Lord of Mysteries (NW)

Volumen 1

Capitulo 170: Silbato de Cobre

Klein se volvió hacia la oficina del capitán y vio que la puerta estaba abierta de par en par. Dunn Smith estaba reclinado en su silla, oliendo su pipa.

Cuando Dunn lo miró con sus ojos grises, cambió de postura en el asiento.

“Pareces estar en buena forma, nada como alguien que acaba de consumir una poción”.

“Esta podría ser la ventaja de digerir completamente una poción antes de consumir la siguiente”. Klein cerró la puerta tras él y tomó asiento.

Tanto él como Dunn conocían el ‘método de actuación’, por lo que su juramento no les impidió hablar sobre el ‘método de actuación’ entre ellos. Podrían intercambiar sus pensamientos al respecto, pero los dos no lo mencionaron con un entendimiento tácito. Se quedaron en silencio al mismo tiempo después del intercambio.

Klein pensó y preguntó: “¿Se ha ido Su Gracia?”

“Sí, como diácono de alto rango, tiene otros asuntos de los que ocuparse”. Dunn pensó por un momento. “Oh, tomó el par de globos oculares rojos que quedaron después de la muerte del viejo Neil”.

Klein estaba sorprendido y confundido.

“¿Por qué?”

Dunn tomó su café y tomó un sorbo. Él respondió después de un largo silencio: “No debemos mentirnos a nosotros mismos. De hecho, un Rampager ya es un monstruo, y como te dije antes, los monstruos dejan cosas que son ricas en poderes de Beyonder después de que mueren. Cuando estas reliquias no se pueden controlar, deben sellarse. Sí, ese es uno de los orígenes más comunes de los artefactos sellados. De acuerdo con las reglas internas de los Halcones Nocturnos, los elementos que dejan los Rampagers deben almacenarse en otro lugar, para que no disparen a sus compañeros”.

“Una regla lógica”. Klein asintió pesadamente.

De repente, se dio cuenta de que el Capitán se había perdido algo. Entonces, preguntó con curiosidad: “¿Qué pasa si el elemento que queda atrás es controlable?”

Dunn lo miró, sus ojos grises eran profundos como una noche tranquila.

Suspiró y dijo: “No querrás saber la respuesta”.

Klein se sorprendió antes de que se diera cuenta de una posibilidad.

Los monstruos normales dejaron ingredientes de Beyonder que podrían usarse para hacer pociones.

Pero, ¿qué pasa con un Rampager que se convirtió en un monstruo?

Si dejaran elementos controlables, ¿se utilizarían esas cosas como ingredientes de Beyonder?

Al darse cuenta de eso, Klein sintió una fuerte sensación de disgusto. No pudo evitar girar la cabeza para vomitar. Incluso su vista de repente se volvió borrosa.

Esta es una teoría tan aterradora… ¡Pero es una respuesta que probablemente esté más cerca de la verdad! En ese instante, tuvo una comprensión más profunda de dichos como “Para luchar contra el abismo, tenemos que soportar la corrupción del abismo” y “Somos guardianes, pero también un montón de miserables que luchan constantemente contra amenazas y locura.”

¿Será esta una de las razones por las que la Iglesia oculta el “método de actuación”? ¿Para que puedan reciclar un cierto número de sus propios miembros para repuestos? Pero eso hará que los miembros de las altas esferas rechacen a la Iglesia…  El rostro de Klein reflejaba claramente sus expresiones cambiantes.

Al ver su respuesta, Dunn se echó a reír. Había una luz parpadeante en sus ojos grises.

“Piénsalo en el lado positivo de las cosas, puedes pensar que nuestros compañeros de equipo nos cuidan de una forma diferente. Estarán con nosotros para siempre”.

Después de decir eso, Dunn bajó la cabeza, tomó su café y se lo llevó a la boca.

Después de casi veinte segundos de silencio, levantó la cabeza y dijo: “Y no tienes que preocuparte. Mientras podamos encontrar fuentes de ingredientes de Beyonder, no haríamos lo que estabas pensando. Muy bien, de acuerdo con las reglas, recibirás un día libre ya que acabas de avanzar. Puedes decidir si quieres o no ir a tu entrenamiento de combate esta tarde, pero tienes que informarle a Gawain de cualquier manera.”

Klein asintió suavemente. Respirando profundamente, enderezó la espalda y dijo: “Capitán, he terminado mis lecciones sobre misticismo. Me gustaría usar mis mañanas para aprender técnicas como el seguimiento y la supervisión”.

Hizo una pausa y agregó con una expresión seria: “Me gustaría cumplir con mi deber completo como Halcón Nocturno pronto”.

Dunn le lanzó una mirada penetrante y suspiró.

“Eres más fuerte de lo que imaginaba. Como desees.”

“¡Sí, capitán!” Klein se levantó y dibujó una luna carmesí en su pecho.

…

Después de dejar la Compañía de Seguridad Blackthorn, Klein no regresó a casa para descansar, sino que aprovechó la oportunidad para tomar un carruaje sin rieles hasta el lugar de Azik.

*Ding dong*, *ding dong*.

Cuando el timbre sonó claramente, Azik abrió la puerta con una camisa blanca y un chaleco negro.

Del bolsillo de su chaleco colgaba una cadena de reloj de oro.

“¿No necesitas trabajar?” Azik echó un vistazo al cielo y se dio cuenta de que el sol aún no había llegado a su punto máximo.

“De hecho, tengo la mayor parte del día libre debido a algunas circunstancias especiales”, explicó Klein vagamente.

Azik lo miró y pareció notar algo mientras asentía y dejaba paso a Klein.

En el pasillo, Klein dejó su bastón a un lado, se quitó el sombrero y siguió a Azik a la sala de estar.

La sala de estar estaba cómodamente amueblada con una chimenea, una mecedora, sillones y una mesa de café. Klein se sentó en su lugar habitual.

Azik se sentó frente a Klein y señaló los cigarros en la mesa de café.

“¿Quieres uno?”

“No.” Klein negó con la cabeza con firmeza.

Azik no intentó persuadirlo mientras encendía una cerilla y encendía uno de los puros. Al mismo tiempo, preguntó casualmente: “¿Te has ocupado del asunto en Morse?”

“Tengo que agradecerte por eso”, respondió Klein con sinceridad.

Al mismo tiempo, satirizó en secreto, Sr. Azik, antes de que perdiera sus recuerdos, definitivamente debe haber dejado atrás una riqueza considerable para usted. De lo contrario, ¿cómo podría un maestro que ni siquiera es profesor de planta disfrutar de los cigarros con tanta frecuencia?

Mientras Azik jugueteaba con su cigarro, Klein sacó a relucir un asunto.

“Señor. Azik, tengo algo que preguntarte.”

“¿Qué es?” Azik respondió sin levantar la cabeza.

Klein hizo una pausa y organizó sus palabras.

“Uno de mis compañeros perdió el control y se convirtió en un monstruo. Me gustaría saber si su espíritu estaba contaminado.”

No estaba seguro de si el Sr. Azik conocía el significado de ‘perder el control’, así que preparó una explicación, por si acaso.

Azik dejó lo que estaba haciendo y levantó la cabeza para mirar a Klein. Asintió pesadamente y dijo: “Sin duda. Hay que tener mucho cuidado en una situación así. Si perdió el control debido a la tentación de un dios maligno o demonio, trata de evitar contactar con su espíritu. Es muy probable que conduzca a un peligro mortal”.

“Entiendo.” Klein dejó escapar un suspiro de decepción.

Cuando estaba en casa del viejo Neil, estaba demasiado emocional y se había olvidado de ponerse en contacto con el espíritu del viejo Neil. Dunn Smith tampoco se lo recordó en absoluto. Por lo tanto, perdió la oportunidad por completo.

Ahora que lo pienso, el Capitán no lo olvidó sino que intencionalmente evitó mencionarlo… Klein se quedó en silencio pensando.

No se detuvo en el tema y en su lugar mencionó su encuentro anterior.

“Señor Azik, traté de adivinar los orígenes de los incidentes paranormales de Morse. Terminé viendo una pirámide invertida que se extendía bajo tierra. Mi compañero de equipo me dijo que es un símbolo de la Muerte. Sólo sus descendientes recibirán tal honor”.

Azik dejó la cerilla y tomó el cortador de cigarros, quedando aturdido. Estuvo inmóvil durante bastante tiempo.

Se reclinó en su asiento y tenía una expresión inusualmente sombría.

Después de un rato, dijo con voz profunda: “Esto me da una sensación muy familiar, pero parece que no estoy recordando nada”.

“Lo siento mucho.” Klein suspiró sinceramente.

Había imaginado que podía usar la revelación obtenida de su adivinación para sacudir aún más los recuerdos del Sr. Azik.

Azik cortó la tapa del cigarro, sacudió la cabeza y sonrió con amargura.

“Si fuera algo que pudiera recordarse fácilmente, creo que hace tiempo que habría encontrado una manera de escapar de mi destino. Por supuesto, tengo que agradecer tu amabilidad. Gracias por recordarme todo este tiempo”.

Pensó por un momento antes de agregar: “Oh, y me iré de Tingen en un futuro cercano”.

“¿Por qué?” Klein preguntó sorprendido.

¿No dijimos que íbamos a encontrar al manipulador detrás de escena, la persona que afectó mi destino y robó el cráneo de su hijo?

Azik sostuvo su cigarro y suspiró antes de explicar: “El objetivo podría haber notado mi atención e investigación. No ha tomado ninguna medida recientemente, dejándome sin pistas. Por lo tanto, estoy pensando en dejar Tingen por el momento e ir a Backlund. Por un lado, puedo aprovechar la oportunidad para buscar rastros que dejé antes de perder mis recuerdos. Por otro lado, mi ausencia podría hacer que el objetivo baje la guardia.

Así es. La última pérdida de memoria del Sr. Azik fue en la Universidad de Backlund. Es una pena que no pueda tomar mi lugar, buscando la casa de la chimenea roja…  Klein asintió solemnemente y dijo:

“Prestaré mucha atención a eso. Una vez que el objetivo actúe y se exponga, te informaré de inmediato.”

“Mmm. Sr. Azik, ¿cómo le informaré de las cosas de manera oportuna?”

Klein tuvo la idea de que si Azik era descendiente de la Muerte, o si estaba vinculado a la Muerte de cierta manera, sus poderes habrían sido algo similar a la Secuencia del Coleccionista de Cadáveres. Definitivamente tenía una manera de llamar a algo como el mensajero de Daly.

En otras palabras, esto podría confirmar si Azik en realidad estaba relacionado con la Muerte o era un descendiente de la Muerte.

Azik dio una calada a su cigarro y pensó durante casi veinte segundos. Sacó un adorno de su manga izquierda.

Era un intrincado pero antiguo silbato de cobre. Había muchos patrones únicos que lo llenaban de un aura misteriosa.

“Esto es algo que tenía conmigo cuando desperté en Backlund. Cuando lo soples, llamarás a un mensajero que me pertenece”. Azik sostuvo el silbato de cobre mientras explicaba en detalle.

Después de tantos años, ¿se puede seguir usando este silbato de cobre? Esto debería ser un artefacto con poder, ¿verdad? Klein estaba sorprendido y encantado de haber probado indirectamente que el Sr. Azik estaba relacionado con la Muerte.

Azik miró a Klein, luego se llevó el silbato de cobre a la boca y lo demostró.

Sus mejillas se hincharon mientras soplaba con fuerza.

No se oyó nada, pero Klein sintió una repentina tristeza y frialdad.

Rápidamente golpeó su muela izquierda y vio que había huesos blancos y borrosos que salían del suelo, uno tras otro, formando una extraña fuente.

Después de unos segundos, había un monstruo ilusorio en la sala de estar.

Su cuerpo estaba hecho de huesos blancos y había llamas oscuras brillando en las cuencas de sus ojos. Tenía casi cuatro metros de altura, imponiéndose sobre Klein, que no medía ni 175 cm de altura.

Mientras observaba cómo su cabeza casi atravesaba el techo, Klein pensó:  Sr. Azik, ¿su mensajero no es un poco… demasiado exagerado?

Azik no compartía esos pensamientos en absoluto. Él sonrió y dijo: “Después de que le pases la carta, vuelve a tocar el silbato para finalizar la convocatoria. Luego, me enviará la carta muy rápido, de manera secreta”.

Después de eso, Azik agitó su muñeca y arrojó el viejo silbato de cobre al otro lado de la habitación.

Klein extendió su mano derecha y la atrapó con precisión. Lo encontró frío pero suave.

Gracias, poción de payaso…  Dejó escapar un suspiro de alivio. Limpió el silbato y lo sopló con fuerza.

Silenciosamente, el enorme mensajero se vino abajo mientras los huesos blancos y borrosos se hundían bajo tierra.

***

El río Tussock atravesaba Backlund y los puertos que salpicaban la zona.

Alger Wilson vestía la larga túnica sacerdotal de la Iglesia del Señor de las Tormentas mientras bajaba lentamente del barco de pasajeros.

Vio gente caminando de un lado a otro del puerto con innumerables trabajadores portuarios sudando bajo el sol. Era una escena bulliciosa.

“Ha pasado un tiempo, Backlund”, murmuró Alger.