Musume Janakute Mama ga Sukinano! (NL)

Volumen 7

Prologo: Mi Querida, Querida Y Amada Hija

“─────Yo me haré cargo de esta niña.”

¿Cuándo fue que dije esto y me hice cargo de Miu que tenía cinco años?

Se siente como si hubiera pasado mucho tiempo y a la vez como si hubiese sido ayer.

En el funeral de mi hermana y su esposo, hice una gran declaración delante de los adultos de mi familia.

Con mucho entusiasmo.

Con una emoción turbulenta.

Mirando en retrospectiva… me siento tan avergonzada que mi cara está en llamas. Creo que la joven yo de veinte años fue muy impertinente.

Nunca formé una familia y tampoco un trabajo decente.

Una mujer tan ingenua terminó diciendo algo arrogante frente a unos adultos que tenían familias espléndidas.

Creo que fue una actitud que debería reflexionar ahora.

Pero…

No me arrepiento de nada.

Puede que me arrepienta de mi actitud, pero─────no me arrepiento en absoluto de mi decisión. Incluso si pudiera rehacer el pasado, creo que tomaría la misma decisión una y otra vez.

Adoptar a Miu y convertirme en su madre. Ser madre.

No creo que esa decisión haya sido incorrecta.

Más bien─────creo que fue la mejor decisión de mi vida.

Me alegro mucho de haber adoptado a Miu─────y de haberme convertido en su madre y ella en mi hija.

La decisión que tomé ese día en ese lugar debe haber sido el destino. En muchos sentidos y muchos ángulos.

Porque─────no se trató solo de Miu.

A todo esto…Ese día fue la primera vez que lo conocí.

Lo siento mucho, pero…estaba tan concentrada en Miu que no recuerdo mucho─────sin embargo, él parece recordarlo vívidamente.

El día que me vio por primera vez.

Sobre el día─────que le robé el corazón. Justo anoche, me habló de esos recuerdos.

Ligeramente avergonzado, pero algo orgulloso, me contó apasionadamente cómo se enamoró de mí.

Haa~, dios…

No importa la edad que tengas, no cambias en absoluto, Ta-kun─────

“…….. ”

Abrir los ojos.

Abrí los ojos lentamente.

Frente a mí había un gran espejo.

No pude evitar jadear─────ante el reflejo de mí misma en él. Un vestido blanco puro.

Un vestido de blanco puro y brillante, pulcro y casto. Este es el vestido que lleva una novia.

Me había probado varios vestidos hasta decidirme por uno, me puse a dieta para este día y fui a un salón de belleza hace tres días.

Además del vestido, él y yo habíamos hecho muchos preparativos para este día.

“…*Fufufu*”

Me sentía algo extraña.

Pensaba que nunca sería capaz de ponerme un vestido de novia.

No es que estuviera firmemente decidida a ello pero… ese día en el que adopté a Miu, sentí que

tenía que renunciar a todo eso.

Un romance normal, un matrimonio normal, dar a luz como una madre normal───── Decidí renunciar a todo eso y criar bien a mi hija.

Pero…

De repente me di cuenta─────de que tengo todo a lo que pensé que había renunciado. Todo gracias a Ta-kun.

Él me dio toda la felicidad a la que pensé que podía renunciar.

Desde que tenía diez años, me ha amado durante más de diez años y me ha dado una felicidad desbordante.

Cerré los ojos─────y pude ver todo por lo que habíamos pasado. Su confesión repentina.

Nuestra primera cita.

Los sentimientos de Miu.

Ha pasado mucho tiempo desde que empecé a salir con él.

La repentina convivencia─────cuando se suponía que tendríamos una relación a distancia. El día que pasamos nuestra primera noche juntos.

Y entonces, y entonces, y entonces, y entonces───── Ahh.

Es algo incontable que no puedo soportarlo.

Tengo tantos recuerdos de él que colman mi corazón.

No todo fue divertido y hubo momentos en que las cosas no salieron bien─────pero ahora puedo decir con orgullo que todos son felices.

Los días insustituibles que caminé junto a él───── Oh.

¿Cómo decirlo?

Tal vez sea por la ropa que llevo puesta que no puedo evitar sentirme sentimental y profundamente conmovida, pero se siente como si fueran los créditos finales de una película o el último volumen de una novela─────

Pero la vida no termina hoy. Nuestras vidas continuarán.

Por eso hoy es─────solo un hito.

Un hito en la vida que es un poco más especial que un día casual─────

Toc, toc. Llamaron a la puerta de la sala de espera.

La puerta se abrió y a través de ella… “─────Mamá.”

Mi querida, querida y amada hija apareció de la nada.