Eiyuu Ou (NL)

La mandíbula de Rafinha estaba medio floja mientras contemplaba la capital. “Vaya, seguro que hay mucha gente aquí. Muy diferente de Ymir “.

“Seguro que lo es”, dijo Inglis.

Con unos días antes de que fueran admitidos oficialmente en la academia de los caballeros, los dos estaban explorando la capital.

“Incluso las calles son más anchas. Tanta gente, tantas tiendas… “

“Rani, deja de mirar así. Pareces un turista “.

Leone suspiró ante las montañas de bocadillos en los brazos de la pareja. “No creo que Rafinha se quede mirando es el mayor problema aquí, para ser honesto. Incluso si no tuviera la boca abierta, esa montaña de comida atraería más que suficiente atención “.

Inglis y Rafinha habían comprado todo lo que vieron que se veía sabroso. Llevaban tantas cosas que era difícil equilibrarlas todas. Eso, sin duda, fue mucho más apasionante de lo que podría ser cualquier expresión de asombro.

Rafinha sonrió. Oh, eso no será ningún problema, Leone. ¿Verdad, Chris?

“Sí.”

“Se irá pronto”, anunciaron los dos al unísono.

“¡¿Qué?! Pero tienes tan… “

En un abrir y cerrar de ojos, Inglis y Rafinha devoraron sus bocadillos, masticando y devorando todo.

“¿Ver? ¡Todo desaparecido! ” Rafinha sonrió.

“Estaba delicioso.” Inglis se frotó el estómago.

“Ustedes dos realmente me sorprenden a veces…” Leone, sorprendida, no pudo encontrar otras palabras.

“¡Está bien, Chris, al siguiente lugar! ¡Su comida también se ve deliciosa! “

“Si. Y todavía nos queda dinero “.

“¡Está bien! ¡Quiero probar todos los restaurantes de esta ciudad! ” Rafinha aceleró el paso y empezó a dejar atrás a Inglis y Leone.

“Rafinha casi parece un niño a veces”, comentó Leone, haciendo una pausa a mitad de la oración mientras sopesaba sus palabras.

“Ella es todavía joven”, dijo Inglis.

Pero ese era uno de sus encantos. Para Inglis, Rafinha era prácticamente la nieta que nunca había tenido.

“¿Eh?” Mientras Inglis observaba a Rafinha marcharse, por el rabillo del ojo, notó a una niña que miraba con tristeza el escaparate de una tienda. Sus ojos estaban llenos de lágrimas.

¿Que está pasando aquí?

—Espera un segundo, Leone. Tú también, Rani —dijo Inglis para llamar su atención.

Rafinha fue la primera en hablar con la niña. “¿Qué ocurre? Puedes decirme, te ayudaré. ¿Cuál es tu nombre?”

“Vaya, ella es rápida”, dijo Leone.

“Eso es Rani para ti.” Inglis caminaba a su lado, un poco orgulloso de cómo había crecido Rafinha.

La niña sollozaba entre respiraciones. “Soy Ettie. Esta tienda vende amuletos de magicite. Ahorré mi mesada para comprarle una a papá. Se va a algún lugar muy lejano y quiero que se mantenga a salvo, pero… Ella siguió llorando. “Están todas agotadas…”

Magicite era, como su nombre lo indicaba, una piedra parecida a una gema que crecía en las bestias magicite. Sin embargo, solo partes de sus cuerpos eran magicite, y esas partes tendían a desvanecerse y desmoronarse cuando la bestia moría. Solo en raras ocasiones algunos permanecían intactos como magicite. Según los rumores, el portador de un colgante de magicite pulido, o joyas similares, no sería atacado por bestias de magicite. Dado que era raro, peligroso de adquirir y se decía que era una protección contra las bestias, tendía a ser extremadamente caro.

“Ettie, ¿puedes decirnos cuánto cuestan?” Leone preguntó gentilmente.

“Um…” Ettie hizo una pausa y luego les dio un número bajo. Los encantos de esta tienda probablemente eran falsos.

Aún así, eso no fue un problema real. Magicite en sí no era más que un caparazón abandonado. No tenía ningún poder real propio. No se podía comparar con el poder de los deseos puros de una joven; al menos, la gente creía que esos deseos contenían un tipo especial de fuerza.

Eres una buena chica, Ettie. Apuesto a que tu papá estará muy orgulloso de ti solo por intentarlo “. Rafinha le dio unas palmaditas en la cabeza a la niña.

“Pero… no puedo ir a casa sin uno…”

“Oye, Rani, ¿tienes magia?” Inglis le habría dado algo a Ettie si hubiera tenido alguna con ella, pero habían luchado contra muchas bestias mágicas desde que dejaron Ymir. Quizás Rafinha había recogido algunos en el camino.

“¿Eh? ¿Me?”

“Si. No tengo ninguno, pero pensé que tal vez podrías darle un poco “.

“Aha, ja, ja, bueno, ummm…”

“¿De verdad, Rani? Si tienes alguno, deberías dárselo. Esto no es propio de ti “.

Cuanto más empujaba Inglis, más se resistía Rafinha. Inglis lo encontró todo tan extraño. ¿Qué estaba escondiendo?

Al mismo tiempo, Rin trepó al bolsillo de Rafinha.

“¡Eeek! WWW-¡Espera, Rin!

Rin emergió, agarrando una caja de madera entre sus patas. Cayó al suelo, y una vez que la parte superior se desprendió, reveló un trozo amarillo sin pulir de magicitas.

“¡Ajá! ¡Lo sabía! Pero, ¿por qué escondías eso?

“Es… es de entonces, cuando teníamos ocho años…”

“¿Cuándo teníamos ocho?”

“¿No recuerdas esa vez, Chris?”

Rafinha se lanzó a un viaje por el camino de los recuerdos.

◆  ◇  ◆

Siete años antes, cuando Inglis y Rafinha tenían solo ocho años, Inglis había visitado la habitación de Rafinha en el castillo, solo para encontrarla pálida y sollozando.

“¿Rani? ¿Qué ocurre?”

“¡Waaaaaah! ¡Chris! ” Rafinha se agarró inmediatamente al brazo de Inglis.

“Whoa. ¿Qué ocurre?”

“Um… ¡Tienes que mantener esto en secreto! ¡No se lo digas a nadie!

“Okey.”

“Perdí mi talismán de protección…”

“¡¿Qué?!”

El talismán protector era un colgante decorado con magicitas que se había hecho para Rafinha cuando nació. Era una tradición en Ymir hacer un talismán con un trozo de magicite encontrado ese año para los recién nacidos que los protegería de cualquier daño. Cuando cumplieran los quince, el talismán, cumplido su papel, volvería a la tierra. Era una cosa preciosa, normalmente mantenida a salvo y segura, pero se esperaba que los niños lo usaran en las celebraciones de cumpleaños o en otras ceremonias, y el cumpleaños de Rafinha sería pronto. Ella necesitaba tenerlo.

“Deberíamos decírselo a todo el mundo para que puedan ayudar”

“¡No! Si lo hacemos, ¡sabrán que se ha ido! ¡Mamá y papá se enojarán muchísimo! “

“Supongo, pero…”

“¡Intentemos encontrarlo sin que se den cuenta! Ayudarás, ¿verdad?

“Okey…”

Inglis y Rafinha registraron la habitación de Rafinha, sin resultado. Continuando, probaron la habitación de Inglis y la guardería, pero aún así no encontraron nada.

“No está en ningún lado”, concluyó Inglis.

“¡¿Qu-qu-qu-qu-qué hago ?! ¡Espera, lo sé! ¿Y si tomo prestado el tuyo, Chris?

“Son de diferentes colores. Creo que la gente podría saberlo “. Inglis rápidamente derribó el plan de Rafinha. Después de todo, su talismán era rojo y el de Rafinha era amarillo.

“Quizás si ahorramos nuestras asignaciones…”

“Magicite es bastante caro. Probablemente no podríamos pagarlo “.

Rafinha sollozó.

“Tal vez deberíamos decirles lo que pasó y disculparnos…”

“¡No!” Rafinha negó con la cabeza con enojo.

Me pregunto que pasa Sé que el talismán es importante, pero Rani no suele ser tan terca. “¿Pero por qué? Esto no es propio de ti, Rani “. Inglis le dio unas palmaditas en la cabeza para calmarla.

“¡Mamá y papá siempre me dicen que debería ser más como Rafael o tú! ¡No quiero que piensen que soy una chica mala! “

Inglis escuchó en silencio. Rafinha todavía era una niña, pero los niños tenían sus propias preocupaciones. Tenían más para ellos que ser lindos. El gol de Rafinha no era particularmente admirable, pero aún así, Inglis estaba dispuesto a ayudarla. Realmente a veces soy demasiado suave con ella. Pero darse cuenta y poder evitarlo son dos cosas distintas.

“Está bien, Rani. Entiendo. Intentaré hacer algo, así que… “

“¡¿En realidad?! ¡¿Tienes alguna idea?!”

“Si. Estará bien, no se preocupe. Pero se hace tarde. Deberías regresar al castillo “.

“¡Okey! ¡Gracias, Chris! “

Inglis caminó con Rafinha de regreso al castillo. “No te preocupes, ¿de acuerdo? De todos modos, buenas noches.”

“¡Si! ¡Buenas noches, Chris! Rafinha pronto cayó en un sueño tranquilo, tranquilizada por las palabras de Inglis.

A la mañana siguiente, Irina, medio presa del pánico, sacudió a su hija para despertarla. “¡Rafinha… Rafinha! Lo siento, cariño, ¡pero tienes que levantarte! “

Rafinha bostezó. “¿Que mamá?”

“¿Sabes adónde fue Chris? Ella te acompañó de regreso al castillo ayer, ¿verdad?

“Si.”

“¿Ella te dijo algo? No hemos podido encontrarla por ningún lado desde anoche “.

“¡¿Qué ?! ¿Chris se ha ido?

“¡Por ​​favor, por favor, dígame si dijo algo inusual! ¡No sé dónde podría haber desaparecido un centro de atención como ese! “

“Umm… no sé…” Rafinha negó con la cabeza. Tenía demasiado miedo de lo que sucedería si decía la verdad.

Mientras Irina la interrogaba, el alboroto se extendió. Algunos caballeros organizaron un grupo de búsqueda, mientras que a otros y a los comerciantes se les preguntó si habían visto el Prism Flow recientemente.

Dondequiera que haya ido Inglis, no fue en Ymir. Un grupo de búsqueda peinó el campo circundante, pero cuando se puso el sol, suspendieron sus esfuerzos del día. Rafinha estaba fuera de sí por la preocupación, y aunque estaría despierta toda la noche, no podía dormir.

Toque, toque. Toque, toque.

Había alguien afuera de su ventana. Mientras se asomaba nerviosamente, vio lo que parecía ser un mechón de cabello claro flotando allí, pero era Inglis, encaramado de manera ordenada pero precaria en el alféizar de su ventana del tercer piso.

“¡Ah! Chris! ¡¿Estás bien?!” Rafinha abrió inmediatamente la ventana.

“¡Shhh! Cálmate o me atraparán “.

“Está bien…” sollozó Rafinha. “Has vuelto… Estoy tan feliz de que hayas vuelto”.

Inglis le sonrió. “Si. Estoy de vuelta, Rani. Y encontré una pieza de reemplazo de magicite “. Era del mismo amarillo vivo que el viejo talismán. Inglis había encontrado el Prism Flow, había cazado una bestia magicite y regresó con su magicite.

Era raro que las bestias de magicite dejaran magicite en absoluto. Buscar un color específico dentro de eso fue una tarea desalentadora. Inglis había querido terminarlo de la noche a la mañana, pero incluso ella había necesitado un día entero.

“Llego un poco tarde. Estarían enojados conmigo si volviera con una piedra mágica, así que quería dártela tan pronto como pudiera “.

“¡Gracias, Chris!”

“De esta manera, nunca se enterarán. De todos modos, me voy a casa “.

“¡Okey!” Después de una pausa, Rafinha agarró a Inglis de la manga. “¡Espera, Chris!”

“¿Qué ocurre?”

“¡Esto es mi culpa! ¡No quiero que sea mi culpa que los adultos estén enojados contigo! Así que, aunque no debería haberte pedido que lo ocultaras, ¡les contaré todo y me disculparé! “

“Supongo. Sí, eso es probablemente lo mejor. Pero yo también fui malo, así que me disculparé contigo “.

“¡Okey!”

Y así, los dos llegaron limpios a sus familias.

Las dos hijas: “¡Lo sentimos mucho!”

Los dos padres: “¡¿Qué estabas pensando ?!”

Las dos madres: “¡Cariño, por favor cálmate!”

Al final, Inglis y Rafinha fueron enviados a sentarse en el almacén durante la noche para pensar en lo que habían hecho.

¡Bonk!

Mientras Rafinha deambulaba por la habitación, chocó con un estante. “¡Ah! ¡Ahí está!”

El talismán protector de Rafinha estaba a la vista.

“¿Qué está haciendo aquí?” Preguntó Inglis.

“¿Supongo que me lo quité porque se interponía en mi camino mientras miraba por aquí?”

¿Todas las cosas que podrías estar haciendo y decidiste trepar por un almacén? Eres una marimacho a veces, Rani “.

“Lo siento, Chris…”

“Bien. Supongo que ya no necesitamos esta magia “.

“¡Eso no es cierto! ¡Saliste y lo compraste solo para mí! ¡Me lo quedaré por el resto de mi vida! ” Rafinha sonrió mientras agarraba con fuerza la magicite, la que Inglis había encontrado solo para ella.

◆  ◇  ◆

Inglis juntó las manos mientras los recuerdos volvían a fluir. “¡Oh! ¿La magicitas de entonces? ¿No lo enterraste con tu talismán?

“¡Por supuesto que no! ¡Dije que apreciaría esto por el resto de mi vida! “

“Entonces, ¿qué hacemos? Ésa es la única magicite… ”Inglis no podía pensar en otra forma de ayudar a Ettie.

“Espera,” interrumpió Leone. “Parece que esa magicitas es muy importante para ustedes dos. Es importante ser amable con otras personas, pero tus propios recuerdos también son importantes “. Luego sacó un trozo de magicite púrpura de su bolsillo. “Aquí, Ettie. Puedes tener esto “.

“¡E-muchas gracias, señora!” Ettie dijo emocionada.

“No te preocupes por eso. Ahora, quiero que cuides bien a tu papá, ¿de acuerdo?

“¡Si! ¡Gracias de nuevo, señora! ¡Adiós!” Ettie saludó con la mano y se fue corriendo a casa.

Rafinha se pasó la palma de la mano por la frente con alivio. ¡Eres un salvavidas, Leone! Estaba realmente en un aprieto “.

Inglis asintió. “Si gracias. ¿Estás seguro de que estás de acuerdo con esto?

“Si. Lo recogí de una bestia mágica, eso es todo. Pero me alegro de haberlo hecho “. Leone sonrió.

“¡Se siente genial hacer algo bueno! ¡Apuesto a que hará que la comida sea aún más sabrosa! ¡Vamos, Chris! Rafinha tiró cálidamente del brazo de Inglis, más cerca de ella que nunca.

-FIN DEL VOLUMEN 1-