Lord of Mysteries (NW)

Volumen 2

Capitulo 214: Tierra de Esperanza

*¡Chúf chúf!*

El silbato de un tren resonó en todos los rincones de la estación mientras un gigante de metal, una locomotora de vapor, se detenía lentamente con más de veinte vagones a cuestas.

Vestido con esmoquin y sombrero de media copa, Klein llevaba una bolsa de equipaje exagerada que parecía incongruente con su figura. Dio un paso firme en el suelo de la capital del Reino Loen, Backlund.

Esta ciudad estaba dividida en dos regiones por el río Tussock que fluía hacia el sureste. Las dos tierras estaban conectadas por el puente Backlund y los transbordadores, con una población que superaba los cinco millones de personas. Era la capital más próspera de los continentes del sur y del norte.

Klein miró a lo lejos y vio tenues neblinas amarillas por todas partes. La visibilidad era terrible, y las lámparas de gas que colgaban sobre la plataforma del tren ya estaban encendidas para disipar la melancolía y la oscuridad.

¿Apenas son las seis y media? Parece que son las nueve o las diez…  Klein negó con la cabeza de manera imperceptible. De repente, recordó un chiste que leyó en el Clarín de Tussock.

Un caballero que acaba de llegar a Backlund se encuentra perdido en la espesa neblina. Indefenso, le pregunta a un caballero empapado que pasa junto a él: “¿Cómo llegas al río Tussock?” El señor le responde de manera amistosa: “Camine recto sin detenerse. Acabo de nadar desde allí”.

Cada vez que leo los periódicos o revistas de Backlund, los reporteros y editores se burlan del aire contaminado o del creciente número de días con niebla de todas las formas imaginables… Anteriormente, el Tiempo de Backlund incluso hacía las estadísticas, y se descubrió que ha pasado de unos 60 días al año desde hace treinta años a los actuales 75 días al año… Para esto, muchas personas con visión de futuro establecieron organizaciones como la Asociación para la Reducción del Hollín y la Asociación para la Reducción del Humo… Aparentemente, hubo un proyecto de ley en septiembre que proponía la necesidad de establecer el Consejo Nacional de Contaminación Atmosférica…  Klein bajó su enorme bolsa de equipaje y se pellizcó la nariz para aliviar la repentina incomodidad.

Luego, siguiendo su cadena de oro, sacó un reloj de bolsillo dorado del bolsillo de su chaleco. Lo abrió y miró la hora.

Después de, en la manera que encontró se despidió de sus hermanos, visitó especialmente una tienda y gastó 4 libras 10 soli para comprar un reloj de bolsillo de oro y lo combinó con una cadena de oro con valor de 1 libra 5 soli.

No estar constantemente al tanto de la hora exacta le hizo sentir una sensación de horror.

Klein había planeado comprar un reloj de bolsillo de plata porque sintió que coincidía con su temperamento. Pero después de considerar la verdadera esencia de un Payaso, finalmente se decantó por un reloj de oro, más vistoso y exagerado.

6:39… Aún no es tan tarde…  Klein guardó su reloj de bolsillo y sostuvo su bastón y su bolsa de equipaje mientras salía lentamente de la estación de locomotoras de vapor junto con la multitud.

Hizo un giro repentino, lo que provocó que una persona que lo seguía en secreto se quedara con la mano vacía intentando alcanzar su bolsillo.

(Mr Insomne: Hey, como en mi ciudad…)

Klein no se inmutó por este episodio mientras seguía el camino pavimentado con cemento y se mezclaba con la multitud, llegando a una intersección frente a él.

Había un césped y un jardín que rodeaban una columna que parecía una chimenea.

No, es muy probable que sea una chimenea…  Klein vio que la columna arrojaba humo denso desde su extremo superior.

Una parte del humo flotaba hacia el cielo mientras una parte se condensaba en pequeñas gotas de líquido que se dispersaban por todas partes.

Klein se detuvo una vez más y dejó su equipaje en el suelo. Abrió el periódico y el mapa que había sostenido con la otra mano.

Mientras estaba en la locomotora de vapor, ya había planeado adónde iría y qué haría a continuación.

Las experiencias por las que había pasado y la respuesta mental que percibió cuando se disfrazó de payaso esa mañana, hicieron que Klein finalmente entendiera la verdadera esencia de un Payaso: “A pesar de tener cierto conocimiento sobre el destino, uno permanece indefenso frente a él”; por lo tanto, uno podría usar una cara sonriente para aceptar el dolor y la inevitabilidad”.

En ese momento, claramente sintió que la poción del Payaso se ‘digería’ y creyó que si continuaba ‘’actuando’ de esa manera, no tardaría en estar listo para avanzar.

Pero ahí radicaba el problema: no sabía el nombre correspondiente a la poción de la Secuencia 7, y mucho menos conocía su fórmula exacta.

¿Cómo debo obtener la fórmula? La Orden Secreta rara vez aparece. Solo parecen estar interesados ​​en los artículos de la familia Antigonus… Esa es también la razón por la que los demás los entienden poco. Sí… Debo considerar dos aspectos. Uno, necesito entrar en contacto con los círculos locales de Beyonder y ver si puedo encontrar pistas. Dos, debería tender una trampa y usar el tesoro de la familia Antigonus como cebo para atraer a la Orden Secreta. Después de todo, poseo conocimiento de la extraña pupila vertical formada por numerosos símbolos misteriosos.

Pero eso es demasiado arriesgado. Debo tener cuidado ya que el cebo no puede ser demasiado bueno o demasiado malo. No despertará su interés si es demasiado malo, y si es demasiado bueno, podría terminar atrayendo a un tiburón, un tiburón que puede tragarme entero… El líder de la Orden Secreta, Zaratul, es una figura que guió al Emperador Roselle. Tal vez había obtenido la porción más grande del pastel durante esa fiesta revolucionaria… Por supuesto, es posible que ya esté muerto, ya que eso fue algo de hace doscientos años…

En medio de sus pensamientos, Klein sintió la frialdad de Backlund y no pudo evitar temblar. Decidió buscar una residencia lo antes posible.

Hojeó los periódicos y, una vez más, hojeó la sección de alquiler y vio un anuncio dentro de un círculo.

15 de la Calle Minsk, Distrito de Cherwood… casa adosada… Alquiler semanal de 18 soles…

Klein había pensado con mucho cuidado sobre el área en la que se iba a quedar. Aunque Backlund tenía una población que excedía los cinco millones de personas, todavía tenía que tener cuidado al encontrarse con los Halcones Nocturnos locales. Ya sea la recién transferida Daly o Lorotta, Aiur Harson y Borgia a quienes conoció anteriormente, definitivamente podrían reconocerlo.

Por lo tanto, Klein eliminó el Distrito Norte donde se encontraba la sede de la diócesis de Backlund de la Iglesia de la Diosa de la Noche Eterna y la Catedral de San Samuel. También eliminó las áreas con mejor seguridad, como el Distrito de la Emperatriz y el Distrito Oeste. Estos dos distritos pertenecían a los nobles y los magnates más ricos, y la mayoría de los nobles vivían más cerca del Distrito de la Emperatriz.

Después de eliminar las áreas de trabajadores, el puerto y la región de del distrito Este y el puente de Backlund donde vivían los pobres, a Klein le quedaban pocas opciones. La primera opción fue Hillston, donde se encontraban la Bolsa de Valores de Backlund, la Cámara de Compensación, el Centro de Futuros, la sede de los siete bancos principales, varios Fondos Fiduciarios, compañías ferroviarias y empresas de comercio de carga a granel. Era conocido como el centro financiero, comercial y económico del Reino de Loen. La segunda opción fue Cherwood, donde había muchas empresas pequeñas y edificios residenciales.

Los dos distritos tenían mucha gente y la seguridad era relativamente buena. Eran buenos distritos para esconderse. Después de una seria consideración, Klein eligió el Sherwood, pues era algo más barato.

La razón por la que no buscó organizaciones como la Sociedad para la Mejora de la Vivienda o la Asociación para la búsqueda de una vivienda se debió al hecho de que necesitaban una identificación que no podía presentar en ese momento.

Si no puedo encontrar un lugar para alquilar hoy, encontraré un motel que no necesite ninguna identificación para pasar la noche…  Klein reunió las cosas en su mano y cargó su equipaje. Según el mapa, caminó hacia lo que parecía ser la entrada de una tienda departamental.

Esa era la entrada del metro de Backlund.

¡Sí, un metro!

La primera vez que Klein vio la palabra “metro” en los periódicos y revistas, casi saltó de miedo. Nunca esperó que tal vehículo de transporte se hubiera convertido en una realidad en esta era que no había entrado en la era de la electricidad.

Nació hace veinticinco años. Primero conectó ambas orillas del río Tussock y ahora se había expandido a los distritos clave de la ciudad. Por supuesto, no había muchas estaciones.

A través de la puerta principal, Klein siguió a las personas que iban delante de él mientras caminaba hacia la taquilla.

Después de estar en la fila durante unos minutos, finalmente vio a una cajera con un hermoso cabello dorado.

La mujer no levantó la cabeza. Todo lo que hizo fue señalar la tabla de madera al lado de la ventana con los precios.

Período pico (7 a. m. a 9 a. m., 6 p. m. a 8 p. m.): avance de 10 minutos.

Avance de 15 minutos para todos los demás tiempos.

Asiento de primera clase: 6 peniques

Asiento de segunda clase: 4 peniques

Asiento de tercera clase: 3 peniques.

Los viajes de ida y vuelta son respectivamente: 9, 6, 5 peniques.

Pase anual

Primera clase: 8 libras

Segunda clase: 5 libras 10 soli

Tercera clase: Sin Pase Anual

Es más barato de lo que imaginaba… De hecho, no hay restricción de distancia… Melissa definitivamente amaría esto más que un carruaje tirado por caballos. Esta es la culminación de la maquinaria…  pensó Klein, con algo de dolor y melancolía.

Reveló una sonrisa brillante y sacó 4 peniques y se los entregó a la cajera.

“Asiento de segunda clase”.

*¡Pa!* El cajero rompió un boleto y lo selló antes de entregárselo a Klein.

Después de encontrar la línea que conducía al Distrito Cherwood y pasar los controles de seguridad no muy estrictos, Klein bajó el tramo de escaleras y llegó rápidamente a la plataforma. Siguió las etiquetas en el suelo y encontró la ubicación correspondiente para los asientos de segunda clase.

*¡Chú chú!*

No esperó mucho antes de escuchar el traqueteo del tren y el estruendoso silbido del vapor. Vio una enorme locomotora de vapor.

Su cuerpo grande y serpenteante, junto con un brillo metálico negro y maquinaria compleja, se mezclaron para formar una belleza única.

El metro de Backlund todavía usaba locomotoras de vapor. El humo que arrojaron estaba especialmente diseñado para entrar en una tubería superior y viajar a través de una chimenea, hacia el exterior.

Ese era también el verdadero uso del césped y los jardines en las calles.

En medio del sonido chirriante del metal, Klein primero esperó a que los pasajeros se apearan antes de llevar su bastón y equipaje lentamente. Luego permitió que el conductor revisara su boleto.

A diferencia de los asientos de tercera clase, los asientos de segunda clase eran asignados, por lo que no había preocupaciones de que le arrebataran el asiento. Cuando Klein se sentó, guardó su equipaje y se apoyó en su bastón, de repente escuchó pasos apresurados.

Inconscientemente miró hacia la puerta y vio a un adolescente delgado entrar corriendo en el carruaje.

El niño vestía un abrigo que no se ajustaba a su edad. Llevaba un sombrero de copa redondeado y una mochila andrajosa. Mantuvo la cabeza muy baja.

“Lo lamento. Me subí al vagón equivocado. Soy de tercera clase…” Mostró su boleto y se disculpó con los pasajeros antes de caminar rápidamente hacia el vagón de tercera clase.

Klein retractó su mirada y una vez más confirmó su destino mientras esperaba que las puertas del carruaje se cerraran.

En ese momento, escuchó pasos caóticos y apresurados. Luego vio a algunos hombres vestidos con abrigos negros y sombreros de media copa que se apresuraron a subir al carruaje.

¿Están persiguiendo a ese chico de quince años? Klein instintivamente tuvo ese pensamiento.

Sacudió la cabeza suavemente y continuó leyendo sus periódicos y el mapa, al igual que los demás pasajeros a bordo del carruaje.