el suelo eran pedazos sobrantes de alimentar a sus hijos. La zona era como una despensa donde almacenaban y preparaban la comida. “Ya sea en la Tierra o aquí, al final del día, todo es lo mismo”.

Había visto vistas similares mientras servía en el ejército. Los débiles siempre fueron explotados: a los niños se les lavaba el cerebro para matar, a los ancianos obligados a convertirse en terroristas suicidas, a las mujeres tomadas como esclavas sexuales. Él había sido testigo de todo esto y más.

La única diferencia aquí era que las víctimas no eran esclavizadas sino utilizadas como alimento, y los perpetradores eran hombres lagarto. Pero su esencia era la misma; tal vez esto era solo una parte de las costumbres de los Hombres Lagarto.

“¿Hay alguna diferencia entre cómo la gente trata a los cerdos y las vacas y la forma en que los hombres lagarto tratan a las personas?” Los cautivos gritaban pidiendo ayuda, pero desde una perspectiva diferente, eran como vacas llorando mientras eran arrastradas a un matadero. Yeon-woo evaluó con calma la situación. “Si perdemos el tiempo rescatándolos, no tendremos tiempo suficiente para quitarles la corona a la hembra”.

Más importante aún, los jugadores aquí habían traído problemas a sus propias cabezas. Los fuertes sobrevivieron y los débiles perecieron. Esto era de sentido común en la Torre. Estas personas no habían sido conscientes de sus límites y participaron en las pruebas, con la esperanza de convertirse en dioses. Habían estado llenos de bravuconadas irreflexivos. “La reina podría aparecer en cualquier momento. La buscaré para que te escondas”.

Pero cuando Yeon-woo miró a Doyle, se dio cuenta de que Doyle estaba de pie enraizado en el lugar. Yeon-woo se dio la vuelta, esperando lo peor. En lo que a él respecta, Doyle siempre había sido razonable y sabía cómo contenerse, excepto por esa vez cuando vio las huellas de los jugadores siendo atacados. Y efectivamente, su expresión ahora era rígida, y sus puños cerrados temblaban de ira.

“¿No … enojarse?” Sus ojos llenos de lágrimas se centraron en Yeon-woo.

“¿Enojado?”

“Sí, enojado. ¿Cómo puedes estar tan tranquilo después de ver esto?”

Yeon-woo estaba un poco decepcionado. Doyle era solo un niño después de todo. “También soy humano. No eres humano si no te enojas con esto”.

“¡Entonces, ¿por qué estás …?”

“Si los salvamos, Kahn estará en peligro”.

Doyle se quedó sin palabras por la conmoción.

Yeon-woo se volvió sobre su talón. “No lo olvides. Kahn está peleando con Hargan en este mismo momento. No puede lidiar con Hargan solo. Cuanto más tiempo nos quedemos aquí, más peligroso será para él”.

Doyle no habló.

“Reúnanse y piensen en sus prioridades. Si quieres abandonar nuestro plan, estoy fuera de aquí. Ustedes dos pueden morir por  lo que no me importa”.

Doyle se mordió el labio inferior. Sus ojos temblaban por su conflicto interno. Yeon-woo entrecerró los ojos a Doyle. La expresión agónica de Doyle le recordó a sus camaradas en el ejército. “¿Tiene un trauma? Debe ser tept’.

El trastorno de estrés postraumático era un problema mental que ocurría después de presenciar o experimentar un evento traumático, algo del pasado de Doyle lo estaba desencadenando. Yeon-woo no sabía por lo que Doyle había pasado, pero podía decir que sus reacciones eran de trastorno de estrés postraumático.

Después de un breve silencio, Doyle se abofeteó a cada lado de su rostro.

¡Bofetada!

Dejó huellas de manos rojas en su piel clara. Sus ojos furiosos ahora estaban llenos de determinación, como si hubiera tomado una resolución sobre algo. Doyle pronto miró a Yeon-woo y se disculpó. “Lo siento. Estaba siendo irreflexivo”.

Yeon-woo entendió que Doyle había logrado reprimir su trauma y priorizar a Kahn. Tal vez esto tendría un buen impacto en él y ampliaría su perspectiva en el futuro. “Volvamos al trabajo. Kahn todavía nos está esperando afuera”.

Justo cuando Doyle estaba a punto de seguir adelante, Yeon-woo tuvo una gran idea. ‘Espera un segundo’. Hargan había armado esta granja humana para alimentar a sus hijos. Podrían usar eso a su favor. “Espera”.

“¿Qué pasa?”

“Se me acaba de ocurrir una buena idea. ¿Puedo modificar un poco nuestro plan? Si sale bien, también podemos salvar a la gente de aquí”.

Los ojos de Doyle se abrieron. A pesar de que Kahn era su principal prioridad, parte de él todavía se aferraba a la esperanza. Se sorprendió al escuchar a Yeon-woo hablar sobre un plan para salvar a todos. Los ojos de Doyle brillaban de curiosidad.

“Necesito que convoques a los insectos de llamas que me mostraste anoche”. Bajo la máscara, Yeon-woo se rió fríamente.

*    *    *

La reina Taragan desató su ira hirviendo. “¡Humanos! ¿Cómo se atreven los humanos a entrar en mi guarida?” Ella balanceó su palo y aplastó la cabeza del Hombre Lagarto frente a ella, matando a la guardia real que solo había venido a informar las noticias. Los otros guardias no intentaron detener a Taragan. Incluso Hargan no pudo hacer nada cuando se puso histérica. En momentos como este, sabían que tenían que dejarla sola para evitar más lesiones.

“¡Mis bebés! ¡Deben haber venido tras mis bebés!” Taragan había puesto catorce huevos. Tres no habían eclosionado, otros tres fueron comidos por otros monstruos, y tres más sufrieron una enfermedad desconocida y finalmente encontraron la muerte. Por esta razón, las cinco crías sobrevivientes eran preciosas para sus padres. La guarida tenía que mantenerse a salvo de cualquier amenaza sin importar el costo, pero ahora los guardias le decían que los humanos habían entrado en la guarida no como comida sino como intrusos armados. Taragan estaba de pie con el palo sangriento todavía en su mano. “¡Tú! ¡Tú! ¡Tú! ¡Protege a mis bebés! ¡Incluso si mueres, protege a mis bebés!”

Su obsesión con sus crías le hizo creer que los humanos irían tras ellas. Si es así, como una criatura más fuerte que su esposo, tuvo que defenderse de los intrusos. Los guardias también sabían de su obsesión, y cedieron a sus demandas. Sabían que si sus bebés sufrían la lesión más pequeña, ella les aplastaría la cabeza a continuación.

¡Boom! ¡Boom!

El piso temblaba violentamente cada vez que su cuerpo de tres metros de altura se movía. En ese momento, una figura enmascarada con ojos ardientes apareció de repente frente a Taragan: era Yeon-woo, sosteniendo una bolsa de cuero en su mano derecha.

“¡Humano! ¡Te mataré!” Taragan rugió al humano que se atrevió a mostrarse. Su feroz rugido sonó en toda la guarida.

Sin embargo, Yeon-woo solo le respondió con una sonrisa. “Oye, Reina Lagarto”.

“¡Qué!”

“¿Te gustan los fuegos artificiales?”

“¡Qué eres …!” Justo cuando estaba a punto de pisotear a Yeon-woo y sus tonterías, Yeon-woo arrojó la bolsa de cuero a la habitación donde estaban las crías. Taragan sintió el peligro y rápidamente balanceó su palo en la bolsa, haciéndolo estallar en el aire. Con un estallido, el polvo rojo se dispersó y se extendió como niebla, oscureciendo la visión de Taragan. Era el polvo que había hecho de los monstruos que había cazado en la Sala de las Heladas y las Llamas.

“¡Doyle!” Ante la señal de Yeon-woo, Doyle, que se escondía en una esquina, rápidamente envió a los insectos de llama hacia el polvo. Una enorme explosión envolvió a Taragan.

¡Boom!

Yeon-woo y Doyle corrieron rápidamente a la habitación.

“¡Arrgh! ¡Alimañas!” Taragan se volvió hacia la habitación mientras se abre paso a través del fuego.

Uno de sus ojos había sido destruido y su piel quemada estaba supurante. Tenía heridas graves en la mitad superior de su cuerpo, pero no podía quedarme allí llorando de dolor. Los humanos estaban detrás de sus bebés y ella tenía que protegerlos. Pero tan pronto como se apresuró a entrar en la habitación, Yeon-woo y Doyle ya habían eliminado a los guardias, y cada uno sostenía una cría.

Yeon-woo levantó el que sostenía para darle una mejor visión de lo que iba a suceder. Con una sonrisa fría, le cortó la garganta con su daga.

¡Estirón!

“¡Graah! ¡Humano! ¡Cómo te atreves!” La locura consumió la mente de Taragan, y ella cargó hacia Yeon-woo como un toro. El único pensamiento que tenía era romper Yeon-woo en pedazos.

¡Retumbar!

“Si tratas a los humanos como ganado …” Yeon-woo agarró al resto de las crías y comenzó a retroceder, empujando su daga en el cuello de uno de los bebés que luchaban. Un grito terrible resonó en toda la guarida. “Deberías haber sido consciente de que lo mismo podría pasarte a ti también, ¿verdad?”

“¡Déjalo ir! ¡Humano!” Las palabras de Yeon-woo nunca llegaron al oído de Taragan. Sus ojos solo estaban fijos en sus bebés moribundos mientras perseguía a Yeon-woo. Yeon-woo arrojó al bebé muerto casualmente al suelo. Cuando Taragan saltó hacia adelante para atrapar a su bebé, activó una de las trampas explosivas que habían instalado después de entrar en la habitación.

¡Boom!

Hubo una explosión masiva que fue aún más poderosa que la anterior.

Luego, la explosión desencadenó otra trampa, luego otra, produciendo una cadena de explosiones. El suelo tembló y los árboles ardieron mientras toda la habitación estaba envuelta por el fuego. Taragan sufrió un dolor terrible dentro del infierno. “¡Aargh! ¡Humano! ¡Humano!”

Si Taragan no hubiera perdido la cabeza, habría notado las trampas explosivas ya que partes de ellas no se habían camuflado correctamente. Yeon-woo y Doyle habían tenido demasiada prisa. Sin embargo, Yeon-woo usó la obsesión de Taragan con sus bebés para su ventaja, sabiendo que ninguna madre se mantendría cuerda después de presenciar la muerte de sus hijos. Taragan solo podía caer impotente en sus trampas.

“¡No! ¡Mis bebés! ¡Mis pequeños bebés!” Taragan de alguna manera sobrevivió a las explosiones. A pesar de que tenía quemaduras en todo el cuerpo, todavía estaba buscando ansiosamente a sus crías, que todavía estaban en las manos de Yeon-woo y Doyle.

Mientras se retiraban, mataron a sus bebés uno tras otro, atrayéndola a cada trampa que habían instalado. Para cuando el último murió, Taragan quedó atrapado en la última trampa explosiva restante y se desplomó en el suelo.

¡Boom!

Yeon-woo empujó su daga profundamente en la garganta de Taragan y puso fin a su vida. “Entre humanos y monstruos, solo es matar o ser asesinado”.

[Has matado al monstruo jefe, Taragan, la Reina Hombre Lagarto. Se proporcionará karma adicional.]

[Has adquirido 500 karma.]

[Los Hombres Lagarto se han desmoralizado. Los monstruos en Hargan’s Lair entran en un estado de pánico.]

Apareció una avalancha de mensajes, y Yeon-woo de repente se vio abrumado por la fatiga. “Ese era el último pedazo de polvo que me quedaba de la Sala de Escarcha y Llama”.

Aunque las trampas explosivas hicieron todo el trabajo, no había sido fácil atraerla mientras mantenía una distancia adecuada. Un solo error o que Taragan entrara en razón habría estropeado su plan por completo.

“Hubiera sido imposible si Doyle no hubiera encendido las chinches en el momento exacto”. Teniendo en cuenta que se le había ocurrido el plan al principio del momento, todo había funcionado perfectamente.

“¡Hyung!” Doyle vino corriendo hacia Yeon-woo. Parecía que no podía creer que acababan de matar a Taragan. En comparación con cuando había intentado asaltar la mazmorra con Kahn, esta vez fue un éxito increíble. Nunca hubiera pensado que usar un simple material de una mazmorra que había encontrado por suerte podría traer un resultado tan sorprendente.

Doyle miró a Yeon-woo con respeto, admirando su capacidad para tomar decisiones durante el combate y para idear un plan improvisado y ejecutarlo. A Yeon-woo no le importó la expresión de Doyle y señaló el cadáver con la barbilla. “Ve a tomar la corona primero. Tenemos que darnos prisa y unirnos a Kahn afuera”.

Doyle respondió con un asentimiento y se acercó al cadáver de Taragan. Aunque había sido quemada hasta la muerte, todavía sostenía los cadáveres de sus bebés en su seno. Fue una muestra desgarradora de amor maternal, pero la expresión de Doyle era helada. Tal como dijo Yeon-woo, los humanos y los monstruos tenían que matarse entre sí. Se le había recordado dolorosamente que la Torre era un lugar donde los débiles eran devorados por los fuertes.

Yeon-woo entrecerró los ojos mientras veía a Doyle tomar la corona de la cabeza de Taragan. “Tendré que volver después de que hayamos terminado con esta misión”.

El cuerpo de Taragan tenía una fuerte vitalidad incluso después de su muerte. Aunque no se podía comparar con la extracción de energía vital de los vivos, la Espada Vampírica de Bathory aún podía drenar un cadáver que tenía algo de energía en su cuerpo. Si Yeon-woo pudiera absorber su energía, mejoraría en gran medida sus puntos de atributo. “Podría ser capaz de tomar su habilidad también”.

Mientras Yeon-woo miraba el cuerpo de Taragan con una expresión seria, Doyle tomó la corona y la sostuvo con fuerza en sus manos. Sus puños temblaron de emoción.

Yeon-woo se volvió hacia la dirección donde Kahn probablemente estaría. Si los tres trabajaran juntos, incluso podrían derribar a Hargan. Yeon-woo estaba pensando en saquear el cuerpo de Hargan y también ganar más puntos de karma.

*    *    *

De repente, Hargan apareció a la vuelta de la esquina del pasaje con pasos fuertes y ruidosos. “¡Graah! ¡Taragán! ¡Taragán!”

Su rostro estaba torcido, como si esperara lo peor del sonido de las explosiones. Kahn corrió a la habitación justo después de él.

Yeon-woo podía decir que Kahn acababa de tener una feroz batalla solo por su apariencia agotada. Pero Kahn entendió rápidamente lo que había sucedido cuando vio los rastros de las explosiones. Sonrió para reconocer un trabajo exitoso y se aferró con fuerza a su espada una vez más, revitalizado. Se armó de valor y corrió hacia Hargan. Como si lo hubieran planeado desde el principio, Yeon-woo y Doyle también se movieron al mismo tiempo. Había tres de ellos, y aunque estaban un poco cansados y no les quedaban trampas explosivas, aún podían luchar contra Hargan.

Sin embargo, justo cuando los tres estaban a punto de llegar a Hargan, que estaba preocupado por la muerte de Taragan, Yeon-woo notó algo extraño. Sus sentidos de repente comenzaron a advertirle que el monstruo frente a él era peligroso. De repente recordó algo del diario.

Hargan era mucho más pequeño y débil que Taragan. Pero se convirtió en el líder del Hombre Lagarto debido a su habilidad única. Se llamaba Ola de Calor.

Su hermano y su equipo, Arthia, habían sufrido muchas dificultades durante su incursión debido a la Ola de Calor. Corrientes de aire caliente emanaban de la cimitarra de Hargan y flotaban alrededor de su cuerpo. Estaba a punto de lanzar Ola de Calor.

“¡Aléjate de él!” Yeon-woo rápidamente hizo un giro mientras corría. Kahn y Doyle, también sintiendo el peligro, giraron en ángulo recto y corrieron tan lejos como pudieron. Hargan golpeó el suelo con fuerza con su cimitarra.

¡Clang!

El suelo alrededor de Hargan se derrumbó con una explosión, las llamas se dispararon desde el suelo en momentos aleatorios. El mar de llamas envolvió rápidamente toda la guarida, destruyendo todo lo que había quedado atrás por la explosión inicial.

“¡Mierda!” Yeon-woo rápidamente se cubrió la cara con los brazos, pero aún así fue empujado hacia atrás por una ráfaga de viento. El lugar estaba lleno de tanto calor, que incluso sus sentidos fortalecidos no podían encontrar nada. Ni siquiera sabía dónde estaban Kahn y Doyle. Incluso después de que el calor había disminuido, Yeon-woo apenas podía ver nada a través del espacio entre sus brazos. “¿Qué está pasando?”

La guarida se había derrumbado por completo. El mundo estaba lleno de llamas rojas y humo negro. La pura fuerza de destrucción era testimonio del poder que le había dado al Rey Lagarto su título. Si hubiera sido un paso demasiado lento, ya habría quedado atrapado en la explosión y convertido en cenizas. De repente, Yeon-woo fue testigo de una escena impactante.

“¡Taragán! ¡Me vengaré! ¡Para ti y nuestros hijos!” Hargan sostuvo a Taragan y sus bebés en sus brazos, gritando al cielo.

¡Chomp!

Mordió el cuello de Taragan sin dudarlo. Él la estaba canibalizando para asumir sus poderes. Yeon-woo no había visto esto en el diario.

[Jefe Monstruo Hargan  (Rey hombre lagarto) ha usado ‘Consume’. Hargan ha robado con éxito los poderes de Taragan (Reyna lagarto)]

[La mutación está en curso.]

[Comenzará la segunda fase.]

¡Retumbar!

La ola de calor devastó la guarida una vez más, produciendo un terremoto masivo.