Lord of Mysteries (NW)

Volumen 2

Capitulo 227: El Inventor Leppard

En una mañana de niebla, sentado en su propia mesa de comedor, Klein partió pan de trigo y lo empapó en leche, mejorando su sabor y textura.

Aunque llevaba tiempo de haber reencarnado, su búsqueda y obsesión por las delicias estaban grabadas en su alma. Era completamente incapaz de adaptarse al estilo de desayuno monótono y repetitivo del Reino Loen. Solo podía hacer todo lo posible para experimentar. Trató de no limitarse a tostadas, pan, tocino, salchichas y mantequilla. Se esforzó por expandir los límites y mejorar la forma en que comía. Por ejemplo, sus recetas tenían nuevas incorporaciones, como pasteles rellenos de carne de cerdo del sur, fideos Feynapotter y pasteles de maíz tostado.

El caviar del Imperio Feysac tampoco está mal, pero es demasiado caro. Solo es adecuado para comidas formales… Klein tomó un pequeño trozo de pan de trigo que había ablandado y se lo metió en la boca. Con solo masticarlo un poco, podía sentir los sabores entrelazados de la leche con la fragancia del trigo. El regusto del pan era aún más dulce.

Después del desayuno, Klein dejó sus cubiertos, pero no tenía prisa por ordenar la mesa. tomó algunos periódicos y empezó a leer.

Haré una adivinación en un rato. Si no hay nada más que hacer, le haré una visita al Sr. Leppard en la Calle Sird, en del Distrito de San George y veré si vale la pena invertir en su nuevo vehículo de transporte… Backlund es realmente grande. Cada distrito es casi del tamaño de la ciudad de Tingen. El Distrito Este es especialmente ridículo. Es al menos el doble de grande… La forma más fácil y económica de viajar es caminar, seguido del metro a vapor, antes de volver a caminar. Es simplemente una gran pérdida de tiempo…  La mente de Klein vagaba sin rumbo fijo.

El sistema público de carruajes de Backlund era bastante similar al de Tingen. El precio era más o menos el mismo, pero el único problema era que la mayoría de ellos estaban confinados a un solo distrito. Si uno quería ir de Cherwood a St. George, se necesitaban algunas transferencias y eso, naturalmente, aumentaría el precio.

Tal situación hacía que las perspectivas de un nuevo vehículo de transporte fueran muy atractivas.

*¡Toc! ¡Toc! ¡Toc!*

En ese momento, sonaron golpes en la puerta. Era tan fuerte como el golpeteo de un martillo.

¿Quién es? ¿No saben cómo tocar el timbre?  Murmuró algunas palabras, se enderezó el cuello, caminó hacia la puerta y la abrió.

Frente a él había una cara familiar. Era el montañés que había perseguido a Ian en el metro a vapor. Su piel era oscura, las cuencas de sus ojos hundidas, era un hombre delgado pero con físico definido.

Según los resultados de la mediumnidad de Klein, el nombre del hombre era Meursault, ‘verdugo’ de la pandilla Zmanger lo que era casi equivalente al jefe.

“Disculpe, ¿a quién está buscando? ¿Tiene una comisión que confiarme?” Klein actuó deliberadamente algo confundido.

Meursault vestía un abrigo negro y un pomposo sombrero de seda, pero no parecía en absoluto un caballero.

Miró fríamente a Klein, luego preguntó en Loen, con un marcado acento montañés: “¿Es usted el detective Sherlock Moriarty?”

“Sí”, respondió Klein breve y amable.

Meursault asintió rígidamente con la cabeza.

“Quiero contratarlo para encontrar a alguien”.

“Podemos hablar sobre la situación exacta en el interior”. Klein evitó actuar de forma extraña.

Meursault negó con la cabeza con frialdad.

“No hay necesidad.”

Después de decir eso, sus ojos se volvieron agudos.

“La persona que busco se llama Ian. Ian Wright. Tiene un par de ojos rojos brillantes, tal vez quince o dieciséis años. Le gusta usar un abrigo viejo marrón y un sombrero redondo del mismo color. Creo que lo conoce.”

Klein dejó escapar una risa suave.

“No sé de qué está hablando”.

Meursault pareció ignorar la negación de Klein. “Es un ladrón que me ha robado un objeto importante. Si puede encontrarlo, le pagaré al menos 10 libras”.

“Ha proporcionado muy pocas pistas”. Klein inventó una excusa.

“30 libras.” Meursault hizo una nueva oferta.

Klein lo miró y dijo: “No, esto va en contra de mi principio de confidencialidad”.

“50 libras”, respondió fríamente Meursault.

“… Lo siento, no puedo aceptar la misión”. Klein se sobresaltó durante dos segundos, pero al final optó por rechazar la solicitud.

Meursault lo estudió lentamente durante unos segundos mientras sus ojos se volvían fríos y feroces.

No ofreció un nuevo precio, ni se despidió cortésmente. Se dio la vuelta bruscamente y caminó rápidamente hasta el final de la calle.

Esta pandilla tiene muy buena inteligencia… De hecho saben que Ian había venido a mí una vez…  Klein suspiró en secreto, lleno de emoción, pero no sintió demasiada ansiedad o miedo.

Después de todo, soy alguien que una vez se enfrentó directamente al hijo de un dios malvado, aunque técnicamente era un recién nacido prematuro… Mientras pensaba en ello, sonrió brillantemente. Lanzó una moneda al aire para decidir si ese día sería mejor salir o quedarse en casa.

La respuesta fue positiva, era mejor salir.

***

Distrito de St. George, Calle Sird.

Habiéndose trasladado de un carruaje público al metro de vapor, antes de cambiar nuevamente a un carruaje público, Klein finalmente llegó a su destino, gastando un total de 11 peniques.

Justo después de apearse del carruaje, descubrió que ya había comenzado una llovizna, pero no había llevado paraguas.

Según los periódicos y revistas, esto es algo que ocurre a diario en Backlund. La razón por la que los sombreros son populares es que las damas y los caballeros no llevan paraguas todo el tiempo. Klein apretó su sombrero de media copa y corrió rápidamente fuera de la Unidad 9 y usó los aleros de las edificaciones para protegerse de la lluvia.

Se sacudió las gotas de agua obvias de su cuerpo y tocó el timbre.

Sin embargo, no escuchó ningún sonido.

¿Está roto el timbre? Klein estaba a punto de levantar la mano para llamar cuando de repente vio pasos acercándose desde lejos.

La imagen de la persona apareció naturalmente en su mente. Era un hombre alto y delgado de cabello negro y ojos azules. Tenía treinta y tantos años y vestía un atuendo de trabajador azul grisáceo, pero parecía gentil y refinado.

*Crujido.* La puerta se abrió. El caballero se frotó la frente y preguntó: “¿Puedo saber a quién está buscando? ¿Sucedió algo?”

Klein se quitó el sombrero y se inclinó levemente.

“Estoy aquí para ver al Sr. Leppard. Estoy interesado en su nuevo vehículo de transporte”.

Los ojos del caballero se iluminaron súbitamente.

Soy Leppard. Entre por favor.”

Se volvió hacia un lado y permitió la entrada de Klein. Sin embargo, no había perchero en el vestíbulo.

Klein solo pudo apoyar su bastón y no quitarse el abrigo. Siguió a Leppard a la sala de estar.

Había que decir que la casa del señor estaba muy desordenada. Solo en la mesa de café de la sala de estar había muchos objetos mecánicos, como llaves inglesas, cojinetes y destornilladores.

“¿Cuánto desea invertir? Ah bien. ¿Quiere un poco de café o té negro? Uh… parece que me quedé sin té negro…” espetó Leppard.

Este caballero es un poco directo y no parece ser muy bueno en las relaciones interpersonales…  Un pensamiento pasó por la mente de Klein, y cambió las palabras que planeaba decir. Fue directo al grano: “Tengo que ver su nuevo vehículo de transporte antes de tomar una decisión. No puedo hacer ninguna promesa sin entender nada”.

Mientras hablaba, miró a su alrededor y vio un Emblema Sagrado triangular colgado en la pared.

Ese era el símbolo del Dios del Vapor y la Maquinaria. El triángulo sólido estaba lleno de símbolos como vapor, engranajes y palancas.

Leppard no estaba irritado por la franqueza de Klein. Inmediatamente dijo: “Le mostraré”.

Tan pronto como dijo eso, se golpeó la cabeza. “Casi lo olvido, tenemos que firmar un acuerdo de confidencialidad para asegurarnos de que no robe mi invento”.

Sr. Leppard, usted tampoco tiene muy buena memoria…  Klein sonrió y dijo: “Eso no sería un problema”.

Después de firmar el contrato simple, Leppard condujo a Klein a una habitación que parecía una sala de actividades. Había abierto la pared entre la habitación de invitados y el sótano vecinos, haciéndolos mucho más amplios y espaciosos.

El suelo estaba lleno de componentes, y un objeto áspero, que tenía la mitad de la altura de un hombre, que se parecía a un carruaje, estaba parado en el centro.

Además de eso, la línea del timbre estaba conectada allí y estaba inteligentemente construida. Siempre que alguien tirara de la cuerda, una bola de acero saldría del mecanismo, lo que le permitiría rodar a lo largo de una pista especial antes de chocar con el objeto en el centro para producir un sonido metálico.

Ciertamente, el sonido no era demasiado fuerte, pero era suficiente para despertar a Leppard, que estaba absorto en la maquinaria.

“¿Es esa la nueva forma de transporte que inventó?” Klein señaló el objeto tosco en medio de la habitación.

“¡Sí, lo inventé basado en la imaginación del emperador Roselle!” Respondió con una mirada ferviente en sus ojos.

“¿La imaginación del emperador Roselle?” Klein preguntó sorprendido.

Leppard explicó en un tono de adoración: “El emperador Roselle dejó una serie de manuscritos en los que dibujó su visión de las máquinas del futuro. Era un genio excepcional, no, ¡un maestro! ¡Muchas cosas ya se han convertido en realidad! Je, je, estos manuscritos se guardan en la Iglesia del Dios del Vapor y la Maquinaria. No hay forma de que los creyentes no piadosos los tomen prestados”.

… Emperador, ¿acaso no dejará nada para los transmigrantes del futuro?  La boca de Klein se torció, casi incapaz de mantener su sonrisa.

“Descríbalo en detalle.” Cambió de tema.

Leppard condujo a Klein hasta el tosco objeto metálico y abrió la puerta.

“Esta es una herramienta de transporte que no necesita un caballo. El conductor se sienta en el asiento delantero izquierdo, pisando continuamente los pedales. A través de las palancas y una cadena se conecta a las cuatro ruedas, permitiendo que el vehículo ruede hacia adelante. Y en las ruedas, usé goma inflada que puede hacer que el viaje sea suave”.

Entonces, ¿es un auto impulsado por humanos? Klein no pudo evitar satirizar.

Dijo con cierta deliberación: “Con un carruaje tan grande y al menos cuatro pasajeros, sería imposible viajar tan lejos solo confiando en la fuerza humana”.

“Ese es exactamente mi próximo objetivo: ¡reducir el peso y expandir la palanca unas cuantas veces! Sin embargo, mi situación financiera no es la mejor. No puedo financiar más intentos”. Leppard miró esperanzado a Klein.

“¿Por qué no considerar otros métodos? ¿Como usar vapor como fuerza motriz?” Klein organizó lentamente sus palabras.

Leppard negó con la cabeza. “Ha habido gente que ha inventado eso, pero tiene una carrocería muy grande, lo que dificulta su conducción por muchas calles”.

Eso era exactamente lo que Klein estaba esperando.

“Entonces, ¿por qué no hacer algo más simple? Por ejemplo, tener solo dos ruedas con una sola persona sin capa exterior”.

“¿Se refiere a algo como una bicicleta?” Leppard preguntó medio distraído.

¿El manuscrito de Roselle tiene eso? Klein asintió pesadamente.

“Sí.”

“Las bicicletas que otras personas han inventado no son muy prácticas… Simplificando esto… parece que podría funcionar. Realmente parecerá diferente. Pero, ¿quién lo compraría?”. Leppard se dijo a sí mismo.

Klein no dudó en darle una dirección.

“El cartero, la clase trabajadora que tiene un poco de ahorros, los hombres de negocios que no necesitan parecer respetables mientras esperan ahorrar dinero… Hay muchos de ellos en Backlund”.

Leppard pensó por un momento, luego asintió levemente.

“… Puedo intentarlo, pero no tengo dinero para hacer pruebas…”

“Invertiré 100 libras de oro. Además de mi sugerencia de hace un momento, tomaré un total de… Klein dudó en decir el diez por ciento de las acciones. Quince por ciento era mejor. Después de todo, cien libras no era mucho, estrictamente hablando.

“¡Puede tener el 35% de las acciones! ¡Pero eso solo se limita al concepto de bicicleta que describió!” Leppard habló primero, temeroso de que Klein hiciera una solicitud irrazonable.

“¡Trato!” Klein inmediatamente sonrió. “Primero redactemos un contrato simple y resolvamos este asunto. Luego, buscaré un abogado para hacer un contrato formal y agregar algunos términos detallados. Por ejemplo, si hay alguien más que quiera invertir, primero debe obtener mi consentimiento”.

“No hay problema”, respondió Leppard con impaciencia. Todo lo que quería era comprar sus repuestos lo antes posible.

***

Bajo la oscuridad causada por las nubes de lluvia, Klein regresó a la calle Minsk.

Entró a la casa y fue directo al baño del primer piso.

*Chapoteo*

Mientras el agua resonaba, Klein se inclinó para lavarse las manos.

En ese momento, una imagen apareció en su mente.

El espejo frente al fregadero reflejaba su cabeza inclinada, un entorno oscuro y un par de ojos a su lado.

¡Un par de ojos!