Isekai Wa Smartphone to Tomoni (NL)

Volumen 27

Capítulo 3: El Rito Prismatis

Parte 2

Al parecer, Ende había salido de compras con Ney. Cuando vio a su hija saliendo alegremente de la tienda Strand con Kuon, sintió que tenía que investigar. Incluso a esta temprana edad, se había convertido en un acosador sin remedio…

“Que tenga un buen día, señora.”

“Oh, hola. Saliendo entre ustedes, ¿verdad? ¿Disfrutando tu día, Allis?” “¡Sí!”

Ney sonrió suavemente, una expresión muy distinta a cualquiera que hubiera hecho en el pasado. Acarició suavemente el pelo de su hija.

“Kuon. ¿Te gustaría venir a comer a nuestra casa?” “¿Eh? ¿En serio?”

“Por supuesto. Me gusta recibir invitados de vez en cuando. Pero hay más que eso. Lycee y Lady Melle tienen un asunto que quieren discutir contigo”.

Kuon estaba sorprendido y a la vez intrigado por la repentina invitación. Ya era más de mediodía, así que él y Allis estaban pensando en volver al castillo para almorzar tarde.

Podrían haber ido a un restaurante o a una cafetería, pero para cualquiera que los viera desde fuera no eran más que dos niños pequeños. Eso en sí mismo atraería inevitablemente la atención, y Kuon no quería verse envuelto en nada problemático. Sólo quería pasar un día tranquilo.

“¡Vamos, Kuon! ¡Mi casa está más cerca que el castillo!” “Mmm…”

Kuon estaba de acuerdo en volver con Ney, pero lanzó una mirada a Ende antes de decir nada. La expresión de Ende parecía bastante normal, pero el joven había notado que sus cejas estaban más juntas.

Kuon era consciente de la extraña animadversión de Ende hacia él. Estaba seguro de que no le caía nada bien. También sabía la razón. Los padres solían ser excesivamente protectores con sus hijas. Su propio padre, Touya, no era una excepción.

En el futuro, Touya había hecho que Kuon utilizara su ojo místico para comprobar los corazones de casi cualquier chico que se acercara a las chicas de su familia. Kuon no tenía ningún problema en hacerlo. Después de todo, no quería que nadie malo se involucrara con sus hermanas.

La situación era un poco delicada, pero era sólo el almuerzo… Seguramente no podía ir tan mal.

“…aceptaré con gusto tu oferta, entonces.”

Aunque todavía estaba un poco nervioso por la presencia de Ende, Kuon aceptó la oferta de Ney.

***

Tras recorrer la calle principal de la ciudad del castillo de Brunhild, se llega a un barrio residencial. Había residentes que llevaban en el país desde su fundación e inmigrantes que habían llegado más tarde. Los colonos más antiguos estaban en una zona llamada Ciudad Vieja, mientras que los recién llegados estaban en la Ciudad Nueva. Sin embargo, no había ninguna diferencia real entre los edificios. Brunhild era un país bastante joven. Sin embargo, la Ciudad Vieja tenía un poco más de sabor Eashenese, ya que muchos habían venido de Eashen durante los primeros días de la fundación de Brunhild.

La casa en la que vivían Ende, Melle, Ney y Lycee estaba en Ciudad Nueva. Era una finca de tamaño razonable con tejado rojo que estaba situada en una pequeña colina.

Touya no había preparado la casa para Ende y su familia. En realidad, la construyó el propio Ende con el dinero que había ganado en las misiones de su gremio. Podría haber construido una más grande, pero la que tenían ahora era más que suficiente para su familia. Melle y las otras chicas Phrase dijeron que si tuvieran dinero para construir una casa más grande, sería mejor gastarlo en comida.

La casa era agradable, con un gran jardín delante. Era prácticamente igual a la casa que Allis recordaba de su época, menos algunas ampliaciones que aún estaban por llegar. Me resultaba familiar. Kuon había visitado la casa varias veces en el futuro del que procedía, así que sentía lo mismo.

Ende, Ney, Allis y Kuon atravesaron la verja. Luego recorrieron el sendero del jardín hasta llegar a la puerta principal.

“Estoy en casa.”

“Bienvenido, Ney. Encantado de verte, Kuon.” “Gracias por recibirme”.

Melle les recibió en la puerta. Al parecer, la habían llamado con antelación y le habían informado de la llegada de Kuon.

Melle era la señora de la casa. Ende, Ney y Lycee estaban casados con ella, y la casa giraba a su alrededor. Sin embargo, Ende era el principal sostén de la familia.

“¿Dónde está Lycee?”

“En la cocina, preparando algo. Ve a ayudarla”.

Ende asintió e hizo lo que Melle le dijo. También era el responsable de la mayoría de las comidas de la casa. Las chicas nunca habían aprendido a cocinar, ya que su especie no necesitaba ingerir alimentos. Por eso Ende se veía relegado tanto a la cocina.

Lycee había ido aprendiendo lo suficiente como para ayudarle, pero no había llegado al punto de que confiara plenamente en ella para cocinar por su cuenta, sobre todo cuando se trataba de cocinar con fuego… Ya había habido algunos incidentes que le habían llevado a esa conclusión.

Kuon fue conducido al salón. Se acomodó en un sofá cercano. Allis, naturalmente, se plantó a su lado.

“Están muy unidos, ¿verdad?”

“¡Sí! Llevamos juntos desde que éramos pequeños”. “Estamos bastante cerca, sí”.

Las dos respondieron a la observación de Ney, lo que provocó que Melle y la otra mujer se sonrieran mutuamente.

“Esto puede parecer prematuro, pero…” Melle se volvió hacia Kuon y empezó a hablar. “¿Tienes la intención de tomar a mi Allis como tu esposa en el futuro?”

“¡Aaah! ¡Mamaaa! ¡No puedes decir cosas como esaaaa!”

Las palabras de Melle hicieron que Allis se inquietara, con las mejillas enrojecidas.

Kuon, en marcado contraste, se limitó a mirar al techo y arrugó la frente, pensativo.

“Es una pregunta bastante difícil de responder ahora mismo, ¿no crees?”.

“¿Eh? ¡¿Qué quieres decir, Kuon?! ¡¿Hay alguna otra chica que te guste más que yo?! ¡¿Quién?! ¡Hey! ¿La conozco? ¿Es más fuerte que yo? ¡Hey!

¿Es mejor que yo? ¡Kuon! ¿No soy tu mejor chica? Hey, vamos. Hey. Heeeey…”

Todo el vigor de los ojos de la joven se desvaneció mientras se cernía sobre Kuon. A Melle y Ney les pilló desprevenidos, pues nunca antes habían visto a su hija actuar de forma tan alocada. Era como si un aura oscura se manifestara a su alrededor…

Sin embargo, Kuon no parecía muy preocupado. Se limitó a sacudir la cabeza y empezó a hablar con calma.

“No. No es eso. Ciertamente no hay otras chicas”. “¡Oh! ¡Yay!”

Allis sonrió ampliamente y volvió a reclinarse. La luz había vuelto a sus ojos. Melle y Ney estaban un poco aturdidas por la repentina transformación, pero se volvieron hacia Kuon.

“¿Qué tiene de difícil, exactamente?”

“Considera mi posición como heredero al trono de este país. Mi futura esposa se convertiría en la gran duquesa. Si me caso con una mujer inadecuada para ese papel, el país sufriría por ello. Es una elección con la que debo tener mucho cuidado”.

“¡¿Qué?! ¿Estás diciendo que no soy digna?”

“Allis, escucha, ser de la realeza es mucho trabajo. Hay etiqueta en la corte, baile, socializar en la alta sociedad, entretener a la realeza extranjera, y mucho más. ¿Puedes decir con cara seria que tienes las habilidades necesarias para todas esas cosas?”

“¡Grrrrgh!” Allis refunfuñó y puso mala cara, incapaz de rebatir el argumento de Kuon. “¿Habilidades necesarias? Hablas de ser de la realeza como si fuera un trabajo”.

“No creo que sea descabellado pensarlo así. Una gran duquesa es igual que cualquier otra reina o emperatriz. Tiene mucho que hacer. Hay quienes nacen con la aptitud adecuada, y quienes la desean lo suficiente como para adaptarse”, respondió tranquilamente Kuon a la pregunta de Ney.

El propio padre de Kuon, Touya, básicamente se había visto obligado a aprender y adaptarse a las realidades de la vida real después de comprometerse con la realeza. Si Allis iba a hacer lo mismo, entonces tendría que adaptarse a las realidades de la misma también.

Elze, Linze y Yae tuvieron que hacerlo cuando se convirtieron en grandes duquesas de Brunhild. Yumina, Lu y las demás no tuvieron que hacerlo porque ya se habían criado en la alta sociedad.

“Es cierto que la pareja de un miembro de la realeza debería tener las aptitudes adecuadas para la alta sociedad. Podría ver fácilmente que una baja confianza inspirara negatividad en la población, y tal vez incluso el colapso social si su desempeño fuera lo suficientemente pobre”, respondió Ney, mostrando una comprensión sensata del punto de vista de Kuon. Esto era un poco inusual, ya que Ney normalmente adoraba a Allis y la defendía ferozmente.

Sin embargo, Melle se aclaró la garganta y tomó la palabra para rebatirla: “Por Dios, Ney. Estás apoyando extrañamente a Kuon, ¿verdad?”.

“Con el debido respeto, Lady Melle, tuve que sufrir las consecuencias sociales que se produjeron después de que cierta soberana huyera de nuestro mundo natal con un compañero que su pueblo desaprobaba”.

“¡Ugh!” refunfuñó Melle en voz baja. Las palabras de Ney picaron un poco. Como la Phrase Soberana, Melle sin duda había fracasado en su propósito. Había dañado la sociedad de su pueblo. Melle ciertamente no pensaba que su elección de pareja fuera un error, pero sus súbditos que permanecieron de vuelta en Phrasia debían pensar absolutamente que ese era el caso.

“P-Pero si hacemos que Allis reciba una educación propia de una dama, entonces no habrá problema, ¿sí?”

“Eso es bastante cierto. De hecho, te agradecería que lo hicieras. Allis es la persona más cercana a mí en mi rango de edad, por lo que su compañía sería preferible a largo plazo.”

Fue en ese momento cuando Melle se dio cuenta de que Kuon aún no tenía mucha idea de lo que era el amor. Si en el futuro se enamoraba de otra persona, a Allis se le rompería el corazón. Para evitar que eso ocurriera, decidió grabar a Allis en él aquí y ahora, para asegurarse de que sería la única para él.

Si Kuon se convirtiera en el líder de Brunhild, podría tomar esposas de apoyo… pero desde la perspectiva de Melle, que su hija fuera cualquier cosa menos la esposa principal era simplemente inaceptable. Allis necesitaba reinar como una magnífica gran duquesa, vivir una vida feliz y plena con su única y verdadera esposa.

Afortunadamente, Kuon era claramente un joven que daba importancia a las cosas tanto oficiales como personales. Por lo tanto, si simplemente podían demostrar que Allis era una real capaz a sus ojos, su posición estaría casi asegurada.

“Allis, vamos a hacer que Yumina te proporcione una educación adecuada en etiqueta formal”.

“¿Weeeh? Pero eso suena patético…”

Las palabras de Melle hicieron refunfuñar a Allis. Ney esbozó una sonrisa incómoda antes de proseguir con sus propias palabras.

“Seguramente perderás a Kuon a manos de una princesa extranjera si no aprendes modales adecuados,   Allis.  No  quieres    que     eso  suceda, ¿verdad?”

“…Eso sería malo.”

“Si otra chica se convirtiera en la prometida de Kuon, estaría a su lado el resto de sus vidas. Tú serías la segunda… No, incluso podrías ser la tercera o la cuarta…”

“¿Qué? ¡No puede ser! ¡Soy la mejor chica para Kuon! Hemos estado juntos desde que éramos muy pequeños, así que no hay manera de que yo sea la segunda. Soy la número uno, ¿verdad? ¿Verdad, Kuon?

¿Verdad, Kuon? Mírame.”

El brillo de sus ojos se desvaneció una vez más, y Allis comenzó a cernirse sobre Kuon, que no se inmutó lo más mínimo por ello, y su respuesta siguió siendo tan despreocupada como siempre.

“Yo diría que sí. Dejando de lado a mis hermanas, eres la chica más parecida a mí en mi grupo de edad”.

“¡¿Ves?! ¡Ahí lo tienes!”

La luz volvió fácilmente a sus ojos.

“Pero ese no es realmente el punto de preocupación. Como Gran Duque, necesitaré llevar el peso de Brunhild. Si voy a tomar una esposa, tendrá que ser alguien preparada y adecuada para compartir esa carga.”

“Eres joven, pero seguro que sabes lo que haces…”

“Gracias.”

Ney no pudo evitar sentirse impresionada por los modales de Kuon. Admiraba su disposición para gobernar. Le recordaba a cómo había sido Melle en Phrasia. Un soberano noble y decidido que no se doblegaba ni se quebraba. Para estar detrás de esa figura, sería natural que tuviera una voluntad igual de poderosa.

Ney miró a Allis.

“¿Qué quieres de esto?”

“…Bueno…Kuon, ¿estarás contento si consigo esa educación y llego a ser lo suficientemente buena para ser de la realeza?”

“Yo diría que sí. Tendré que casarme en algún momento, así que sería mucho más fácil si me casara contigo”.

“Entonces lo haré lo mejor que pueda. Quiero estar con Kuon, ¡así que lo haré!”

Kuon notó una chispa de motivación que antes no había estado presente en los ojos de Allis.

Al ver la nueva determinación de su hija, Melle comprendió por qué su futura yo no había educado adecuadamente a Allis en la etiqueta real desde su nacimiento. Era para que la niña pudiera encontrar su propia motivación a su debido tiempo. Comprometerse con el estilo de vida de la realeza era algo que sólo se podía hacer con la mentalidad adecuada, y parecía que Allis por fin estaba preparada.

Melle casi podía imaginárselo. En ese momento supo que Allis podría convertirse en una duquesa de verdad si se lo proponía. Además, la muchacha era descendiente directa de la Phrase Soberana. Seguramente poseía las cualidades innatas de liderazgo que tenía su madre… Probablemente.

“Dicho esto, Allis… si te conviertes en la esposa de Kuon, puede que no seas la única. ¿Estarás de acuerdo en compartirlo con esposas secundarias, terciarias o incluso más?”. Se apresuró a preguntar Ney, no queriendo que la chica se metiera en esto sin estar preparada.

“¿Como que el padre de Kuon tiene otras esposas? Eso no importará si consigo estar con Kuon. Además, ¡no creo que Kuon se case con alguien que no me guste!”

“Eso es cierto. He leído sobre muchas familias reales que se disolvieron por problemas en el castillo. No tengo intención de aceptar más novias que no se lleven bien con la primera”.

Las palabras de Kuon aliviaron un poco a Ney. Antes había recordado aquella aura oscura que emanaba de la chica y le había asustado la idea de que saliera en dirección a otra mujer. Pero al parecer, Allis se conformaba con cualquier cosa con tal de ser la número uno de Kuon.

“Muy bien, entonces. Dejemos a un lado la charla del compromiso y preguntemos a Yumina sobre educar a Allis en los modales reales”.

“Buena suerte, Allis.” “¡Haré lo que pueda!”

Kuon tenía la impresión de que aquí se estaba decidiendo algo importante, pero no parecía importarle demasiado. Le parecía bien aceptar a cualquier prometida que no fuera una molestia, y Allis probablemente sería la menos molesta. No era que fuera insensible o que no sintiera amor por Allis… sino que tenía sentimientos familiares hacia ella más que románticos. Era una desventaja innata por ser su amiga de la infancia.

Kuon tomaba el té tranquilamente con el trío. Al cabo de un rato, Lycee apareció con una gran bandeja.

“Perdón por la espera. Tenemos chuletas y curry para comer”. “¡Sí!”

“Oooh ¿Chuletas y curry? Eso es genial”.

Allis y Ney estaban radiantes ante el espectáculo que tenían delante. Kuon pensó que el curry era un poco pesado para el almuerzo, pero no dijo nada. Al fin y al cabo, era un invitado. Le gustaba el curry y podía comerse una ración.

Ende entró en la habitación con una gran olla en las manos, que contenía el propio curry.

Ney y Melle se dirigieron a la cocina, trayendo un enorme cuenco de arroz y lo que Kuon sólo podía describir como una auténtica montaña de chuletas de cerdo fritas. Al parecer, estaban para segundas raciones… y terceras, y cuartas… Melle, Ney y Lycee comían grandes cantidades de comida con regularidad. Allis también lo hacía, lo cual no era una sorpresa dado que era su hija.

Kuon conocía sus excentricidades a la hora de comer, así que no le sorprendió del todo… pero tuvo que admitir que la cantidad de comida que tenía delante era impresionante.

Melle colocó un cuenco de comida delante de Kuon.

“Come todo lo que quieras. Tenemos más que suficiente para repetir”. “Muchas gracias.”

Kuon definitivamente no pensó que pediría repetir, pero cogió con gusto su cuchara y empezó a comer. La comida que tenía delante no era el plato nacional de Mismede, sino el típico curry japonés que Touya había introducido en este mundo. Kuon lo había comido regularmente desde que era un niño… no es que siguiera siendo un niño, por supuesto.

El chico se llevó a la boca una cucharada de arroz con curry. Luego se tomó un momento para disfrutar del sabor picante y sabroso. Era un poco más picante que el curry al que estaba acostumbrado. No tan picante como para que le durara demasiado, pero tenía un toque lo bastante fuerte como para que quisiera tomar otra cucharada. La carne no era nada fuera de lo común. Parecía un montón de chuletas de cerdo empanadas y fritas. Las verduras mezcladas en el roux eran una simple mezcla de patata, zanahoria y cebolla. En general, no era un plato inusual desde su perspectiva. Era tan normal como podía serlo el curry.

Kuon se fijó en las chuletas. Estaban cortadas más finas de lo que estaba acostumbrado. Se preguntó si las habrían golpeado para aplanarlas y hacerlas más fáciles de comer. Pinchó un trozo con un tenedor antes de mezclarlo con el roux y llevárselo a la boca. La textura crujiente de la carne frita se mezcló con el sabor del curry, creando una sensación armoniosa en su boca. Kuon se sorprendió ligeramente.

El roux de curry tenía cerdo mezclado, así que supuso que serían chuletas de cerdo… pero el sabor en su boca no era de cerdo en absoluto. Tampoco era ternera, ave o cordero. Era otra cosa…

“¿Son chuletas de Dragón?”

“Oh, ¿te has dado cuenta? Tenemos algunos buenos cortes, así que decidí ponerlos en uso. Es carne de dragón madura, así que tiene un sabor más rico y completo”.

“Yo fui quien buscó la carne y la cocinó, ¿sabes?”. Ende suspiró ligeramente ante el alarde injustificado de Lycee.

Cuanta más magia había en la carne de una bestia mágica, más sabrosa solía ser. En otras palabras, cuanto más fuerte es una bestia, mejor sabe. Por eso era lógico que un dragón maduro, el más poderoso de su especie, tuviera un sabor exquisito.

Kuon era de la realeza, así que ya había comido carne de dragón muchas veces, pero incluso él tuvo que comentar la calidad de la carne que tenía en el tenedor. Comenzó a masticar con más vigor. Uno de los lemas de la familia Mochizuki era disfrutar de la buena comida siempre que se presentara la oportunidad.

“¿Lo disfrutas, Kuon?” “Sí, es muy buena”.

Kuon asintió a Allis mientras se llevaba a la boca otro bocado de chuleta de dragón. El curry estaba increíblemente bueno. Para Kuon, lo más sorprendente de la comida era que sabía tan bien como los currys preparados por Lu o Arcia.

“¡Entonces yo también aprenderé a cocinar!”

“¿Quieres aprender? Tu viejo te enseñará, Allis. Te tendremos cocinando recetas básicas en poco tiempo. Yo también empecé a aprender cuando era pequeño”.

Ende se emocionó cuando su hija mencionó que le interesaba la cocina. En ese momento, imaginó una escena maravillosa. Él y su hija codo con codo en la cocina, riendo y sonriendo juntos mientras preparaban una comida… Sin embargo, esa ilusión se hizo añicos con lo que su hija dijo a continuación.

“¡Si aprendo a cocinar, podré hacer cosas bonitas para Kuon todos los días!”

“¡Gwagh!”

Ende se sintió físicamente golpeado por el comentario, y necesitó toda su energía para no desplomarse hacia delante y ahogarse en su curry. Allis siguió comiendo, completamente ajena a la desdicha de su padre.

“Hmm… Aprender a cocinar me parece inteligente, Allis. Será bueno para ti saber cómo alimentar a tu familia”.

“Si piensas así, Ney, ¿por qué no aprendes también? He aprendido un par de cosas desde que empecé a aprender”.

“¿Y-Yo? ¿Cocinar? No estoy hecho para eso. No querrás que desperdicie nuestros preciados ingredientes, ¿verdad?” murmuró torpemente Ney para sí misma, hurgando en su arroz mientras esquivaba las burlas de Lycee. Melle ahogó una suave carcajada.

“Vaya, creo que sería maravilloso que Allis aprendiera. Me pregunto si es parecido a lo que decía Yae, prepararse para ser una buena esposa y tal.”

“H-Hey, ¿no crees que Allis es un poco joven para estar hablando de eso? Es demasiado pequeña para pensar en el matrimonio, y ni siquiera tiene que casarse si no quiere…”

Las manos de Ende temblaban mientras intentaba comer su curry. No pudo evitar que le temblara el ojo. Melle le ignoró por completo y continuó diciendo algo que sin duda causaría un daño catastrófico a su alma.

“Por ahora, sí, pero hablaré con Yumina para que Allis reciba unas lecciones de etiqueta adecuadas para que pueda desposarse formalmente con Kuon”.

“¡¿Qué?! ¡Nadie me habló de eso!”

Ende se levantó de su asiento con la cuchara ligeramente inclinada. Su rostro estaba más pálido que de costumbre y su expresión era una mezcla de frustración y desesperación.

Lycee tomó la palabra, con expresión inmutable mientras se limpiaba la boca.

“Eso también es nuevo para mí”.

“Mmm… Se decidió hace algún tiempo. A Allis le gustaría ser la gran duquesa de Brunhild algún día, así que la apoyaremos con ese fin.”

“Oh vaya… Es una meta maravillosa, Allis. Realmente eres nuestra hija,

¿no?”

“He-he-he… Gracias, mamá”.

Allis ronroneó como un gatito cuando Lycee le pasó una mano por el pelo. La reacción fue tan tierna que las caricias continuaron durante un rato más.

“¡¿Por qué haces planes tan absurdos tan pronto, y encima sin contar conmigo?!”.

“No fue una decisión absurda. Es sólo una conclusión a la que llegamos tras hacer balance de los sentimientos que pudiera tener Allis.”

“¡¿Así que la discusión ya ha concluido?!”

Ende estaba furioso porque algo tan grande se había decidido sin siquiera consultarle.

“¡No puedo aprobar esto!” “… ¿Papá?”

“Olvida lo que dije. No pasa nada”.

Bastó una mirada triste de su querida hija para que Ende se calmara y volviera a sentarse. Era un auténtico imbécil en este aspecto.

El hombre recuperó de pronto la compostura, poniendo una expresión extraña y casi vertiginosa cuando empezó a hablar.

“…Allis es mi hija, pero también es hija de la Phrase Soberana… En otras palabras, eso la hace de la realeza de Phrasia. ¿No hay una prueba especial que todos los pretendientes a la realeza deben pasar en Phrasia? Es un calvario por el que tuve que pasar cuando le conté a Melle mis sentimientos, si mal no recuerdo…”

“Endymion, no puedes querer decir…”

Ney abrió mucho los ojos. Melle y Lycee también parecían atónitos.

“Pensar que desenterrarías eso de todas las cosas…” “Siempre el mal perdedor, ¿no?”

Ende ignoró tácticamente los comentarios de Melle y Lycee mientras se volvía hacia Kuon con una sonrisa.

“Si quieres casarte con mi hija, tendrás que enfrentarte al Rito Prismatis”.

***

“¿El Rito Prismatis? ¿Qué es eso?”

“Las formas de vida Phrase se reproducen por partenogénesis… Es decir, pueden tener bebés por sí solas. Por naturaleza, no necesitan cosas como maridos o esposas. Sin embargo, los niños nacidos a través de ese método son funcionalmente copias de los padres. Tienen capacidades y apariencias similares. Si quisieran un hijo diferente o más fuerte, requerirían un núcleo, un núcleo en otras palabras, de otro Phrase. Eso equivaldría a una pareja en términos humanos”.

“Efectivamente. Aunque en este caso, el socio es más un donante del núcleo que otra cosa. No suelen participar más allá de eso”, añadió Ney a la explicación de Ende.

Las formas de vida del Phrase Dominante pueden tener descendencia por sí solas, pero en realidad no se las puede considerar niños. Al fin y al cabo, crecen a partir de núcleos como adultos completamente formados. Cualquier descendencia producida de esta manera nunca sería capaz de superar a su progenitor en términos de fuerza. Por lo tanto, si querían crear un organismo más nuevo, necesitaban tomar el núcleo, el núcleo, de otra Frase dominante y combinarlo con el suyo propio.

“Un Soberano entre los Phrase, como cúspide de la especie, debe crear una descendencia más fuerte por el bien de la siguiente generación. Por eso los Soberanos del pasado rara vez creaban descendencia por su cuenta. Sólo era un método empleado en casos de emergencia”.

“La pareja de un Soberano no puede ser cualquiera, por supuesto. Ahí es donde entra en juego el Rito Prismatis. Es el método por el cual se decide la pareja del Soberano”.

“Ya veo.”

Kuon asintió a la explicación de Ney y Ende. En resumen, era un método elaborado para determinar una pareja. Era una forma tradicional de que la Frase estableciera un compromiso real.

En la Tierra había tradiciones similares, como los dotes. Las proposiciones eran promesas verbales, pero los dotes consolidaban el proceso matrimonial como una transacción. Lo convertía en un acuerdo formal. En los últimos años, el matrimonio se ha considerado más un asunto entre el marido y la mujer, por lo que las familias están mucho menos implicadas. La gran mayoría de los matrimonios modernos no implicaban cosas como dotes o intercambios de regalos. Sin embargo, las familias de las parejas solían reunirse antes de la ceremonia.

En este mundo, existía desde hacía mucho tiempo la costumbre de que los regalos fueran preparados por la familia de la novia o el novio. A menudo era un símbolo del compromiso de la familia de cuidar a su nuevo yerno o nuera como a un miembro más, pero aún había matrimonios políticos que se hacían sólo por los regalos. Pero eso no tenía nada que ver con lo que estaba pasando aquí…

“¿Así que estás diciendo que para que Allis sea mi prometida, tengo que pasar por este Rito Prismatis?”.

“Precisamente”.

Ende sonrió satisfecho mientras hablaba.

Melle enarcó una ceja antes de levantar la mano y hablar.

“Ese rito es para el Soberano de Phrase, ¿no? Hemos abandonado mi mundo natal. ¿Por qué deberíamos seguir atados a sus tradiciones?”

La que habló, sorprendentemente, no fue Ende. Fue Ney.

“Lady Melle, Allis es la heredera del Núcleo del Soberano. Con eso en mente, ella es la princesa de nuestro pueblo. Aunque ahora seamos una rama en otro mundo, sería descortés por nuestra parte descuidar las tradiciones de nuestro pueblo.”

“Hm…”

Melle pensó en voz baja en lo rígida que podía ser la forma de pensar de Ney, aunque no lo dijo en voz alta. Se sentía responsable de haber causado muchos problemas a su pueblo con su imprudente desprecio, así que no creía que tuviera mucho margen de maniobra para discutir.

Desde la perspectiva de Melle, ya no era la Soberana y, por tanto, ya no estaba sujeta a las costumbres asociadas a tal título… Pero desde la perspectiva de Ney, Melle seguía siendo la Soberana a la que siempre había admirado.

“Así que dime, ¿cómo funciona este Rito Prismatis?”

“Tienes que pasar unas pruebas establecidas por la familia real. Cada vez es diferente. En mi caso, tuve que luchar contra un criado real de Phrase. Me las arreglé para ganar, por supuesto”.

“Hmph. No actúes tan engreído después de tu chapucera exhibición. Me enfrenté a ti a instancias de Lady Melle, pero no usé todo mi poder”.

Durante el Rito Prismatis de Ende, Ney había sido su enemigo para evaluar su fuerza.

Independientemente de lo que sintieran, por Ende, la realeza Phrase no tuvo más remedio que aceptar los resultados del combate.

“¡Espera, Endymion! ¡No me digas que planeas luchar contra Kuon! Básicamente eres el padre de Allis, ¿no? ¡Piensa en tus acciones! No golpearías a un niño, ¿verdad?”

“B-Bueno, obviamente yo no haría eso… Eh, espera un momento. ¿Qué quieres decir básicamente? Soy su padre, ¡¿no?!”

“Er, quiero decir … que será en el futuro. Aún no ha nacido. Eso es todo lo que quería decir. No te preocupes por eso”, dijo Melle, apartando a Ende.

“Nosotros determinaremos tu prueba. No te preocupes, no lo convertiremos en algo insuperable”, tranquilizó Lycee a Kuon.

Al parecer, no era algo que tuviera que hacer inmediatamente, así que fue un alivio. Aun así, el punto era obtener el reconocimiento adecuado de la familia de Allis. Por lo tanto, no importaba cuál fuera el calvario. Kuon tenía que aceptarlo.

“Muy bien, entonces. Me someteré a este rito. Pero esto no sólo me concierne a mí, así que ¿te importaría que lo discutiera primero con mi familia?”.

“Eso está completamente bien. Quiero preguntarle a Yumina sobre el entrenamiento de etiqueta de todos modos, así puedo explicarle la situación mañana.”

“Me parece bien”, respondió Kuon mientras asentía tranquilamente. Así quedaría resuelta la cuestión de encontrar una prometida, así que le parecía bien. Allis era una apuesta segura, ya que la chica se llevaba bien con las hermanas de Kuon y con sus padres.

Normalmente, los matrimonios reales se hacían por conveniencia política, pero Touya no creía realmente en ese tipo de cosas, así que Kuon no podía imaginar que hubiera ninguna objeción. El único problema real era si Allis sería capaz o no de hacerlo en términos de etiqueta… Era una joven testaruda, pero tenía las agallas para atenerse a cualquier cosa que se propusiera. En pocas palabras, odiaba perder. Kuon pensó que ese principio podría aplicarse fácilmente aquí y empujarla más allá de la línea de meta.

Si Allis estaba decidida a trabajar duro, Kuon tenía que respetarla. Estaba impresionado por su determinación. Era sólo inconsciente por ahora, pero el muchacho estaba empezando a tener sentimientos positivos acerca de comprometerse con ella.

***

“… ¿Por qué están hablando de cosas como estas? Quiero decir, me parece bien, pero…”

“Entonces está decidido. Nos han informado de las condiciones generales, así que no veo razón para no aceptar”.

Kuon había llegado a casa y me había contado la loca historia de que se había prometido y tenía que hacer una especie de reto ritual… y yo no iba a quedarme ahí sentada fingiendo que no estaba completamente desconcertado.

Por otra parte, creo que mi propio compromiso ocurrió a un ritmo más rápido que esto, ¿verdad? Tal vez esto es en realidad más normal … No lo sé.

“¡Ya veo, ya veo! ¿Así que es un juicio para reclamar a Allis como tu novia?

¡Qué giro tan emocionante!”

Yumina estaba cerca; podía ver cómo se animaba. Estaba mucho más emocionada por esta situación que el propio Kuon.