Potion Danomi De Ikinobimasu (NL)

Volumen 7

Capitulo 61: Viejo amigo

Parte 2

¿Realmente iban a converger sus dos vidas después de setenta

años? Tal vez se debiera a su nuevo cuerpo, pero ya había vuelto a ser

la de antes. Incluso con todo el conocimiento y la experiencia del

mundo, no había mucho que pudiera hacer si su cuerpo y su mente

empezaban a fallar.

Así que ahora, con su espíritu recién renovado y su entidad

desencarnada de cuando era más joven…

“¡Voy a vivir en este nuevo mundo con esta nueva vida!”

“¿Tú también?”

Sí, leemos los mismos tipos de libros y vemos los mismos tipos de

anime…

“Por cierto, ¿ahora mismo están viajando por todo el continente?”

Preguntó Kyoko de improviso.

“¿Hm? Bueno, nos estábamos preparando para quedarnos en un

lugar por un tiempo… A ver, acabamos de hacer un viaje por el

continente, y estamos volviendo de un país vecino, así que supongo

que se podría decir así en un sentido amplio. ¿Por qué lo preguntas?”

Pregunté a mi vez.

“Bueno, porque Dios me dijo que estabas de viaje por el continente

con tus amigos…”

“Ah…”

Su especie percibe el tiempo de una manera completamente

diferente a la nuestra. Así que, desde el punto de vista de un dios,

probablemente parecía que nos habíamos ido de viaje inmediatamente

después de cruzar el continente. En realidad, puede que el dios de la

Tierra supiera bastante sobre la sensibilidad humana. Sospechaba que

había oído hablar de ello a Celes muchas veces. La información de

Celes era poco fiable, así que no podía culpar al dios de la Tierra si se

hacía una idea equivocada.

Sí, todo fue culpa de Celes. Tiene sentido para mí.

“Entonces, ¿qué tipo de habilidad obtuviste, Kyoko?”

Nuestra conversación no avanzaba realmente, así que Reiko

finalmente se adelantó y formuló la pregunta. Sí, esa era la cuestión

principal aquí. Esa era definitivamente la razón de esa cosa que flotaba

sobre nosotros.

Entonces, Kyoko respondió…

“Tengo el poder de crear cualquier nave que conozca. Están

diseñadas según las especificaciones escritas en los documentos de la nave, y automáticamente adquiero el conocimiento de cómo usarlas.”

Ambas    permanecimos  en   silencio,   sumidas  en  nuestros

pensamientos.

Tenía sentido. Celes debe haber pensado que se pasó un poco con

los poderes de Reiko y los míos, pero pensó que esto no sería tan

malo… Y tenemos esa cosa flotante como resultado.

“¿Las naves de ficción también cuentan?”

No pude evitar gritar mi reacción, y Kyoko sonrió al responder.

“Bueno, para una especie tan avanzada que no se puede distinguir

de los dioses, un velero, un crucero de lujo y una nave espacial

extraterrestre de una novela de ciencia ficción parecen iguales. Es

como si viéramos la diferencia entre una canoa y una balsa, ¡así que no

te preocupes!”

Ah… Ahora lo recuerdo. Así es Kyoko…

“Esto es una locura…” Dijo Reiko mientras miraba al cielo,

entonces Kyoko puso cara de preocupación.

“Pero hay un problema con esta habilidad…”

“¿Te refieres a que hay límites en el tipo de naves que puedes

hacer?”

“¿Te dan algún tipo de penalización si te pasas o algo así?”

Reiko y yo hicimos nuestras preguntas consecutivamente, y luego

Kyoko respondió con una expresión de pesar.

“Puedo convocar las naves totalmente equipadas, pero… no tengo

tripulación…”

“¡¿Eh?!” Reiko y yo no pudimos evitar levantar la voz.

“Lo que quiero decir es que puedo invocar naves y sé cómo usarlas,

pero no hay miembros de la tripulación para tripularlas. Eso significa

que sólo puedoutilizarnaves quepuedan ser pilotadas por una persona.

Además, obviamente no puedo crear humanos ni ninguna otra criatura,

pero los androides con intelecto similar al de los humanos y los

ordenadores tampoco sirven.”

Kyoko suspiró y continuó.

“La Diosa dijo que las deidades consideran que una IA tan

avanzada está al mismo nivel que los organismos vivos, así que no se

me permite meterme con ellos. Bueno, en realidad a ella no le importa

eso, pero supuestamente hay problemas de moralidad si una diosa crea

otra raza para que la usemos como esclavos… Un poco raro, teniendo

en cuenta que no tienen reparos en asesinar en masa a las criaturas

nativas…”

Le tapé la boca a Kyoko en un arrebato. A Celes le gusta comprobar

cómo estoy de vez en cuando…

“De todos modos, hay un ordenador con personalidad propia a

bordo, pero lo único que hace es seguir órdenes y no puede pensar por

sí mismo ni dar consejos. No es que pueda hablar con él como si fuera

un amigo. Puede manejar cosas como el piloto automático, pero aun

así…”

Así que una nave robot estaba bien, pero cosas como Chaika,

Paolon, Swordbreaker o el Riprimu estaban fuera de los límites. Por

alguna razón, la mayoría de las naves espaciales que aparecían en las

novelas de ciencia ficción requerían una gran tripulación, por mucho

que la ciencia hubiera avanzado.

Uno pensaría que podrían encontrar una forma de automatizar

cosas como los sistemas de navegación y gestión de armas para que

una persona pudiera pilotar la nave desde el puente… Al atacar a los

enemigos en combate, deberías poder dar órdenes generales a la IA.

No debería ser necesario controlar manualmente las retículas de los

objetivos para disparar todos los cañones… Tal vez fuera para evitar

que las máquinas se rebelaran.

De todos modos, no había mucho que pudiera hacer con un barco

de vela o una máquina de vapor sin una tripulación. ¿Cómo terminó

con una habilidad tan inconveniente? Tuve una corazonada…

“Celes…”

Eso fue todo. Sabía que no había intentado tergiversar

intencionadamente las palabras de Kyoko para meterse con ella. Celes

no era así. Simplemente no se dio cuenta ni tuvo en cuenta esos

detalles, y en su lugar concedió la habilidad exactamente como se

describía.

Mi suposición era que Kyoko no había obtenido poderes creativos

como los de un dios, pero había algo que detectaba, elaboraba y

enviaba una nave cada vez que ella quería invocar una. No sé cómo era

capaz de crear una nave entera en un instante… Tal vez se hacían en

algún otro mundo donde el tiempo pasaba varios millones de veces

más rápido que en la Tierra o en este mundo, y luego se entregaban

aquí una vez terminadas.

En fin…

“Es difícil saber si tu habilidad es útil o no…” Señaló Reiko, y todo

lo que Kyoko y yo pudimos hacer fue agachar la cabeza.

Hablamos hasta bien entrada la noche, y por la mañana me froté el

sueño de los ojos, preparé el desayuno y desperté a los niños. Todavía

era de noche y quedaba mucho tiempo hasta el amanecer, así que

supuse que llegaríamos a nuestro destino en poco tiempo con el barco

de Kyoko. Así, llegaríamos a Pequeña Plata antes de que amaneciera,

siempre y cuando comiéramos rápido y nos fuéramos inmediatamente

después.

Una vez que llegáramos, entregaríamos los intentos de asesinos al

señor local. Formularíamos el relato de los hechos de tal manera que

también quedáramos bien parados. Los habíamos capturado en otro

país, pero las víctimaseran ciudadanos de suterritorio, porlo que nadie

cuestionaría dónde habían sido capturados los criminales.

Fuera quien fuera su señor, era muy improbable que empezara a

pelearse con un señor de otro país por culpa de unos delincuentes.

Comprendería que si las cosas se intensificaran hasta el palacio real de

cada país respectivo, y saliera a la luz el hecho de que un comerciante

de su propio territorio había cometido crímenes tan atroces y había

provocado víctimas menores de edad, las cosas acabarían muy mal para él.

Sí, íbamos a estar bien.

Leia había desaparecido en algún momento de la noche anterior.

Probablemente pensó que el desayuno no sería nada del otro mundo y

volvió a su rutina habitual de observarnos ocasionalmente desde la

distancia. Tal vez no haya aparecido anoche por la comida, sino que se

sintió atraída por el hecho de que todos tuviéramos una agradable y

animada comida juntos.

Y así, desayunamos y guardamos todo. Lo único que tuve que hacer

fue poner todo en la Caja de Objetos, así que sólo me llevó un segundo.

Después lavaría los platos. Tomé a los niños, que mostraban una serie

de reacciones entendibles a causa de todo lo acontecido, no me

sorprendería que estuviesen absolutamente aterrorizados de que la

Diosa estuviera a punto de llevarlos directamente al infierno, y los

empujé a todos al tubo de embarque.

Puse los carruajes y la carpa en la Caja de Objetos, pero pude hacer

que Col y Ater abordaran normalmente. Oye, no me había dado cuenta

de que el tubo podía cambiar de tamaño…Bueno, supongo que debería

ser fácil. Después de todo, probablemente se trataba de tecnología del

Imperio Estelar…

“¡Bien, es hora de despegar!”

“¡Oye! ¡Esa es mi línea!” Kyoko hizo un mohín.

¡Vamos, déjame divertirme!