Jaku-chara Tomozaki-kun

Volumen 9

Capítulo 6: Cuando Intentas Tirar Algo Importante, Siempre Vendrá Alguien A Detenerte.

Parte 2

Inmediatamente después de hablar con Mimimi, regresé a la estación, luego visité la estación Kita-Asaka, que era la más cercana a la casa de Kikuchi-san.

Después de hablar con Mimimi y pensar desesperadamente para mí mismo, una conclusión había tomado forma dentro de mí.

Si no hubiera muchas cosas para mí que fueran especiales en el sentido real…

… y Kikuchi-san no quería que encogiera mi mundo…

… Pero dos de las cosas que eran realmente especiales para mí estaban en contradicción…

… Entonces ahora, solo tenía que tomar una decisión.

Unos minutos antes, le envié un mensaje en LINE a Kikuchi-san. Le dije: [Quiero hablar ahora, así que una vez que veas este mensaje, sal frente a tu casa]. Ahora me dirigía de la estación a su casa.

A pesar de que solo habíamos recorrido esta ruta juntos unas pocas veces, solo ver el paisaje me trajo muchos recuerdos, hablando sobre la razón por la que me había llegado a gustar, ambos sonrojándonos. La forma en que me había sentido cálido en el camino de regreso solo después de acompañarla a casa. Esos pequeños y triviales recuerdos eran realmente insustituibles para mí.

Pero en este momento, sabiendo que iba a ir a verla, estaba congelado desde la punta de mis dedos hasta mi corazón. Eso tenía que ser por lo que estaba a punto de decirle.

El puente que habíamos cruzado muchas veces juntos apareció a la vista. Una vez que lo pasara, estaría en su casa a unas tres casas. Después de eso, podría tomarme mi tiempo esperando allí.

Cuando mis pies se acercaron al puente, divisé la sombra de una chica corriendo hacia mí desde la pared un poco más adelante. No llevaba bolso y miraba a su alrededor como si tuviera prisa por algo. Luego, cuando me vio, vino trotando hacia mí.

Kikuchi-san y yo nos miramos en medio del puente.

—… Buenas noches; Dijo ella.

—Sí… Buenas noches.

Intercambiamos nuestro saludo habitual, pero no podíamos mirarnos a los ojos. Tal vez ella también se había dado cuenta de lo que estaba a punto de hablar y lo que estaba a punto de elegir.

—Umm…; Dije, —Hace frío, así que podríamos ir a algún lado primero…

—…Aquí.

—¿Eh?

Preparándose, Kikuchi-san dijo, —Hagámoslo… aquí; Ella también debe haber sentido algún apego a este lugar. Se volvió para mirar el río que fluía más allá de la barandilla. —Hagámoslo aquí.

Este no era un puente que mucha gente usaba, y en este momento, éramos solo nosotros dos.

El agua se veía muy parecida a la de esas vacaciones de verano, pero sin la luz de los fuegos artificiales.

Estábamos envueltos en el frío y la quietud.

—Muy bien…entonces; Comencé lentamente, —He estado pensando en muchas cosas, qué debo hacer para evitar que te sientas ansiosa. Cómo debo cambiar.

—… Mm-hmm; Respondió en voz baja.

—Quería deshacerme del conflicto… Traté de dejar de lado esas cargas que no eran especiales para mí, pero no funcionó; Me habían enseñado que Kikuchi-san y Mimimi también se preocupaban porque yo expandiera mi mundo. —Pero lo que queda son Hinami y Atafami … y no importa cuán ansiosa te sientas por eso, no puedo cambiarlos.

Ya que esas fueron elecciones de mi corazón.

Dado que incluso si eligiera a Kikuchi-san, todavía no podría renunciar a eso.

—Entonces… Solo puedo ser quien soy ahora. Pero si eso va a ser duro para ti… si te va a doler…

Teníamos una razón especial, pero estábamos desequilibrados.

Estábamos salvando la diferencia entre dos especies, pero ahí había una contradicción.

Pero si intentaba cambiar las cosas que no eran tan importantes para mí, ya no era Poppol.

Y por esas cosas importantes que quedaban, me había dado cuenta de que no quería cambiarlas.

Si no hubiera forma de cambiar las reglas fundamentales……

…… Entonces no había nada más que pudiera hacer.

Llegué tan lejos, pero no tuve el coraje de decir nada más. Quiero decir, Kikuchi-san era importante para mí, y quería cuidarla junto con todo lo demás, si podía. Pero no podía elegir todo. Si iba a elegir la otra cosa que me importaba, continuar estando involucrado con Hinami, entonces mi conclusión estaba perdida.

Kikuchi-san apretó la falda de su uniforme, bajó la cabeza y se mordió el labio.

Eventualmente, relajó sus puños cerrados y su falda se quedó donde estaba, ligeramente arrugada. Tomozaki-kun, nuestra relación comenzó como sentimientos, y usaste la magia

de las palabras para darle significado como algo especial; Sus manos vagaron torpemente en el aire para finalmente llegar cerca de su pecho. —Como protagonista de la historia de la vida, usaste esa magia para elegirme.

Luego apretó la camisa en sus manos.

—Pero sé que se te ocurrió esa razón después del hecho.

—… Sí.

Se me cortó el aliento. Eso era exactamente lo que había estado pensando.

Pensé que nuestras preocupaciones opuestas, y nuestra lógica opuesta para compensarlas, era la prueba de que éramos especiales. Pero ahora eso había creado un conflicto entre nosotros.

—Creo que solo faltaba una cosa en nuestra relación; Kikuchi-san miró hacia el cielo oscuro. Allí no había nada más que las estrellas apenas visibles, sin el humo persistente de los hermosos fuegos artificiales de esa noche.

—Estaba atrapado entre los ideales y las emociones. Cuando me contactaste entonces, acepté la razón que habías hecho para mí; Se acercó a la barandilla para poner ambas manos sobre ella. —Así que no creo… que haya una razón, en el sentido real, de que tengamos que ser nosotros dos. Pero me di cuenta de que estaba bien con eso.

En otras palabras, lo que faltaba entre Kikuchi-san y yo……

Para que un individuo se conecte con otro de una manera real, necesita una razón especial. Al menos, Kikuchi-san y yo lo hicimos.

Pero la razón que le había dado a Kikuchi-san no era especial, en el sentido real. Por lo que entonces.

Esa razón cambió de forma para convertirse en una contradicción, luego eventualmente se convirtió en karma, y nuestra relación fue todo……

Kikuchi-san se dio la vuelta y abrió lentamente la boca.

—…… Así que esta vez, por favor déjame elegir. Me sorprendió.

—He estado pensando desde entonces.

Un paso a la vez, por su propia voluntad, con sus propios pies, Kikuchi-san se acercó a mí.

—Partimos de los sentimientos, y se te ocurrió una razón para hacerme especial, aunque fuera forzado. Pero aunque tú me elegiste…

Aunque no me había movido ni un paso de ese lugar, aunque pensé que lo que había elegido no había sido Kikuchi-san, la distancia entre nosotros dos se estaba reduciendo lentamente.

—… No he elegido nada en absoluto todavía; Ella continuó.

Estoy seguro de que esta vez fue su hechizo para cambiar nuestra razón.

—Esa no es una relación ideal en absoluto. Entonces…

Kikuchi-san estaba allí, lo suficientemente cerca como para tocarlo si extendía la mano.

—… Yo te quiero, Tomozaki-kun.

Y fue como esa vez.

Pero esta vez, ella tomó mi mano.

—Por favor, déjame elegirte a ti también. Esto es lo único que creo que faltaba.

Sí, ese era… no yo, atrapado en un callejón sin salida y enredado en contradicciones.

Fue su decisión y su voluntad.

—Pero… no merezco ser elegido…; Comencé a decir.

Pero Kikuchi-san me interrumpió. —Nanami-san me dijo que estabas tratando de cambiar.

—¡……!

Su voz sonaba solitaria, todavía helada por el aire frío. —Ella dijo: “Cerebnro está haciendo esto, y probablemente sea por ti”. Habló con fervor, con los hombros temblando. —“Así que quiero que sepas cuánto se está esforzando”. Sentí una pizca de celos, pero la mayor parte era gratitud.

—En el transcurso de un año, te cambiaste a ti mismo y expandiste tu mundo… y tu mundo se volvió tan colorido. Y luego estabas dispuesto a tirar eso por la borda… Estabas tratando de cambiar por mí, ¿no es así?; Ella llevó mi mano al nivel de su corazón Pensé que eso era

realmente asombroso.

Y luego tomó esa mano y la envolvió en sus cálidas manos blancas, que eran tan queridas para mí.

—Eres tan parecido a Poppol, que incluso tirarías por la borda ser Poppol.

Esas palabras fueron contradictorias, celebrándome por tratar de cambiarme a mí mismo de ser una persona que se cambió a sí misma.

—…Kikuchi-san; Bajé mi voz, y ella asintió en aceptación.

—Esa es… mi persona ideal; Está muy cerca. Lentamente soltó mi mano y se llevó las manos al pecho. —Entonces, Tomozaki-kun. Por favor, no te obligues a cambiar.

Me miró a los ojos y sonrió amablemente, exactamente como un ángel real.

—Trataste de cambiar por mí cuando la persona en la que te has convertido es tan importante para ti, eso es suficiente para mí.

Todas y cada una de sus palabras validaban mis acciones y mis pensamientos. Cuanto más la estudiaba, más preciosa se volvía para mí.

—… ¿Eh?

Antes de darme cuenta, estaba sosteniendo sus manos y atrayéndola hacia mí, la estaba abrazando con ambos brazos. —Lo siento, gracias.

Incluso me sorprendí a mí mismo por hacer esto. Pero me pareció lo más natural por cómo me sentía.

Sí, esta vez con seguridad, teníamos realmente y en realidad……

…… convertirse en una pareja que se había elegido mutuamente.

—Oh, no me gustaría agradecerte.

Los dos expresamos nuestra gratitud.

A solo unos centímetros de distancia, no podía decir cuál era su expresión, pero el calor de su cuerpo, los latidos de su corazón y sus palabras comunicaban nuestros sentimientos mejor que eso.

Escuché el río fresco corriendo. Algunos insectos de los que no sabía el nombre estaban zumbando. El brillo de los faros que pasaban probablemente era diferente al de antes.

Era como si todo lo que veía y escuchaba no tuviera importancia. Solo de pie aquí así, los conflictos y ansiedades anteriores se derritieron cuando no teníamos distancia entre nosotros. Podría quedarme así para siempre.

Eventualmente, nos separamos casi al mismo tiempo, y con mis manos aún sobre sus hombros, la miré a los ojos. No la avergoncé poniéndome nervioso, aunque de todos modos no es nada de lo que avergonzarse. Pero nuestras caras seguían siendo de color rojo brillante.

Me alejé para pararme a su lado. Luego tomé su mano y le dije en broma, —Te acompañaré de regreso.

Ella se rió. —Jee- jee… Está muy cerca, pero por favor hazlo.

Y así, todavía tomados de la mano, comenzamos a caminar desde el medio del puente las pocas docenas de metros hasta su casa.

Sin siquiera darnos cuenta, estábamos sincronizados. El calor en nuestras manos era la misma temperatura. No sé lo que estaba pensando, pero sentí que lo tenía todo.

En mi mente en ese momento estaba el hecho de que Kikuchi-san me había elegido ahora.

—Oye, entonces; Dije con voz conspiradora, —¿Eso no significa que tú y yo simplemente nos elegimos en función de los sentimientos, y todavía no hay una razón especial?

Kikuchi-san parpadeó torpemente. —B-Bueno…

Se veía y actuaba como una pequeña ardilla listada. La tensión se había escapado de los dos y no teníamos más resistencia a mostrar nuestras debilidades.

Es por eso que inmediatamente eliminé mi propio truco. —… Lo siento, solo te estaba haciendo pasar un mal rato. En realidad… ya sé la respuesta.

—¿Eh?

Al verla confundida, le sonreí con picardía.

Había escuchado a mucha gente hablar sobre las relaciones y había aprendido muchas cosas importantes.

A veces no hay nada que puedas hacer más que enfrentarte a cada fuente individual de ansiedad. Hay muchas cosas de las que solo puedes hablar después de empezar a salir. Iniciar una relación no es el objetivo final del amor.

Y había aprendido que las insignias del destino de la vieja escuela y cualquier cosa “especial”

eran solo una formalidad, creada por una acumulación de historias.

Por eso…

—Esto no es un anime de comedia romántica o un simulador de citas, es solo la vida; Dije. Entonces aquí, donde estábamos, no era la línea de meta donde dos personas, que fueron

unidas por el amor, habían llegado a una “Misión Completa”.

Este fue un punto de partida para los dos.

—De ahora en adelante, hagámoslo todo juntos: preocupándonos, luchando y juntando nuestras cabezas para encontrar soluciones… A veces podemos lastimarnos y ponernos ansiosos, pero hagamos lo que hicimos cuando hicimos el guión para la obra. Busquemos juntos esa razón especial.

Pude sentir la mano de Kikuchi-san apretar con fuerza en respuesta.

—Creo que eso es probablemente lo que significa tener citas.

Era como ser cómplices menores…… El objetivo no era monopolizarse unos a otros.

Estaba bien que empezara con sentimientos. Tal vez no había ninguna razón especial para ello.

Pero aunque así fue como comenzó esta relación, aunque no fuera especial, buscaríamos una razón para que fuéramos nosotros dos.

—Quiero decir, eso es algo que no puedes hacer solo. Tiene que ser dos personas, ¿verdad? Yo dije.

Tal vez solo estaba inventando la lógica sobre la marcha. Tal vez fue una mentira hecha para pasar por esto una vez.

Pero en este juego de la vida, donde nada es absolutamente correcto y no hay magia, creo que esto cuenta como nuestra razón especial para tener citas.

—… Entonces, ¿qué te parece eso?; Le pregunté tímidamente. Kikuchi-san me miró como si estuviera sorprendida, y finalmente……

…… me soltó suavemente la mano.

Sorprendido, la miré. —¿Eh…?

De espaldas a mí, Kikuchi-san se alejó unos pasos de donde yo estaba y se detuvo. Después de un tiempo, se dio la vuelta para mirarme y se rió con picardía.

El dobladillo de su falda revoloteaba mientras giraba lentamente en un baile. Era como esa escena que se había reproducido tantas veces en mi cabeza.

—¿Recuerdas cuando vimos esos fuegos artificiales en el cielo? Volvieron el cielo gris de diferentes colores. Eran tan brillantes y hermosos.

Eso me llamó la atención…… era del final secreto que Kikuchi-san había escrito solo para nosotros.

—Había un poco de humedad ya que estaba junto al río, pero el reflejo en el agua era muy bonito. Nunca había visto algo tan hermoso en mi vida.

No tenía que escuchar para saber qué iba a decir Kikuchi-san a continuación. Esa era la línea que había leído no sé cuántas veces.

—¿Pero sabes…?; Kikuchi-san me miró con una sonrisa inocente como Kris. —Tal como me

enseñaste, lo más importante es que…

Incluso se sentía como si estuviera brillando débilmente en mi campo de visión, realmente era como un hada.

—… No necesitas forzarte a cambiar para estar junto a alguien que te importa.

Pero Kikuchi-san no estaba llamando a Libra, estaba hablando conmigo.

—Escribí estas palabras, pero no he sido capaz de decirlas. Así que por favor déjame decirlas ahora.

Y luego con picardía, esta vez sonrió como un ángel.

—Te amo, Fumiya-kun.

Kikuchi-san siempre va un poco más allá de mis expectativas.

—¡D-Dijiste Fumiya- kun…!

Mientras me agitaba, ella hizo un puchero dulce. —Quiero decir, um… esa chica en la reunión te estaba llamando así… um.

—Ugh…; Era tan encantador, y sus celos eran demasiado poderosos para mi corazón.

Tal vez es extraño decirlo en un momento como este, pero su expresión, las cosas que dijo, mis sentimientos estaban listos para salirse de control.

Básicamente fue como cuando vi a Kikuchi-san en la videollamada, o esa sensación de picazón que Rena-chan me había dado, y cuando ella dijo, — Todavía no has ido tan lejos con tu novia,

¿verdad?

Todo eso de repente se abalanzó sobre mí para combinarlo con mi máximo afecto por Kikuchi-san.

Y seguí adelante.

—¡……!

Todos mis sentidos menos uno se desvanecieron. Mis labios y los de Kikuchi-san se convirtieron en el mundo entero.

Si mis pensamientos y sentimientos que no se pueden poner en palabras existieran en realidad, ¿serían así de suaves?

Por unos segundos más, todo quedó congelado. Mis pensamientos, el tiempo mismo……

—Ah…; El sonido que se escapó de sus labios cuando nos separamos normalmente habría sido un hechizo mágico insoportable para mí, pero en este momento, estaba más allá de eso.

Esa sensación era demasiado dulce, y el reconfortante regusto de sus sentimientos contra los míos aún persistía allí.

—Umm…; Mientras dudaba tanto que ya ni siquiera podía recordar por qué, Kikuchi-san me miraba con la boca abierta.

—U-Um…

Y luego, con lágrimas en los ojos, dijo:

—…… U-Una vez más.

—¡¿Huh?!; Grité.

Los ojos de Kikuchi-san se abrieron con un sobresalto como si estuviera saliendo de un aturdimiento. —¡Oh, n-no, um, no importa!; Ella se sonrojó como una remolacha mientras agitaba las manos agresivamente. Realmente estaba pasando de ángel a humano, y luego volvía a ser un ángel.

—U-um…

—Ah… ja ja ja.

Aunque me sentía extrañamente tímido y avergonzado, al menos estábamos avergonzados juntos.

Así que con nuestros corazones acelerados, el calor corporal y ella pidiendo más, todo me pareció dulce.

Finalmente, tomados de la mano, llegamos frente a su casa. Como de costumbre, la luz que se filtraba por las ventanas era cálida.

—Um…; Pero Kikuchi-san aún se aferraba a mi mano y no me soltaba. —Antes de decir adiós… hay algo que quería preguntar.

—¿Qué?; Incliné la cabeza.

Con una voz encantadora, dijo, —T-Tal vez… Todavía no te conozca mejor a Hinami-san… Y luego, tocándose los labios rosa pálido con la yema del dedo índice, dijo:

—Pero yo soy la única… quién sabe, um, cómo es besarte… ¿verdad?

Esas palabras acaloradas y sus celos mezclados me dejaron completamente inconsciente.