Lord of Mysteries (NW)

Volumen 1

Capitulo 201: Investigación

Klein contuvo la respiración con la espalda contra la pared mientras se enfrentaba a la oscuridad del pasillo.

¿Qué está haciendo el Capitán? ¿Qué está mal con él? ¿Estaba bebiendo sangre? ¿Es esto una señal de que está perdiendo el control? La mente de Klein era un desastre, incapaz de un pensamiento eficaz.

Casi veinte segundos después, Klein apretó los dientes. Con la ayuda del control que tenía sobre su cuerpo como Payaso, bajó silenciosamente las escaleras.

Más tarde, intencionalmente dio pasos más pesados ​​y regresó a la puerta de la habitación de Madam Sharon.

Klein miró hacia adentro para ver al Capitán envolviendo el Artefacto Sellado 3-0271 con la tela negra. Su expresión era seria, su rostro limpio.

Era como si lo que Klein acababa de ver hubiera sido solo una ilusión.

Mirando de reojo, Klein no vio nada anormal en el cuerpo de Kenley. Era igual que antes.

Inhaló y preguntó: “Capitán, ¿cómo voy a confirmar si los sirvientes todavía están dormidos? No puedo hacer un juicio preciso solo basado en mi Visión Espiritual. Tendrán varias reacciones emocionales debido a sus sueños que se reflejarán en el color de sus auras”.

Dunn Smith jugueteó con el Espejo del Medium Espiritual y se quedó en silencio durante unos segundos. Dijo con una voz ronca: “Lo siento. Me olvide de eso. He cometido demasiados errores esta noche. No hay necesidad de que lo compruebes, lo confirmaré”.

Levantó la mano y presionó su frente, luego cerró los ojos, permitiendo que ondas sin forma se extendieran hacia el primer piso.

Era muy claro para una Pesadilla si alguien estaba dormido o no.

Klein se congeló cuando vio esto. Bajó la mirada y se mordió el interior de los labios.

Capitán, ¿realmente me estaba alejando en ese momento…

¿Qué estás haciendo? ¿Sabes lo que estás haciendo…

Se volvió bruscamente para mirar por la ventana, solo para ver la luna carmesí colgando en lo alto del cielo, aparentemente sin cambios durante miles de años.

Después de recuperarse, Klein usó la tapadera de recoger sus cartas del tarot, el revólver, su sombrero de copa y otros artículos para examinar de cerca los cadáveres de Kenley y Madam Sharon.

Mantuvieron el mismo aspecto que cuando murieron, pero su piel se estaba poniendo pálida a un ritmo rápido. También tenían tintes de marcas azules y negras.

Es un poco raro, parece que les falta algo… No es algo específico, sino más bien un sentimiento…  Klein murmuró para sí mismo. Sintió que su cabello se erizaba debido al viento frío que soplaba a través de la ventana rota.

En ese momento, Dunn lo miró a los ojos y dijo con voz profunda: “Todos todavía están dormidos, pero algunos están a punto de despertar”.

“Eso es bueno, eso es bueno…” Klein miró al Capitán, sin realmente escuchar lo que decía.

Dunn inspeccionó los alrededores y dijo: “Limpia la escena, luego haz que alguien de la estación de policía más cercana venga. Ah, y haz un viaje de regreso a la calle Zouteland y haz que Frye venga a ayudar.

Klein miró profundamente al capitán y asintió con los dientes apretados.

“Bueno.”

Con la ayuda de Dunn, Klein rápidamente limpió la escena y salió de la casa de Madam Sharon por la puerta principal.

Caminando por el jardín y saliendo, Klein no pudo evitar mirar hacia atrás. Todo lo que vio era la vivienda, silenciosa en la oscuridad. No había luz en absoluto.

Se volvió, con el corazón pesado. Pronto localizó la estación de policía más cercana basándose en su memoria; esto era de conocimiento común para los Halcones Nocturnos.

Toc. Toc. Toc.  Klein llamó a la puerta de acero.

Algún tiempo después, el oficial de guardia pasó por el patio con una linterna en la mano. Abrió la puerta y observó a Klein con desconfianza.

“¿Qué pasa?”

Klein no logró forzar expresión alguna. Con cara de pesadumbre, sacó sus documentos y se los mostró al oficial de policía.

“Hay un caso de asesinato grave en el número 15 de la calle Osna. ¡llame Inmediatamente a otros oficiales para que se dirijan allí para ayudar!”

El oficial de policía levantó su linterna y examinó los documentos antes de juntar los pies y saludar.

“¡Sí, señor!”

Habiendo resuelto eso, Klein regresó a la calle Zouteland en un carruaje alquilado.

En el camino de regreso, se recargó en la silla del oscuro carruaje. Sus pensamientos estaban desordenados y desenfocados.

Kenley ha muerto…

Recuerdo que se comprometió recientemente… Sus padres aún viven…

¿Qué estaba haciendo el Capitán en ese momento…?

¿Él anhela sangre fresca…

O tiene otros motivos…

Su memoria sigue siendo tan pobre como antes, sin ninguna mejora evidente, puede que incluso haya empeorado. ¿Quizás son indicios de pérdida de control?

Pero él sabe sobre el ‘método de actuación’ desde hace algún tiempo. ¿El hecho de que su memoria no haya mejorado significa que hay un problema…

¡No! ¡Debe ser porque el Capitán todavía está descubriendo la forma correcta de actuar como una Pesadilla!

… Sí, la razón más importante por las que Kenley murió fue el Artefacto Sellado 3-0271. Fue el Capitán quien se lo dio…

¡Qué estoy pensando! ¡Era una decisión lógica en ese momento!

… También fue el Capitán quien sugirió usar el Artefacto Sellado 3-0271…

Cálmate, cálmate, no puedo hacer conjeturas a ciegas. ¡Pero tampoco puedo esperar, o la situación podría empeorar!

Enviaré una carta a Madam Daly más tarde y veré si sabe lalgo sobre esta situación. Incluso si no sabe la respuesta exacta, definitivamente entenderá las señales de peligro e informará a la Santa Catedral…

¡De esa manera, podemos sofocar el problema en la cuna y hacer que el Capitán vuelva a la normalidad!

No, el Capitán podría no tener ningún problema. Podría haber entendido mal algo. Veré lo que dice la señora Daly…

…

Klein ya había tomado una decisión cuando el carruaje llegó al número 36 de la Calle  Zouteland. Ya no estaba tan nervioso e indefenso como antes.

Subió la escalera hacia la entrada de la Compañía de Seguridad Blackthorn con pasos pesados ​​y abrió la puerta con una llave que sacó.

El ambiente familiar lo calmó considerablemente. Le recordaba cómo se sentía cuando le pedía ayuda al Capitán cada vez que algo andaba mal.

Respirando hondo, Klein fue a la sala de recreo y encontró a Frye leyendo solo bajo la lámpara de gas.

Frye se giró para mirar a Klein, su rostro frío revelaba una mirada de preocupación y angustia.

“¿Pasó algo? ¿Dónde están el capitán y Kenley?”

Klein respondió con voz áspera: “Kenley está muerto; murió a manos de la señora Sharon. Todos cometimos errores… El Capitán está vigilando la escena. Necesita tu ayuda allí.”

Antes de irse, el Capitán le había informado a Frye sobre la situación general. Le dijo a Frye que si no regresaban en dos horas, enviara un telegrama a la Santa Catedral. Del mismo modo, dado que tenían que solicitar el Artefacto Sellado 3-0271 e ingresar tras las Puertas de Chanis por la noche, Royale, que estaba custodiando las Puertas de Chanis, también fue notificado de la misión. De acuerdo con las pautas internas de los Halcones Nocturnos, un Capitán podría permitir la apertura de las Puertas de Chanis por la noche. Si el Capitán estaba presente, solo el Capitán podía entrar.

Frye se congeló por un momento, luego dejó escapar un suspiro. Dibujó una luna carmesí en su pecho.

Se puso el abrigo y el sombrero y salió por la puerta. Cuando pasó junto a Klein, dijo en voz baja: “No te culpes. Cometer errores es algo que no se puede evitar. Solo debemos aprender de ellos, y trabajar juntos”.

“Sí…” Klein cerró los ojos, su visión se volvió borrosa.

Klein y Frye primero se dirigieron al sótano para notificar a Royale antes de cerrar la puerta de la Compañía de Seguridad Blackthorn y correr a la casa de Madam Sharon.

Estaba a punto de amanecer cuando recuperaron el cadáver de Kenley y el cuerpo medio decapitado de Madam Sharon.

Dunn se paró frente a la morgue, mirando en silencio hacia adentro. Pasó algún tiempo antes de que se volviera hacia Klein y le dijera: “Ve a casa. Acabas de experimentar una batalla intensa, debes estar exhausto.”

“Está bien.” Klein no rechazó la sugerencia.

Frunció los labios y le echó un vistazo al Capitán antes de dejar tranquilamente la Compañía de Seguridad Blackthorn. Tomó un carruaje de regreso a la Calle Narciso.

Tal como lo había hecho la vez anterior, entró fácilmente a su habitación y cerró la puerta.

Sacando la daga ritual plateada, Klein selló la habitación con un muro de espiritualidad. Luego se sentó en su escritorio y escribió con urgencia:

“Estimada señora Daly,

“He notado que hay algo raro en el Capitán recientemente. Durante una misión, secretamente…”

Klein se detuvo cuando llegó a este punto. Su mente se había quedado en blanco. No sabía cómo continuar o cómo describir el incidente.

*¡Pa!*

Arrojó el bolígrafo y arrugó el papel frente a él en una bola. Mirándolo, golpeó fuertemente la mesa, enviando un golpe reverberante a través de la habitación. Klein cerró los ojos y se cubrió la cara con las manos. No se movió, como convertido en una estatua.

Cinco minutos después, suspiró. Bajó su mano derecha y quemó la bola de papel con su espiritualidad. Observó cómo se convertía en cenizas al caer en el contenedor.

Después de organizar sus pensamientos, Klein sacó una nueva hoja de papel y escribió:

“Estimada señora Daly,

“Acabamos de completar una misión y lamentablemente perdimos a un compañero. Los detalles exactos son los siguientes…

“… En ese momento, sentí que con mi poder actual, mi Visión Espiritual era incapaz de determinar con precisión si los sirvientes estaban dormidos o no, y que era muy problemático hacer adivinaciones para cada uno de ellos. Por lo tanto, regresé con la intención de pedir el consejo del Capitán. En ese momento, a través del reflejo del espejo, vi al Capitán arrodillado junto al cadáver de Kenley, con sangre carmesí cubriéndole la boca.

“No estoy seguro de qué sucedió exactamente, ni sé el estado en el que se encuentra el Capitán. Espero que pueda darme una respuesta”.

…

Después de escribir eso, Klein volvió a leer la carta con el corazón apesadumbrado antes de doblarla por la mitad.

Luego estableció un ritual y activó su Visión Espiritual para convocar al mensajero de Daly. Convocó al extraño rostro que era solo una boca sin ojos ni nariz.

Vio la lengua roja entrelazada con dientes irregulares y afilados y cinco dedos pálidos en la punta de la lengua. Klein le entregó la carta en silencio.

Cuando todo volvió a la normalidad, se sentó y siguió escribiendo.

Esta vez, planeaba preguntarle al Sr. Azik.

“… En una misión reciente, algo extraño le sucedió a mi superior. Me envió lejos y se arrodilló junto al cadáver de un compañero de equipo. Su boca estaba cubierta de sangre carmesí.

“¿Te has encontrado con algo así en tus recuerdos antes? ¿Cómo puedo ayudar a mi superior?”